L¨®pez Obrador y el coste del poder

El primer viaje que Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador program¨® despu¨¦s de las elecciones intermedias del pasado domingo fue a la Costa Chica de Guerrero. El presidente lleg¨® a uno de los Estados donde su partido, Morena, ten¨ªa la certeza de ganar, a ¨²ltima hora de la ma?ana del viernes, despu¨¦s de su conferencia de prensa diaria en Ciudad de M¨¦xico. All¨ª reanud¨® oficialmente sus giras de propaganda tras dos meses de veda electoral. Habl¨® de ayudas sociales y repiti¨® la consigna que lo acompa?a como un mantra desde hace d¨¦cadas: ¡°Por el bien de todos, primero los pobres¡±. Esta semana el mandatario ha vuelto a su terreno de juego natural, el de la confrontaci¨®n abierta, sin disfraz. Pero los resultados de los comicios y la viabilidad de su proyecto, la autodenominada Cuarta Transformaci¨®n, le obligan a considerar tambi¨¦n otro camino de la pol¨ªtica, el del ajedrez y la negociaci¨®n. La carrera hacia 2024 ya ha comenzado y, cuando est¨¢n a punto de cumplirse tres a?os desde su victoria, acaba de empezar tambi¨¦n el segundo tiempo de L¨®pez Obrador.

Antes de las elecciones de 2006, cuando el entonces dirigente del Partido de la Revoluci¨®n Democr¨¢tica (PRD) se postul¨® por primera vez a la presidencia, le confes¨® a un amigo empresario que si no ganaba dar¨ªa un paso atr¨¢s. En ese momento el comentario no trascendi¨®. S¨ª se supo seis a?os despu¨¦s, en medio de su segundo intento. El pol¨ªtico se reuni¨® con un grupo de directivos del sector inmobiliario en un hotel del Paseo de la Reforma. Dio un discurso p¨²blico y despu¨¦s se celebr¨® un encuentro a puerta cerrada, pero alguien dej¨® encendido el micr¨®fono. El candidato admiti¨® estar cansado y se dirigi¨® a la persona que le hab¨ªa guardado la confidencia durante todo ese tiempo. ¡°?Te acuerdas, en tu casa, de que dije que si la elecci¨®n era limpia y libre y perd¨ªa me iba a ir a La Chingada? ?Te acuerdas? S¨ª, ahora s¨ª¡±, enfatiz¨®. El juego de palabras hace referencia al rancho familiar de Palenque, en Chiapas. En cualquier caso, L¨®pez Obrador no se retir¨® ni en la primera ocasi¨®n ni en 2012. Y en la tercera gan¨®.

El presidente, de 67 a?os, lleva d¨¦cadas en la l¨ªnea de fuego de la vida p¨²blica y nunca ha querido alejarse de ella. Con el Partido Revolucionario Institucional (PRI) de su tierra, Tabasco, en los setenta; con el PRD, que dirigi¨® despu¨¦s de Porfirio Mu?oz Ledo, hoy uno de sus grandes rivales dentro de Morena. Y finalmente en esta formaci¨®n, el Movimiento Regeneraci¨®n Nacional, que impuls¨® a partir de 2012. Casi siempre estuvo en alg¨²n tipo de frente opositor encuadrado en la izquierda, como contrapoder del aparato del PRI o como adversario de las ¨²ltimas Administraciones. Tambi¨¦n lo fue cuando gobern¨® el Distrito Federal y afront¨® un largo contencioso por desafuero que profundiz¨® la pugna con el exmandatario panista Vicente Fox y ciment¨® el apoyo de sus bases. Y ahora, incluso como jefe de Estado, no ha renunciado a ese talante m¨¢s propio de un l¨ªder de la oposici¨®n. Enfrente tiene el pasado reciente, con el que quiere acelerar una ruptura, y todo lo que ¨¦l cree que lo representa, de la judicatura a los inversores extranjeros, la prensa u organizaciones de la sociedad civil.

El resultado

Ese ha sido en buena medida el motor de su ¨¦xito en las urnas y el pegamento de su proyecto pol¨ªtico. Los resultados de las elecciones federales y locales de este 6 de junio, la m¨¢s grandes de la historia de M¨¦xico y celebradas como una suerte plebiscito en torno a su figura, le han dejado sin embargo un mensaje agridulce. Morena ampli¨® de forma significativa su poder territorial, gan¨® en 11 de los 15 Estados en juego, consolid¨¢ndose como formaci¨®n nacional. Pero no logr¨® barrer del todo a sus adversarios, sufri¨® una sonora derrota en Nuevo Le¨®n, coraz¨®n industrial del pa¨ªs, y se estrell¨® en cuatro alcald¨ªas controladas por el movimiento oficialista en Ciudad de M¨¦xico. Sobre todo, la formaci¨®n y sus aliados -el Partido Verde y el Partido del Trabajo- perdieron m¨¢s de tres millones de votos en la elecci¨®n federal de la C¨¢mara de Diputados. De los m¨¢s de 24,3 millones de 2018 a unos 21. Estos n¨²meros garantizar¨¢n a L¨®pez Obrador una holgada mayor¨ªa absoluta en la C¨¢mara baja, aunque le alejan de su prop¨®sito central, que era el de alcanzar una mayor¨ªa calificada. Esto es, dos terceras partes de los esca?os: 334 de 500.

La meta no era solo simb¨®lica, ya que se trata del umbral necesario para acometer reformas constitucionales, un as en la manga que desea todo presidente que aspire a cambiar las reglas del juego unilateralmente, sin necesidad de negociar. El mandatario se ha comprometido, incluso por escrito, a dejar el poder al final del sexenio, en 2024, pero tiene una ambici¨®n que coincide con el sentido hist¨®rico que quiere dejar en su gesti¨®n: aprobar reformas estructurales con una profunda carga ideol¨®gica. Dos de esas reformas, la ley el¨¦ctrica y la ley de los hidrocarburos, encendieron hace meses todas las alarmas de los sectores productivos al privilegiar a dos empresas del Estado, la Comisi¨®n Federal de Electricidad (CFE) y la petrolera Pemex, frente a la iniciativa privada. La justicia admiti¨® varios recursos de particulares y ahora estas iniciativas, apuestas personales del presidente ya aprobadas por el legislativo, se encuentran paralizadas en los tribunales. Una modificaci¨®n de la Constituci¨®n puede desatascarlas, pero los resultados de las elecciones cerraron ese camino, al igual que la posibilidad de eliminar ¨®rganos como el Instituto Nacional Electoral (INE), con el que L¨®pez Obrador entr¨® en un cuerpo a cuerpo por unas decisiones que afectan a Morena. Entre ellas, la inhabilitaci¨®n del candidato en Guerrero, F¨¦lix Salgado Macedonio, un veterano pol¨ªtico denunciado por violaci¨®n que fue excluido de la campa?a por no haber justificado unos gastos. El viernes se acerc¨® a la Costa Chica para ver a su jefe pol¨ªtico, hacerse una foto y exhibirla en las redes sociales.

El mandatario lanz¨® en sus comparecencias de esta semana se?ales contradictorias. Por un lado, intensific¨® la pugna con sus rivales pol¨ªticos, ironiz¨® con el veredicto de las urnas -¡±nos fue tan mal, tan mal, tan mal¡±, brome¨®-, apenas hizo autocr¨ªtica, mostr¨® displicencia con los votantes de la oposici¨®n, aunque reconoci¨® que en la capital se debe ¡°trabajar m¨¢s con la gente¡±. Por otro, lleg¨® a sugerir que podr¨ªa alcanzar acuerdos con sectores del PRI. Una f¨®rmula m¨¢s que improbable -¡±no somos Judas¡±, lleg¨® a responder una diputada del partido-, aunque no imposible. Pero a esas complicaciones se a?ade la posici¨®n de los Verdes, que multiplicaron su presencia en el Congreso, estar¨¢n en condiciones de plantear m¨¢s exigencias y no son una bancada puramente obradorista.

¡°Ensayo y error¡±

Francisco Abundis, director de la firma de an¨¢lisis de opini¨®n Parametria, considera que ¡°para el presidente todo va a ser m¨¢s negociado, principalmente en el Congreso¡±. ¡°Creo que va a poder llegar a acuerdos y probablemente intente moverse m¨¢s al centro. Da la impresi¨®n de que aplica un m¨¦todo de ensayo y error, avanza y recula¡±, se?ala. Para esta estrategia, que consiste en lanzar globos sonda para ver qu¨¦ reacciones provocan, resulta de vital importancia el control de la agenda y de los debates que L¨®pez Obrador ha mantenido cada ma?ana desde la tribuna de sus conferencias de prensa. La carrera hacia las presidenciales de 2024 ya ha empezado y, aunque no haya un sucesor claro, todos los ojos miran a la jefa de Gobierno de Ciudad de M¨¦xico, Claudia Sheinbaum, y al secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard.

El trabajo de los pr¨®ximos a?os ser¨¢ decisivo en esa contienda, que desde esta semana se anuncia m¨¢s incierta, y la gran pregunta es si Morena va a poder recuperar los sectores sociales que le dieron la espalda. Abundis un caso. ¡°Es ¨²til, por ser una comparaci¨®n hist¨®rica reciente: en 1997, cuando el PRI pierde la Ciudad de M¨¦xico, pierde Nuevo Le¨®n y pierde Quer¨¦taro, lo siguiente es la p¨¦rdida de la presidencia. Lo que ha pasado en la capital , si acaba siendo tendencia, significar¨ªa como pas¨® en 1997 que en 2024 pudiera haber una opini¨®n p¨²blica m¨¢s cr¨ªtica con el presidente¡±, afirma. En su opini¨®n, Sheinbaum, que en mayo afront¨® una crisis por el derrumbe en la L¨ªnea 12 del metro que dej¨® 26 muertos y decenas de heridos, no es la responsable de ca¨ªda de Morena. ¡°Tiene niveles de aprobaci¨®n m¨¢s altos que el presidente. Aqu¨ª, fue el voto de protesta contra ¨¦l¡±.

¡°H¨¦roes y villanos¡±

Para Edna Jaime, polit¨®loga y directora de la organizaci¨®n M¨¦xico Eval¨²a, el mandatario en cambio no se mover¨¢. ¡°El presidente es bastante predecible y tiene un apego muy grande a su visi¨®n de las cosas. No lo veo dispuesto a hacer ning¨²n cambio. Pienso que ¨¦l va a seguir insistiendo en discurso de polarizaci¨®n. El d¨ªa despu¨¦s de las elecciones me sorprendi¨® su tono, sin opiniones rijosas, por ejemplo sobre el INE. Pero ha vuelto al esquema de h¨¦roes y villanos, donde encabeza el lado de los buenos. Pienso que lo va a seguir haciendo con el tema de la reforma energ¨¦tica y va a seguir insistiendo en sus programas sociales¡±, opina.

Antes de 2024 habr¨¢ otra votaci¨®n, el refer¨¦ndum revocatorio fijado para 2022 y que le servir¨¢, b¨¢sicamente, para intensificar su campa?a. Pero mientras tanto se enfrentar¨¢ a ¡°problemas financieros serios¡±, contin¨²a la polit¨®loga. ¡°En los primeros a?os pudo maniobrar porque ten¨ªamos fondos con ahorros, pero estos guardad¨ªtos ya se acabaron, est¨¢n a punto de agotarse¡±. Edna Jaime vaticina ¡°un desplome de estructuras vitales, educaci¨®n, sanidad. Se va a enfrentar a la desinversi¨®n. El presidente va a generar expectativas muy grandes, no va a poder responderlas y va a haber una acumulaci¨®n de desencanto¡±. Seg¨²n su an¨¢lisis, en definitiva, L¨®pez Obrador est¨¢ cerca de fracaso en su objetivo central: dejar un legado.

Para preparar ese legado, el pol¨ªtico est¨¢ buscando tambi¨¦n tejer redes de apoyo en el sector econ¨®mico. Con los mensajes tranquilizadores a los mercados, por ejemplo. El jueves se reuni¨® con los poderosos Carlos Slim, Emilio Azc¨¢rraga y Daniel Servitje, entre otros. En la cita, pidi¨® respaldo del gran capital y afirm¨® que ¡°no se puede desarrollar el pa¨ªs solo con la inversi¨®n p¨²blica¡±, lo que choca con la hostilidad mostrada con los empresarios, sobre todo extranjeros, y la salida de fortunas de los ¨²ltimos meses. La primera mala se?al de su gesti¨®n fue, para los inversores, la cancelaci¨®n del aeropuerto de Texcoco, anunciada cuando todav¨ªa no hab¨ªa tomado posesi¨®n. Sustituy¨® ese proyecto con el del aer¨®dromo de Santa Luc¨ªa, que se encuentra a casi dos horas de la ciudad y cuya construcci¨®n est¨¢ en manos de los militares, al igual que otras obras emblem¨¢ticas de los ¨²ltimos a?os como el Tren Maya.

La econom¨ªa

La econom¨ªa es el frente abierto m¨¢s preocupante. L¨®pez Obrador se ha negado hasta ahora a poner en marcha una reforma fiscal por temor a que se interprete como la antesala a una subida de impuestos. En cada intervenci¨®n asegura que el modelo aplicado para hacer frente a la profunda crisis derivada de la pandemia ha sido eficaz. Sin embargo, el Producto Interior Bruto de M¨¦xico se desplom¨® un 8,5% el a?o pasado, una ca¨ªda nunca registrada en casi un siglo, desde la Gran Recesi¨®n. Y los expertos consideran natural, con un descalabro de esas caracter¨ªsitcas, que las previsiones para 2021 apunten a una recuperaci¨®n de casi cinco puntos, seg¨²n las ¨²ltimas estimaciones del Banco Mundial. El repunte no garantiza una recomposici¨®n real de la econom¨ªa.

Mientras tanto, el presidente acaba de anunciar un relevo en la Secretar¨ªa de Hacienda. La ocupar¨¢ a partir de julio Rogelio Ram¨ªrez de la O, su asesor de hace d¨¦cadas, en sustituci¨®n de Arturo Herrera, a quien postul¨® como pr¨®ximo gobernador del Banco de M¨¦xico. El principal cometido del nuevo secretario ser¨¢ la elaboraci¨®n de los presupuestos. A Herrera, en cambio, le encomend¨® dar una ¡°dimensi¨®n social y moral¡± al banco central.

La moralidad es tambi¨¦n el principio con el que L¨®pez Obrador ha defendido la extensi¨®n del mandato de Arturo Zald¨ªvar, un jurista progresista, al frente de la Suprema Corte de Justicia, una medida impuesta en el Congreso en medio de cuestionamientos y dudas sobre su constitucionalidad. Detr¨¢s de esa palabra sus adversarios leen otra: ideolog¨ªa. La misma que est¨¢ a la base de su agenda energ¨¦tica o de sus referencias a presidentes como L¨¢zaro C¨¢rdenas o Adolfo L¨®pez Mateos. El primero expropi¨® la industria petrolera, el segundo nacionaliz¨® el sector el¨¦ctrico. Lo hicieron a mediados del siglo pasado, en un contexto radicalmente distinto. Pero dejaron un legado y son sus modelos.

La guerra cultural

El periodista Julio Scherer Garc¨ªa, fundador del semanario Proceso, le pregunt¨® en una ocasi¨®n a Narciso Bassols por el legendario expresidente L¨¢zaro C¨¢rdenas, de quien hab¨ªa sido secretario de Hacienda. Este neg¨® que fuera culto, incluso menospreci¨® su inteligencia. Pero le atribuy¨® una virtud esencial: ¡°Pertenece a una categor¨ªa privilegiada. Late la pol¨ªtica en la yema de sus dedos, all¨ª la siente y la entiende, ?comprende usted? Hay especies animales que conocen como nadie la direcci¨®n el viento, porque el viento lo llevan en el lomo como una segunda piel. As¨ª es C¨¢rdenas¡±.

L¨®pez Obrador siempre ha tenido una habilidad para adivinar por d¨®nde soplar¨ªa el viento. Con esas intuiciones mont¨® un partido ganador y que hoy m¨¢s que un movimiento progresista es una maquinaria electoral con m¨¢rgenes ideol¨®gicas indefinidas, a menudo conservadoras. Y con esos p¨¢lpitos articul¨® una guerra cultural. Lo hizo en torno a nociones como corrupci¨®n, justicia, regeneraci¨®n, igualdad. Rechazando cualquier cr¨ªtica y colocando a todos sus adversarios en el mismo saco, sin distinciones y, con frecuencia, manch¨¢ndoles con acusaciones sin evidencias. Pese a haber perdido tres millones de votos, el pol¨ªtico ha rebajado el golpe y lo ha atribuido a la fiscalizaci¨®n de los medios de comunicaci¨®n.

¡°Les funcion¨® aqu¨ª en la ciudad [...]. Sobre todo sectores de clase media fueron influenciados, se creyeron lo del populismo, el de que ¨ªbamos a reelegirnos, lo del mes¨ªas tropical, el mes¨ªas falso, etc¨¦tera. ?Qui¨¦n fue el que internaliz¨® mejor el hecho de que hab¨ªa corrupci¨®n y que si se combat¨ªa las cosas mejoraban? Pues la gente que nunca recib¨ªa nada. Pero un integrante de clase media, media alta, incluso, con licenciatura, con maestr¨ªa, con doctorado, no. Est¨¢ muy dif¨ªcil de convencer, es el lector del Reforma, ese es para decirle: Siga usted su camino, va a usted muy bien, porque es una actitud aspiracionista, es triunfar a toda costa, salir adelante, muy ego¨ªsta¡±. Esta fue la ¨²ltima reflexi¨®n del presidente sobre el resultado electoral. De momento, la primera pista del camino que ha decidido seguir.

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