El presidente de M¨¦xico estrena su espacio contra los medios de comunicaci¨®n llam¨¢ndolos ¡°corruptos, rastreros e integristas¡±

El presidente del Gobierno, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, ha inaugurado esta ma?ana en su conferencia diaria la secci¨®n que ha titulado Las mentiras de la semana, un espacio dedicado a mostrar las notas de periodistas y comunicados en las redes sociales que le molestan porque considera que son falsas, poco contrastadas o que est¨¢n ¡°hechas de mala fe¡±. El mandatario ha acusado a diversos medios, incluido EL PA?S, de estar bajo las presiones de poderes econ¨®micos y ha comparado su quehacer con los tiempos de Hitler, Pinochet y el militar mexicano Huerta. Los ha acusado de ¡°bajo nivel moral¡± y ha asegurado que su pa¨ªs atraviesa ¡°uno de los peores momentos del periodismo¡±.

El malestar del presidente con los medios de comunicaci¨®n es una constante en sus conferencias. ¡°No solo pasa en M¨¦xico, es una crisis mundial¡±, ha matizado. Solo se salvan, dice, ¡°honrosas excepciones¡±. Esta secci¨®n de cr¨ªticas a los medios se har¨¢ una vez a la semana debido a que, asegura, ¡°algunos se tragan todos estos platos de mentiras¡±. Otros ciudadanos, sin embargo, ¡°han aprendido a leer el peri¨®dico, escuchar la radio, ver televisi¨®n e interactuar en redes sociales¡±. A pesar de ello, considera que tiene que dedicar una conferencia cada semana para aleccionarlos.

El presidente ha puesto de ejemplo ¡°la manipulaci¨®n de la informaci¨®n con el lamentable accidente¡± en la L¨ªnea 12 del metro de Ciudad de M¨¦xico, donde murieron 26 personas, cuando The New York Times hizo ¡°un gran reportaje¡±. ¡°Ahora se derrumb¨® un edificio en Florida, con muchas v¨ªctimas¡­ ?Ha hecho el mismo reportaje?¡±, han preguntado con iron¨ªa. Y tambi¨¦n ha acusado a los medios locales, mexicanos, de dedicarle menos espacio que al accidente del metro ocurrido en su pa¨ªs. ¡°Son los intereses de los medios, que no son los del pueblo¡±, ha zanjado.

El espacio lo ha conducido, con cierto temblor esc¨¦nico, la periodista Ana Elizabeth Garc¨ªa Vilchis, quien ha acusado a EL PA?S de no contrastar las informaciones. Ha mostrado una en concreto, titulada El exceso de basura radiactiva acecha a la central nuclear de Laguna Verde, de la que ha dicho que no se llam¨® para recabar la versi¨®n oficial. No es cierto. En dicha informaci¨®n se dice lo siguiente: ¡°La compa?¨ªa estatal de electricidad no ha respondido a la consulta de EL PA?S¡±. Y m¨¢s adelante se a?ade: ¡°Luego de la publicaci¨®n de este reportaje, el domingo 27 de junio, la CFE emiti¨® un comunicado conjunto con la Secretar¨ªa de Energ¨ªa y la Comisi¨®n Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardas en el que indican que el plan de gesti¨®n de residuos considera la reducci¨®n del inventario actual de residuos ¡°mediante varios m¨¦todos disponibles en la industria nuclear a nivel internacional, como son la incineraci¨®n y descontaminaci¨®n qu¨ªmica, entre otras¡±. En el comunicado, que no lleva la firma de ning¨²n funcionario, se asegura que estos procedimientos para reducir el volumen de residuos ¡°actualmente se encuentran en proceso de contrataci¨®n¡±.

Adem¨¢s, Garc¨ªa Vilchis ha acusado a este peri¨®dico de ¡°haberse beneficiado de empresas¡± en tiempos del salinismo. ¡°Que no se nos olvide cu¨¢nto le cost¨® a este pa¨ªs [la pol¨ªtica] del presidente Salinas de Gortari. Este tipo de informaciones atentan contra la democracia por la que tanto hemos luchado en este pa¨ªs¡±, ha dicho. A la salida, el presidente la ha agarrado del brazo para acompa?arla a salir del escenario.

La presentaci¨®n de Garc¨ªa Vilchis ha tenido como principal v¨ªctima al columnista Raymundo Riva Palacio, por un tuit sobre un altercado entre la Guardia Nacional y estudiantes de la Universidad de Puebla. Despu¨¦s el periodista rectific¨® su mensaje. El comunicador se ha llevado el ¡°Pinocho¡± de la semana y ha sido vilipendiado por Garc¨ªa Vilchis, incluso recurriendo a su pasado profesional.

El ¨²nico periodista que ha podido intervenir en la ma?anera, por falta de tiempo, ha sido Hans Salazar, de Noticiero en Redes, quien ha abundado en las cr¨ªticas a sus colegas y adulado al presidente. Ha dado pie a L¨®pez Obrador para que citara a aquellos profesionales de los medios de comunicaci¨®n que le agradan, algunos amigos personales del mandatario. Esos s¨ª han merecido elogios por parte de L¨®pez Obrador: le parecen ¡°buenos ciudadanos y patriotas, defensores de las causas justas y que no andan escondi¨¦ndose o simulando su independencia ni su distancia con el poder¡±, ha dicho. Minutos antes, sin embargo, el presidente hab¨ªa pedido a los medios eso mismo: independencia, objetividad y distancia del poder.

Tras citar a un grupo de caricaturistas, ha dicho que ¡°los dem¨¢s son muchos, pero no tienen el talento de estos pocos¡±. Los dem¨¢s son como ¡°esa persona que se entrega por entero a la mentira y pierde la imaginaci¨®n y el talento. Son corruptos, rastreros, integristas y menos inteligentes¡±. Qu¨¦ flojera da leerlos¡±, ha a?adido, mientras el periodista Hans Salazar re¨ªa sus comentarios.

Para L¨®pez Obrador, hay dos clases de personas, la gente humilde y la clase media. De los primeros, no duda de ¡°su inteligencia, fraternidad, juicio e instinto certero¡±. No en vano, son los que le han ¡°apoyado en los momentos m¨¢s dif¨ªciles¡±, ha dicho. ¡°Son buenos, seres humanos cristianos, saben que no hay mala fe ni que nadie ser¨ªa tan perverso como para provocar un accidente [como el de la L¨ªnea 12]. Tienen una mentalidad limpia, sin malicia¡±. A los dem¨¢s, a quienes ha llamado ¡°fan¨¢ticos del conservadurismo¡±, les ha adjudicado otras caracter¨ªsticas: falta de amor al pr¨®jimo, hipocres¨ªa y tendencia al ojo por ojo y diente por diente. Esa clase media, ha dicho es ¡°muy susceptible de manipulaci¨®n¡±.

Pero ha querido matizar y se ha reservado una parte de esa poblaci¨®n de clase media, m¨¢s ¡°informada y humana, progresista, consciente y fraterna¡±. Con ellos y con ¡°los pobres¡± se alcanza la mayor¨ªa¡±. Hac¨ªa referencia a los resultados de las ¨²ltimas elecciones, sobre todo para la C¨¢mara de diputados y en la Ciudad de M¨¦xico, donde su partido ha perdido buena parte de los apoyos y que algunos han achacado al hartazgo de las clases medias.

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