Los riesgos de publicar la primera foto (y todas las dem¨¢s) de tu hijo en redes sociales

Una imagen que todo el mundo reconoce: la ecograf¨ªa de un feto. Una etiqueta: #miprimerafoto. Y un texto que advierte de que esta es la primera foto de Marina, pero no ser¨¢ la ¨²ltima que sus padres compartan. As¨ª arranca una potent¨ªsima campa?a a nivel visual de la Fundaci¨®n ANAR, una organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro que ayuda a ni?os y adolescentes en riesgo y desamparo, mediante el desarrollo de proyectos en Espa?a y Latinoam¨¦rica, en el marco de la Convenci¨®n de los Derechos del Ni?o de Naciones Unidas.

La acci¨®n est¨¢ destinada a concienciar a los padres de las consecuencias que tiene subir fotograf¨ªas de sus hijos a todas horas a las redes sociales y hace un llamamiento al cumplimiento de la legislaci¨®n espa?ola, tanto de ¨¢mbito estatal como auton¨®mico, ¡°que es de plena aplicaci¨®n en el entorno digital¡±, defienden desde ANAR. El derecho a la intimidad est¨¢ consagrado en la Constituci¨®n Espa?ola, espec¨ªficamente en el T¨ªtulo 1 de los Derechos y deberes fundamentales, Cap¨ªtulo Segundo (Derechos y libertades), Secci¨®n 1, art¨ªculo 18.1 y est¨¢ reconocido en la Ley Org¨¢nica 1/1982, de 5 de mayo. Dichas consecuencias tienen, a grandes rasgos, tres vertientes: la huella digital que generan, lo que supondr¨¢ a nivel psicol¨®gico para dichos menores cuando crezcan y las consecuencias legales que se ir¨¢n previsiblemente perfilando conforme pase el tiempo.

Tener fotograf¨ªas de toda la familia es lo l¨®gico y lo natural. Hace 20 a?os, en los hogares hab¨ªa instant¨¢neas preciosas en mate o brillo en papel que completaban ¨¢lbumes o decoraban los muebles de habitaci¨®n y sal¨®n. ¡°Pero eso es cosa del pasado y ahora lo que tenemos es un constante clic tras otro que llena la galer¨ªa del m¨®vil de infinidad de fotos y v¨ªdeos que de forma inmediata subimos y compartimos online¡±, explica Rebeca G¨®mez, psic¨®loga experta en infancia del Instituto Europeo de Psicolog¨ªa Positiva.

La Agencia Espa?ola de Protecci¨®n de Datos denomina oversharing o sharenting la sobreexposici¨®n de informaci¨®n personal en internet. En particular, en las redes sociales. ¡°Hablar en t¨¦rminos de bueno o malo ser¨ªa lo m¨¢s adecuado, porque cada familia marca sus propios l¨ªmites y normas en relaci¨®n con el uso de las nuevas tecnolog¨ªas¡±, sostiene la psic¨®loga. Ahora bien, prosigue G¨®mez, lo que s¨ª se conoce es que a veces los padres no siempre son una fuente de apoyo: ¡°En muchos pa¨ªses, hasta un tercio de los menores revela que sus progenitores habr¨ªan publicado informaci¨®n sobre ellos en internet sin consultarles, siendo los beb¨¦s y ni?os m¨¢s peque?os ni siquiera conscientes de este hecho, seg¨²n datos de un estudio de 2020 de la Uni¨®n Europea¡±.

El sentido com¨²n es fundamental en pr¨¢cticamente todos los ¨¢mbitos de la vida y, por supuesto, en el online tambi¨¦n. No es lo mismo subir de forma espor¨¢dica alguna foto que hacerlo a diario, no es lo mismo dar todos los datos ¡ªnombres, gustos, disgustos (grabar una rabieta y subirla a las redes, por ejemplo)¡ª que apenas contar cosas de los menores. ¡°Lo que me gustar¨ªa recordarle a los padres es que cuando suben im¨¢genes ponen en riesgo a los hijos porque estas pueden ser utilizadas para distintos fines sin que haya consentimiento, se les est¨¢ creando una huella digital que no eligen ellos. Y en los m¨¢s mayores pueden derivar en problemas en las relaciones de amistad, se puede incluso llegar a promover el ciberbullying porque una instant¨¢nea o v¨ªdeo malinterpretado puede ser motivo de burlas y la excusa perfecta para fomentar este acoso¡±, incide esta experta.

Hay dos tipos de publicaciones: las que los padres hacen por orgullo de sus hijos y otra con motivaci¨®n econ¨®mica. Para G¨®mez es muy habitual en redes sociales ver a principalmente madres hablar de lo mucho que le gusta una marca determinada de ropa o de comida mientras graban a sus hijos con dicho material: ¡°Lo habitual es que no sean conscientes de los problemas que pueden surgir, pero es un hecho y una tendencia al alza en Espa?a y as¨ª lo confirman varios estudios acad¨¦micos, como La comunicaci¨®n publicitaria se pone de moda: branded content y fashion films (Castell¨®-Mart¨ªnez et al., 2015) e, incluso, estudios realizados desde el ¨¢mbito empresarial, como el titulado Estudio sobre marketing de influencers en Espa?a, de 2018. La figura del menor actor de la televisi¨®n lleva mucho tiempo implantada y s¨ª tiene una protecci¨®n espec¨ªfica en la legislaci¨®n, pero en las redes sociales no ocurre lo mismo¡±.

Si aun as¨ª deciden compartirla, G¨®mez aconseja que los progenitores no den nunca la localizaci¨®n de los hijos o que por las im¨¢genes se pueda deducir f¨¢cilmente donde viven; que se les pixele la cara, que se les pida permiso cuando ya son un poco m¨¢s mayores y pueden decidir. ¡°Por ¨²ltimo, los progenitores deben asegurarse de que los receptores son de confianza y que no compartir¨¢n las im¨¢genes, adem¨¢s de activar las opciones de configuraci¨®n de privacidad necesarias¡±.

¡°El problema es que a niveles generales los padres no est¨¢n realmente preocupados por la huella digital que todos tenemos si participamos en el ¨¢mbito digital, cosa que es casi imposible de eludir¡±, explica Julio de la Torre Hern¨¢ndez. ?l es abogado experto en derecho tecnol¨®gico en inform¨¢tica forense, creador de abogadociber.es y embajador de You forget me, start-up dedicada exclusivamente a la huella digital consciente. Para el experto, cuando se interact¨²a en internet se deja rastro, y afecta a todos por igual, se haga con permiso o sin ¨¦l: ¡°Se queda todo: mi foto, mis datos personales, mi correo electr¨®nico, lo que me gusta, lo que no¡±. Por todo esto, es de la opini¨®n que los padres y madres no tienen derecho a intervenir sobre la intimidad y privacidad de su hijo: ¡°Aun bajo la excusa del derecho a la libertad de educaci¨®n que se tiene sobre ¨¦l, porque sin querer se atenta contra su dignidad¡±.

Un derecho protegido por la Constituci¨®n

Al publicar una imagen de cualquier persona en una red social entra en juego el derecho a la propia imagen y en esto, por supuesto, est¨¢n incluidos los menores. ¡°Es un derecho fundamental regulado y protegido en nuestra Constituci¨®n¡±, explica por su parte Carmen Caro, abogada de familia en el despacho Winkels Abogados. Seg¨²n informa, por ejemplo, la decisi¨®n de publicar una fotograf¨ªa del hijo com¨²n en una red social pertenece a la esfera de la patria potestad, responsabilidad parental generalmente atribuida a ambos progenitores, siendo, por tanto, una cuesti¨®n totalmente independiente de la custodia. En Espa?a la Ley Org¨¢nica 3/2018, de 5 diciembre, de Protecci¨®n de Datos Personales y garant¨ªa de los derechos digitales establece que la publicaci¨®n de im¨¢genes de menores de 14 a?os ha de contar con el consentimiento de los titulares de la patria potestad, es decir, de ambos progenitores. Esta misma ley distingue el tratamiento para los mayores de 14 a?os, de forma que a partir de esta edad los propios menores pueden prestar o retirar este consentimiento.

Si uno de los progenitores lo solicita y el juez considera que las im¨¢genes publicadas hasta el momento suponen una intromisi¨®n ileg¨ªtima en el derecho fundamental a la intimidad del menor, puede acordar la retirada de todas las publicaciones. Caro explica que, del mismo modo, el Ministerio Fiscal tambi¨¦n puede solicitar que se retire todo el contenido e, incluso, puede interponer de oficio una demanda de juicio ordinario sobre la tutela del derecho al honor, a la intimidad y a la propia imagen en defensa y representaci¨®n del menor. ¡°Un adulto puede tomar unilateralmente la decisi¨®n de mostrar su imagen siempre que quiera y donde quiera; pero no puede ni debe tomar esa decisi¨®n en la vida de sus hijos porque una sobreexposici¨®n en redes puede condicionar su vida futura¡±, afirma Carmen Caro. Y esto, seg¨²n la abogada, es suficientemente determinante como para que deba ser decidida por los dos progenitores y no ¨²nicamente por uno.

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