La pandemia, caldo de cultivo para el aumento de los casos de acoso escolar
Con la crisis sanitaria y las nuevas tecnolog¨ªas, se han creado nuevas formas de ¡®bullying¡¯: uno de cada cinco ni?os escolarizados en Espa?a lo sufre
?C¨®mo reaccionar¨ªa si le dijeran que su hijo est¨¢ haciendo bullying a un ni?o o joven de su edad? La fina l¨ªnea que separa la realidad entre v¨ªctima y verdugo dentro del marco del acoso escolar o el bullying puede ser muy sutil. El papel de los padres en este sentido es fundamental, tanto para prevenir y detectar si su hijo est¨¢ sufriendo bullying, como para reconocerlo y actuar con honestidad en el caso de que su hijo est¨¦ acosando a alguien de su edad. Ma?ana, domingo 2 de mayo, se celebra el D¨ªa Internacional Contra el Acoso Escolar y los expertos y asociaciones que se dedican a prevenir esta forma de violencia alertan sobre el hecho de que con la pandemia y las nuevas tecnolog¨ªas se han creado nuevas formas de bullying y han aumentado los casos de acoso escolar.
Seg¨²n datos de la Asociaci¨®n NACE (Asociaci¨®n No al Acoso Escolar), uno de cada cinco ni?os escolarizados sufre bullying en Espa?a y solo el 15% de las v¨ªctimas se atreven a contarlo a familiares o profesores. ¡°El acoso no mejora, sino que empeora, debido a factores como el uso inadecuado de las nuevas tecnolog¨ªas, el aumento de la violencia en videojuegos o la impunidad de los acosadores, en la mayor¨ªa de los casos. Por ello, son necesarias iniciativas que visibilicen el problema y contribuyan a concienciar a la sociedad y a quienes tienen la responsabilidad de actuar, como Hispania Suma contra el bullying, que pretende aglutinar a personas y entidades de Espa?a, Portugal y los pa¨ªses latinoamericanos, que asumen el compromiso de decir basta ya a esta lacra social en la sombra¡±, explica Carmen Cabestany, profesora de secundaria y presidenta de la Asociaci¨®n No al Acoso Escolar (NACE).
Con la pandemia, se ha creado un caldo de cultivo para que el bullying adopte otras maneras de producirse. ¡°Se trata de una forma de acoso escolar por exclusi¨®n que consiste en estigmatizar a alguien porque tiene un virus y nos puede contagiar. Incluso, la din¨¢mica en la que se producen estos casos, puede tener que ver con actuaciones inadecuadas o desproporcionadas de los adultos, que pueden favorecer situaciones de acoso entre los menores, porque muchas veces no hay conciencia de que el bullying mata¡±, explica Cabestany, que pone como ejemplo el caso real de la madre de un ni?o de 10 a?os:
Mi hijo es obligado a llevar mascarilla desde las 8¡ä20 hasta las 16¡ä30, aunque tiene un certificado m¨¦dico que desaconseja el uso continuado de esta. No lo respetan y solo lo dejan respirar sin ella cuando en el recreo se pueda sentar en un banco retirado del resto de ni?os. Tiene una profesora que le grita que se suba la mascarilla cuando ¨¦l se la baja para respirar. En el recreo, al haber tocado a una compa?era, su tutor les ha gritado que por su culpa de no cumplir las medidas est¨¢ muriendo mucha gente en los hospitales y ¨¦l mismo podr¨ªa contagiarse y morir porque el virus est¨¢ en sus manos. Mi hijo llega a casa muy cansado, mareado y con dolor de cabeza, aparte del picor en la cara. Mi hijo tiene miedo de que lo se?alen, de que sus propios compa?eros lo rechacen y lo traten peor al yo defender su derecho natural a respirar y a ser tratado con respeto.
Ciberacoso, la nueva forma de hacer bullying
Los casos de bullying han aumentado y ¡°empeorado con el uso de las tecnolog¨ªas y el acceso a redes sociales por parte de menores, sin apenas controles por parte de los padres. Incluso, llegan a ser m¨¢s crueles en la Red, debido a la difusi¨®n tan r¨¢pida de lo que se cuelga en Internet. Hay que actuar mucho antes con respecto a la prevenci¨®n y en los momentos iniciales en que se produce la violencia escolar. Hay una mayor sensibilidad y visibilidad social que se acrecienta cuando los medios se hacen eco de alg¨²n caso de violencia escolar y de acoso, pero, en realidad, se est¨¢ haciendo poco al respecto de la prevenci¨®n, el aprendizaje de modelos de comportamiento no violentos, la gesti¨®n positiva de los conflictos o la formaci¨®n de las comunidades educativas en programas que mejoren la convivencia en las aulas¡±, comenta Francisco Javier Lastra, Decano del Colegio Oficial de Psicolog¨ªa de Cantabria y Director del Primer Congreso Internacional Acoso y Ciberacoso.
Tolerancia cero con la violencia en los colegios
?Cu¨¢l es el l¨ªmite entre una situaci¨®n de acoso o bullying y un incidente violento aislado? Ninguno. ¡°Los padres deben exigir que en los centros educativos se trabaje por una tolerancia cero con todo tipo de violencia, insulto, dejar de lado, menospreciar o mofarse de otro, lo cual incluye a los propios progenitores, si detectan que su hijo est¨¢ haciendo bullying a otro compa?ero. Es muy com¨²n en los centros educativos, escuchar al que ha cometido una falta de respeto con un compa?ero, justificarse con el argumento de yo no quer¨ªa hacerle da?o y, de ese modo, creer que ya est¨¢ solucionado el asunto. Tenemos que generar en el alumnado la capacidad de asumir el dolor del otro como propio, incentivando el comportamiento emp¨¢tico. Solo cuando se pongan en la piel de qui¨¦n lo pasa mal por su conducta, se dar¨¢n cuenta de que no se puede justificar ning¨²n comportamiento que hace da?o¡±, concluye Lastra.
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