Lydia Cacho: ¡°La colusi¨®n entre empresarios corruptos, banqueros y partidos pol¨ªticos es la semilla de la impunidad en M¨¦xico¡±

Cada vez que la periodista Lydia Cacho tiene una pesadilla, enciende la luz. Lleva 15 a?os sin dormir tranquila. Amenazada de muerte y perseguida, Cacho, nacida en Ciudad de M¨¦xico hace 58 a?os, destap¨® en 2005 una red de explotaci¨®n sexual de ni?as y ni?os en M¨¦xico, orquestada por los empresarios Jean Succar Kuri y Kamel Nacif Borge. De aquella investigaci¨®n naci¨® su libro Los demonios del Ed¨¦n, que ha acabado salpicando a algunos de los hombres m¨¢s poderosos del pa¨ªs. Empresarios, pol¨ªticos, senadores y diputados. Entre ellos, Mario Mar¨ªn, el exgobernador de Puebla, ahora en prisi¨®n acusado de ordenar torturas y la detenci¨®n ilegal de la periodista. Su relaci¨®n con los jefes de la trama fue descubierta tras la publicaci¨®n de una grabaci¨®n en 2006 en la que el exgobernador garantizaba impunidad a Nacif: ¡°Ya ayer le acab¨¦ de dar un pinche coscorr¨®n a esta vieja cabrona¡±, aseguraba Mar¨ªn respecto al secuestro de Lydia Cacho en una grabaci¨®n filtrada a la prensa y que fue la tumba del pol¨ªtico del PRI.

Mientras Succar Kuri cumple una condena de 112 a?os en el penal del Altiplano ¡ª la pena de c¨¢rcel m¨¢s alta dictada en M¨¦xico¡ª, Kamel Nacif huy¨® al L¨ªbano, donde fue detenido en mayo de 2021. La detenci¨®n dur¨® poco. Este viernes, y despu¨¦s de que se le concediera un amparo, la magistrada mexicana Selina Avante Ju¨¢rez orden¨® que las autoridades libanesas pusieran en libertad al poderoso empresario. El tribunal de Quintana Roo que preside Avante considera que ¡°no hay prueba fehaciente¡± sobre la existencia de una orden para torturar a Cacho por publicar el libro. Tampoco considera de relevancia que los autom¨®viles de Nacif acompa?aran de forma ilegal a los polic¨ªas judiciales durante el secuestro de la escritora. ¡°Una magistrada al servicio de la red internacional de trata de ni?as y ni?os opera basada en una mentira para desactivar un juicio que gan¨¢bamos ya en la arena internacional¡±, ha escrito Cacho en su cuenta de Twitter. En 2018 la ONU reconoci¨® las violaciones a los derechos humanos de la mexicana y se?al¨® que fue detenida arbitrariamente como castigo por la publicaci¨®n de Los demonios del Ed¨¦n. Un a?o despu¨¦s, el Estado mexicano pidi¨® perd¨®n a la tambi¨¦n activista por violar sus derechos humanos. Despu¨¦s de aquella pesadilla, la periodista se vio obligada a refugiarse en el extranjero hace m¨¢s de una d¨¦cada. Desde Espa?a, responde sobre el desgaste en que se ha convertido su vida.

Pregunta. ?Qu¨¦ lectura hace del amparo concedido a Kamel Nacif Borge?

Respuesta. Revela el nivel de infiltraci¨®n que la delincuencia organizada tiene en el Poder Judicial y la debilidad del Consejo de la Judicatura. Llev¨¢bamos meses documentando los movimientos al interior del poder judicial, sab¨ªamos que esto era posible pero poco probable dada la visibilidad del caso y el hecho de que el actual Gobierno ya hab¨ªa reconocido que hay evidencia judicial que demuestra que fui torturada por mi trabajo period¨ªstico. Unos d¨ªas antes de la sentencia el asistente del Ministro Zald¨ªvar (presidente de la Suprema Corte), me avis¨® que tendr¨ªamos buenas noticias. Fue un balde de agua helada. Como en tantos casos una o un magistrado puede fortalecer a la delincuencia organizada desde dentro del Sistema.

P. ?Qu¨¦ vinculaci¨®n dir¨ªa que existe entre el poder econ¨®mico, el poder pol¨ªtico y el poder judicial en M¨¦xico?

R. Desde que en 2006 demostramos que Kamel Nacif hab¨ªa invertido dinero negro en las campa?as pol¨ªticas del ex presidente Vicente Fox, de los gobernadores de Veracruz, Quintana Roo, Chiapas y Puebla, pudimos corroborar lo que se sospechaba: que una vez que un empresario corruptor tiene en el bolsillo a un pol¨ªtico, este pondr¨¢ todos los instrumentos del Estado a los pies del delincuente.

P. ?Podr¨ªa hablarme de otros ejemplos?

R. La llamada entre el senador Emilio Gamboa y Kamel Nacif lo evidencia. Gamboa le dice que en el senado van a pasar la ley de juegos y apuestas para los negocios de casinos que Nacif tiene junto con el grupo Caliente y mafias de Las Vegas, Nacif le pide que aun no la apruebe y el senador responde ¡°lo que t¨² ordenes pap¨¢¡±. En esa misma llamada le pide dinero para la campa?a del gobernador del PRI por Veracruz. La colusi¨®n entre empresarios corruptos, banqueros irresponsables y los partidos pol¨ªticos es la simiente de la impunidad. No todos cometen los mismos delitos, pero todos terminan protegiendo a todos sin importar si los cr¨ªmenes son pornograf¨ªa infantil, asesinatos o torturas.

P. ?Qu¨¦ le gener¨® la noticia sobre la detenci¨®n del exgobernador Mario Mar¨ªn?

R. El coraz¨®n me dio un vuelco, respir¨¦ profundamente y pens¨¦: ¡°por fin, un gobernador a prisi¨®n por tortura y encubrimiento de la delincuencia organizada¡±. Me sent¨ª orgullosa de haber soportado todos estos a?os de presiones; no solo yo, el pa¨ªs entero necesita saber que la justicia llega a los gobernantes criminales.

P. ?C¨®mo ha sido luchar estos ¨²ltimos 15 a?os para conseguir que se haga justicia su caso?

R. Ha sido un esfuerzo monumental con un desgaste emocional, f¨ªsico y econ¨®mico que aun no he podido contabilizar. Lo dif¨ªcil no es solo denunciar a la delincuencia organizada que explota a la ni?ez, sino pelear con el Estado Mexicano y su corrupci¨®n institucional. Es frustrante y agotador pero necesario.

P. ?Qu¨¦ sinti¨® cuando el Estado mexicano le pidi¨® perd¨®n por la violaci¨®n a sus derechos humanos y por haberla fallado como lo hizo?

R. Desde el d¨ªa en que nos enviaron el dictamen de la ONU en Ginebra el equipo de Articulo 19 trabaj¨® incansable para lograr la reparaci¨®n integral del da?o. Cuando le¨ª ese dictamen llor¨¦ mucho, sent¨ª que despu¨¦s de doce a?os de viacrucis un organismo oficial reconoc¨ªa mi realidad, negada tantas veces por el Estado mexicano.

P. ?Se ha sentido abandonada por su pa¨ªs?

R. Nadie imagina c¨®mo se vive la impunidad a nivel psicoemocional, es como si te cortaran un brazo y el gobierno te repitiera: ¡°claro que tienes la mano, s¨®lo que no la puedes ni ver ni sentir porque est¨¢s loca¡±. Cuando el estado niega sistem¨¢ticamente tu realidad y el dolor que conlleva te deprimes, te da ansiedad e insomnio, es enloquecedor y mantener la cordura es una tarea de tiempo completo.

P. ?C¨®mo recuerda aquel d¨ªa?

R. No pude disfrutar el momento en que me ofrecieron disculpas, porque los d¨ªas anteriores fueron infernales. Olga S¨¢nchez Cordero estaba sabote¨¢ndolo todo, no quer¨ªa a la prensa presente, quer¨ªa que fuese en un espacio peque?o, y no quer¨ªa ir ella misma, sino que Alejandro Encinas la representara para minimizar el evento. As¨ª que yo me mov¨ª y solicitamos formalmente a la SRE que el canciller Marcelo Ebrard estuviera presente pues el aviso de la ONU lleg¨® por Canciller¨ªa, tambi¨¦n invitamos a Juan Ram¨®n de la Fuente de la ONU en N.Y, yo quer¨ªa que la ministra S¨¢nchez se viera obligada a asumir su responsabilidad.

P. Usted ha cargado fuertemente contra Olga S¨¢nchez Cordero (exsecretaria de Gobernaci¨®n)...

R. Si ella no hubiera votado en mi contra en la Suprema Corte, ni las ni?as victimadas ni yo hubi¨¦semos sufrido diez a?os m¨¢s de amenazas y persecuci¨®n. Entonces respir¨¦ y pens¨¦: hemos dicho la verdad y lo seguiremos haciendo aunque los criminales tengan c¨®mplices como S¨¢nchez en el poder.

P. ?Cree que el problema de impunidad de M¨¦xico est¨¢ en su legislaci¨®n?

R. La impunidad no es solamente producto de la corrupci¨®n, en realidad lo que m¨¢s da?o hace es la ignorancia de las y los funcionarios a cargo de investigar estos delitos, hace falta conocimiento de criminolog¨ªa protecci¨®n de la integridad de las v¨ªctimas. No es cierto que todos los responsables de los casos de este informe, tengan influencia y poder, lo que hay es un vac¨ªo en el poder judicial, el n¨²mero de ciberpolic¨ªas es rid¨ªculo en M¨¦xico y la FGR se niega a integrar investigaciones desde Seido (Subprocuradur¨ªa Especializada en Investigaci¨®n de Delincuencia Organizada). Siguen creyendo que la delincuencia organizada es solo el narco.

P. ?Imagin¨® que su vida iba a cambiar de esta manera cuando public¨® Los demonios del Ed¨¦n?

R. Antes de publicar el libro yo ten¨ªa amenazas de muerte de Kamel Nacif y Succar Kuri, yo sab¨ªa que me enfrentaba a ellos, a Gamboa Patr¨®n y a Yunes, pol¨ªticos con historias vinculadas a la delincuencia organizada. No imagin¨¦ que me encarcelar¨ªan ilegalmente y me torturar¨ªan, pero sab¨ªa que ser¨ªa muy dif¨ªcil y que sellaba un pacto con enemigos muy poderosos; pero al final as¨ª de riesgoso es el buen periodismo de investigaci¨®n en pa¨ªses con ese grado de impunidad.

P. ?Qu¨¦ importancia tiene para usted como periodista denunciar el abuso y explotaci¨®n de mujeres y menores en el mundo?

R. La violencia sexual atraviesa la vida de las mujeres y ni?as de una forma vital, por eso es importante analizar, denunciar y explicar, porque entonces el trabajo period¨ªstico, en especial el ensayo logra adem¨¢s ser un instrumento educativo. Por eso es importante. La pornograf¨ªa infantil est¨¢ viviendo una segunda oleada en todo el mundo, los consumidores tienen un promedio de edad de 13 a 50 a?os, la normalizaci¨®n de estos delitos va en aumento porque los adolescentes que la consumen la ven como porno para su edad.

P. ?Cree usted que el avance del feminismo en M¨¦xico est¨¢ contribuyendo a que se acabe con la impunidad en los casos de violencia contra las mujeres o seguimos igual?

R. Llev¨® dos mil a?os implantar la cultura machista y la visi¨®n patriarcal en los sistemas de justicia, tal vez lleve lo mismo transformarlo de fondo.

P. ?Qu¨¦ le dir¨ªa a las feministas m¨¢s j¨®venes?

R. Les agradezco la rebeld¨ªa y la creatividad. Les deseo que logren, como yo lo logr¨¦ con ayuda de otras mujeres, transformar la rabia en fuerza interior. Que celebren cada logro, que amen y r¨ªan un poco cada d¨ªa y tejan redes solidarias tan grandes que crucen los oc¨¦anos.

P. Despu¨¦s de tanto tiempo, ?c¨®mo ha sanado Lydia Cacho las heridas para seguir luchando?

R. Algunas han sanado, otras siguen abiertas y a ratos sangran irremediablemente. No he dejado la terapia. Sin salud mental no tengo nada; porque los que me persiguen buscan arrebatarme el sue?o y la paz interior. Yo me concentro en ello para ganar la batalla m¨¢s importante que es la de defender mi derecho a una vida libre de violencia. Cada vez que pierdo la esperanza la busco en un abrazo.

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