Aura Garc¨ªa-Junco: ¡°En las relaciones no mon¨®gamas recaen las penalizaciones m¨¢s fuertes de la sociedad¡±
La escritora mexicana publica ¡®El d¨ªa que aprend¨ª que no s¨¦ amar¡¯, un ensayo personal que cuestiona la exclusividad en los v¨ªnculos sexoafectivos

A Aura Garc¨ªa-Junco nunca se le dio bien la monogamia. ¡°Primero fui una infiel inocente, a la manera en que los ni?os torturan a sus mascotas porque no han desarrollado la empat¨ªa necesaria para ver que las hacen sufrir¡±, escribe en El d¨ªa que aprend¨ª que no s¨¦ amar (Seix Barral, 2021), un ensayo en el que cuestiona la exclusividad en las relaciones sexoafectivas. Y contin¨²a: ¡°Luego cambi¨¦, ya no soy as¨ª de mala persona¡±. Una revelaci¨®n que hizo en un bar ¨C¡±tengo una relaci¨®n abierta¡±¨C le devolvi¨® una respuesta ¨C¡±t¨² nunca te has enamorado¡±¨C que la hizo empezar a investigar: ?en serio amaba a su pareja? As¨ª se desat¨® este libro, que no pretende ser un manual para amar, sino una revisi¨®n sobre los v¨ªnculos en el siglo XXI.
Garc¨ªa-Junco, que fue elegida por la revista brit¨¢nica Granta como una de las mejores narradoras menores de 35 a?os en espa?ol, avisa de que no pretende imponer su forma de relacionarse sino ¡°pensar la intimidad desde un ¨¢ngulo m¨¢s amable¡±. La entrada al mundo de la no monogamia, escribe, ¡°es como un baile lento en el que lxs incolucradxs tienen que leerse los pasos, pegar los cuerpos y sentir los impulsos de sus parejas¡±. ¡°Del tr¨ªo o de las 25 personas involucradas¡ pero siempre con el ritmo que marcan los otros cuerpos¡±, explica a EL PA?S la escritora (Ciudad de M¨¦xico, 33 a?os). Ella naci¨®, reconoce, ¡°con dos pies izquierdos y muchas ganas de bailar¡±.
En 226 p¨¢ginas, escribe sobre el amor rom¨¢ntico, las aplicaciones de citas, la pornograf¨ªa, la belleza o el mercado inmobiliario. ¡°El amor no es un monolito¡±, se?ala en su casa, un departamento con libros propios y heredados donde vive con otra chica y tres gatos que marcan la cadencia de la conversaci¨®n. ¡°Nosotras nos queremos y ellos se odian. Aqu¨ª somos una comuna¡±, bromea. Garc¨ªa-Junco aborda la inmensidad del tema con referencias te¨®ricas, experiencias personales y algo de iron¨ªa. En cada cap¨ªtulo, tacha versos de El arte de amar, de Ovidio, para intervenir sobre esa gu¨ªa cl¨¢sica. ¡°Una llamada de atenci¨®n para quienes, por incre¨ªble que parezca, a¨²n comparten ideas contigo¡±, le dice la autora al poeta romano.
Pregunta. De Ovidio a su libro, pasando por m¨¢s publicaciones antiguas y recientes que enmarcan el debate, ?por qu¨¦ se teoriza sobre el amor?
Respuesta. Hay un mont¨®n de libros y al mismo tiempo existe la concepci¨®n opuesta, de que el amor no se piensa, sino que se vive y pensarlo le quita su gracia. La divinidad del amor y las cosas divinas que no se explican. Es una concepci¨®n un poco religiosa: tengo que creer sin entender. Hay toda una cultura de escritura sobre amor y tambi¨¦n un ocultamiento.
P. ?Qu¨¦ es el amor: un fen¨®meno social, cient¨ªfico, cultural¡?
R. Si hay que resumirlo, es un sentimiento que est¨¢ compuesto de muchas reglas culturales y una larga historia que lo determina para ser de cierta manera. Como sentimiento, se configura desde lo pol¨ªtico. Es una respuesta abstract¨ªsima con la que nadie que est¨¦ enamorado va a conectar. Y por eso me gusta huirle a la idea de definir el amor, porque tiene una parte muy racional y otra visceral. A veces parece que solo es v¨ªscera pero tambi¨¦n tiene mucho de lo otro.
P. Critica la idea de del amor como algo ¡°natural¡±.
R. Todo el libro es una visi¨®n cr¨ªtica de la naturalizaci¨®n de ciertos patrones y conductas. Dentro de la idea de naturaleza suele haber un mont¨®n de construcciones sociales y a veces esa idea sirve para legitimar violencias. El amor parece lo m¨¢s natural que hay pero tiene un mont¨®n de historia. De historias, en plural.
P. ?Cu¨¢nto tiene que cambiar el mundo para que la pareja deje de ser el centro de las relaciones?
R. No creo que haya que llegar a una comunidad en la que todas las relaciones sean abiertas, ni que las relaciones abiertas sean el ¨²ltimo eslab¨®n del progreso. Hay relaciones as¨ª, como las ha habido antes, que funcionan muy bien y otras que no.
Brigitte Vasallo habla de c¨®mo la pir¨¢mide de la monogamia siempre tiene por encima de todo a la pareja, y quiz¨¢s a su progenie pero nada m¨¢s. Esto crea parejas islas y un desarraigo de las redes comunitarias. Creo que esa idea de pareja es nociva porque debilita la idea de comunidad y aunque parece m¨¢s certera en t¨¦rminos, por ejemplo, de estabilidad econ¨®mica muchas veces es una ilusi¨®n, y eso se ve cuando las parejas se rompen. O cuando en una relaci¨®n de violencia alguna de las partes, normalmente la mujer, est¨¢ tan aislada de su contexto que no puede encontrar de d¨®nde asirse para salirse de esas relaciones.
P. Escribe que ser mujer es sentir un terror permanente. ?C¨®mo lo afronta personalmente?
R. El miedo a la violaci¨®n es como un monstruo que te va acechando siempre. Es un monstruo que adem¨¢s no es una paranoia infundada porque hablas con 10 de tus amigas y siete han sufrido alg¨²n tipo de abuso sexual si no es que m¨¢s. Es algo que he tratado mucho. No es que est¨¦ libre de ese miedo, porque no es algo de lo que te puedas desprender, pero s¨ª intento vivir la vida sin pensarla como una red de peligros porque si no me parece invivible. No quiero sentirme controlada. Pero claro que si voy caminando por la calle a la noche voy muri¨¦ndome de miedo.
P. ?Es asumir el riesgo de que puede pasar?
R. S¨ª, no queda de otra. ?Si no qu¨¦ haces? No sales nunca m¨¢s de tu casa y aun as¨ª¡ No creo que se pueda vivir sin ese miedo en esta sociedad que es s¨²per violenta.

P. Reconoce que en las relaciones no mon¨®gamas tambi¨¦n puede haber dolor y jerarqu¨ªas, ?por qu¨¦ intentarlo?
R. No creo que valga la pena que todo el mundo lo intente. Tiene que partir de un deseo que te permite explorar e investigar el amor. Creo que las personas que no han querido la monogamia han existido siempre solo que no han tenido los ambientes propicios para relacionarse de otra forma. O si los han tenido pero ha sido algo tan minoritario que no se ve en todas partes. Hablo del contexto mexicano porque ha habido un mont¨®n experimentos o culturas que tienen la no monogamia como una norma permitida.
P. ?Por qu¨¦ no prevalecen?
R. Porque en las relaciones no mon¨®gamas recaen algunas de las penalizaciones m¨¢s fuertes de la sociedad. Un miedo muy grande al sexo (especialmente cuando se trata de las mujeres) y el miedo al cornudo. No solamente las mujeres sufren dentro de las relaciones abiertas esa penalizaci¨®n social [por ser] ¡±la puta¡±, tambi¨¦n los hombres sufren la etiqueta de d¨¦bil o de hombre sin honor. No nos relacionamos en el microcosmos sino que hay una comunidad que te penaliza por relacionarte de otras formas.
Tambi¨¦n hay condiciones socioecon¨®micas que a veces lo dificultan. A veces es m¨¢s f¨¢cil simplemente relacionarte en una pareja y compartir tu miserable sueldo. Hay toda una gama de explicaciones. Muchas tienen que ver con una cuesti¨®n ideol¨®gica y otras tienen que ver con temas estructurales. No estamos preparados para organizaciones que no sean de pareja.
P. Dice que estamos ¡°en una encrucijada entre querer cambiar nuestras formas de relacionarnos y una educaci¨®n que nos lo dificulta¡±.
R. Estamos en el match point.
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El d¨ªa que aprend¨ª que no s¨¦ amar, de Aura Garc¨ªa-Junco
248 pesos.
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