C¨®mo afrontar la decepci¨®n de no haber conseguido plaza en el colegio que quer¨ªas para tu hijo

El calendario escolar de admisi¨®n y matriculaci¨®n para el pr¨®ximo curso 2023-24 es variable dependiendo de las consejer¨ªas de educaci¨®n de cada una de las comunidades aut¨®nomas. Lo habitual, a estas alturas del a?o y con las vacaciones de verano encima, es que la mayor¨ªa de las familias conozcan ya el centro educativo en el que sus hijos cursar¨¢n el pr¨®ximo a?o. Unas habr¨¢n logrado ...

El calendario escolar de admisi¨®n y matriculaci¨®n para el pr¨®ximo curso 2023-24 es variable dependiendo de las consejer¨ªas de educaci¨®n de cada una de las comunidades aut¨®nomas. Lo habitual, a estas alturas del a?o y con las vacaciones de verano encima, es que la mayor¨ªa de las familias conozcan ya el centro educativo en el que sus hijos cursar¨¢n el pr¨®ximo a?o. Unas habr¨¢n logrado matricularles en el colegio seleccionado; otras, no. La adjudicaci¨®n de plazas se recoge en la normativa de escolarizaci¨®n que elaboraron hace meses todas las consejer¨ªas, con referencia y base en la LOMLOE, publicada el 30 de diciembre de 2020. En su art¨ªculo 84, dedicado a la admisi¨®n de alumnos, de su cap¨ªtulo III, titulado Escolarizaci¨®n en centros p¨²blicos y privados concertados se recoge: ¡°Las administraciones educativas regular¨¢n la admisi¨®n de alumnos y alumnas de tal forma que garantice el derecho a la educaci¨®n, el acceso en condiciones de igualdad y la libertad de elecci¨®n de centro por padres, madres o tutores legales¡­¡±.

A la hora de elegir centro educativo, el punto 2 de ese mismo cap¨ªtulo explica los criterios prioritarios que la familia debe reunir para asegurarse una plaza en el centro de su preferencia. Entre ellos est¨¢n la existencia de hermanos o hermanas matriculados en el centro; la proximidad del domicilio o del lugar de trabajo de alguno de sus padres, madres o tutores legales; y la renta per c¨¢pita de la unidad familiar. Asimismo, se tiene en cuenta que los progenitores o tutores legales trabajen en el colegio, la condici¨®n legal de familia numerosa, de alumnado nacido de parto m¨²ltiple, de familia monoparental, la situaci¨®n de acogimiento familiar del alumno o alumna, la concurrencia de discapacidad en el alumno o alumna o en alguno de sus padres, madres o hermanos y hermanas, y la condici¨®n de v¨ªctima de violencia de g¨¦nero o de terrorismo. Ninguno de estos criterios tendr¨¢ car¨¢cter excluyente ni podr¨¢ suponer m¨¢s del 30% del total de la puntuaci¨®n m¨¢xima, salvo la proximidad al domicilio que podr¨¢ superar ese l¨ªmite.

Sin embargo, a veces, pese a que la familia cumple con uno o varios de los requisitos mencionados en la ley, el estudiante no consigue plaza en el colegio escogido por sus padres. Una situaci¨®n que provoca una gran inquietud en muchos. ¡°Las familias viven con cierto desasosiego que sus hijos no entren en el centro escolar escogido, preferentemente porque sucede como en cualquier carrera en la que se ha puesto todo el empe?o por llegar a la meta y no se consigue: se cae en la decepci¨®n¡±, asegura Juan Bueno Jim¨¦nez, asesor de formaci¨®n del CEP Marbella-Co¨ªn y vicepresidente de la Sociedad Pedag¨®gica Tartessos.

En esa decisi¨®n de elecci¨®n hay muchos factores que entran en juego, seg¨²n explica Mar¨ªa Campo Mart¨ªnez, pedagoga y profesora del M¨¢ster de Orientaci¨®n Familiar de la Universidad en Internet (UNIR): ¡°Uno puede ser el tema log¨ªstico, porque est¨¢ cerca del domicilio familiar o del de los abuelos; en otras ocasiones, por una cuesti¨®n ideol¨®gica, pues sus principios y valores coinciden con los que tienen las familias; y, por ¨²ltimo, la elecci¨®n puede estar vinculada al proyecto educativo, las metodolog¨ªas, recursos, etc¨¦tera. Por eso, cuando una familia no logra la escuela seleccionada se deshace la idea de proyecto que les hab¨ªa llevado a escoger una determinada opci¨®n¡±.

Ante esa situaci¨®n ¡°no podemos cambiar las circunstancias, pero s¨ª podemos elegir la actitud. Escoger la correcta es lo necesario porque de otro modo les trasmitiremos nuestros miedos y debilidades y esto ser¨¢ malo para nuestros hijos¡±, asegura Mar Romera, pedagoga, maestra y experta en inteligencia emocional.

Los centros educativos son conocedores de la existencia de estas situaciones, es decir, de estudiantes que recalan en unas aulas que no han sido de la predilecci¨®n de sus padres. Sus equipos directivos ¡°los acogen con absoluto respeto a las decisiones tomadas por la familia. Entre otras razones, porque tienen el convencimiento de que esta puede ser una riqueza m¨¢s para el centro educativo, aunque no se haya elegido en primera instancia¡±, afirma Juan Bueno Jim¨¦nez. Pero, con todo, si la adjudicaci¨®n del centro no cumple con los principios que buscan los progenitores, realmente no se puede hacer mucho m¨¢s. ¡°El equipo directivo puede ayudar a que la familia est¨¦ bien acogida, pero en ocasiones se sienten limitados en ese sentido. Todos queremos que las familias est¨¦n a gusto y que los que est¨¦n nos hayan podido elegir¡±, puntualiza Mar¨ªa Campo Mart¨ªnez.

Catherine L?Ecuyer, en su libro Educaci¨®n en el asombro, sugiere que educar en el asombro es replantear el aprendizaje como un viaje que nace desde el interior de la persona, una aventura maravillosa facilitada por una consideraci¨®n profunda de lo que reclama la naturaleza del ni?o, como el respeto por su inocencia, sus ritmos, su sentido del misterio y su sed de belleza. Por ello, ¡°para el alumnado, propongo ante todo dejarlo disfrutar en su nuevo centro y estar pendiente de todos y cada uno de sus progresos o estancamientos; con una paciencia y visi¨®n optimista e ilimitada de la formaci¨®n plena de su persona. La vida de la infancia se ha convertido en una carrera para saltar etapas, lo que la aleja cada vez m¨¢s de su propia naturaleza. Muchos ni?os se est¨¢n perdiendo lo mejor de ella: descubrir el mundo, adentrarse en la realidad, paladeando cada paso y reconstruyendo el proceso si aparecen obst¨¢culos¡±, lamenta Juan Bueno Jim¨¦nez.

Con relaci¨®n a los padres y c¨®mo deber¨ªan afrontar la incorporaci¨®n de su hijo a un colegio que no han escogido, este asesor de formaci¨®n aconseja lo siguiente:

• Tener bien presente que su hijo o hija apenas lo notar¨¢, en parte debido al grado de implicaci¨®n y profesionalidad del profesorado.
• Pensar que la calidad de los colegios espa?oles, en general, es muy parecida. En todo caso, cuando lo conozcan a fondo podr¨¢n decidir si desean permanecer en ese centro o cambiar.
• Participar en toda la actividad organizada por el centro desde el mismo instante que cruzan su umbral: presentarse como delegada o delegado de padres y madres, inscribirse en la AFA, e incluso postularse como representante de los padres en el consejo escolar. Ser una familia muy activa y darse a conocer cordialmente a la direcci¨®n del centro, interes¨¢ndose por su futuro y sus resultados generales, viene bien al sistema educativo en general y a sus hijos particularmente.
• La familia deber¨ªa preguntar con frecuencia al ni?o por la marcha de las clases, estar muy atenta y acudir a tutor¨ªas.

Por su parte, la profesora y pedagoga Mar¨ªa Campo Mart¨ªnez sugiere ofrecer soluciones que, en su opini¨®n, pasan por:

• Aceptar la situaci¨®n que se ha dado para el nuevo curso y no continuar luchando emocionalmente contra uno mismo. Esto no significa que no sigan peleando y logren esa plaza deseada en el siguiente curso escolar. Mientras tanto, es importante aceptar lo que se tiene.
• En el caso de que el principal escollo tenga relaci¨®n con valores o principios, hay que interiorizar que estos valores y principios se trabajan en la familia.
• Si se trata de una cuesti¨®n de metodolog¨ªas o nivel, intentar en la medida de lo posible apoyar y reforzar desde casa.
• Si el inconveniente radica en que el centro asignado no tiene tantas extraescolares o deportes como se quer¨ªa, suplirlo. Es necesario pensar que, aunque la escuela no cumpla todas las expectativas, en el fondo, ninguna es perfecta. Es importante que las familias aporten y completen. Y que no se les olvide que son las protagonistas principales de la educaci¨®n de sus hijos.
• Finalmente, evitar hablar mal del centro en el que el ni?o cursar¨¢ el pr¨®ximo curso para no fomentar aversi¨®n o rechazo.

Si las familias ponen en pr¨¢ctica estas recomendaciones, estableciendo un v¨ªnculo, escuchando y no emitiendo juicios de valor, ¡°generaremos plataformas emocionales de admiraci¨®n. Siempre desde el respeto. Los ni?os no aprenden lo que les ense?amos, nos aprenden a nosotros¡±, resume Mar Romera.

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