Las uvas, ni enteras ni cortadas en rodajas: la recomendaci¨®n de los otorrinos para los ni?os en Nochevieja

Se acerca una de las tradiciones navide?as m¨¢s conocida en Espa?a: comerse 12 uvas en Nochevieja. Al ritmo de las campanadas de la Puerta del Sol, como dir¨ªa la canci¨®n de Mecano, ¡°los espa?olitos, enormes, bajitos, hacemos por una vez algo a la vez¡±.

Pero ojo, porque la Sociedad Espa?ola de Otorrinolaringolog¨ªa y Cirug¨ªa de Cabeza y Cuello (Seorl-CCC) advierte estos d¨ªas de los posibles peligros de esta pr¨¢ctica aparentemente sencilla. Sobre todo, cuando se trate de ni?os menores de cinco a?os, por el riesgo de atragantamiento o asfixia.

Seg¨²n la sociedad cient¨ªfica, debido al tama?o de las uvas, su piel resbaladiza y el jugo del interior, esta fruta puede ser tragada sin masticar y provocar un taponamiento de las v¨ªas a¨¦reas, impidiendo al ni?o respirar. Por ello, los otorrinolaring¨®logos recomendaron que los menores de cinco a?os no ingieran las uvas en Nochevieja y, cuando se les ofrezca a los ni?os mayores, sea sin piel, ni pepitas y partidas en trozos, evitando cortarlos en rodajas.

Para quienes busquen alternativas, los expertos tambi¨¦n aconsejan no dar a los menores de cinco a?os frutos secos ni caramelos duros, tampoco palomitas de ma¨ªz o grageas de chocolate, ya que los fragmentos duros que se desprenden al morderlos pueden obstruir las v¨ªas respiratorias. Si se ofrecen frutos secos, estos deben estar molidos. Los frutos secos y las semillas son la principal causa de atragantamiento en en los menores de cuatro a?os.

Cuidado con las uvas tambi¨¦n para las personas mayores

En el caso de los mayores de 65 a?os y los pacientes con disfagia (o trastorno de la degluci¨®n), comerse las uvas el 31 de diciembre tambi¨¦n puede complicarse. Como recuerdan los expertos, la incidencia de asfixia es siete veces mayor en personas de la tercera edad que en ni?os de entre uno y cuatro a?os, seg¨²n una revisi¨®n publicada en la revista Geriatrics.

En cuanto a la disfagia, afecta a m¨¢s de 2,5 millones de espa?oles, de los que el 90% est¨¢n sin diagnosticar. Aunque la pueden sufrir personas de cualquier edad, es m¨¢s frecuente a partir de los 65 a?os, cuando afecta a casi un tercio de la poblaci¨®n mayor.