Carta a mi hijo con discapacidad: ¡°?Qu¨¦ injusto el destino y qu¨¦ manera tan cruel de record¨¢rmelo cada d¨ªa!¡±
No nos faltan motivos para estar enfadados, bajar los brazos o dejar de sonre¨ªr. Nadie nos culpar¨ªa por ello, tenemos derechos, quiz¨¢s m¨¢s de los que pensamos, pero tambi¨¦n tenemos obligaciones
Querido Alvarete.
El pr¨®ximo 3 de octubre te har¨¢n una biopsia para descartar problemas mayores. Mi mente me dice que estoy tranquilo, convencido de que todo ir¨¢ bien, pero mi cuerpo muestra se?ales inequ¨ªvocas de lo contrario. Lo cual es l¨®gico, a fin de cuentas, eres mi hijo y como padre nunca podr¨¦ aceptar del todo tu destino.
A veces mi mente me enga?a cuando te miro y te veo sereno, me enga?a porque me hace olvidar lo vivido. Por un momento tengo plena felicidad, pero al instante revivo todo de golpe haciendo tambalearme. ?Qu¨¦ injusto ha sido el destino y qu¨¦ manera tan cruel tiene de record¨¢rmelo cada d¨ªa!
Algunos piensan que el sufrimiento les otorga derechos sobre el resto: derecho a estar enfadado, a contestar, a la tristeza, a ser el primero en la fila¡ No s¨¦ si el sufrimiento te da derechos o motivos, pero s¨ª s¨¦ que estas actitudes no sirven para nada, no nos ayudan y solo nos alejan m¨¢s del resto.
Con el tiempo descubres que la pena es ef¨ªmera y no mueve voluntades. Corremos el riesgo de que, con el paso de los a?os, en lugar de mejorar como el buen vino, nos avinagremos hundidos en nuestras reclamaciones en vez de afrontar nuestras obligaciones.
Existen muchos medios para evitar nuestras obligaciones, si uno est¨¢ dispuesto a no reparar en ellos. Pero lo dif¨ªcil, hijo m¨ªo, no es evitar tus obligaciones, sino evitar el sufrimiento, que avanza mucho m¨¢s deprisa.
El sufrimiento, como buen invasor, intenta alejarnos de lo que m¨¢s necesitamos para combatirlo, de nuestros seres queridos, al encerrarnos en nosotros mismos. Debemos tirar de nuestro c¨ªrculo cercano pidiendo ayuda con la cabeza alta, no desprecies el bien que haces al dejar ayudarte, y prest¨¢ndosela, por insignificante que esta sea, pues no hay mejor medicina que sentirse ¨²til, es nuestra mejor arma. Tu madre es mi primera circunferencia.
Algunos te recomendar¨¢n que te centres en el momento presente, ya que no te puedes fiar del futuro y porque cada d¨ªa tiene su af¨¢n. Nos les faltar¨¢ raz¨®n, pero no se puede obviar el futuro, ni vivir permanentemente condicionado por ¨¦l, debemos prepararnos para que los golpes duelan menos y las caricias sean m¨¢s intensas. Vivir como si el futuro no existiera nos incapacita para disfrutar del presente, por no ser eternidad.
Mi amigo Agust¨ªn dec¨ªa que quien no quiera trabajar que no coma. Toda una revoluci¨®n para una sociedad del siglo IV, que no estaba preparada para ella. Dec¨ªa que hab¨ªa que trabajar no porque no tuvieran derechos, sino para no ser gravosos y servir de esta manera de modelo para ser imitados.
No nos faltan motivos para estar enfadados, bajar los brazos o dejar de sonre¨ªr. Nadie nos culpar¨ªa por ello, tenemos derechos, quiz¨¢s m¨¢s de los que pensamos, pero tambi¨¦n tenemos obligaciones, para con nosotros y nuestros seres queridos, y una de las m¨¢s importantes es ser feliz. Es m¨¢s f¨¢cil dejarse ganar que luchar por la victoria y lo mismo ocurre con la felicidad, no se conquista sin esfuerzo.
Ojal¨¢ tuviera una f¨®rmula m¨¢gica que sirviera para todos y en todo momento para ser feliz, pero solo conozco esta: amar intensamente a los seres queridos, disfrutar y rememorar los buenos momentos, olvidar los malos, prepararse para el futuro y, sobre todo, confiar.
Es m¨¢s f¨¢cil agachar la cabeza que enfrentarse al c¨ªclope, pero el sufrimiento, inevitablemente, intentar¨¢ alcanzarnos, en nuestras manos y en las de nuestros seres queridos est¨¢ el que no lo consiga.
Vive intensamente el presente, rememorando los buenos momentos pasados, y espera paciente el futuro, conociendo que ser¨¢ pasado y que solo recordar¨¢s lo que merezca ser recordado.
Te quiero.
PD: mi mente no me enga?a, soy yo qui¨¦n no acaba de liberarse de sus cadenas pasadas.
*?lvaro Villanueva es padre de Alvarete, un ni?o que padece una enfermedad rara, y es fundador de la Fundaci¨®n Luchadores AVA.
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