La FIL de Guadalajara vuelve a abrazar al p¨²blico
El gran evento editorial del espa?ol regresa a la presencialidad con un cuarto de su aforo habitual y estrictos controles sanitarios
Al menos tres controles separan las calles de Guadalajara del evento cultural m¨¢s importante de Latinoam¨¦rica. La edici¨®n n¨²mero 35 de la Feria Internacional del Libro (FIL) ha vuelto a la presencialidad tras el par¨®n impuesto por la pandemia en 2020. Tras el control de entradas y el de seguridad, una c¨¢psula con una regadera de desinfectante abre las puertas del predio a los visitantes. La FIL, que en ediciones pasadas convoc¨® a m¨¢s de 800.000 participantes, espera recibir este a?o a un cuarto de los asistentes. Las restricciones sanitarias se han sentido en su jornada inaugural: solo se permiten mascarillas quir¨²rgicas, el flujo de visitantes est¨¢ controlado y los pasillos m¨¢s anchos que en otras ediciones separan a las editoriales. Pero s¨ª, s¨ª se pueden tocar los libros. Y los visitantes han copado la entrada de Expo Guadalajara con el mismo fervor de antes.
¡°El a?o pasado fue muy triste¡±, dice Luis M¨¦ndez junto a su novia, Renata Guzm¨¢n. Estos quincea?eros nacidos en Guadalajara han llegado entre los primeros al predio ferial, que abri¨® sus puertas sobre las nueve de la ma?ana, y visten de fiesta: ¨¦l de camisa y americana, ella de vestido y zapatos de tac¨®n. ¡°La vibra del primer d¨ªa es siempre lo mejor¡±, dice Guzm¨¢n nada m¨¢s pasar el filtro sanitario. ¡°Vamos a dar varias vueltas y mirar, que es lo mejor¡±, zanja. Enfrente, tienen a las editoriales m¨¢s grandes, que pagan por los puestos con mayor visibilidad. M¨¢s all¨¢, los pasillos comienzan abrirse, donde se ubican las editoriales m¨¢s independientes, universitarias, religiosas o contables, y tambi¨¦n las secciones internacionales.
Durante nueve d¨ªas, la FIL atrae todas las miradas de la ciudad y es tambi¨¦n una oportunidad ¨²nica para visitantes de todo M¨¦xico. Este a?o, la modalidad es presencial en un 70% y virtual en un 30%. Uno de los primeros actos presenciales fue la entrega del premio FIL de Literatura a la escritora chilena Diamela Eltit. Durante el acto, el presidente de la feria, Ra¨²l Padilla, pidi¨® un minuto de silencio en homenaje a la autora espa?ola Almudena Grandes, fallecida este s¨¢bado. El d¨ªa ha continuado con presentaciones en salas sanitizadas y distanciamiento, con eventos virtuales como la presentaci¨®n de La bestia, el ¨²ltimo ¨¦xito de los tres hombres que en octubre pasado salieron a la luz como Carmen Mola y conciertos, cuyo ciclo inaugurar¨¢ Novalima, un grupo de cumbia afro proveniente de Per¨², el pa¨ªs invitado.
¡°Nos estaba haciendo falta¡±, dice Ricardo S¨¢chez-Riancho, director de Textofilia, una editorial con m¨¢s de 10 a?os en el mercado especializada en literatura. S¨¢nchez-Riancho acomoda los libros en los estantes de madera. El alquiler del puesto cuesta alrededor de 50.000 pesos mexicanos (unos 2.300 d¨®lares). ¡°Es una apuesta¡±, se?ala el editor, que no sabe si la inversi¨®n les rendir¨¢. Por las restricciones, se esperan unas 225.000 personas (frente a las 828.000 que asistir¨ªan en un a?o normal) ¡°Habr¨¢ que ver qu¨¦ pasa con las ventas, pero es una plataforma para el mundo, un punto de encuentro que no queremos que se pierda¡±, apunta y asegura: ¡°Vinimos para apoyar la feria¡±.
El editor destaca que la FIL de Guadalajara da ¡°un sentido de lo que pasa en el mercado¡±, algo ¡°imposible de tener de otra manera¡±. Ni con los informes de Amazon, ni con el pulso de las redes sociales, afirma. ¡°Lo del a?o pasado fue un acto simb¨®lico¡±, indica. Los pasillos comienzan a llenarse y el flujo en los pasillos y dentro de los puestos se entorpece. Alexia Halteman, editora de Impronta, una editorial y librer¨ªa de Guadalajara, cuenta que el ¨²ltimo a?o el negocio funcion¨® de forma virtual y ¡°salieron cosas positivas¡±, como una nueva tienda en l¨ªnea, en su caso, y llegada a lectores de todo el mundo. Haber vuelto, sin embargo, facilita los ¡°encuentros de amistad, cari?o y cuidado¡± con el resto de la industria y los lectores.
?dgar C¨¢rdenas, educador de 49 a?os, pas¨® la noche en un autob¨²s que lo trajo desde el Estado de Durango hasta Guadalajara, ocho horas de carretera del norte al centro del pa¨ªs. ¡°Las bibliotecas all¨¢ est¨¢n bien desactualizadas, y tambi¨¦n es dif¨ªcil comprar novedad¡±, dice el hombre, que viene en busca de las novedades publicadas en torno al Nobel nacional Octavio Paz. M¨¦xico cuenta con 1.648 librer¨ªas, seg¨²n el Sistema de Informaci¨®n Cultural del Gobierno, pero el 30% se encuentran solo en la capital. En otro pasillo, Dayan Blanco, de 26 a?os, hace fila para entrar a una tienda con libros en ingl¨¦s para adultos j¨®venes. ¡°Son tendencia en TikTok¡±, explica la joven, que lleva el pelo rojo y un punto luminoso de maquillaje en el lagrimal. Esta es una de las pocas tiendas en las que encuentra los libros que ha venido a buscar y que, si no, compra en l¨ªnea.
¡°Esta feria es una inc¨®gnita¡±, comenta dentro del puesto de una gran editorial un trabajador a otro compa?ero. Miran, los brazos cruzados, alrededor: la gente toma, hojea y gira; apila t¨ªtulos sobre los brazos, guarda lo que ha comprado en bolsas de tela o valijas, incluso; salen, siguen recorriendo. Hasta esta ma?ana los dos trabajadores que conversan dudaban de si la feria se har¨ªa. Pero ya ha arrancado. En la primera jornada han regresado, tambi¨¦n, los escraches: decenas de alumnos de la universidad exig¨ªan afuera del predio que quieren ¡°un rector, no un candidato¡± y un hombre solo, a metros de all¨ª, porta un cartel cr¨ªtico con Morena, el partido del presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador. ¡°Creo que va a ser un ¨¦xito¡±, opina el trabajador de la editorial grande y agrega: ¡°Hay un caos de gente, va a terminar muy bien¡±.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S M¨¦xico y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este pa¨ªs
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.