¡®La tentaci¨®n vive arriba¡¯: vacaciones familiares sin moverse de casa

Cada verano, los padres que no tenemos pueblo ni segunda residencia ni casa alquilada todo el a?o nos vemos atrapados en el pozo sin fondo de intentar organizar unas vacaciones familiares m¨¢s o menos equilibradas. Ahora que lo tenemos que planificar nosotros, valoro realmente el esfuerzo que hac¨ªan mis padres para encontrar y pagar planes que llenaban semanas enteras. Porque localices o no algo pr¨¢ctico y asequible (lo de bueno, bonito y barato se lo dejamos para los que reservan a principios de enero), te vas a tirar muchos d¨ªas buscando, jornadas en las que se te hacen las tres de la madrugada y acabas convertido en un lud¨®pata del clic, confiando que la nueva ventana que se abrir¨¢ te traer¨¢ una villa lujosa con piscina a precio de ganga.

Al final, a menos que haya un destino concreto que haga mucha ilusi¨®n, la b¨²squeda suele acotarse en algo que no est¨¦ demasiado lejos, que sea distra¨ªdo y pr¨¢ctico para que los ni?os jueguen y disfruten y que a los adultos nos d¨¦ una cierta paz (y cuatro paisajes para fardar en redes sociales). Es en momentos as¨ª en los que se ve claramente si se prioriza a los adultos o a los ni?os. Mis vacaciones ideales son urbanas y culturales, pero eso no es lo que les apetece a mis hijos peque?os ahora mismo.

Quiz¨¢ dir¨¦is: si pagas t¨², decide t¨². Pero el truco de las familias felices es que todos estemos contentos la mayor parte del tiempo. Y soy mucho m¨¢s feliz vi¨¦ndolos felices a ellos y a mi mujer que intentando ser feliz hojeando t¨ªtulos en la librer¨ªa Shakespeare and company mientras ellos corretean entre estanter¨ªas tirando libros. Ahora les toca a ellos. Dentro de unos a?os, cuando no tengamos que cargar con pa?ales, cochecito, juguetes y un botiqu¨ªn lleno de cremas, se adaptar¨¢n a nuestros gustos adultos.

Pero cada hora que paso buscando el destino perfecto, me pregunto: ?Compensa buscar durante d¨ªas un sitio y descubrir que todo es hipercaro o ya est¨¢ reservado, hacer colas en supermercados peque?os llenos de turistas con chancletas, pagar precios desorbitados por todo, tener a los cr¨ªos dando por saco durante todo el viaje de ida y de vuelta¡­? Es bueno cambiar de aires, pero si la traves¨ªa ser¨¢ tormentosa, vas a hipotecarte para una semana que acabar¨¢ siendo estresante y le vas a dedicar infinidad de horas a las gestiones, igual no compensa tanto.

As¨ª que este a?o probaremos un agosto en la ciudad, que con la pasta y los d¨ªas de gestiones que nos ahorraremos vamos a vivir bien c¨®modos en la rutina estival, como los Rodr¨ªguez cl¨¢sicos de pelis como La tentaci¨®n vive arriba. Ahora la tentaci¨®n no es Marilyn, sino el Instagram de los dem¨¢s. Pero si tambi¨¦n hacemos vacaciones de redes sociales, valoraremos a¨²n m¨¢s la tranquilidad de disfrutar de unas semanas sin prisas y de tomarnos un helado sin tener que sacar una selfi con papada.

*Mart¨ªn Pi?ol es autor de 33 libros, su serie infantil ¡®La cocina de los monstruos¡¯ se ha publicado en varios pa¨ªses. Su ¨²ltima novela es ¡®El club de las sombras¡¯.

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