Ni?os que aprenden de sus errores: m¨¢s resilientes, humildes y perseverantes
Vivimos en una sociedad extremadamente competitiva donde no hay lugar para los tropiezos, para los segundos puestos. Donde parece que se educa para tener que ganar siempre, para ser los mejores en todo aquello que se hace
Si algo recuerdo de mi infancia y adolescencia es la dificultad que ten¨ªa para aceptar que me hab¨ªa equivocado. Los tropiezos me pon¨ªan muy nerviosa, me hac¨ªan sentir mal por dentro y me costaba mucho aceptar mi parte de culpa. Nunca olvidar¨¦ lo roja que se me pon¨ªa la cara cuando alg¨²n maestro en clase o alg¨²n entrenador en la pista me correg¨ªa delante del resto de compa?eros.
Fui una ni?a a la que le cost¨® mucho pedir ayuda cuando lo necesitaba y mostr¨¦ muchas dificultades para hacer frente a la frustraci¨®n. Algunos de mis errores los intent¨¦ esconder por miedo a la reacci¨®n de la gente de mi alrededor que, curiosamente, jam¨¢s me reproch¨® ninguno de ellos.
Ahora que soy madre y docente me doy cuenta de que a muchos ni?os y j¨®venes les pasa lo mismo que me pasaba a m¨ª. Que asocian el error al fracaso y se averg¨¹enzan de no hacer siempre bien las cosas. Que no tienen las estrategias necesarias para hacer frente correctamente al error y eso les llena de culpa, de ira o de verg¨¹enza.
Vivimos en una sociedad muy competitiva donde no hay lugar para los tropiezos, para los segundos puestos. Donde parece que se educa para tener que ganar siempre, para ser los mejores en todo aquello que se hace. Donde se habla muy poco de las derrotas y se publicita el ¨¦xito a bombo y platillo. Un ¨¦xito idealizado y muy malentendido que se vende en las redes sociales.
Una de las ense?anzas m¨¢s importantes que se deber¨ªa regalar a los ni?os y j¨®venes es aprender a perder ¨²tilmente. A aceptar el error de forma constructiva, a saber qu¨¦ hacer con esos tropiezos que les hacen sentir vac¨ªos o tristes. Esas derrotas que contaminan o complican los sue?os y llenan de inestabilidad.
Que necesario es que desde bien peque?os les hablemos del valor del error en la vida, de la necesidad de aprender a encajar los golpes de forma emp¨¢tica, de que las equivocaciones son imprescindibles para poder progresar y desarrollarse plenamente. A saber que, a menudo, las dificultades acaban convirti¨¦ndose en grandes maestros.
Ojal¨¢ fu¨¦semos capaces de educar, ayudando a desarrollar la capacidad de reconocer y aceptar las equivocaciones con calma, para aprender de ellas de forma inteligente, para no sentir culpabilidad cuando no hemos sido capaces de conseguir lo que nos hab¨ªamos propuesto. A ver el fracaso como un revulsivo que ayuda a progresar, a aprender cosas nuevas, a mejorar y hacer las cosas de otra manera.
Una formaci¨®n que ense?e tambi¨¦n a celebrar, a saber disfrutar de las muchas cosas que hacen bien o las que se consiguen gracias al esfuerzo y la perseverancia. A saber valorar los peque?os triunfos, las veces que han sido capaces de volver a empezar de cero. Disfrutar del aqu¨ª y el ahora y de aquellas personas que suman y aportan cosas positivas.
Los ni?os y ni?as que saben hacer frente al error son mucho m¨¢s resilientes, perseverantes, humildes y felices. Son capaces de liderar proyectos y de ver la vida con mayor optimismo. Saben que a la derrota se le gana con mucha actitud, constancia y voluntad y son capaces de identificar sus defectos y virtudes, sus fortalezas y debilidades sin compararse con los dem¨¢s.
?C¨®mo ayudar a los ni?os a hacer frente al error?
- Hablar a los ni?os y j¨®venes del error siempre en t¨¦rminos positivos, ayud¨¢ndoles a verlo como una gran oportunidad para aprender, para buscar una mejor versi¨®n y seguir adelante con entusiasmo. La idea es mantener una actitud calmada y natural cuando se equivoquen, proponi¨¦ndoles metas razonables para que puedan sentirse orgullosos de todo aquello que consiguen.
- Los padres deber¨ªan ser el mejor ejemplo que puedan tener a la hora de asumir y gestionar sus propios errores. Siendo un modelo de perseverancia y valent¨ªa, explic¨¢ndoles que las excusas o las postergas muchas veces no nos dejan avanzar, cont¨¢ndoles que los adultos tambi¨¦n se equivocan a menudo.
- Darles siempre la oportunidad para fallar sin que tengan miedo de recibir cr¨ªticas o etiquetas que tanto da?an su autoestima. Ayud¨¦mosles a buscar soluciones evitando la sobreprotecci¨®n o la permisividad excesiva, a que desarrollen las estrategias necesarias para que tomen ellos la iniciativa y sean aut¨®nomos.
- Los padres deben acompa?arlos con grandes dosis de cari?o y comprensi¨®n, entendiendo el miedo o la frustraci¨®n que les puede provocar hacer frente al error. D¨¦mosles la seguridad y el tiempo que necesitan para aprender repiti¨¦ndoles a diario que estamos a su lado sin condici¨®n.
- Valorar los intentos y no ¨²nicamente los progresos. Los padres y madres deber¨ªan ajustar sus expectativas hacia ellos correctamente, anim¨¦mosles a que sean ellos los que se autocorrigen cuando alguna cosa no haya salido bien.
Jean Pierre Astolfi dec¨ªa que ¡°solo dejan de equivocarse lo que no hacen nada¡±. Anim¨¦mosles a ser valientes, expliqu¨¦mosles que despu¨¦s de la tormenta siempre llega la calma si tienes paciencia y trabajas para ello. Que una persona feliz no es aquella que no tiene problemas, sino la que ha sido capaz de superar los obst¨¢culos que la vida le ha ido poniendo.
*Sonia L¨®pez es maestra, psicopedagoga y divulgadora educativa. Madre de dos adolescentes.
Puedes seguir Mamas & Papas en Facebook, Twitter o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter quincenal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.