?A qu¨¦ edad aprendemos a guardar un secreto?
En la infancia, se empieza entendiendo la norma social de que las confidencias hay que guardarlas, aunque no entiendan muy bien por qu¨¦
Todo est¨¢ preparado para la celebraci¨®n del cumplea?os de Julia. ?Siete a?os ya! Sus padres han habilitado un espacio del parque para celebrarlo junto con amigos, padres de amigos, familiares, etc. La tarde ha sido divertida, no ha dejado de saltar, correr, brincar¡ Se acerca el momento de soplar las velas y abrir los obsequios¡ Cerca de ella, su hermano peque?o, de cuatro a?os, merodea alrededor. Est¨¢ impaciente por ver su regalo¡ De repente: ?Ese es la raqueta! ?Diego! -le ri?en-, era un secreto¡ Seg¨²n el Diccionario de la Lengua Espa?ola de la Real Academia Espa?ola, ¡°secreto¡± es como sustantivo; ¡°cosa que cuidadosamente se tiene reservada y oculta¡±, y ¡°oculto, ignorado, escondido y separado de la vista o del conocimiento de los dem¨¢s¡±, como adjetivo.
Jos¨¦ Ignacio Navarro, catedr¨¢tico de Psicolog¨ªa de la Universidad de C¨¢diz (UCA), explica que guardar un secreto ¡°est¨¢ relacionado con un fen¨®meno que en psicolog¨ªa del desarrollo se denomina la Teor¨ªa de la Mente; es decir, atribuir que otras personas tambi¨¦n tienen mente como nosotros. Con esta aptitud no se nace, sino que se adquiere a trav¨¦s de la experiencia¡±. El catedr¨¢tico de psicolog¨ªa de la UCA sostiene que cuando se logra esa facultad, atribuir mente a los dem¨¢s, ¡°el ni?o es capaz ya de entender una broma, la iron¨ªa en alg¨²n grado, entender la mentira y poder mentir porque, en definitiva, como pasa con los secretos, cuando los humanos mentimos -y somos habilidosos haci¨¦ndolo-, entendemos que la mente de la otra persona es incapaz de poder darse cuenta de que estamos enga?ando, porque si no, no mentir¨ªamos¡±. En su opini¨®n, ¡°si no existiera esa Teor¨ªa, esa capacidad cognitiva tan importante, probablemente, no entender¨ªamos los chistes, ni las bromas, y, por supuesto, guardar un secreto ser¨ªa muy dif¨ªcil¡±.
Por su parte, Silvia Guerrero Moreno, profesora titular de Psicolog¨ªa Evolutiva y de la Educaci¨®n en la Facultad de Educaci¨®n de Toledo, Universidad de Castilla-La Mancha, y asesora en la escuela ¡°Mayrit Escuela Activa¡±, mantiene que para poder entender qu¨¦ es un secreto hay que comprender que existen puntos de vista diferentes al propio; es decir, que lo que yo s¨¦ no tiene por qu¨¦ saberlo el resto de la gente. Esta habilidad, lejos de estar presente desde el inicio de la vida, es una conquista del pensamiento que se produce entre los 3 a?os y medio y los 5. A estas edades hay dificultad de ponerse en el lugar del otro, dice esta profesora, y a los ni?os ¡°les cuesta tambi¨¦n entender las repercusiones de sus acciones sobre las emociones de los dem¨¢s. Por ejemplo, los ni?os con 3 a?os pueden abiertamente expresar que el regalo que acaban de recibir no les gusta nada, mientras que cuando son m¨¢s mayores aprenden a ocultar las emociones negativas que pueden sentir al recibir un regalo que no quer¨ªan¡±. Por eso, contin¨²a Silvia Guerrero Moreno, ¡°avanzar en estas habilidades va de la mano de entender qu¨¦ son los secretos. Comprender los secretos implica no solo saber ¡°guardar¡± una informaci¨®n, sino tambi¨¦n entender las consecuencias sociales que implicar¨ªa desvelarla. El mundo de los secretos es, por tanto, muy complejo¡±.
En la infancia, en primer lugar, se empieza entendiendo la norma social de que los secretos hay que guardarlos, aunque no entiendan muy bien por qu¨¦. Seg¨²n Silvia Guerrero Moreno, ¡°entienden, por tanto, desde un nivel rudimentario, el elemento clave de los secretos -informaci¨®n que no se debe desvelar-, pero la incapacidad de ponerse en el punto de vista del otro, as¨ª como no poder manejar las consecuencias sociales de desvelar el secreto, le llevan a cometer errores¡±. No es hasta aproximadamente los seis a?os cuando los ni?os comprenden de una manera m¨¢s eficaz el mundo de los secretos, su importancia en las relaciones sociales. ¡°A partir de esta edad comprenden que guardar secretos es una parte fundamental de las relaciones sociales, que cuanto m¨¢s ¨ªntima sea tu relaci¨®n con el otro, m¨¢s valor tienen los secretos, y que las repercusiones en caso de romper el pacto t¨¢cito de no revelarlos pueden ser negativas. En este sentido, a medida que avanza su desarrollo cognitivo, comprenden que los secretos tienen m¨¢s valor por el peso que tienen en las relaciones sociales que por la informaci¨®n en s¨ª misma que contienen¡±, manifiesta la Profesora Titular de Psicolog¨ªa Evolutiva y de la Educaci¨®n en la facultad de educaci¨®n de Toledo.
Cristina Velasco Vega, doctora en psicolog¨ªa y profesora de psicolog¨ªa en el Grado de Psicolog¨ªa de la Universidad CEU San Pablo, comenta que ¡°a partir de la ni?ez avanzada y la adolescencia se tiene la necesidad de tener secretos con los padres; es decir, por deseo de reafirmarse en su personalidad no les cuenta todo y eso es normal. Es importante no tratar de querer saber todo sobre su hijo adolescente. Con el paso del tiempo madurar¨¢ y contar¨¢ todo lo que considere que se debe contar¡±. La doctora en psicolog¨ªa de CEU San Pablo sostiene que en la edad adulta ¡°lo normal es tener unos principios morales establecidos que hacen que si alguien te cuenta algo y no quiere que lo cuentes, lo respetes. Se tiene capacidad para guardar un secreto. Tener secretos nos da poder; es por eso por lo que algunas personas desvelan los secretos de otros. En el fondo es como un mecanismo de mostrar que tienen informaci¨®n, que tienen el poder¡ Ah¨ª entrar¨ªan en juego no solo capacidades cognitivas, sino tambi¨¦n estados afectivos; por ejemplo me siento m¨¢s aceptado en el grupo si desvelo los secretos de los dem¨¢s amigos¡±.
El catedr¨¢tico de psicolog¨ªa de la UCA estima que es necesario, en edades tempranas, aprender a discriminar entre las cosas que merecen la pena ser guardadas como un secreto y las que no. Aunque, prosigue el catedr¨¢tico, ¡°los secretos deben tener un l¨ªmite. Por ejemplo, en el caso de un abuso sexual que puede estar recibiendo un ni?o. El adulto que le somete a esos abusos le est¨¢ diciendo que hay que mantener el secreto y no dec¨ªrselo a nadie¡ Hay que ense?arles que hay l¨ªmites en el hecho de guardar un secreto que est¨¢n relacionados con la dignidad, la seguridad y la libertad del individuo¡±.
La familia es el espacio ideal para educar en el manejo y gesti¨®n de los secretos. Seg¨²n Cristina Velasco Vega ¡°todas las familias tienen secretos, temas que solo conocen los miembros de la familia. La problem¨¢tica o patolog¨ªa se deriva cuando en la familia unos miembros conocen algo y otros no. Tener secretos en el entorno familiar puede llevar, entre otros, a problemas de comunicaci¨®n: favorecen el aislamiento, la falta de comprensi¨®n, dificultan la madurez de los miembros de la familia y la aceptaci¨®n de la historia familiar¡±. Esta doctora en Psicolog¨ªa opina que ¡°para manejar los secretos en el ¨¢mbito familiar son fundamentales dos cosas; la primera es educar en la privacidad y en el valor de guardar un secreto por el bien de los dem¨¢s o de uno mismo. Es sano que haya cosas que solo sean de ¡°nuestra familia¡±. Y la segunda, educar en la confianza, es decir, mostrarse abiertos a la escucha y a la aceptaci¨®n incondicional del otro permitir¨¢ que los padres sean un refugio para sus hijos y as¨ª ellos puedan compartir secretos sobre su vida, su situaci¨®n personal y social. Si en casa mostramos el valor de la privacidad y a la vez de la confianza a nuestros hijos, se sentir¨¢n queridos y no tendr¨¢n necesidad de ocultar nada importante a sus padres. Nuestros hijos deben saber que sus secretos nunca ser¨¢n contados¡±.
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