L¨®pez Obrador deja sin recursos a dos de sus proyectos emblema: las Tandas para el Bienestar y los Cr¨¦ditos a la Palabra
Especialistas advierten de que las iniciativas carec¨ªan de un dise?o t¨¦cnico y vigilancia en la entrega y reembolso de los recursos que hicieran autosostenible su operaci¨®n
En plena escalada de contagios de coronavirus en M¨¦xico, el Gobierno de L¨®pez Obrador ha cerrado la llave de los recursos a las peque?as y medianas empresas. El Presupuesto de Egresos de 2022 ha dejado sin fondos a dos programas emblema que sirvieron de punta de lanza para que los microempresarios enfrentaran la crisis econ¨®mica derivada de la pandemia: las Tandas para el Bienestar y los Cr¨¦ditos a la Palabra. El presidente de M¨¦xico, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, ha reconocido en sus conferencias matutinas que no existen partidas para dichos programas, sin embargo, conf¨ªa en que con el pago de los cr¨¦ditos que se han entregado se puedan mantener.
En enero de 2019, el presidente anunci¨® por todo lo alto el arranque de las Tandas para el Bienestar, una iniciativa que buscaba apoyar con cr¨¦ditos de 6.000 a 20.000 pesos, con tasa cero de inter¨¦s, a microempresarios sin acceso a los servicios financieros tradicionales. En el a?o de su lanzamiento, el programa cont¨® con m¨¢s de 3.000 millones de pesos. Sin embargo, poco a poco el apoyo gubernamental se fue diluyendo: en 2020, ya con la pandemia de lleno, la iniciativa recibi¨® 500 millones menos de presupuesto y finalmente, en 2021, solo se le asign¨® una bolsa de 1.500 millones.
Por otra parte, en 2020 los apoyos a microempresas familiares mejor conocido como Cr¨¦ditos a la Palabra han significado una de las pocas opciones de las empresas durante la crisis econ¨®mica por el coronavirus. Esta iniciativa prestaba 25.000 pesos a tasa preferenciales. Durante el primer a?o de operaci¨®n, la Administraci¨®n federal le otorg¨® m¨¢s de 32.000 millones de pesos, no obstante, 12 meses m¨¢s tarde el presupuesto se redujo dr¨¢sticamente a 1.500 millones de pesos.
Lo que comenz¨® como una alternativa econ¨®mica para los peque?os y medianos empresarios que no pod¨ªan acceder al sistema bancario se ha visto opacado por la falta de vigilancia sobre el destino y retorno de los recursos entregados. En noviembre pasado, la Auditor¨ªa Superior de la Federaci¨®n report¨® que la Secretar¨ªa de Econom¨ªa ¨Cdependencia que entonces gestionaba el programa, luego pas¨® a la Secretar¨ªa del Bienestar¨C no acredit¨® los criterios que se consideraron para determinar el monto de los apoyos ni el tipo de beneficiarios de la iniciativa. ¡°Se identificaron debilidades e insuficiencias de control que incidieron en la operaci¨®n del programa, principalmente en los procesos de la determinaci¨®n de los recursos, la selecci¨®n de las personas beneficiarias y la determinaci¨®n de los apoyos por otorgar por cada modalidad que atiende el programa, as¨ª como el seguimiento y la supervisi¨®n en la entrega de los recursos a los beneficiarios y de los reembolsos de recursos realizados por ¨¦stos¡±, menciona el dictamen.
Expertos coinciden en que estos dos programas carec¨ªan de un dise?o t¨¦cnico que los hiciese sustentables para el futuro. Enrique D¨ªaz-Infante, director especialista del sector financiero del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), explica que fueron cr¨¦ditos de subsistencia con un car¨¢cter meramente asistencialista que no impulsaron el desarrollo, el crecimiento econ¨®mico ni la movilidad social. ¡°Son programas con un enfoque pol¨ªtico clientelar, que no pretenden la inclusi¨®n de sus beneficiarios al sistema financiero, tanto por el monto como por la poblaci¨®n a la que fue enfocada, son montos tan nimios, que no incidieron en la econom¨ªa¡±, menciona.
Carlos Brown Sol¨¢, especialista en justicia econ¨®mica del Instituto del Sur Urbano, hace hincapi¨¦ en que ambos programas fueron concebidos originalmente para tener un car¨¢cter progresivo, en el caso de microcr¨¦ditos para el Bienestar la idea era que las microempresas iniciaran con 6.000 pesos, para despu¨¦s ir escalando hasta los 20.000 pesos. ¡°De entrada eran programas con una muy buena intenci¨®n original, el problema, es que los programas nunca lograron escalar. La l¨®gica original era que se diera un impulso inicial con recursos federales y que luego, las devoluciones de los pagos sirvieran para financiar a nuevas personas, que fueran programas sostenibles, el problema es que nunca se pens¨® en c¨®mo escalarlo y en los mecanismos de cobro¡±, precisa.
En este mismo sentido, Cuauht¨¦moc Rivera, presidente de la Alianza Nacional de Peque?os Comerciantes (Anpec), se?ala que tanto los Cr¨¦ditos a la Palabra, como las Tandas para el Bienestar fueron programas que solo ten¨ªan una voluntad pol¨ªtica, m¨¢s no una estrategia financiera de fondo. ¡°Lo que anda buscando la gente es una cuenta crediticia, una puerta giratoria, en la que t¨² armes un historial crediticio que te permita armando una historia de cr¨¦dito, eso no funcion¨® con los microcr¨¦ditos ni con las tandas¡±, dice.
Rivera a?ade que en el caso de las tandas, el apoyo inicial de 6.000 pesos para cada beneficiario fue muy marginal, que realmente no solucionaba el problema para los micronegocios. Los representantes del sector coinciden en que ahora existe un vac¨ªo que obliga a la Administraci¨®n a que redise?e y presente nuevas alternativas para las empresas. ¡°Lo que est¨¢ diciendo el Gobierno federal es que no ha encontrado la f¨®rmula y no la tiene presupuestada, no la est¨¢ buscando ya de c¨®mo poder apoyar la reactivaci¨®n econ¨®mica abajo¡±, zanja el representante de m¨¢s de 1,2 millones de puntos de venta en el pa¨ªs.
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