2020, el a?o m¨¢s violento contra la prensa en M¨¦xico en una d¨¦cada

Este a?o ya es el m¨¢s letal contra la prensa en M¨¦xico de la ¨²ltima d¨¦cada. El Gobierno ha informado este mi¨¦rcoles de 19 asesinatos de periodistas en el pa¨ªs desde enero. Se ha batido tambi¨¦n el r¨¦cord de m¨¢s agresiones contra comunicadores, con 224, casi el doble que en 2015, cuando hubo 124. Los servidores p¨²blicos son los principales responsables, al estar detr¨¢s de cuatro de cada diez ataques, sobre todo, en el ¨¢mbito municipal y estatal. ¡°Hemos tenido una d¨¦cada de enorme violencia contra el gremio period¨ªstico¡±, ha dicho Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos, y ha reconocido que desde 2018, a?o en que Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador asumi¨® la presidencia, ha habido un ¡°repunte significativo¡± en la violencia contra los representantes de los medios de comunicaci¨®n.

Las cifras presentadas por el Gobierno, basadas en el seguimiento de notas period¨ªsticas y el monitoreo que hace la Comisi¨®n Nacional de Derechos Humanos, son mayores a los recuentos de las principales organizaciones civiles, que solo registran las que est¨¢n directamente relacionadas con su labor. ¡°Es importante que se haya hecho un diagn¨®stico y que se reconozca el problema, pero lamentar y condenar los ataques no nos sirve de nada¡±, asegura Leopoldo Maldonado, director de la asociaci¨®n Art¨ªculo 19. ¡°La pregunta que tenemos que plantear es por qu¨¦ el Gobierno no hace nada para frenar esta violencia¡±, agrega Maldonado.

La violencia contra la prensa se enmarca en la guerra contra el narcotr¨¢fico, que ha durado casi 15 a?os y ha dejado cientos de miles de muertos. Pero los periodistas asesinados no pueden se?alarse solo como v¨ªctimas colaterales de la ola de violencia porque hay una intenci¨®n expl¨ªcita de silenciar su trabajo, apunta Maldonado. El principal detonante, se?ala, es la impunidad que hace que los homicidios y las agresiones no tengan consecuencias: el 99% no se castiga.

Casos paradigm¨¢ticos como los de Miroslava Breach y Javier Vald¨¦s han tenido avances, aunque los autores intelectuales de sus homicidios siguen libres, y periodistas reconocidas como Lidia Cacho siguen buscando justicia a¨²n despu¨¦s de m¨¢s de una d¨¦cada de sufrir agresiones y tortura. ¡°?Qu¨¦ podemos esperar de casos de menor perfil y que son menos visibles?¡±, cuestiona Maldonado. Las peticiones de justicia han llegado hasta las conferencias de prensa presidenciales, la ¨²ltima fue este martes, cuando la madre de la fotoperiodista Mar¨ªa del Sol Cruz Jarqu¨ªn exigi¨® justicia por su feminicidio, sin esclarecerse desde julio de 2018.

Encinas ha aceptado que entre los 138 asesinatos desde 2010, hay al menos seis que se hab¨ªan acogido al protocolo de protecci¨®n a periodistas, cuatro de ellos perpetrados durante el Gobierno de L¨®pez Obrador. En estas investigaciones ya hay 14 sospechosos vinculados a un proceso penal, aunque a¨²n no se les ha sentenciado. Los Estados m¨¢s violentos son Veracruz, Oaxaca, Guerrero, Tamaulipas y Chihuahua, que concentran m¨¢s de la mitad de los asesinatos en los ¨²ltimos 10 a?os.

El Gobierno ha asegurado que no se comprometer¨¢ la seguridad de los periodistas amenazados tras la desaparici¨®n de dos fideicomisos para apoyarlos: el que financia el fondo de protecci¨®n a periodistas y el que repara el da?o a las v¨ªctimas. ¡°El Estado est¨¢ desmantelando las pocas acciones que tiene, si bien son insuficientes¡±, advierte Maldonado.

La lista de v¨ªctimas de este a?o incluye nombres como el de Jes¨²s Pi?uelas, asesinado a balazos en Ciudad Obreg¨®n; Julio Valdivia, decapitado en Tezonapa, y Mar¨ªa Elena Ferral, muerta a tiros tras recibir amenazas en Papantla. Desde 2010, otros 135 periodistas y sus familias siguen esperando justicia en uno de los pa¨ªses m¨¢s peligrosos del mundo para realizar su labor.