El enfrentamiento de Morena llega a la C¨¢mara de Diputados
El partido de L¨®pez Obrador vuelve a dividir su voto en el Congreso y busca una soluci¨®n a las disputas internas en una elecci¨®n interna clave para sus aspiraciones pol¨ªticas
Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador consigui¨® una victoria hist¨®rica la noche del 1 de julio de 2018. Su candidatura presidencial arras¨®, al amasar m¨¢s de 30 millones de los 55 millones de votos v¨¢lidos. La alianza de Morena, su partido, con el ultraconservador Partido Encuentro Social (PES) y el izquierdista Partido del Trabajo (PT) obtuvo el control de ambas c¨¢maras en el Congreso y gan¨® cinco de las nueve gubernaturas en juego, mientras que sus rivales pol¨ªticos no solo quedaron tendidos, sino humillados y desacreditados, con su peor resultado electoral en tres d¨¦cadas. Dos a?os m¨¢s tarde, el partido del presidente llega a una elecci¨®n interna que se vislumbra decisiva para la autodenominada Cuarta Transformaci¨®n, su proyecto de gobierno, y en donde ha encontrado su principal escollo pol¨ªtico.
La ¨²ltima fractura visible en la coalici¨®n de L¨®pez Obrador se ha producido esta semana en la votaci¨®n para la presidencia de la C¨¢mara de Diputados. Este mi¨¦rcoles finalmente el pleno ha alcanzado una mayor¨ªa de dos tercios para avalar a Dulce Mar¨ªa Sauri del Partido Revolucionario Institucional (PRI), despu¨¦s de que el lunes algunos legisladores de Morena votaran en contra para apoyar al PT, que aspiraba al cargo, desoyendo la opini¨®n del propio L¨®pez Obrador, que pidi¨® que no se buscara ¡°triunfar a toda costa¡±. Morena ha vuelto a votar dividido, pero eso no ha impedido que se alcanzaran los votos necesarios.
¡°Morena es un membrete sin vida¡±. ¡°Morena est¨¢ secuestrado¡±. ¡°Morena le ha fallado al presidente¡±. Estas no son las palabras de un opositor ni de un exmilitante que sali¨® en malos t¨¦rminos, sino las frases de algunos de los aspirantes a ocupar los cargos directivos dentro de la agrupaci¨®n. Desde hace m¨¢s de un a?o, la formaci¨®n ha librado una batalla fratricida por el control del instituto. Yeidckol Polevnsky, que asumi¨® la presidencia despu¨¦s de la salida de L¨®pez Obrador para asumir la campa?a de 2018, y Alfonso Ram¨ªrez Cu¨¦llar, presidente interino desde enero, se han enfrascado en un pleito que entra?a acusaciones de fraude, denuncias penales y mucho bochorno para el partido. El Tribunal Electoral, el Instituto Nacional Electoral y el propio L¨®pez Obrador han sido llamados para mediar.
Tras varias impugnaciones ante las autoridades electorales, se ha definido un proceso de selecci¨®n por encuestas, que se llevar¨¢ a cabo entre el 26 de septiembre y el 2 de octubre, con una convocatoria que se abre formalmente este viernes. En juego no solo est¨¢ el reparto de candidaturas en las elecciones de 2021, donde se elegir¨¢n m¨¢s de 2.000 cargos, sino el futuro del partido despu¨¦s de que concluya el mandato de L¨®pez Obrador en 2024: su estructura, sus procesos internos, su papel como decano en el movimiento lopezobradorista, la renovaci¨®n de sus liderazgos y, hasta cierto punto, la conciliaci¨®n con sus propias contradicciones.
Entre los aspirantes est¨¢ Mario Delgado, coordinador del grupo parlamentario en la C¨¢mara de Diputados y parte de una facci¨®n m¨¢s proclive a la negociaci¨®n con otros partidos y a la moderaci¨®n, personificada por figuras como el canciller Marcelo Ebrard. Tambi¨¦n ha levantado la mano Gibr¨¢n Ram¨ªrez, que ha pertenecido al partido m¨¢s de la mitad de su vida (apenas rebasa la treintena), tiene amplia presencia en medios y redes sociales, y aboga porque el partido sea dirigido por primera vez por una persona formada en ¨¦l. Otro es Alejandro Rojas D¨ªaz Dur¨¢n, exsecretario de Turismo con Ebrard, pero m¨¢s ligado a Ricardo Monreal, el coordinador de la bancada en el Senado y de quien es senador suplente. Monreal, que perdi¨® el proceso interno a la candidatura por el Gobierno de Ciudad de M¨¦xico en una encuesta en 2017, es una figura que despierta filias y fobias profundas en Morena, pero tambi¨¦n es uno de los operadores pol¨ªticos m¨¢s h¨¢biles del movimiento. En la jugada tambi¨¦n siguen Polevnsky y Ram¨ªrez Cu¨¦llar, a falta de que se definan las candidaturas.
Para el cargo de secretario general han aparecido Donaj¨ª Olivera, diputada en el Congreso de la capital, y Antonio Attolini, antiguo miembro del movimiento estudiantil #YoSoy132 que tambi¨¦n ronda la treintena, defensor vocal del presidente en redes sociales y una de las voces m¨¢s pol¨¦micas dentro y fuera de Morena. La definici¨®n de bandos no es del todo clara, etiquetas como ¡°pragm¨¢tico¡± o ¡°radical¡± se quedan cortas y las tensiones son constantes. El propio caos dentro del partido, que no cuenta con un padr¨®n de militantes confiable ni actualizado, promete arrojar m¨¢s gasolina a los conflictos internos.
Morena naci¨® como la coalici¨®n que abander¨® la segunda candidatura de L¨®pez Obrador a la presidencia en 2012, cuando a¨²n pertenec¨ªa al Partido de la Revoluci¨®n Democr¨¢tica (PRD). Tras la elecci¨®n, la relaci¨®n entre L¨®pez Obrador y el PRD se desgast¨® definitivamente y termin¨® con 23 a?os de militancia. Morena consigui¨® el registro para las votaciones de 2015 y eventualmente consolid¨® su tercera candidatura a la presidencia en 2018. Morena era entonces un partido de corte personalista, con un liderazgo claro que iba sumando fuerzas conforme su dirigente se afianzaba como la opci¨®n con m¨¢s probabilidades de llegar al poder.
El nuevo partido termin¨® por absorber gran parte de la militancia y los liderazgos del PRD, y conforme se acercaba la elecci¨®n, el c¨¢lculo de L¨®pez Obrador fue que abrir su ab¨¢nico de alianzas m¨¢s all¨¢ de la izquierda aumentar¨ªa sus oportunidades de ganar. Sum¨® a evang¨¦licos, antiguos rivales del conservador Partido Acci¨®n Nacional (PAN) y exmilitantes del cuestionado PRI.
Morena rompi¨® en ese momento con el molde de partido tradicional y se afianz¨® como movimiento, una amalgama amplia que materializara un cambio de r¨¦gimen. Su versi¨®n m¨¢s amplia incluye al PT, al PES y, ahora, al Partido Verde Ecologista, se?alado como un sat¨¦lite oportunista que se ha aliado con todos los Gobiernos desde 2000. Su versi¨®n acotada se reduce al partido. Es as¨ª como miembros del Gabinete, diputados, senadores y gobernadores de Morena pueden tener opiniones y agendas diametralmente distintas, con un solo hilo conductor: la lealtad a L¨®pez Obrador. Y es as¨ª como el m¨¦todo de selecci¨®n por una encuesta, marciano para otras formaciones, o incluso t¨®mbolas para definir candidaturas son parte de los equilibrios que ha encontrado el partido.
Morena se topa por su historia con una serie de preguntas existenciales: ?Qui¨¦n es leg¨ªtimamente miembro del partido? ?Ser¨¢ un partido o un movimiento fuera del molde partidista? ?Podr¨¢ combatir la tendencia hist¨®rica de la izquierda de fragmentarse? ?Qu¨¦ va a pasar cuando L¨®pez Obrador se retire de la escena? Sorprendentemente, el presidente, la voz que dirime todas las diferencias y establece la l¨ªnea, ha decidido no intervenir en el proceso de su partido y ha instado a los protagonistas a ponerse de acuerdo para conseguir la legitimidad del pueblo, un actor central en el discurso de la Cuarta Transformaci¨®n.
Una encuesta telef¨®nica de Massive Caller realizada este martes da a Delgado casi un 42%, frente a un 24% para Ram¨ªrez, poco menos de un 20% para Polevnsky y un 14% para Rojas D¨ªaz Dur¨¢n. La carrera por el control de Morena, sin embargo, a¨²n es larga y la experiencia abre las posibilidades para todos los escenarios, sobre todo en una encuesta abierta para militantes y simpatizantes. En un sistema de partidos erosionado, en una poblaci¨®n de votantes con cada vez menos referencias ideol¨®gicas y con las complicaciones log¨ªsticas de la pandemia, Morena busca vencerse a s¨ª mismo en las urnas, mientras L¨®pez Obrador mira a un costado de la cancha.
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