La tierra que removi¨® Dolores Reyes en una escuela de Guadalajara
La autora argentina visita una preparatoria de la periferia de la capital de Jalisco durante la FIL para hablar con los estudiantes sobre literatura, feminismo y violencias
La preparatoria n¨²mero 16 de San Mart¨ªn de las Flores de Abajo, en el ¨¢rea metropolitana de Guadalajara, est¨¢ junto a un cementerio. Desde el patio, se ven las tumbas que asoman por encima del pared¨®n. Los alumnos han recreado, adem¨¢s, un pante¨®n en el interior de la escuela con cruces de madera, flores rojas y botellas de pl¨¢stico llenas de tierra sobre el pasto. En una esquina de esa escenograf¨ªa, aguarda una ni?a de pelo largo y oscuro, como la protagonista de Cometierra, la primera novela de la escritora argentina Dolores Reyes, que este viernes ha visitado a los estudiantes durante la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara.
La protagonista del libro es una joven vidente que traga tierra para encontrar a mujeres cuyos familiares buscan con desesperaci¨®n. A veces las encuentra con vida; a veces son cad¨¢veres. Esa restituci¨®n alivia el desconsuelo de las personas cercanas a las v¨ªctimas. ¡°El duelo es central en Cometierra porque cuando violentan a una mujer, a un ni?o, a una persona y roban su cuerpo, no dejan a sus seres queridos despedirse. Y queda una incertidumbre que es una tortura¡±, ha se?alado Reyes (Buenos Aires, 43 a?os). Ese dolor insoportable traza una l¨ªnea desde Argentina hasta M¨¦xico: ¡°Las que buscan a los hijos e hijas desaparecidas, mucho m¨¢s que los Estados, son organizaciones de mujeres que siempre tuvieron que intervenir incluso sin pensarlo¡±.
Reyes empez¨® a escribir la novela cuando trabajaba como maestra en una escuela de la periferia de Buenos Aires. Cerca, a 150 metros, tambi¨¦n hab¨ªa un cementerio. All¨ª estaban las tumbas de Melina Romero y Araceli Ramos, dos adolescentes v¨ªctimas de feminicidios a quienes est¨¢ dedicada la novela. ¡°A la hora de escribir una pone en juego todas sus obsesiones, su mirada, todo aquello que la conmovi¨® y que no est¨¢ resuelto¡±, ha se?alado la autora. Y busca que de all¨ª ¡°salga esa experiencia de lectura transformadora para intervenir en la sociedad¡±, ha dicho Reyes a los 200 j¨®venes de entre 15 y 18 a?os que la escuchaban esta ma?ana.
Los chicos la hab¨ªan recibido agitando globos celestes y blancos, los colores de la bandera argentina, y la hab¨ªan seguido como en un carnaval hasta el estudio de radio de la escuela, donde un alumno la entrevist¨® mientras una alumna hac¨ªa la traducci¨®n en simult¨¢neo al ingl¨¦s. De ah¨ª, la acompa?aron hasta el escenario. Los j¨®venes hab¨ªan dispuesto en las paredes cartulinas con res¨²menes del texto, recortes de peri¨®dicos, fotos de la autora o citas de su obra. ¡°Pero sigo con los ojos cerrados. Lucho contra el asco de seguir tragando tierra. No me alcanza, no me voy a ir sin ver, sin saber¡±, se le¨ªa sobre un papel naranja.
Reyes lleva tatuado en la pierna derecha ¡°Basta ya de chicas muertas¡± y en el brazo, la portada de la novela que public¨® en 2019 y cuya segunda parte espera tener lista el pr¨®ximo a?o. ¡°Pienso en los ojos de las protagonistas de mis historias y son los ojos de ustedes¡±, ha contado la escritora desde el escenario y ha avisado que hac¨ªa un esfuerzo para contener la emoci¨®n. Los alumnos que la miraban regresaron a las clases cuando los contagios de covid-19 bajaron, pero las profesoras de la instituci¨®n calculan que un cuarto de los que eran antes de la pandemia no volver¨¢. Muchos, explican las docentes, tuvieron que empezar a trabajar cuando sus padres se quedaron sin empleo.
Durante m¨¢s de una hora, los estudiantes han preguntado desde sus asientos. ?Por qu¨¦ la protagonista como tierra, por qu¨¦ no agua, por qu¨¦ no flores? ?Dolores, c¨®mo empez¨® a leer? ?Es f¨¢cil de llevar una vida de escritora? Reyes, que tiene siete hijos, de 10 a 26 a?os, ha dicho que no, que no es nada f¨¢cil. ¡°Pero la novela hubiera sido imposible sin el tiempo compartido con ellos¡±, ha se?alado la autora. ?Ha sido discriminada por ser mujer? ¡°Por supuesto¡±. ?Qu¨¦ ense?anza le dej¨® escribir este libro? ¡°Esto de no postergarme m¨¢s, de ir detr¨¢s de los sue?os¡±.
¡°Cuando yo iba a la preparatoria me gustaba mucho leer, pero los escritores estaban muy lejos. Eran seres de bronce, no eran cuerpos y no hablaban con nosotros¡±, ha explicado. ¡°Eso hizo que tardara a?ares en pensar que yo tambi¨¦n pod¨ªa contar una historia¡±. La escritora ha destacado que ¡°hoy hay muchos formatos¡±. ¡°Nunca piensen que [lo que les gustar¨ªa hacer] fue pensado para otros. Nunca permitan que nadie les diga que no lo pueden hacer por su origen, por su lugar en el mundo, por su sexo. Ustedes pueden hacer todo¡±, les ha dicho a los adolescentes. Al terminar, ha sonado Canci¨®n sin miedo, el himno feminista compuesta por Vivir Quintanar: ¡°Hoy a las mujeres nos quitan la calma / Nos sembraron miedo, nos crecieron alas¡±. Y los alumnos la han rodeado hasta acotar el c¨ªrculo como a una rockstar: maestra, escritora y activista.
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