?Qui¨¦n conquistar¨¢ esos 15 millones de votos?
Ante las elecciones presidenciales de 2024, L¨®pez Obrador necesita para su sucesor una parte de los apoyos que ten¨ªa y dej¨® ir. Esa es la oportunidad de la oposici¨®n
Con un denodado esfuerzo propagand¨ªstico y uno no menor en t¨¦rminos de log¨ªstica, ambos realizados durante meses, el Gobierno de la Rep¨²blica coordin¨® una movilizaci¨®n que le reditu¨® 15,1 millones de votos en la consulta del domingo 10 de abril.
En la boleta de lo que fue un ejercicio de ratificaci¨®n aparec¨ªa el nombre del mandatario Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, candidato tres veces a la presidencia, y quien en su ocasi¨®n triunfal, la de 2018, lograra poco m¨¢s de 30 millones de votos. Sus dos principales contrincantes de esa cita no sumaban, juntos, tal cantidad de sufragios, mas conjuntamente rebasaron los 21,8 millones.
La consulta para la revocaci¨®n de mandato no fue una elecci¨®n, pero para el lopezobradorismo s¨ª implic¨® una operaci¨®n que por los cuatro costados luc¨ªa como tal. Del resultado de la misma se han sacado m¨²ltiples y variadas lecturas.
Una semana despu¨¦s de ese ejercicio, los n¨²meros que el mismo arroj¨® permiten establecer que, contrario a lo que durante mucho tiempo ha aseverado el oficialismo, la elecci¨®n del 2024 ser¨¢ todo menos pan comido para la persona que L¨®pez Obrador designe como su candidata.
La noci¨®n de la invencibilidad del movimiento de L¨®pez Obrador comenz¨® a fracturarse en 2021. En las elecciones intermedias de ese a?o algunos centros urbanos ¡ªpoblaciones de Nuevo Le¨®n, Jalisco, Guanajuato y, por supuesto, de Ciudad de M¨¦xico, entre otras¡ª le cobraron al presidente agravios, insuficiencias y hasta indolencia para con las mujeres, las v¨ªctimas de la inseguridad y, circunstancialmente, la ca¨ªda de la L¨ªnea 12 del Metro.
El oficialismo perdi¨® el 6 de junio mucho m¨¢s que la mayor¨ªa en San L¨¢zaro, la gubernatura de Nuevo Le¨®n o la mitad de las alcald¨ªas capitalinas. El rev¨¦s sustancial fue en el plano simb¨®lico. Tres a?os despu¨¦s de su espectacular triunfo, y a pesar de que acapara la escena con una incontestada hiperactividad ma?anera, bastantes ciudadanos decidieron no refrendarle su confianza, rasgando el halo de inevitabilidad que sobre su triunfo Morena pretende instalar como dogma en la opini¨®n p¨²blica.
Y 10 meses despu¨¦s la ciudadan¨ªa ha dado un segundo paso en esa distancia con respecto al Gobierno federal. A pesar de una promoci¨®n grosera y fuera de toda regla que puso a prueba la capacidad de sorpresa, extenuada como est¨¢ despu¨¦s de a?os de situaciones in¨¦ditas ¡ªlas m¨¢s para mal¡ª, y sobre todo a pesar de que desde posiciones oficiales se hizo de todo para movilizar a obradoristas a las urnas, el resultado fue que esta vez no se materializaron la mitad de los votos que AMLO obtuvo el 2018.
Cierto es que cosechar 15,1 millones de votos a favor en la ratificaci¨®n no es poca cosa. Pero tampoco es un n¨²mero descomunal, sobre todo si nos atenemos a una realidad: solo para eso les dio a la totalidad del gobierno federal, que incluso utiliz¨® recursos de la Guardia policiaco-militar, a las y los gobernadores de Morena que dominan m¨¢s de la mitad de las entidades, y a no pocos legisladores y otros funcionarios (incluidos gobernantes de ¡°oposici¨®n¡±, que le habr¨ªan echado la mano al presidente). Fue su resto.
Ganar elecciones es una cuesti¨®n, a final de cuentas, de n¨²meros. Y despu¨¦s del domingo los del oficialismo no son los mejores. Ni por mucho. La oposici¨®n, donde quiera que est¨¦, tendr¨¢ una verdadera oportunidad de dar la pelea en el 2024. Porque todo lo que L¨®pez Obrador ten¨ªa y no refrend¨®, alguien podr¨ªa capitalizarlo, y se antoja muy cuesta arriba que ese alguien sea el o la candidata del presidente.
?Juntos o separado?
Cada elecci¨®n es distinta, y en la del 2018 L¨®pez Obrador hizo varias cosas que le posibilitaron el contundente triunfo de ese a?o. Puli¨® su perfil rijoso y acerc¨® a su movimiento a personajes ¡ªpanistas sobre todo¡ª que le ayudaron a disipar dudas sobre su talante sectarista. Encima, Andr¨¦s Manuel aprovech¨® el gran desprestigio tanto del PRI como de su anticlim¨¢tico candidato y, finalmente pero nada menor, se propuso conquistar a las clases medias y altas.
En esos comicios, adem¨¢s de cosechar una cantidad de votos insospechada el tabasque?o remolc¨® victorias morenistas a lo largo y ancho de la Rep¨²blica. El pa¨ªs se visti¨® de guinda de un d¨ªa para otro. Y en los a?os siguientes su movimiento ha seguido logrando triunfos, es cierto. Algunos de ellos con ayuda de impresentables, otros sin duda por el desgaste de las otras opciones partidistas, y unos m¨¢s ¡ªjusto es decirlo¡ª porque en algunas poblaciones y sectores la pol¨ªtica del presidente gusta y atrae.
Pero Andr¨¦s Manuel sabe, como el fan¨¢tico de los n¨²meros electorales que es, que con 15 millones de votos a nivel nacional su movimiento no tiene asegurada la presidencia en 2024. El Andr¨¦s Manuel de 2017 sab¨ªa eso mismo y se dispuso a coquetear a la clase media y alta, y a sectores agraviados por la corrupci¨®n del prianismo o cansados de la impunidad o la p¨¦sima situaci¨®n en t¨¦rminos de seguridad. Entonces buscaba al menos 22 millones de votantes. Logr¨® mucho m¨¢s pero, ya dijimos, en condiciones muy singulares.
Sin embargo, de aqu¨ª a la siguiente elecci¨®n presidencial Andr¨¦s Manuel no tiene margen para convocar a quienes ha injuriado semana tras semana y por a?os. Y aunque lo intentara, millones desairaron la consulta el domingo porque tienen la lengua escaldada con Morena. El d¨¦ficit acumulado por los ataques y descalificaciones gratuitas de AMLO no lo superar¨¢ ni Marcelo Ebrard, el candidato al que algunos ven como el perfil del oficialismo menos repelente (dicen) para las clases medias.
L¨®pez Obrador est¨¢ en su piso luego del domingo, s¨ª. Pero si pretende desde ah¨ª construir un techo necesita de un (a) candidato (a) con carisma. No tiene. Necesita alguien que le sume clase media. Dif¨ªcilmente Ebrard. Requiere uno a quien se le vea como heredero de la ¡°sustancia¡± del movimiento sin los costos sectaristas del mismo. No existe tal cosa.
Pareciera que el ¨²nico camino que el presidente podr¨ªa intentar es que que dado que ¨¦l vale hoy 15 millones de votos pues ser¨¢ ¨¦l mismo el candidato a refrendar en el 2024. Una Revocaci¨®n II pero con interp¨®sita persona en la boleta. La cuarta campa?a presidencial de AMLO pero sin clase media, sin voto cr¨¦dulo, sin margen m¨¢s que para el chantaje nacionalista, o para narrativas como las que veremos este domingo en la reforma energ¨¦tica: lo patri¨®tico es someterse a L¨®pez Obrador; no hacerlo es antipatriota. ?Eso suma votos?
Tal es la coyuntura que enfrentar¨¢ la ciudadan¨ªa, y la oposici¨®n. El domingo 10 de abril el presidente dej¨® en la mesa la mitad de sus votos. Y no sin sorpresa, reductos urbanos en donde los partidos tradicionales han sido fuertes y, al mismo tiempo, han vivido alternancias representar¨¢n una bolsa de sufragios dispuestos para quien sepa trabajarlos.
Puestos a calcular lo que pasar¨ªa en la siguiente cita presidencial, vale la pena recordar que hay estados que habiendo dado a Morena grandes n¨²meros en la consulta de hace 8 d¨ªas, no dieron para nada lo de hace casi cuatro a?os. Veracruz o Estado de M¨¦xico, por ejemplo. En la consulta registraron 1.476.850 y 1.750.622 votos a favor, respectivamente. Cifras importantes pero lejanas a las del 2018, cuando en esos mismos estados AMLO obtuvo 2.059.209 y 4.373.267. Solo en el Estado de M¨¦xico dej¨® escapar dos millones y medio de votos.
Hay una connotaci¨®n del ejercicio de hace una semana que quiz¨¢ el oficialismo no calcul¨®. Puede haber sido un exceso de confianza mostrar que usaron toda la maquinaria y solo para eso les alcanz¨®. Aunque ellos ya los reunieron y en cambio los opositores a¨²n no pueden acreditar que son capaces de recolectar esa cantidad o una superior que ¡ªpor cierto¡ª deber¨¢n acumular con menos gobernadoras y gobernadores que nunca y con liderazgos realmente peque?os salvo el del experimentado Dante Delgado.
?Qu¨¦ har¨¢ la oposici¨®n? ?Apostar tempranamente por un candidato de unidad que capte a los m¨¢s posibles de los votantes tradicionales del panismo, priismo, perredismo y ahora tambi¨¦n de Movimiento Ciudadano y, al mismo tiempo, a los desencantados del oficialismo? ?O inicialmente cada organizaci¨®n cortejar¨¢ a sus respectivas clientelas para dejar de manifiesto su valor y, posteriormente, usar ese peso espec¨ªfico en eventuales negociaciones aliancistas?
Para los opositores el camino a 2024 ser¨¢ azaroso. El presidente querr¨¢ utilizar con varios de ellos su hoy conocida t¨¢ctica de embajada o expediente. Igualmente L¨®pez Obrador pretender¨¢ que triunfos previsibles como en Oaxaca apuntalen la idea de que ganar¨¢ en la presidencial.
Pero las matem¨¢ticas hoy dicen otra cosa. En los 15 millones de votos de la consulta ya est¨¢n en buena medida los sufragios que pueden aportar Estados que ganar¨ªa este a?o como el oaxaque?o, o Hidalgo e incluso Quintana Roo.
Si la oposici¨®n hace bien las cuentas, hay suficientes votos para aspirar a desplazar de Palacio a los obradoristas. Pero la tarea no se har¨¢ sola. O logran entusiasmar a sus clientelas y a los vol¨¢tiles, o con 15 millones y un poco m¨¢s que logre L¨®pez Obrador aumentar en 2024 les ganar¨¢ de cualquier manera.
L¨®pez Obrador mantendr¨¢ movilizado al aparato de Morena y enardecida a su base. Para ellos no habr¨¢ descanso ni tregua. No dar¨¢ por perdidos territorios que fueron claramente adversos en la consulta, como el Baj¨ªo. Y querr¨¢ reconquistar el norte, en el que en 2018 no le fue mal.
Es a los opositores a quienes toca, en cambio, revisar si tienen estructuras del tama?o que se necesita para contrarrestar al aparato del Estado que operar¨¢ en 2024. Revisar por ejemplo si cuentan con los liderazgos locales para un arrastre desde abajo, por un lado, y si las dirigencias podr¨¢n construir al fin una narrativa con la que se quiten la etiqueta de defensores de un r¨¦gimen corrupto que tan efectivamente les puso el presidente.
En la cita del 2024 habr¨¢ adem¨¢s elecciones concurrentes en Ciudad de M¨¦xico, Puebla, Jalisco, Yucat¨¢n y Guanajuato, entre otras, todas entidades con tradici¨®n de alternancias y con resultados electorales recientes en donde se ha reiterado que el lopezobradorismo dej¨® ir votos.
Y para desgracia de los mexicanos, las perspectivas de que las cosas mejoren en t¨¦rminos econ¨®micos o de seguridad no son halag¨¹e?as.
El discurso descalificador y el comportamiento de L¨®pez Obrador, su din¨¢mica presupuestal dedicada excesivamente a favorecer a la Comisi¨®n Federal de Electricidad (CFE) y a Pemex, y su desprecio por los mecanismos globales y regionales de la econom¨ªa provocar¨¢n que las turbulencias financieras mundiales se resientan m¨¢s en nuestro pa¨ªs.
Con ese performance a cuestas, a L¨®pez Obrador y sus sumisos colaboradores se les complicar¨¢ el atraer a nuevos votantes, lo mismo que recuperar a los que perdieron.
Para la pr¨®xima elecci¨®n el presidente necesita parte de los 15 millones de votos que ten¨ªa y dej¨® ir. ?La oposici¨®n podr¨¢ evitar esa reconquista?
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S M¨¦xico y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este pa¨ªs
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.