¡°El padre tiene que pasar tiempo solo con su beb¨¦ para lograr la corresponsabilidad real¡±
Muchos hombres se acogen al permiso de paternidad durante las primeras seis semanas obligatorias por ley. Pero luego, al negociar con la empresa, acaban no usando las 10 restantes o disfrutando menos de las que les corresponden
La celebraci¨®n del D¨ªa del Padre, este s¨¢bado 19 de marzo, tendr¨¢ lugar un a?o m¨¢s sin haber alcanzado la corresponsabilidad real. Si miramos hacia atr¨¢s tan solo unos a?os, observamos que el permiso de paternidad ha aumentado de forma notable, desde las dos semanas hasta las 16 que ya pueden disfrutar hoy los hombres para criar a su hijo, al igual que el de maternidad. La ley exige el disfrute obligatorio de las primeras seis semanas de baja tras el nacimiento, a la vez que la progenitora, pero despu¨¦s se puede solicitar en varios periodos diferentes, a lo largo del primer a?o de vida del beb¨¦.
Amaia Echevarr¨ªa, directora de la Uni¨®n de Asociaciones Familiares (UNAF), explica que el aumento del tiempo de estos permisos era muy necesario, ¡°sobre todo para fomentar la corresponsabilidad en el cuidado de los ni?os¡±. Aunque, para Echevarr¨ªa, la primera traba est¨¢ en esta obligatoriedad: ¡°Por una parte, es una buena noticia, porque somos el pa¨ªs m¨¢s avanzando de Europa en cuanto a permisos de paternidad remunerados, y en el hecho de igualar el permiso de maternidad y paternidad. Sin embargo, el hecho de que haya que usar obligatoriamente esas seis primeras semanas juntos hace que muchas veces el padre no llegue a responsabilizarse totalmente de la crianza, y se convierta m¨¢s en un ayudante de la madre, por decirlo de alguna manera¡±.
¡°Por ejemplo, hay estudios en otros pa¨ªses¡±, prosigue la experta, ¡°que concluyen que para que se produzcan cambios sustanciales en la participaci¨®n de los padres en el cuidado de los hijos, esto solamente se consigue cuando el hombre es el ¨²nico progenitor que disfruta del cuidado del beb¨¦, por lo menos durante un mes ininterrumpidamente¡±. ¡°O sea, tiene que estar solo m¨ªnimo durante este tiempo para que realmente se llegue a producir esa corresponsabilidad¡±, incide. ¡°Porque si no, lo que pasa es que este se convierte en ayudante de la madre, haciendo m¨¢s tareas log¨ªsticas o de apoyo, pero no llega a una implicaci¨®n total¡±, sostiene Echevarr¨ªa.
¡°Da la impresi¨®n todav¨ªa de que ¨²nicamente las mujeres sabemos lo que es ser madre. Con la obligatoriedad conjunta de acogerse a los permisos, parece que esas primeras semanas son para que ellas les ense?en a ellos¡±, prosigue. ¡°Hay que soltar, pero no ¨²nicamente en las tareas, que ya se reparten, sino tambi¨¦n en todo lo que no se ve en la crianza, como puede ser planificar o pensar en el paso siguiente, esa responsabilidad que seguimos asumiendo muchas veces las madres. Tambi¨¦n esto hay que compartirlo, de forma que la crianza sea igualitaria¡±, sostiene. ¡°Es cierto que para muchas mujeres todav¨ªa pesa mucho la educaci¨®n patriarcal que sigue asociando el rol de los cuidados a la mujer¡±, contin¨²a. ¡°Yo creo que arrastramos todav¨ªa toda esta cultura. Yo tengo 47 a?os y he visto a mi madre o a mi abuela ocupando este rol, y espero que mis hijas, que no lo han visto en casa, puedan ser capaces de romper con esta cultura de que la mujer es cuidadora y que el hombre es el que trabaja fuera¡±, incide.
El momento de negociar el permiso de paternidad con la empresa
Cada vez hay m¨¢s padres que se acogen a los permisos de paternidad. De hecho, y seg¨²n informa Echevarr¨ªa, m¨¢s del 75% de ellos lo han usado, ¡°y es una buena noticia. Sabemos que los hombres se cogen esas seis primeras semanas, pero estamos viendo que a partir de ese punto, en el que por ley tienen que negociar en sus trabajos c¨®mo emplean el resto, no lo utilizan¡±. ¡°Por ejemplo, las estad¨ªsticas nos muestran que el 13% de los hombres inici¨® al menos unas semanas de este tiempo, pero tambi¨¦n que un 40% no lo emple¨® o que disfrut¨® de mucho menos tiempo del que le correspond¨ªa, seg¨²n describen, por miedo o por la presi¨®n que hay por parte de las empresas¡±. ¡°Los problemas en la negociaci¨®n se dan, y a veces mucho m¨¢s que con las mujeres, porque todav¨ªa existe esa creencia de que los empleadores asumen que las madres se van a coger esos permisos. Cuando lo hace un hombre, todav¨ªa falta ese tipo de cultura para que pueda coger la totalidad de su permiso de forma continuada y a tiempo completo¡±.
¡°Es cierto que las madres siempre han sufrido, y sufren, cierta presi¨®n, pero se ve como algo m¨¢s l¨®gico en esos entornos que ellas se acojan a los permisos, pero con los padres todav¨ªa cuesta¡±, a?ade. ¡°Son muchos los que est¨¢n diciendo que tienen presiones desde su entorno laboral, por lo que, finalmente, muchas veces se acogen [al permiso] a tiempo parcial o, incluso, estando de baja, sufren acoso con la llegada de emails o para que hagan determinados trabajos. De todas, maneras, yo soy optimista, y creo que al final todo esto tiene que cambiar¡±.
Una encuesta realizada durante el confinamiento desvel¨® que, ¡°a la hora de elegir c¨®mo coger los permisos, pesaba m¨¢s el trabajo del hombre, por un tema econ¨®mico producido por la brecha salarial que existe, entre otras razones. Y este resultado muestra que muchas veces es la familia quien decide c¨®mo emplearlos¡±. Para Echevarr¨ªa, lo cierto es que cada vez m¨¢s hombres se implican en la crianza, pero lo hacen de una manera distinta a las mujeres: ¡°Participan en actividades de ocio o log¨ªsticas, a la hora de ayudar a los ni?os a hacer cosas, m¨¢s que con los cuidados propios de la crianza. Esto es algo que ocurre desde hace d¨¦cadas, pero es cierto que los permisos, sin duda, han ayudado a que estos se impliquen m¨¢s¡±.
En cualquier caso, apunta, sigue siendo necesaria una mayor concienciaci¨®n tanto a nivel empresarial como social: ¡°Socialmente, por ejemplo, hay que seguir haciendo hincapi¨¦ en la educaci¨®n en igualdad desde la infancia. Y al nivel empresarial hay que pensar en alternativas, como pueden ser, por ejemplo, crear programas de incentivos o hacer hincapi¨¦ en la cuesti¨®n de los horarios, de forma que estos se adapten mejor a la crianza de los hijos. Al fin y al cabo, que podamos trabajar, pero tambi¨¦n que podamos vivir, tanto hombres como mujeres, porque as¨ª se ir¨¢ consiguiendo la corresponsabilidad real¡±, concluye Echevarr¨ªa.
Una encuesta, realizada por la Plataforma por Permisos Iguales e Intransferibles de Nacimiento y Adopci¨®n (PPiiNA) a 3.100 madres y padres con menores de siete a?os en mayo de 2021, antes de la reforma [1/4/2019], coincide con lo que dice Echevarr¨ªa. ¡°Si antes el porcentaje de padres que se tomaba el permiso de paternidad era del 86 %, ahora ha aumentado hasta el 94 %, pero ha crecido el n¨²mero de padres que solo se cogen, lo m¨ªnimo establecido como obligatorio¡±, seg¨²n sus resultados. ?Por qu¨¦ sucede esto? Seg¨²n el servicio de asesoramiento para la igualdad de g¨¦nero de CC OO, Castilla y Le¨®n, y seg¨²n explican desde PPiiNA por correo electr¨®nico, esto ocurre ¡°porque en muchas empresas las 10 semanas voluntarias hay que pactarlas con la direcci¨®n y muchos padres reciben presiones para cogerse al permiso cuando le viene bien a la empresa o directamente desisten de las semanas voluntarias¡±.
¡°Desde PPiiNA, reclamamos que se eliminen las trampas del nuevo permiso, para que los padres tengan el derecho a cogerse a ¨¦l cu¨¢ndo lo necesiten, y puedan usar sus 16 semanas para turnarse con las madres. Es cierto que a¨²n queda para que los padres puedan cuidar de la criatura cuando la madre se reincorpora a su empleo. Por ejemplo, estamos en contra de las excedencias no pagadas de las madres y a favor de turnarse con el padre durante el permiso remunerado, ya que las excedencias aumentan la brecha salarial y los turnos en el permiso la reducen¡±, finalizan.
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