Las dos universidades americanas del fiscal Gertz
La batalla legal por el control de la multimillonaria fundaci¨®n Jenkins, due?a de la Universidad de las Am¨¦ricas-Puebla, se solapa con los pleitos del fiscal, rector de una universidad hermana, por el registro de su marca y logotipo
Nudo en una galaxia de enredos, la pugna por el registro y el uso de la marca y el logotipo de la Universidad de las Am¨¦ricas dibuja una pol¨¦mica que apunta directamente al fiscal general de M¨¦xico, Alejandro Gertz. Los s¨ªmbolos del centro de estudios protagonizan, sin embargo, solo uno de los escenarios de una guerra mayor, que implica a la multimillonaria fundaci¨®n Mary Street Jenkins, due?a de la variante poblana de la universidad, al mismo Gobierno de Puebla, al Instituto Mexicano de la Propiedad Intelectual (IMPI) y a la propia Fiscal¨ªa General de la Rep¨²blica (FGR).
Producto de una uni¨®n de intereses variados, educativos, econ¨®micos, pero tambi¨¦n pol¨ªticos, la moderna Universidad de las Am¨¦ricas naci¨® en Puebla en 1970, sobre los brotes de un peque?o college que hab¨ªa funcionado en la capital. En 1985, despu¨¦s de una crisis de liderazgo y una andanada de cr¨ªticas al consejo directivo, el centro de estudios se escindi¨®. Una parte, la grande, permaneci¨® en Puebla, mientras que la otra, restos del antiguo college, volvi¨® a Ciudad de M¨¦xico. En enero de 1995, Gertz se convirti¨® en rector de esta ¨²ltima, que hab¨ªa adoptado el nombre de Universidad de las Am¨¦ricas, Asociaci¨®n Civil, UDLA, A. C. Gertz ocup¨® la rector¨ªa hasta noviembre de 2018, seg¨²n su declaraci¨®n ante la Secretar¨ªa de la Funci¨®n P¨²blica. Dos meses despu¨¦s se convirti¨® en fiscal.
En los ¨²ltimos 11 a?os al frente de la UDLA, A. C., Gertz y sus representantes legales, principalmente Juan Ramos, actual mano derecha del fiscal en la FGR, batallaron con la vieja aliada poblana por el uso de la marca y el logotipo. En ese tiempo, ambas partes se enfrentaron en escenarios penales y administrativos. Gertz y Ramos presentaron al menos una denuncia ante la Fiscal¨ªa de Ciudad de M¨¦xico e iniciaron un procedimiento ante el IMPI. EL PA?S tiene copia de ambos documentos. En los dos, Ramos consta como apoderado y figura como l¨ªder del equipo que representa al actual fiscal.
Hasta ahora, Gertz siempre ha vencido, manteniendo la propiedad de la marca. Algunos de los procesos contin¨²an, sin embargo, caso del litigio ante el IMPI. Iniciado en junio de 2018, Gertz gan¨® en primera instancia en febrero de 2019, cuando ya estaba al frente de la FGR. La victoria definitiva depende ahora de la resoluci¨®n del Tribunal Federal de Justicia Administrativa, decisi¨®n que a¨²n podr¨ªa impugnarse ante una instancia superior.
No queda claro qu¨¦ papel juega actualmente el m¨¢ximo procurador en la UDLA, A. C. Si bien anteriormente compatibiliz¨® el rectorado con otros cargos p¨²blicos, como cuando fungi¨® de secretario de Seguridad P¨²blica en Ciudad de M¨¦xico y luego en todo el pa¨ªs entre 1998 y 2004, su llegada a la Fiscal¨ªa cambi¨® las cosas. Gertz se hizo a un lado, aunque nunca ha aclarado su participaci¨®n posterior en la universidad. En su declaraci¨®n ante la Funci¨®n P¨²blica, el fiscal evita dar un solo detalle sobre su patrimonio o sus posibles conflictos de intereses.
Casos en paralelo
El caso de los s¨ªmbolos universitarios comparte espacio, tiempo y algunos protagonistas con el proceso matriz, que ata?e al control de la fundaci¨®n Mary Street Jenkins. Nacida en 1954, la fundaci¨®n vive una guerra interna desde hace una d¨¦cada por el conflicto entre los herederos del fundador, el magnate estadounidense William Jenkins. Como explic¨® EL PA?S hace unas semanas, los biznietos de Jenkins se acusan mutuamente de intentar saquear el patrimonio del instituto, valorado en cientos de millones de d¨®lares. En 2013, una de las partes expuls¨® de la fundaci¨®n a la otra, integrada ¨²nicamente por el biznieto mayor, Guillermo Jenkins De Landa. Temerosos de una alianza entre el primog¨¦nito y el Gobierno de Puebla, sus padres y el resto de hermanos -la parte enfrentada- sacaron del pa¨ªs el patrimonio de la fundaci¨®n, a excepci¨®n de algunos bienes, caso del campus de la universidad, valorado en m¨¢s de 100 millones de d¨®lares.
Ante tal movimiento, Guillermo Jenkins De Landa denunci¨® al resto de la familia por fraude y lavado de dinero. Era 2016. La FGR asumi¨® el caso, pero en 2018 los fiscales decidieron archivar la denuncia por considerar que no hab¨ªa indicios de delito. En entrevista con EL PA?S, las partes enfrentadas se han acusado mutuamente de lo mismo, intentar robar el patrimonio de la fundaci¨®n, integrado por hoteles, centros comerciales, edificios de oficinas, escuelas y una importante cartera de acciones. Roberto Jenkins De Landa, enfrentado con su hermano Guillermo, se?ala que el campus de la universidad nunca sali¨® de la fundaci¨®n porque no pensaron que fuera a estar en peligro. Con el paso de los a?os, su percepci¨®n cambi¨®.
En febrero de 2020, ya con Gertz al frente de la FGR, Juan Ramos reactiv¨® la denuncia de Guillermo Jenkins De Landa contra su familia. Vali¨¦ndose de una discutida figura jur¨ªdica, el ya por entonces subprocurador revoc¨® la decisi¨®n de sus predecesores de no ejercer acci¨®n penal contra los familiares, proces¨¢ndoles meses m¨¢s tarde por un posible delito de operaciones con recursos de procedencia il¨ªcita. Para la parte denunciada, Roberto Jenkins de Landa, su madre, hermanas y abogados, aquella decisi¨®n resultaba cuando menos sospechosa. No en vano, Ramos y su jefe hab¨ªan litigado durante a?os contra la joya de la corona de la fundaci¨®n, su n¨¦mesis, la Universidad de la las Am¨¦ricas-Puebla.
El movimiento de Ramos en la FGR dio cuerda al Gobierno de Puebla, supervisor de las organizaciones de beneficencia privada en el Estado. A mediados de este a?o, el Ejecutivo local, dirigido por el morenista Miguel Barbosa, destituy¨® a Roberto Jenkins de Landa y los dem¨¢s de la fundaci¨®n que dirige la UDLA-Puebla, hija de la fundaci¨®n matriz, la Mary Street jenkins. Los nuevos dirigentes de la fundaci¨®n destituyeron a su vez al rector de la universidad, Luis Ernesto Derbez. Y durante el verano presentaron varias denuncias contra Derbez, despu¨¦s de hacer una supuesta auditor¨ªa de las cuentas de la universidad.
En entrevista con este diario en octubre, preguntado por las denuncias en su contra, Derbez coment¨® solo una de ellas, a su entender la m¨¢s delicada, que ten¨ªa que ver tangencialmente con la UDLA, A. C. ¡°Hace cinco o seis a?os creamos una escuela de posgrado en Ciudad de M¨¦xico, la UDLAP Jenkins Graduate School. La idea era que respaldara a la UDLAP en programas acad¨¦micos y reclutamiento de estudiantes. Y tambi¨¦n que funcionara como estructura de relaciones con empresas, ¨®rganos de gobierno y acad¨¦micos¡±, explicaba. ¡°Se estableci¨® como una empresa distinta a la UDLAP para evitar un nuevo conflicto con la UDLA, A. C.¡±, a?ad¨ªa.
S¨ªmbolos en disputa
El primero de los procesos por los s¨ªmbolos de la Universidad de las Am¨¦ricas inici¨® en 2007. Entonces, Ramos present¨® una denuncia ante la Fiscal¨ªa de Ciudad de M¨¦xico por presuntos delitos cometidos por la UDLAP. Al realizar tr¨¢mites ante el IMPI, escrib¨ªa, se dieron cuenta de que, tiempo atr¨¢s, en 1996, la antigua aliada de Puebla hab¨ªa registrado ante el instituto el nombre adoptado tras la ruptura, Fundaci¨®n Universidad de las Am¨¦ricas Puebla. El abogado se?alaba que junto a ese nombre hab¨ªan registrado adem¨¢s el logotipo y la marca. Para Ramos, el convenio de ruptura de 1985 imped¨ªa que la hermana registrara ninguna de las dos, que el abogado considera propiedad de la UDLA, A. C. Adem¨¢s, la propia universidad de Ciudad de M¨¦xico hab¨ªa registrado los s¨ªmbolos antes que la otra, convirtiendo la situaci¨®n en un absurdo.
El abogado criticaba que el registro de la universidad poblana respond¨ªa a un acto ¡°de mala fe¡±. En el convenio de ruptura, explicaba en el escrito de denuncia, ambas partes hab¨ªan acordado que la universidad de Puebla conservar¨ªa el campus y las instalaciones. Por otro lado, dec¨ªa Ramos, la UDLA A. C. conservar¨ªa el nombre, permitiendo su uso a la otra a?adiendo Puebla al final. El convenio no especificaba nada sobre registros de la marca ante el IMPI. Una adici¨®n al acuerdo de 1995, ya con Gertz como rector, limitaba el uso del nombre a la universidad poblana exclusivamente a esa regi¨®n.
En el texto de la denuncia, Ramos indicaba que las ¡°conductas de dicha fundaci¨®n son il¨ªcitas porque con dolo y maquinaci¨®n se est¨¢n apropiando y utilizando en forma permanente, hasta la fecha en calidad de due?o, de la marca comercial y de un logotipo sin autorizaci¨®n de UDLA A.C., titular de los mismos¡±. El abogado apuntaba adem¨¢s a los funcionarios del IMPI que hab¨ªan concedido el registro a la UDLAP a?os antes. ¡°Solicito que se les cite a comparecer, ya que considero que lo hicieron de manera ilegal y sin tener ning¨²n sustento jur¨ªdico para ello, o fueron enga?ados por la fundaci¨®n¡±, escrib¨ªa.
M¨¢s all¨¢ del convenio, sujeto a interpretaciones, la UDLA, A. C. part¨ªa con ventaja. En 1992, cuatro a?os antes de que lo hiciera su hermana poblana, el centro de estudios de la capital hab¨ªa tenido la lucidez de registrar la marca y el logotipo. Esta situaci¨®n le permiti¨® vencer en los tribunales de la capital. Ganado el pleito por la v¨ªa penal, la UDLA, A. C. recurri¨® entonces al IMPI. Gertz quer¨ªa que el instituto invalidara el registro de la UDLAP de 1996. Iniciado en 2018, el proceso concluy¨® en primera instancia un a?o m¨¢s tarde. A finales de febrero de 2019, cuando ya trabajaba para la nueva FGR, el IMPI notific¨® a Ramos de la resoluci¨®n favorable a favor de la UDLA, A. C. El registro de la UDLAP quedaba formalmente invalidado, al menos en primera instancia.
El historial contencioso entre ambas partes ha hecho pensar a la parte amplia de la familia Jenkins, la parte procesada, que ambas situaciones est¨¢n relacionadas, el proceso por la marca y el caso de la FGR contra ellos por sacar del pa¨ªs los bienes de la fundaci¨®n Mary Street Jenkins. M¨¢s a¨²n despu¨¦s de la apertura de la Jenkins Graduate School en Ciudad de M¨¦xico, a su entender una afrenta a la UDLA, A. C, que considerar¨ªa Ciudad de M¨¦xico su territorio. Preguntado al respecto, el exrector Derbez contest¨® con diplomacia. ¡°La batalla con Gertz se dirimi¨® en tribunales y qued¨® claro desde hace tiempo, por eso le pusimos Jenkins Graduate School¡±, dijo.
Sea como sea, el caso que afecta a la fundaci¨®n Mary Street Jenkins est¨¢ a¨²n por decidirse. No tanto la enajenaci¨®n de inmuebles del instituto, como la decisi¨®n del subprocurador Juan Ramos de reactivar el caso. La Suprema Corte de Justicia prepara la discusi¨®n sobre la actuaci¨®n del abogado, denunciada por los abogados de Roberto Jenkins De Landa, su madre y hermanas. Una decisi¨®n contraria a la que mantiene la Fiscal¨ªa dejar¨ªa a Ramos en un lugar complicado, igual que a su jefe, el fiscal Gertz.
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