Rodrigo Reyes: ¡°Podemos echarle la culpa a Hern¨¢n Cort¨¦s, pero la tenemos todos los que construimos M¨¦xico¡±
El director mexicano construye una distop¨ªa, mitad ficci¨®n y mitad documental, donde un conquistador espa?ol se enfrenta con la violencia contempor¨¢nea
En un universo dist¨®pico, un conquistador espa?ol, un viejo ayudante de Hern¨¢n Cort¨¦s, sobrevivi¨®. Se trata de un hombre egoc¨¦ntrico y confundido que logr¨® flotar hasta las costas de Veracruz tras un naufragio que dur¨® casi 500 a?os y despu¨¦s de que ayud¨® a Cort¨¦s a conquistar el imperio azteca en la capital de Tenochtitl¨¢n en 1521. Ahora el solitario sobreviviente debe reconstruir el camino de hace cinco siglos pero en el M¨¦xico contempor¨¢neo, escuchando a los ciudadanos que hoy lo habitan. As¨ª arranca la distop¨ªa del director mexicano Rodrigo Reyes en una pel¨ªcula titulada 499. ¡°Madre sant¨ªsima, alumbra mi entendimiento¡±, ruega el conquistador an¨®nimo, interpretado por el actor espa?ol de teatro San Juan Bre?a. ¡°?Qu¨¦ hago aqu¨ª? ?Por qu¨¦ tengo que escuchar a estos indios?¡±
Este largometraje, mitad documental y mitad ficci¨®n, es una de las pel¨ªculas m¨¢s interesantes de este a?o en las salas de cine para repensar los cinco siglos desde la ca¨ªda del imperio azteca, un evento que el presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador va a conmemorar oficialmente el pr¨®ximo 13 de agosto en Ciudad de M¨¦xico. ¡°La pel¨ªcula se transform¨® en una oportunidad de hackear el aniversario y decir ¡®vamos a jugar con esta idea de estos cinco siglos y vamos a trastocar este aniversario para enfocarnos en el presente¡°, cuenta Reyes a El PA?S sobre la pel¨ªcula, que rod¨® en 2018. ¡°Empezamos a investigar y empezamos a darnos cuenta de que sobre la ruta de Cort¨¦s exist¨ªa este mapa, digamos emocional, de la crisis del pa¨ªs. Todos los personajes de la pel¨ªcula van mapeando los problemas que enfrenta nuestro M¨¦xico¡±.
El conquistador an¨®nimo, resulta, es una excusa. En su camino hacia Tenochtitlan, hoy Ciudad de M¨¦xico, conoce primero al hijo de Mois¨¦s S¨¢nchez, periodista asesinado en 2015. ¡°No pedimos venganza, s¨ª pedimos justicia¡±, le dice este, Jorge, al conquistador. Luego escucha a mujeres que buscan a sus hijos desaparecidos en el municipio de ?rsulo Galv¨¢n (Veracruz); a un poeta ind¨ªgena en la Sierra Madre que le cita versos en n¨¢huatl sobre las cenizas de sus muertos; o a un grupo de migrantes centroamericanos viajando con temor hacia la nueva leyenda de El Dorado: Estados Unidos. En el momento m¨¢s doloroso de la pel¨ªcula, el espa?ol se sienta junto a Lorena Gutierrez, madre de F¨¢tima Quintana, una ni?a de 12 a?os violada y asesinada en 2015 cuyo nombre se repite con dolor en las marchas contra la violencia feminicida. ?Se conmover¨ªa un conquistador espa?ol del siglo XVI al ver el M¨¦xico que asesina mujeres, periodistas, migrantes o ind¨ªgenas en el siglo XXI?
La pel¨ªcula ¨Cque ha ganado varios premios en festivales internacionales¨C se estrenar¨¢ en agosto en Nueva York y en octubre las salas de cine de todo M¨¦xico. Pero Reyes planea hacer por segura vez el recorrido de Cort¨¦s, del 31 de julio al 13 de agosto, mostrando el film en todos los sitios que recorri¨® con el conquistador espa?ol an¨®nimo. La ¨²ltima funci¨®n ser¨¢ en la capital de M¨¦xico, la antigua Tenochtitlan. El PA?S lo entrevist¨® sobre su proyecto.
Pregunta. ?Por qu¨¦ mezclar ficci¨®n y documental para conmemorar esta fecha?
Respuesta. Bueno, justamente el problema era ese: ?c¨®mo cuentas la historia de este aniversario de la conquista? Puedes hacer una pel¨ªcula muy did¨¢ctica, muy acad¨¦mica, con muchos expertos. Pero a m¨ª lo que me interesaba era llegar a la realidad de hoy. Al ver estas historias sobre la ruta de Cort¨¦s, vi una conexi¨®n muy clara. Quiz¨¢s las formas son diferentes, hoy en d¨ªa no estamos quemando c¨®dices mayas en el atrio de una iglesia. Pero s¨ª estamos asesinando periodistas. Estamos generando el imperio de esta censura. A lo mejor no estamos dando a las mujeres ind¨ªgenas en esclavitud como propiedad a un encomendero. Pero s¨ª estamos tolerando un ¨ªndice de feminicidio que es espeluznante.
Entonces la din¨¢mica de esta curiosidad que nos movi¨® a hacer la pel¨ªcula no cab¨ªa ni en la ficci¨®n, ni en el documental. Hab¨ªa que inventar un g¨¦nero propio para poder avanzar. Porque si te lanzas con una ficci¨®n puedes caer en algo que ya hemos visto, y que cae en un juego muy hollywoodiense. Cuando lo que me interesa no es eso, sino la mam¨¢ de F¨¢tima o las buscadoras de ?rsulo Galv¨¢n (Veracruz) o los migrantes que vienen en ¨¦xodo. Yo he llegado a la conclusi¨®n de que al final la pel¨ªcula lo que hace es documentar un fantasma cultural que existe en el cl¨®set mexicano. Toda Am¨¦rica Latina tiene sus fantasmas conquistadores. Entonces, el conquistador existe, digamos, en una forma m¨¢s espiritual, pero existe. Existe en el inconsciente colectivo de M¨¦xico, y lo sacamos a la luz.
P. ?Este conquistador est¨¢ basado en textos de cronistas espa?oles o libros de historia de M¨¦xico?
R. S¨ª, totalmente. Hay una bibliograf¨ªa largu¨ªsima de la pel¨ªcula. Justamente yo lo que quer¨ªa no era juzgarlo desde una postura pol¨ªtica de hoy, la del conquistador malo. Sino tratar de entender su punto de vista. ?C¨®mo ve¨ªan ellos el mundo? Por un lado ten¨ªan esta motivaci¨®n econ¨®mica, en un sistema de clase tan cerrado como era la Espa?a de esa ¨¦poca no pod¨ªas avanzar sin generar riqueza. Muchos de ellos llegaban endeudados. Pero tambi¨¦n ten¨ªan esta onda muy creyente, de personas que se forman en un mundo con un nivel de presencia espiritual y religiosa que nosotros no entendemos. No podemos meternos en la mente de alguien as¨ª totalmente. Pero quiero que nos acerquemos. Que veamos c¨®mo el conquistador interpreta todo desde ese punto de vista del siglo XVI. Y eso me cost¨® mucho trabajo. Porque la reacci¨®n natural, si vemos a alguien as¨ª, un racista, un asesino, pues lo rechazamos. Pero ten¨ªa yo que tratar de entender su punto de vista para escribir su voz, y tambi¨¦n para saber c¨®mo ir desarticul¨¢ndolo, c¨®mo ir despedazando al conquistador. Porque, conforme avanza la pel¨ªcula, su mundo y sus conceptos se van cayendo, se van todos derritiendo, y queda desnudo.
Tambi¨¦n ten¨ªa que entender qu¨¦ ocurri¨® en el siglo XVI para confrontar esas ideas. Y el gran ejemplo creo que es el trabajo que hicieron los sacerdotes que intentaron defender a los ind¨ªgenas. Fue una defensa muy complicada, con luces y sombras, pero que al final es como el inicio de nuestra lucha de derechos humanos en Am¨¦rica Latina.
P. ?C¨®mo fue el proceso de encontrar a las personas que decidi¨® entrevistar y c¨®mo hacerlo de forma respetuosa cuando es un personaje de ficci¨®n el que entrevista?
R. Lo que intent¨¢bamos hacer era conectar con ellos y ellas antes del rodaje, hablar por tel¨¦fono, explicar n¨ªtidamente el concepto de la pel¨ªcula. Muchos directores no quieren aceptar que tienen una tesis, pero en este caso yo no me pod¨ªa zafar de explicar mi tesis a las personas. Decir, por ejemplo, ¡®mataron a tu pap¨¢, Jorge, mataron a Mois¨¦s S¨¢nchez, y ese crimen es parte de una larga cadena de censura que nos remonta 500 a?os¡¯. Esos di¨¢logos son muy importantes para que se llegue a estos testimonios que se ven en la pel¨ªcula, donde las personas deciden qu¨¦ van a aportar, c¨®mo nos van a dejar entrar a su espacio. La din¨¢mica siempre era que yo hac¨ªa las preguntas, pero Eduardo [el actor que interpreta el conquistador] estaba a mi lado escuchando todos los testimonios.
Hay un cap¨ªtulo en la pel¨ªcula donde el conquistador visita a un poeta que vive en la Sierra Madre y el poeta s¨®lo le habla poes¨ªa, y nunca se pone a explicar ¡®hoy est¨¢ pasando esto en mi comunidad, necesitamos agua, necesitamos apoyo en la educaci¨®n y en la reducci¨®n de la violencia¡¯. No, ¨¦l habla en poemas y eso es lo que nos pidi¨® Sixto Cabrera. ?l dijo: ¡®Yo no quiero dar entrevistas, quiero hablar en poemas, quiero compartir mis poemas, yo quiero que ¨¦l perciba mi arte, y ah¨ª va a salir todo lo que quiero decirle¡¯.
Cuando llegamos al caso de la de la ni?a F¨¢tima Quintana, su mam¨¢ Lorena nos cont¨® todo lo que ocurri¨® en el crimen y lo que ha ocurrido despu¨¦s, en una entrevista que dur¨® horas. Ella nos dijo: ¡®Les voy a contar todo, y ya luego deciden c¨®mo lo arman, pero necesito que escuchen todo. No pueden nada m¨¢s venir y decir ¡®okey, tengo 20 minutos y v¨¢monos¡¯¡¯. Siempre he tratado de escuchar, justamente, igual que el conquistador. Porque el cine ha tenido este problema, a lo largo de su historia, de ser un poco colonizador tambi¨¦n. De que el cine llega, y extrae, y se lleva. Con las personas reales que aparecen en la pel¨ªcula seguimos en contacto, van a venir a las proyecciones, y van a poder dialogar con el p¨²blico.
P. ?Algunos en las entrevistas se?alaron al conquistador espa?ol como culpable de la realidad que vive ahora M¨¦xico?
R. Yo esperaba que hubiese un rechazo m¨¢s directo hacia el conquistador. Pero la gente es inteligente y entiende las circunstancias bastante bien, las intuye y las procesa, y lo que m¨¢s escuch¨¢bamos era: ¡®Bueno, que venga ¨¦l a saber lo que hemos hecho con nuestro pa¨ªs, que bueno que vengas otra vez, mira lo que hemos hecho con esta herencia¡¯. Y no hab¨ªa esa ri?a, ni ese rencor. Sobre todo era esa actitud de ¡®ven a conocer, conectemos¡¯. Eso nos habla mucho de c¨®mo es la conquista en M¨¦xico. Esta idea de la conquista, de la colonizaci¨®n, pues hay muchas cosas que se comparten, hay muchas cosas que se construyen en conjunto entre las dos culturas. Y hay cosas que ya no podemos separar de lo que significa ser mexicano. Desde nuestro idioma, nuestra religi¨®n, y muchas cosas que hemos construido a lo largo de 500 a?os. Y yo creo que sobre todo la gente sabe que la persona que mat¨® a Mois¨¦s S¨¢nchez, o que desapareci¨® a los polic¨ªas de ?rsulo Galv¨¢n, pues no es el conquistador. Ellos saben que la responsabilidad no radica ah¨ª. Entonces yo creo que al tratar de dialogar con Espa?a y con esta herencia, hay que tener presente que estamos hablando de c¨®mo construir algo nuevo. No de c¨®mo encontramos el villano, el s¨²per villano de la pel¨ªcula, porque la historia no es una pel¨ªcula de Marvel.
P. ?Qui¨¦n es el hombre an¨®nimo en la pel¨ªcula que tiene una m¨¢scara y le muestra sus armas al conquistador?
R. El hombre de la m¨¢scara es alguien que, como ¨¦l cuenta, particip¨® en las Fuerzas Armadas y despu¨¦s se cruz¨® al lado m¨¢s oscuro. Es alguien que encontramos de manera an¨®nima, con protocolos de seguridad, con muchas cosas para proteger su historia, justamente para no ponernos a nosotros mismos en peligro, ni a ¨¦l. Tratamos de generar una entrevista que fuera universal, pero a la vez espec¨ªfica a su circunstancia. Y para m¨ª, qui¨¦n es ¨¦l en el sentido m¨¢s simb¨®lico, es una persona que est¨¢ caminando la misma senda que el conquistador. ?l es un ayudante del poder. Es uno entre miles de soldados que han desertado, y como sabemos, son muchos que han desertado y han optado por trabajar con el crimen organizado. Entonces ¨¦l es esta rueda donde se borran literalmente los rasgos de qui¨¦n es bueno y qui¨¦n es malo. Esa es la realidad del pa¨ªs, un flujo constante de personas que son capacitadas por el estado y que despu¨¦s participan en una econom¨ªa de violencia.
P. ?Dir¨ªa usted que esta es una pel¨ªcula sobre la responsabilidad? ?Sobre qui¨¦n es el responsable del M¨¦xico contempor¨¢neo?
R. Yo creo que la pel¨ªcula se lee de distintas maneras, dependiendo de donde est¨¦s. Si t¨² eres alguien que vive en un entorno donde hay mucha violencia de g¨¦nero, por ejemplo, si vives en Iztapalapa o en Ecatepec, en la Ciudad de M¨¦xico, donde se viven muchos feminicidios, pues la vas a leer de una manera muy particular. Vas a entender que la pel¨ªcula dibuja el rostro de esta violencia. Pero para los que vivimos en una burbuja, yo creo que la pel¨ªcula es otra cosa y justamente, s¨ª, es sobre qui¨¦n es responsable. La respuesta es muy complicada. Podemos echarle la culpa a Hern¨¢n Cort¨¦s y tratar de quemar sus huesos y todo eso. Pero la culpa la tenemos todos, la culpa la tenemos los que construimos el pa¨ªs. Y al final la lecci¨®n es no tanto qui¨¦n hizo qu¨¦ en el pasado, sino qu¨¦ vamos a hacer nosotros. ?Qu¨¦ vamos a hacer? ?Vamos a ponernos a trabajar y construir? ?O vamos a encontrar maneras de reinventar estos m¨¦todos de control? Yo creo que en M¨¦xico estamos en una coyuntura muy grave, con ¨ªndices de violencia alt¨ªsimos, y hay que decidir.
Mi pap¨¢ es historiador, y yo desde ni?o siempre lo acompa?aba a museos o a viajes a Teotihuacan. Me qued¨¦ muy picado con la historia, fascinado, y mi padre siempre me hizo entender eso, que la historia es una construcci¨®n. Nosotros la construimos, nosotros la contamos, y nosotros decidimos qu¨¦ hacer con ella. Y creo que para m¨ª, ah¨ª est¨¢ la clave. El conquistador es un s¨ªmbolo nada m¨¢s. Al final es insignificante. Ni siquiera sabemos su nombre. Entonces dej¨¦monos de echarle la culpa, ya tiene bastante sufrimiento lidiando con el siglo XXI.
P. ?Qu¨¦ opina de los eventos del gobierno de L¨®pez Obrador para conmemorar la ca¨ªda de Tenochtitlan hace 500 a?os?
R. M¨¦xico se lleva la medalla de oro en t¨¦rminos de la relaci¨®n historia y poder. Desde los muralistas, despu¨¦s de la Revoluci¨®n Mexicana, toda la construcci¨®n de la identidad mexicana, este patriotismo donde la historia le sirve al poder. Yo creo que el presidente cae un poco en ese juego. Ya le ha pasado que ¨¦l va a comunidades mayas, a pedir una disculpa [por la conquista] y le dicen ¡®oye, pero hoy, ahorita, nos falta esto, tenemos estos problemas, tenemos violencia, tenemos extorsi¨®n¡¯. Claro, la historia cuando es neutral, en el sentido de que ya pas¨® y es est¨¦ril, es un discurso muy f¨¢cil. Pero cuando tratamos y manejamos la historia como algo vivo, eso indica que hay que atender las reivindicaciones de las personas vivas hoy.
Yo comparto la idea de hablar de este aniversario, totalmente. Me parece importante. Pero no para revictimizarnos como mexicanos, no para pedirle disculpas a un pa¨ªs que ya no existe. La Espa?a de Isabel la Cat¨®lica y de Carlos V ya no existe. Sino para decir, ?hacia d¨®nde queremos llevar los siguientes 500 a?os de este pa¨ªs? No vamos a poder desenredar lo que ya ocurri¨®, ?pero c¨®mo podemos atender el presente? Hay un indicador muy triste para m¨ª que es el de las v¨ªctimas. Especialmente las personas que est¨¢n organizadas, como la mam¨¢ de F¨¢tima en la pel¨ªcula. Ellos est¨¢n dispuestos a reunirse y a plantear su agenda en Palacio Nacional y a compartir c¨®mo ellos y ellas creen que se debe atender el tema del feminicidio. Y sin embargo no se les ha recibido. Entonces yo creo que hay que escuchar a los verdaderos herederos de esa historia de violencia. Y eso es lo que ojal¨¢ logre la pel¨ªcula en su ruta, en su caminar de tratar de hackear ese aniversario y esa reflexi¨®n, y tratar de obligarnos a asumir algo de responsabilidad.
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