?Por qu¨¦ no soy guardia nacional?
Debido al salario, la disciplina militar o el riesgo, un 25% de agentes de la Polic¨ªa Federal ha rechazado incorporarse al nuevo cuerpo de seguridad
Despu¨¦s de media vida en el Ej¨¦rcito y en la Polic¨ªa Federal, Fernando inaugur¨® hace un a?o su pizzer¨ªa en el Estado de Hidalgo. Este exmilitar y exagente, que prefiere no revelar su nombre real, abri¨® el local en 2019, cuando el Gobierno cre¨® la Guardia Nacional, la gran apuesta en seguridad p¨²blica del presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador. Fernando rechaz¨® entrar en la nueva instituci¨®n y opt¨® por el retiro voluntario, como otros 7.234 polic¨ªas que ya han recibido su pago compensatorio. Alrededor de 1.800 agentes siguen esperando su liquidaci¨®n.
De los m¨¢s de 25.000 federales que s¨ª aceptaron el traspaso, una parte se plantea ahora renunciar porque no est¨¢ c¨®moda en el traje de la nueva fuerza, que pretende ser civil, pero tiene cuerpo militar. Doce meses despu¨¦s de haber tomado la decisi¨®n, Fernando lo tiene claro: prefiere despachar pizzas hawaianas con ¡°pi?a, jam¨®n y queso¡±, que volver atr¨¢s. ¡°Un militar est¨¢ encerrado en un cuartel, recibe ¨®rdenes y no puede hablar con plena libertad. Sus leyes son muy diferentes a las de un polic¨ªa¡±, dice.
La peque?a pizzer¨ªa que regenta Fernando da para poco, menos a¨²n durante la pandemia. Pero el veterano polic¨ªa, de 50 a?os, se lanz¨® a la aventura junto a su esposa, que es enfermera. Ahora lo compaginan con ¡°alg¨²n otro trabajo que salga¡±. En la Polic¨ªa Federal ¡°estaba bien¡±, dice, porque ¡°era una instituci¨®n que ten¨ªa prestigio y presencia en todo el pa¨ªs¡±. Pero se neg¨® a ser traspasado a la Guardia Nacional harto del desprecio de L¨®pez Obrador: ¡°El presidente empez¨® a denigrarnos mucho de palabra sin tener en cuenta la trayectoria, los logros¡ Se burlaba y dec¨ªa que todos eran delincuentes¡±.
La Polic¨ªa Federal fue desmantelada en 2019 asediada por las irregularidades de su todopoderoso jefe Genaro Garc¨ªa Luna ¡ªacusado de recibir pagos millonarios del c¨¢rtel de Sinaloa¡ª. L¨®pez Obrador aleg¨® que la corporaci¨®n se hab¨ªa echado a perder y que poco se pod¨ªa hacer por ella salvo cerrarla de la mejor manera. ¡°Fue una decisi¨®n equivocada, hab¨ªa indicios de que hab¨ªa elementos y estructuras rescatables¡±, asegura M¨®nica Serrano, doctora en Relaciones Internacionales por la Universidad de Oxford.
En julio de ese a?o la Guardia Nacional arranc¨® con el compromiso de convertirse en el cuerpo que terminar¨ªa con la ola de sangre, que deja casi 100 muertos diarios, y la corrupci¨®n en las fuerzas de seguridad. Los resultados, sin embargo, est¨¢n muy lejos de lo prometido y un a?o despu¨¦s de su creaci¨®n se baten r¨¦cords de homicidios violentos en el pa¨ªs. Marzo fue el mes m¨¢s sangriento desde la Revoluci¨®n.
En estos meses de transici¨®n, el 76% de los agentes de la Polic¨ªa Federal ha decidido incorporarse a la nueva instituci¨®n; el resto se retir¨®, recibi¨® su liquidaci¨®n ¡ªcomo Fernando¡ª o se incorpor¨® a otras instituciones, algo que solo hizo una minor¨ªa. Iv¨¢n Ch¨¢vez, representante de la asociaci¨®n Ciudadanos Uniformados, explica que muchos federales no se incorporaron a la Guardia Nacional porque ¡°estaban acostumbrados a un salario mayor¡±.
¡°Perdimos un buen de prestaciones¡±, menciona Karen Garc¨ªa, polic¨ªa federal durante nueve a?os y guardia nacional menos de uno. La semana pasada Garc¨ªa entreg¨® su uniforme y ahora busca un nuevo trabajo en el sector privado. Esta ingeniera en Computaci¨®n de la UNAM acept¨® el traslado a la unidad de Inteligencia de la Guardia Nacional porque crey¨® que lo ¨²nico que cambiar¨ªa en su trabajo ser¨ªa el nombre de la nueva instituci¨®n. Pero desde que entr¨®, asegura, se ha sentido ignorada y sin otra tarea m¨¢s que ¡°cuidar el mobiliario¡±. La Secretar¨ªa de Seguridad P¨²blica dice a EL PA?S que se ha ¡°conservado antig¨¹edad, prestaciones y salario de acuerdo con el tabulador de carrera autorizado¡±.
Actualmente de los m¨¢s de 91.000 miembros de la Guardia Nacional, solo un tercio son exfederales. El resto han sido asignados de la Secretar¨ªa de Defensa (Sedena) y la Marina (Semar). ¡°En la pr¨¢ctica, la seguridad p¨²blica federal est¨¢ en manos de los militares: la fuerza de la Guardia Nacional proviene de las Fuerzas Armadas y los recursos y el liderazgo, tambi¨¦n¡±, explica Maureen Meyer, directora en M¨¦xico de WOLA, la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos. Y los militares, coinciden los analistas que siguen el manejo de la violencia, no son la soluci¨®n porque est¨¢n preparados para ¡°utilizar una fuerza letal contra el enemigo, no para tratar con la ciudadan¨ªa¡±.
¡°La capacitaci¨®n militar puede llevar a m¨¢s abusos y violaciones a los derechos humanos¡±, considera la vicepresidenta de WOLA en referencia al tiroteo de agosto en Nuevo Laredo, cuando 12 civiles fueron asesinados en un operativo y el Ej¨¦rcito tuvo que abrir una investigaci¨®n a 24 militares. ¡°Cumplieron ¨®rdenes de matar en vez de detener¡±, se?ala Meyer, que destaca que la Guardia Nacional acumula en solo un a?o de existencia 140 denuncias ante la Comisi¨®n Nacional de Derechos Humanos.
El nuevo cuerpo, no obstante, cuenta con el respaldo de un pa¨ªs ansioso por una protecci¨®n efectiva y seg¨²n el Instituto Nacional de Estad¨ªstica y Geograf¨ªa (Inegi) tiene la confianza del 75% de los mexicanos. La Secretar¨ªa de Seguridad P¨²blica defiende el trabajo de la Guardia Nacional. En un mensaje electr¨®nico enviado a este peri¨®dico, apunta que se trata de un cuerpo capacitado para ¡°desempe?ar una funci¨®n policial y no militar¡°, pero que aprovecha la formaci¨®n proveniente de la Secretar¨ªa de la Defensa Nacional y de Marina ¡°para consolidar a la Guardia Nacional no solo como una instituci¨®n de seguridad p¨²blica profesional, sino tambi¨¦n altamente disciplinada¡±.
Frente a la respuesta oficial, las circunstancias a pie de calle son muy distintas, dice Mario P., uno de los polic¨ªas federales que se integr¨® al nuevo cuerpo. Seg¨²n el agente, los militares y marines asociados no cumplen los protocolos que a ellos s¨ª les ense?aron en la academia. Adem¨¢s no hay una especializaci¨®n por preparaci¨®n o experiencia anterior: ¡°Todos hacemos de todo¡±, aclara.
¡°Les dan ¨®rdenes y contra¨®rdenes, los trasladan sin ton ni son de un lado al otro, est¨¢n en una funci¨®n de apagafuegos¡±, asegura Guillermo Gardu?o, profesor de la Universidad Aut¨®noma Metropolitana. El experto en seguridad se?ala que la indefinici¨®n de tareas conduce a las arbitrariedades y pone como ejemplo la presa La Boquilla, en Chihuahua, donde el enfrentamiento entre la Guardia Nacional y los agricultores ha dejado un muerto por un disparo de los uniformados.
Mario admite que est¨¢ adapt¨¢ndose a su nuevo empleo y reconoce el des¨¢nimo entre sus compa?eros: ¡°Nos sentimos solos. Somos muy pocos de la extinta Polic¨ªa Federal. Poco a poco algunos comienzan a retirarse de la Guardia Nacional".
La investigadora del Colegio de M¨¦xico, especializada en seguridad nacional, M¨®nica Serrano advierte de que hay un riesgo ¡°alt¨ªsimo¡± de que algunos de estos miles de agentes entrenados en el manejo de armas y ahora desmovilizados se conviertan en mano de obra del crimen organizado. ¡°Hay unos 9.000 elementos de la antigua Polic¨ªa Federal puestos en la calle sin apenas perspectivas de empleo en un contexto con oportunidades criminales y una econom¨ªa il¨ªcita muy importante. M¨¢s cuando en la experiencia mexicana los polic¨ªas han sido uno de los actores que el crimen organizado ha buscado cooptar¡±, explica.
Mientras mueve con torpeza la masa de la pizza, Fernando, medita una propuesta para trabajar como agente estatal en Hidalgo. El veterano polic¨ªa se reafirma en su decisi¨®n de no sumarse a la Guardia Nacional pese a que a los 50 a?os, y 15 de servicio, ha tenido que aprender a cosechar calabazas y frijoles para llevar algo de dinero a casa.
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