Subastar un meme en millones de d¨®lares: la imparable moda del criptoarte llega a Latinoam¨¦rica
La venta de arte digital con tecnolog¨ªa ¡®blockchain¡¯ revoluciona la manera de comerciar con obras virtuales. Por primera vez, Morton realiza una subasta con artistas latinoamericanos autores de ¡®non fungible tokens¡¯
En junio pasado la casa de subastas Morton vendi¨® por primera vez en sus 34 a?os de existencia una obra de arte que ya no existe de manera tangible. El cuadro llamado Viva, del artista mexicano Juan Carlos Valle, solo se conserva como un GIF en el que se puede apreciar el latido de un coraz¨®n en el centro de un lienzo en blanco. Aunque la obra fue reciclada, la creaci¨®n art¨ªstica y su autor¨ªa contin¨²an existiendo en internet como un NFT (token no fungible, por sus siglas en ingl¨¦s) un c¨®digo encriptado que utiliza la tecnolog¨ªa blockchain para garantizar su autenticidad. Viva fue vendido por 110.880 pesos (unos 5.500 d¨®lares), el triple de su precio de salida.
Desde el pr¨®ximo 6 de septiembre y hasta el d¨ªa 11, Morton a trav¨¦s de la plataforma Artereum, abrir¨¢ una nueva puja en l¨ªnea con NFT de 22 artistas latinoamericanos, entre los que se encuentran Yunuene, Christian Borbolla, Manuel Larrea, Carla Elena, Fernando Penhos y Martha Maya, entre otros. La participaci¨®n de grandes galer¨ªas y casas de subastas en el mercado del criptoarte denota el creciente inter¨¦s de inversores y coleccionistas por un mundo de transacciones millonarias que se mueve entre la especulaci¨®n y la revoluci¨®n tecnol¨®gica. Con el bitcoin tocando m¨¢ximos, todo lo relacionado con las criptomonedas ha experimentado una explosi¨®n en el ¨²ltimo a?o. Por ejemplo, la casa Sotheby¡¯s prepara para el 9 de septiembre la subasta de NFT con ilustraciones de los conocidos ¡°monos aburridos¡± (Bored Ape Yatch Club) de Yuga Labs, con la que esperan alcanzar 18 millones de d¨®lares. Mientras que este a?o, Christie¡¯s vendi¨® un collage del artista Mike Winkelmann, conocido como Beeple, en 69 millones de d¨®lares. La obra, compuesta por cientos de fotos digitales que el autor tom¨® desde 2007, es el NFT m¨¢s caro de la historia hasta el momento.
No hay una l¨®gica interna de por qu¨¦ algunos NFT son tan cotizados. Muchos de ellos forman parte de la historia de internet y de la cultura digital. Eso es lo que hace tan especial para algunos usuarios comprar el archivo original en plataformas de blockchain como Ethereum. Por ejemplo, la famosa animaci¨®n Nyan Cat fue vendida por 500.000 d¨®lares. Su autor declar¨® al diario The Guardian que los coleccionistas se mostraron muy interesados en comprar el archivo digital original del que nacieron miles de memes despu¨¦s. El valor del c¨®digo NFT reside en que hace que una obra sea escasa y exclusiva.
En realidad, no existe una raz¨®n que explique por qu¨¦ algunos NFT virales funcionan bien y otros no. Artistas, cr¨ªticos, galer¨ªas y casas de subastas miran este fen¨®meno reciente con una mezcla de curiosidad y desconfianza. Mientras tanto, el mercado del arte no se pone de acuerdo. Hay quienes consideran a este movimiento una burbuja especulativa que pronto explotar¨¢, mientras que otros declaran que el futuro del arte digital quedar¨¢ unido para siempre al de los NFT. Lo consideran una revoluci¨®n en las formas de intercambio del valor creativo de la obra. ¡°El criptoarte es un movimiento art¨ªstico que usa el desarrollo de las criptomonedas para crear una nueva expresi¨®n est¨¦tica y maneras diferentes de comerciar con obras digitales¡±, se?ala Juan David Reyes, desarrollador de comunidad para Latinoam¨¦rica de la empresa Status.im, desde Colombia.
Los NFT que ser¨¢n vendidos por Artereum y Morton Subastas en M¨¦xico, consisten en im¨¢genes en JPG, videos en MP4, GIF o animaciones e incluso una pieza musical. ¡°Tiene un gran potencial econ¨®mico que creci¨® durante el confinamiento y que esta aqu¨ª para quedarse¡±, asegura Alejandro Tornero, de Artereum. La tecnolog¨ªa blockchain protege la pieza de potenciales alteraciones o violaciones a los derechos de autor y genera regal¨ªas a su creador cada vez que cambie de manos. Los precios de salida de las obras est¨¢n entre los 900 y 2.300 d¨®lares. ¡°De esta manera, se est¨¢n comprando y vendiendo obras digitales como si fueran productos f¨ªsicos y agregando valor a obras que est¨¢n compartidas en la red¡±, agrega Juan David Reyes.
La tecnolog¨ªa ha hecho posible que una generaci¨®n de nuevos artistas se replanteen los formatos en que las obras son creadas y comercializadas. Martha Maya, artista de Baja California que participa en la subasta, muestra a trav¨¦s de una est¨¦tica psicod¨¦lica y kitsch ¡ª algo que abunda mucho en el criptoarte¡ª, la dependencia de la sociedad a las pantallas con su obra Portales. Maya comenz¨® hace dos a?os a crear non fungible tokens y ahora espera fortalecer su marca gracias a la venta en l¨ªnea. ¡°Es lindo que la pieza viva en su entorno digital, donde fue creada¡±, se?al¨® en rueda de prensa. ¡°Los que entiendan la est¨¦tica y las reglas ser¨¢n exitosos porque es una mezcla de talento y creaci¨®n pero tambi¨¦n de estrategia y marketing¡±, a?ade Reyes. El especialista en criptocosas refiere que el mercado latinoamericano de los NFT todav¨ªa es incipiente pero poco a poco M¨¦xico, Colombia, Argentina y otros pa¨ªses se suman a la ola. Mientras tanto, en Estados Unidos, Europa y Asia contin¨²an a la cabeza. Ojo, en algo tan prometedor, pero a la vez tan inexplorado hay quien buscar¨¢ lucrarse de manera ominosa. Como el caso del falso NFT de Banksy que fue comprado por unos 300.000 d¨®lares.
Hay otros artistas que, sin embargo, no est¨¢n de acuerdo con que los grandes jugadores se sumen al mercado del criptoarte. Las impulsoras de la plataforma Dada Art y otras similares parten de la premisa de que el mundo cripto fue creado precisamente para evitar a los entes reguladores y la centralizaci¨®n. ¡°Tal vez [los NFT] se normalizar¨¢n como un certificado de autenticidad que pueda rotar entre diferentes manos y garantice que la obra es original, que no fue alterada. Lo que hace una galer¨ªa cuando te da un certificado de calidad respecto a la obra¡±, puntualiza Reyes. ¡°Por otro lado, eso significa que se monopolice la conversaci¨®n y que sea dif¨ªcil y caro entrar si est¨¢s empezando¡±, reflexiona el especialista.
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