Salud Alarc¨®n, madre de una ni?a que sufri¨® acoso escolar: ¡°Mi hija quer¨ªa morir. Dej¨® de comer¡±
Esta mujer y su familia sufrieron mucho hasta conseguir cambiar a la joven de colegio. Alarc¨®n es fundadora de la asociaci¨®n ¡®Pl¨¢ntale Cara Al Bullying¡¯
Salud Alarc¨®n Abad, madre de una ni?a que ha sufrido bullying, agradece la posibilidad de contar su historia a otras familias y que se le d¨¦ la importancia que merece. ¡°Son pocos los colegios que nos dejan entrar para dar informaci¨®n, pero tambi¨¦n a ellos quiero dar las gracias y a las administraciones y personas que nos apoyan. Tanto en casa como en el colegio hay que trabajar la educaci¨®n emocional, la asertividad y la empat¨ªa. El acoso escolar es muy serio. Mi matrimonio se resinti¨®. Toda la familia sufre. Yo sigo en tratamiento por depresi¨®n y no cabe duda que mi hija es la verdadera v¨ªctima¡±, cuenta Alarc¨®n Abad, t¨¦cnica administrativa en inform¨¢tica de empresas.
La sociedad olvida lo que padece una persona acosada y el tiempo que tarda en recuperarse. ¡°Mi hija presentaba una imagen negativa de s¨ª misma, autodesprecio, somatizaci¨®n... En su colegio sufr¨ªa agresiones, amenazas, hostigamiento, coacciones... y tras ello, estr¨¦s postraum¨¢tico, ansiedad, distimia o disminuci¨®n de la autoestima¡±, a?ade esta madre. La mayor¨ªa de ni?os y adolescentes que soportan acoso escolar, necesitan ayuda profesional para salir adelante.
El alcance de proteger al acosado en primer lugar
La familia de Alarc¨®n Abad reside en Petrer, Alicante. Su hija verbaliz¨® lo que le ocurr¨ªa en 2017, ten¨ªa ocho a?os y ya llevaba un tiempo viviendo una situaci¨®n de acoso y angustia donde primaban los insultos en los aseos, los golpes y el aislamiento. ¡°En ocasiones, ve¨ªa que llegaba a casa con moratones y que le faltaba material escolar, pero ella me daba excusas y le restaba importancia. Pese a ello, decidimos hablar con su tutor. Prometi¨® estudiar el caso, sin embargo, a la semana tuvimos que regresar porque el tema se hab¨ªa agravado. Me inform¨¦ en el 900.018.018, tel¨¦fono gratuito contra el acoso escolar. Me ayudaron psic¨®logos y abogados, dici¨¦ndome que lo expusiese por escrito al director del colegio. Sin embargo, pasaron semanas y desde el centro me manifestaban que no hab¨ªan tenido tiempo de investigar¡±, relata esta mujer.
La hija de Alarc¨®n Abad hac¨ªa lo posible por no regresar al colegio. Sufr¨ªa terrores nocturnos, trastornos de la conducta, apat¨ªa... No obstante, la orientadora les amenazaba con denunciarles por absentismo escolar. ¡°Tras unos cuatro meses, ped¨ª que abriesen un protocolo y denunci¨¦. Hab¨ªan tirado a mi hija por las escaleras. Inspecci¨®n educativa habl¨® con el personal del centro sin estar nosotros delante. Tras ello, nos citaron y nos preguntaron por las medidas que dese¨¢bamos poner. Pedimos una tutora de referencia para que la ni?a pudiese ir en cualquier momento y, adem¨¢s, que estuviese vigilada constantemente. Esas medidas que ped¨ª por escrito todav¨ªa no las he recibido a d¨ªa de hoy, cuatro a?os despu¨¦s¡±, asegura Alarc¨®n Abad.
Esta madre deb¨ªa entregar por escrito lo que le ocurr¨ªa a su hija en el colegio y d¨¢rselo a la profesora de referencia y a la jefa de estudios. Pero, pasadas varias semanas pidi¨® encarecidamente que actuasen. ¡°Me contestaron que segu¨ªan ¨®rdenes del PREVI (Prevenci¨®n de Violencia Escolar): deb¨ªan recabar datos y desde la otra parte no pod¨ªan hacer nada porque los menores de 14 a?os son inimputables. La polic¨ªa nacional tampoco me dio soluci¨®n alguna. Me quedaba la v¨ªa civil y me inform¨¦ por redes sociales sobre qu¨¦ hacer. Ah¨ª obtuve ayuda de la FAPA, la Federaci¨®n de AMPAS del pueblo; posteriormente pas¨® a la de Alicante porque el caso era muy grave¡±, atestigua Alarc¨®n Abad. ¡°Tras todo lo acontecido y con oposiciones aun viendo partes de lesiones y justificantes de las consultas del psic¨®logo privado al que llevaba a mi hija, aceptaron cambiarla de colegio. Mi hija se quer¨ªa morir. Dej¨® de comer¡±, a?ade.
Desde Inspecci¨®n Educativa le dijeron a esta madre: ¡°muerto el perro se acab¨® la rabia y ponte un punto en la boca¡±. ¡°Este hecho me impuls¨® a continuar y ayudar a otros que pod¨ªan estar pasando lo mismo que yo. Inici¨¦ un blog y me contactaban otras personas que tambi¨¦n necesitaban ayuda¡±, prosigue esta madre, ¡°habl¨¦ con psic¨®logos, trabajadores sociales y abogados para asesorarme y empec¨¦ a estudiar. Cree la plataforma y seguidamente la asociaci¨®n Pl¨¢ntale Cara Al Bullying en 2018, para prevenir, intervenir y visibilizar¡±. ¡°En Elda, por ejemplo, han reconocido nuestra labor y nos han premiado como la mejor entidad por la lucha en la educaci¨®n social. El d¨ªa del acoso escolar preparamos un manifiesto. En la actualidad, la hija de Alarc¨®n Abad tiene 12 a?os, va al instituto y presenta secuelas emocionales¡±, sostiene esta mujer.
¡°Nosotros hemos luchado y seguiremos haci¨¦ndolo. Otra madre, Peligros Menarguez, tambi¨¦n lucha contra este problema, pero su futuro es muy diferente al nuestro. Se ha quedado sin su hija: Luc¨ªa Garc¨ªa Menarguez. La joven de 13 a?os se suicid¨® en 2017 tras sufrir acoso escolar. Menarguez desea mandar a los j¨®venes el mensaje de que no se callen si, o bien, son v¨ªctimas o conocedores del acoso, porque eso les har¨¢ valientes e impedir¨¢ un mal mayor¡±, apunta la presidenta de la asociaci¨®n.
Recientemente, se ha publicado que todos los centros educativos deber¨¢n contar con un coordinador de bienestar y protecci¨®n, algo que, seg¨²n Salud Alarc¨®n Abad, ha sentado como un jarro de agua fr¨ªa a las asociaciones y familias de v¨ªctimas de acoso escolar: ¡°Volvemos a lo mismo. El director es juez y parte, por eso nunca existe acoso. Pedimos que intervenga un ¨®rgano externo porque esta medida no arregla nada. En el caso de mi hija, su tutor se dio de baja porque no pod¨ªa ayudarla, ya que el director le desautorizaba. Es una verg¨¹enza lo que pasa¡±.
El porqu¨¦ de los agresores
No es sencillo explicar el porqu¨¦ del comportamiento de los agresores, ¡°estos ni?os o adolescentes se sienten poderosos, importantes y reconocidos en la medida que someten a terceros y tienen un p¨²blico que observa sus actos¡±, explica Sara Tarr¨¦s, psic¨®loga infantil y autora de Mis emociones al descubierto. La experta refiere que el objetivo del agresor es posicionarse en una situaci¨®n dominante en el grupo, adquirir el poder a trav¨¦s de la humillaci¨®n de la v¨ªctima, ¡°ningunear, agredir o dar de lado cuando est¨¢n en grupo, en patios, calles o en las redes sociales (ciberacoso o ciberbullying)¡±.
Tarr¨¦s se?ala que el acoso escolar no solo tiene que ver con el agresor, ¡°aunque s¨ª sea el ¨²nico responsable¡±, tambi¨¦n influye la pasividad del grupo (familiares, amigos y profesores), pudiendo existir silencio o indiferencia, miedo a ser el chivato y a quedar relegado de un grupo: ¡°Estudios revelan que el que agrede, en muchos casos, ha sufrido maltrato f¨ªsico o psicol¨®gico, violencia que para Tarr¨¦s le sirve de modelo relacional¡±. ¡°El que acosa y da?a, que en su familia ha recibido un inadecuado aprendizaje emocional, libera sentimientos de ira, venganza y esconde gran debilidad en su interior¡±, asegura la especialista en infancia.
El informe del Consejo de Europa, 2002, recomienda el desempe?o de un rol parental que procure el bienestar y desarrollo integral de sus hijos desde una perspectiva de cuidado, afecto, protecci¨®n, enriquecimiento y seguridad personal. ¡°En la pr¨¢ctica esto no se consigue, existen familias con estilos educativos autoritarios, r¨ªgidos y dominantes que ejercen mucha violencia verbal y f¨ªsica contra sus miembros y que, en suma, tienen dificultades para regular sus propias emociones por los niveles de estr¨¦s y ansiedad que padecen. Deriva una inapropiada interacci¨®n, del mismo modo que: permisividad parental o una educaci¨®n sin l¨ªmites ni normas y, de ah¨ª, la tiran¨ªa, manipulaci¨®n, menosprecio o agresividad hacia otros¡±, recalca Tarr¨¦s. La psic¨®loga advierte que debe actuarse en la primera se?al de acoso, una patada o un insulto, porque de lo contrario, se agravar¨¢ el da?o y dificultar¨¢ la intervenci¨®n.
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