Me he equivocado eligiendo colegio: ?y ahora qu¨¦?
Existen varias se?ales que indican que es el momento de cambiar a un ni?o de escuela: el exceso de deberes, no estar a gusto con la metodolog¨ªa educativa o que el alumno no est¨¦ feliz. Si la gravedad de la situaci¨®n no permite esperar, es buena idea hacerlo a mitad de curso
Cuando los padres empiezan a buscar colegio para su primer hijo normalmente dedican bastante esfuerzo a ello. Digo normalmente, porque en mi caso yo no lo hice. Despu¨¦s aprend¨ª que para buscar un centro educativo se ha de tener en cuenta no solo c¨®mo es el centro en la etapa de Educaci¨®n Infantil, sino tambi¨¦n en las siguientes etapas, es decir, Primaria, e incluso Secundaria si es el caso. De hecho, fue en el paso de mi hijo a Primaria cuando empezaron los problemas y empec¨¦ a sospechar que me hab¨ªa equivocado en la elecci¨®n.
Reconocer que hemos escogido mal el colegio es un proceso que puede ser lento y doloroso para todos, pero sobre todo para los ni?os. Los a?os pasan muy r¨¢pido y mientras tanto la educaci¨®n que reciben puede deteriorarse y estar cada vez m¨¢s alejada de lo que hubi¨¦semos deseado para ellos. Pero ?qu¨¦ nos puede hacer pensar que deber¨ªamos buscar otro centro? Existen varas se?ales que indican que es momento de arrancar un nuevo proceso de b¨²squeda, esta vez m¨¢s concienzuda o con prioridades diferentes.
Un buen motivo, que fue determinante para m¨ª, es el exceso de deberes. La vida de un ni?o de Primaria no puede limitarse a ir al colegio y despu¨¦s seguir encerrado en la habitaci¨®n hasta completar un sinf¨ªn de tareas. Esto provoca mucha tensi¨®n en la familia y estr¨¦s en el menor por la falta de tiempo de juego. Si al comunicarlo al centro se identifica como un problema del estudiante y no de la metodolog¨ªa usada en al aula, lo mejor es huir de ese centro.
Precisamente una metodolog¨ªa poco innovadora o inclusiva lleva a menudo a un exceso de deberes y a que los ni?os con alguna dificultad de aprendizaje no se integren en la escuela. Cuando se escolariza a un hijo a los tres a?os de edad no se sabe si va a presentar dificultades m¨¢s adelante, pero ?qu¨¦ pasa si los padres notan que se aburre, se distrae, no aprende a leer a la vez que los dem¨¢s o, simplemente, no llega al nivel que le exigen en clase? En ese caso, la carencia de un enfoque inclusivo puede generar que el menor se sienta excluido y que no progrese en su aprendizaje. Cuando ocurre esto, la comunicaci¨®n con el centro, los tutores y el equipo directivo deber¨ªa ser fluida, amable y sobre todo poner al ni?o en el centro de la conversaci¨®n, pensando en el bienestar y mejora de los resultados acad¨¦micos.
Si la ayuda no llega, y cualquier problema identificado por parte de los padres se topa con una muralla en el momento de comunicarlo al centro, entonces se habr¨¢ roto la confianza y el equipo escuela-familia no estar¨¢ funcionando, por lo que el cambio de colegio estar¨¢ m¨¢s que justificado. Cuando ya se ha tomado la decisi¨®n, tras identificar las se?ales anteriores u otras (casos de acoso escolar mal identificados y resueltos, problemas de convivencia en las aulas, ideolog¨ªas que no encajan con las de la familia, proyecto educativo poco atractivo, moderno o innovador...), se debe reflexionar y trazar un plan antes de dar el paso y cambiarles de colegio.
Una duda frecuente que se puede plantear es cu¨¢l es el mejor momento para realizar el cambio. Parece mucho m¨¢s natural que se produzca a principio de curso o en el cambio de etapa (al pasar de Infantil a Primaria, o de Primaria a Secundaria), lo cual administrativamente es tambi¨¦n m¨¢s sencillo. Pero si la gravedad de la situaci¨®n no permite esperar, o los plazos de solicitud de centro en el periodo ordinario de admisi¨®n ya han concluido, entonces habr¨¢ que actuar por otra v¨ªa. Ser¨¢ necesario informarse en los centros educativos de c¨®mo proceder siguiendo el proceso extraordinario.
Yo, por ejemplo, cambi¨¦ a mis hijos cuando la mayor pasaba al instituto, y aunque el mediano pasaba a sexto de Primaria, lo mov¨ª a sabiendas de que despu¨¦s tendr¨ªa que volver a cambiarse para la Secundaria. La peque?a entonces pasaba a cuarto de Primaria. Los dos menores cambiaron juntos de colegio, pero era ya junio cuando tom¨¦ la decisi¨®n de que empezar¨ªan el curso en otro centro, as¨ª que al tratarse de la educaci¨®n p¨²blica tuve que recurrir al proceso extraordinario. Al hacerlo de ese modo, la comisi¨®n de escolarizaci¨®n ofrece a las familias los colegios en los que hay alguna plaza. As¨ª que la capacidad de elecci¨®n se limita enormemente y podr¨ªa darse el caso de que no encontr¨¢ramos un centro mejor que el actual. Desde el curso siguiente, por un periodo de dos a?os, mis tres hijos fueron a tres escuelas diferentes. Fue complicado, pero lo conseguimos manejar.
?C¨®mo sabemos si un colegio es mejor y si el cambio va a resultar ventajoso? Con la experiencia de un fracaso se sabe qu¨¦ esperar del siguiente centro, y por eso es importante revisar a fondo su proyecto educativo y comprobar que cumple con los requisitos que nos interesen: innovaci¨®n, inclusi¨®n, atenci¨®n a la diversidad, comunicaci¨®n con la familia¡ Ser¨ªa aconsejable planificar visitas, conocer a los equipos directivos, a las asociaciones de padres y madres, ver las instalaciones, las aulas y, cuando se tenga identificado el que queremos, entonces se debe comunicar al menor (o los menores) la decisi¨®n y que empiecen a aceptar la idea. Si es posible, tendr¨ªan que visitar tambi¨¦n el colegio e incluso conocer a futuros compa?eros.
Un cambio de escuela es un acontecimiento estresante, aunque a la larga pueda acabar resultando liberador si es que el ni?o se encuentra muy mal. Puede, incluso, generar ansiedad. As¨ª que hay que estar muy atento a esa transici¨®n y mantener a los hijos informados, motivados por el cambio, pero sin obviar las emociones negativas que puedan estar sintiendo por la posible p¨¦rdida de amigos y la incertidumbre sobre el nuevo destino.
Puedes seguir Mamas & Papas en Facebook, Twitter o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter quincenal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.