Un legado in¨¦dito para mantener viva la memoria del exilio espa?ol

La memoria del exilio republicano espa?ol, que por momentos pareciera apagarse, sigue viva allende los mares. Poco a poco se extinguen las voces de los primeros que embarcaron su vida huyendo de la ignominia franquista, pero resurge la generosidad de sus descendientes. Estos d¨ªas, el Ateneo Espa?ol de M¨¦xico ha recibido el mayor legado hist¨®rico de los ¨²ltimos a?os: cientos de fotos in¨¦ditas donadas por la hija de Fernando Rodr¨ªguez Miaja, fallecido en noviembre pasado a los 103 a?os. El joven Fernando fue secretario particular de su t¨ªo, el general Miaja, que defendi¨® Madrid del fascismo, y por sus ¨¢lbumes familiares desfilan los protagonistas pol¨ªticos y militares de aquellos d¨ªas, en Espa?a y en M¨¦xico. Todo un tesoro en sepia, desubicado y sin fechas definidas, que ahora les toca desentra?ar a los historiadores.

Manuel Aza?a est¨¢ visitando un pueblo devastado por los ca?onazos, quiz¨¢ Brunete, con un campanario bombardeado que apenas se sostiene erguido. A su lado est¨¢ Miaja y las tropas, formadas, flanquean su paso. Es invierno y la guerra no ha hecho m¨¢s que empezar. En otra imagen, al presidente de la Rep¨²blica y su general les acompa?a Largo Caballero, el socialista que presidi¨® el Consejo de Ministros en aquel primer a?o tras el golpe de Estado. En un despacho, el general Miaja se vuelca embebido sobre unos papeles o imagina estrategias b¨¦licas junto a un mapa de Espa?a colgado en la pared. Indalecio Prieto, quien fuera ministro de Defensa Nacional, aparece en varias de las fotograf¨ªas, algunas dedicadas. Ministro tambi¨¦n, de Marina, y luego presidente de la Generalitat de Catalu?a, Llu¨ªs Companys es otro de los protagonistas de los ¨¢lbumes de Rodr¨ªguez Miaja. Despu¨¦s lleg¨® el exilio.

Fernando organiz¨® la salida del general hacia Am¨¦rica, primero La Habana, despu¨¦s M¨¦xico. El secretario y sobrino de Miaja acab¨® cas¨¢ndose con una hija de ¨¦ste, as¨ª que fue sobrino y yerno. A su muerte, su hija Margarita, entabl¨® conversaciones con el presidente del Ateneo, Ernesto Casanova, a quien manifest¨® su voluntad de donar las fotograf¨ªas. Apenas entregados algunos de los ¨¢lbumes, se contagi¨® de covid y muri¨® hace unas semanas. ¡°Estoy seguro de que Margarita habr¨ªa sido de gran ayuda para identificar a muchos de los personajes de las fotos¡±, dice apenado Casanova, que conoci¨® bien a Fernando, asiduo del Ateneo hasta su fallecimiento. Sirva esta an¨¦cdota en su recuerdo: ¡°El d¨ªa que sacaron los restos de Franco del Valle de los Ca¨ªdos hicimos una reuni¨®n plenaria en el Ateneo con cinco puntos del d¨ªa. El ¨²ltimo era un brindis por el esperado acontecimiento de Cuelgamuros. Fernando lo ley¨® y con su habitual chanza dijo: ?Por qu¨¦ no empezamos por el ¨²ltimo punto?¡±.

La vida pr¨®spera de Fernando Rodr¨ªguez Miaja en M¨¦xico no eclips¨® jam¨¢s su memoria del infierno bajo las bombas en Madrid. Ni la penosa salida de Espa?a junto a su t¨ªo y el resto de la familia. ¡°Yo soy de los embotellados en origen¡±, bromeaba con el presidente del Ateneo en sus muchas conversaciones. Sab¨ªa que ya era de los pocos que conservaban de primera mano una buena parte de la historia de Espa?a en su cabeza. Ahora ha sido su amigo Fernando Serrano Migall¨®n, profesor de Derecho de la UNAM y miembro de la Academia Mexicana de la Lengua, quien ha prestado sus enormes conocimientos hist¨®ricos para poner nombres y apellidos a muchos de los que aparecen en estas fotos. ¡°Son in¨¦ditas, sin duda. Puede que alguna se haya prestado para un reportaje, documental o alg¨²n libro, pero siempre han estado con la familia, jam¨¢s se ha hecho una exposici¨®n con esas fotos¡±, afirma Serrano Migall¨®n.

Fotogaler¨ªa: Cientos de fotos in¨¦ditas del exilio espa?ol donadas en M¨¦xico

El Ateneo tiene previsto revisar todo el material, primero con el acuerdo de la familia. El hijo de Rodr¨ªguez Miaja, tambi¨¦n Fernando, ser¨¢ consultado para ello. Entre todos tratar¨¢n de poner fecha, lugar y datos a esas im¨¢genes con las que puede seguirse la l¨ªnea de un pa¨ªs en guerra, los desvelos pol¨ªticos en despachos protegidos de los ca?onazos y el exilio en el que los protagonistas de todo aquello a¨²n quer¨ªan so?ar con la victoria sobre la dictadura. All¨ª est¨¢n Mart¨ªnez Barrios, que presidi¨® el Consejo de Ministros, o Jos¨¦ Giral, primer presidente del Gobierno republicano en el exilio mexicano, despu¨¦s todos estuvieron en Francia. Hay cenas en homenaje al general Miaja. Y no faltan los presidentes mexicanos: L¨¢zaro C¨¢rdenas, por supuesto, que abri¨® las puertas del pa¨ªs a miles de exiliados, o Pascual Ortiz Rubio o Miguel Alem¨¢n. Las im¨¢genes certifican los lazos pol¨ªticos, no solo humanos, que los republicanos espa?oles trenzaron con los mexicanos y la vida cultural y social que construyeron juntos. ¡°El Ateneo era una de las tribunas m¨¢s importantes que hab¨ªa en M¨¦xico en los a?os cincuenta¡±, recuerda Serrano Migall¨®n. En M¨¦xico, como en Francia, Argentina o Estados Unidos, todos los exiliados se dorm¨ªan pensando que ma?ana la dictadura habr¨ªa sido un mal sue?o. Los ¨¢lbumes de fotos donados son la prueba de que aquella perfidia se extendi¨® m¨¢s all¨¢ de lo soportable: las ¨²ltimas tomas son en color, junto a hijos y nietos ya mexicanos para siempre.

Las fotos in¨¦ditas, una vez catalogadas, servir¨¢n para hacer el homenaje que el Ateneo tiene previsto para Rodr¨ªguez Miaja, que ser¨¢ extensivo a su hija Margarita. ¡°Es un legado fant¨¢stico que ayuda a consolidar la memoria del exilio republicano, el objetivo del Ateneo. Y que servir¨¢ sin duda para los historiadores de aquella etapa¡±, dice Casanova. ¡°Con el tiempo esperamos exponerlo al p¨²blico, claro¡±, a?ade el presidente del Ateneo.

Los protagonistas de la historia contempor¨¢nea m¨¢s terrible de Espa?a se van marchando con la edad, pero queda su legado, que mantiene viva, contra el tiempo, la memoria de un pa¨ªs que se extendi¨® m¨¢s all¨¢ del mar.

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