La agenda ultraconservadora se abre paso en M¨¦xico
El pin parental, una calca de la iniciativa que present¨® Vox en Espa?a para vetar contenidos educativos, ya se ha aprobado en Aguascalientes y se ha presentado en otros ocho Estados
El veto de contenidos educativos sobre ¨¦tica, educaci¨®n sexual y perspectiva de g¨¦nero ya es una realidad en M¨¦xico. Sin hacer ruido y lejos de los reflectores, el Estado de Aguascalientes, en el centro del pa¨ªs, se convirti¨® el pasado mayo en el primero en aprobar el pol¨¦mico pin parental, una ley que permite a los padres de familia decidir qu¨¦ tipo de educaci¨®n reciben sus hijos seg¨²n sus convicciones y creencias religiosas. No es un caso aislado. Se han presentado iniciativas similares, con apenas unas semanas de diferencia, en otros ocho Congresos estatales durante la primera mitad de este a?o. El ¨²ltimo caso fue este mi¨¦rcoles en Morelos y est¨¢ previsto que en estos d¨ªas se sume Chiapas. ¡°El pin parental es solo el cap¨ªtulo m¨¢s reciente de una larga lista de intervenciones en la vida p¨²blica del pa¨ªs y es parte de una estrategia mucho m¨¢s grande de grupos antiderechos para posicionarse pol¨ªticamente¡±, advierte la activista trans Siobhan Guerrero.
La iniciativa del pin parental, una propuesta abanderada en Espa?a por el partido de extrema derecha Vox, hizo su debut en M¨¦xico en el Estado norte?o de Nuevo Le¨®n el pasado 22 de enero. La propuesta lleg¨® de la mano del diputado local Juan Carlos Leal, separado el a?o pasado de Morena, el partido de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, tras hacer comentarios hom¨®fobos y notorio por proponer en febrero la desaparici¨®n del delito de feminicidio. Pese a ser arropado por el Partido Encuentro Social (PES), el aliado evang¨¦lico y ultraconservador de L¨®pez Obrador, el proyecto de Leal fue desechado en el pleno a finales de mayo. En Espa?a, solo se aprob¨® en Murcia.
En M¨¦xico hay propuestas en Quer¨¦taro, Ciudad de M¨¦xico, Chihuahua, Veracruz, Morelos, Guanajuato y Baja California, casi todas apoyadas por el PES. ¡°Todo esto habla de grupos antiderechos que se coordinan en el pa¨ªs, tienen apoyos econ¨®micos considerables y operan transnacionalmente¡±, explica Estefan¨ªa Vela, directora de la organizaci¨®n Intersecta. ¡°Hay una coordinaci¨®n entre los diputados del PES, por supuesto¡±, comenta Elsa M¨¦ndez, la legisladora del PES que propuso la iniciativa en Quer¨¦taro, ¡°es una agenda nacional y local que compartimos todos los diputados de nuestro partido¡±.
M¨¦ndez defiende que se pretende ¡°hipersexualizar¡± a los ni?os a una edad temprana y que por eso es necesario que las escuelas pidan el consentimiento por escrito de los padres antes de impartir estos contenidos. La diputada reconoce la inspiraci¨®n en la propuesta de Vox y que la iniciativa fue elaborada en alianza con el Frente Nacional Por la Familia, una de las asociaciones ultraconservadoras m¨¢s visibles del pa¨ªs, as¨ª como con otras asociaciones de padres de familia y organizaciones cat¨®licas y evang¨¦licas.
El caso de Aguascalientes, donde el conservador Partido Acci¨®n Nacional auspici¨® la iniciativa, llama la atenci¨®n porque se aprob¨® por unaninimidad, camuflada en un paquete de reformas a la Ley estatal de Educaci¨®n y de los Derechos de las Ni?as, Ni?os y Adolescentes. ¡°Fue un caballo de Troya, que se plane¨® y cabilde¨® desde hace tiempo, un madruguete en plena pandemia¡±, lamenta Dahlia de la Cerda, codirectora de Morras Help Morras, una asociaci¨®n que asesor¨® a la Comisi¨®n Estatal de Derechos Humanos para impugnar el pin parental ante la Suprema Corte.
¡°Esta no es una reforma educativa, se pretende vulnerar la laicidad de la educaci¨®n y consolidar la persecuci¨®n ideol¨®gica de las Iglesias a trav¨¦s de un mecanismo ciudadano¡±, afirma Alhel¨ª Ord¨®?ez, directora de la organizaci¨®n Ledeser. En el fondo, lo que censura el pin parental son las herramientas para que los ni?os y las ni?as puedan desarrollar libremente su sexualidad y personalidad, identificar abusos, protegerse de enfermedades de transmisi¨®n sexual y prevenir embarazos infantiles y adolescentes, advierten las especialistas. ¡°Se trata a los ni?os como si fueran objetos y no sujetos de derecho, como si primara la objeci¨®n de conciencia de los padres que, por cierto, no es un derecho¡±, subraya Ord¨®?ez.
El Gobierno federal y la Comisi¨®n Nacional de Derechos Humanos tambi¨¦n se han mostrado preocupados por la inconstitucionalidad y el retroceso que representan las iniciativas. ¡°No entendemos por qu¨¦ tienen que darnos l¨ªnea de c¨®mo debemos votar; el Congreso no se puede subordinar a otro poder¡±, responde M¨¦ndez, que tambi¨¦n rechaza las cr¨ªticas de las ONG, ¡°que no fueron votadas ni electas¡±. Todo esto en un pa¨ªs con 4,5 millones de casos de abuso sexual infantil y las tasas de embarazo adolescente y de prevalencia del VIH m¨¢s altas entre los miembros de la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y Desarrollo Econ¨®micos.
Hace cuatro a?os eran las megamarchas en defensa de la familia ¡°tradicional¡± y hace tres lleg¨® el autob¨²s tr¨¢nsfobo Hazte O¨ªr, que tambi¨¦n hizo paradas en Espa?a y otros pa¨ªses de Latinoam¨¦rica. Ahora, se?ala Vela, se trata de sabotear el ejercicio de derechos fundamentales, como la educaci¨®n, la igualdad y la no discriminaci¨®n. Como en otros pa¨ªses, si se consagra el derecho a abortar, por ejemplo, lo convierten en un tr¨¢mite engorroso y revictimizante, se promueve la objeci¨®n de consciencia de los m¨¦dicos o se dificulta el acceso a f¨¢rmacos. ¡°Son grupos que llevan d¨¦cadas, pero se han hecho m¨¢s visibles en los ¨²ltimos a?os porque es tambi¨¦n cuando los grupos feministas y LGBT han logrado m¨¢s conquistas¡±, apunta Guerrero. M¨¦ndez argumenta que los esfuerzos del Gobierno no han frenado estos abusos y que la propuesta del PES ayudar¨¢ a hacerlo.
Vela identifica tres pilares ideol¨®gicos ultraconservadores: desacreditar lo que ellos llaman la ¡°ideolog¨ªa de g¨¦nero¡±, refrendar el matrimonio entre hombres y mujeres como fundamento de la familia y el poder de decidir sobre sus hijos, una doctrina que se sintetiza bajo el mantra ¡°con mis hijos no te metas¡±. Pese a que ocho de cada 10 mexicanos son cat¨®licos, algunos grupos evang¨¦licos antiderechos han cobrado relevancia en el pa¨ªs, influidos por su fuerza en pa¨ªses como Brasil y EE UU, indica Guerrero. El Congreso Iberoamericano por la Vida y la Familia, de corte evang¨¦lico, hizo desde 2016 un compromiso para influir activamente en la legislaci¨®n de sus pa¨ªses, trabajar en el terreno para frenar el aborto y establecer ¡°principios y valores del reino de Dios¡±.
¡°A nivel estatal tienen claro que pueden avanzar sus agendas en el centro y en el norte del pa¨ªs, en estados conservadores donde hist¨®ricamente la Iglesia cat¨®lica y el panismo han sido dominantes o en regiones donde el Estado no ha podido llegar¡±, afirma Guerrero. Las estrategias de incidencia se han sofisticado, ¡°cooptando el discurso de los derechos humanos y promoviendo argumentos ¡®pseudocient¨ªficos¡±, agrega la activista.
¡°La mayor colaboraci¨®n de los padres en la educaci¨®n de nuestros hijos tiene su fundamento en la Declaraci¨®n Universal de los Derechos Humanos¡±, asegura en un comentario grabado Paloma Amezquita, diputada del PAN en Aguascalientes, en la misma l¨ªnea que la diputada M¨¦ndez. Las legisladoras obvian que a mediados de junio la Unicef, la Unesco y la oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas reprobaron la enmienda educativa en ese Estado. Amezquita, que aclara que no est¨¢ en contra de la educaci¨®n sexual, es calificada por el Frente Nacional por la Familia como ¡°un baluarte de la vida y la familia¡±.
Pese a que el conservadurismo en M¨¦xico es fuerte en regiones del centro y norte del pa¨ªs, los grupos ultraconservadores a¨²n no son fuertes pol¨ªticamente. El PES, que prometi¨® a L¨®pez Obrador un 5% de los votos al cerrar su alianza, apenas alcanz¨® 1,5 millones de votos en las elecciones de 2018, un 2,7%. Los mensajes reaccionarios, sin embargo, se hacen eco en las redes sociales y los medios de comunicaci¨®n, con batallas como el sabotaje del matrimonio igualitario (restringido en m¨¢s de la mitad del pa¨ªs), coqueteos con concesiones televisivas a grupos religiosos y el negacionismo de los derechos de mujeres y miembros de las minor¨ªas sexogen¨¦ricas. ¡°No me sorprender¨ªa ver nuevos intentos de que se aprueben estas iniciativas¡±, sentencia Vela, ¡°tenemos que estar alertas¡±.
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