Los sindicatos independientes mexicanos se agarran del TMEC para frenar los abusos
EE UU vigila de cerca posibles violaciones laborales en M¨¦xico, mientras los trabajadores empujan por una renovaci¨®n sindical
Los sindicatos independientes mexicanos han encontrado un aliado inesperado para defender los derechos de los trabajadores: un tratado de libre comercio. Desde que entr¨® en vigor el TMEC, EE UU ha presentado tres quejas laborales contra plantas en M¨¦xico por presuntas violaciones de la libertad de asociaci¨®n, la ¨²ltima de ellas esta semana. Los sindicatos ven el tratado como un recurso ¨²til y r¨¢pido para forzar una democratizaci¨®n de la vida sindical, todav¨ªa dominada por un pu?ado de grandes agrupaciones. Sin embargo, los expertos afirman que el mecanismo no es la panacea y que tiene un car¨¢cter principalmente disuasivo.
La planta de Panasonic en Reynosa est¨¢ en pie de guerra. Los trabajadores rechazaron en octubre el contrato colectivo, negociado por el sindicato de siempre y la multinacional japonesa. Eso abri¨® una pelea entre la CTM, una de las asociaciones m¨¢s poderosas de M¨¦xico, y el SNITIS, un sindicato independiente de reciente creaci¨®n. El segundo gan¨® la elecci¨®n con un 75% de los votos. Pese a la victoria, el SNITIS ha denunciado que la multinacional japonesa ha firmado un contrato con la CTM, sin mediar elecci¨®n, y que durante los ¨²ltimos meses ha estado descontando cuotas sindicales del salario de los trabajadores.
En medio de este embrollo, el SNITIS ha acudido a una opci¨®n nuclear: el Mecanismo Laboral de Respuesta R¨¢pida del TMEC, el tratado comercial de Norteam¨¦rica. Eso no ha gustado a la CTM. ¡°Ahora resulta que me acusan de entreguista a los intereses extranjeros, pero yo busco cuanto recurso haya para defender los derechos laborales, y las violaciones al TMEC son un recurso¡±, explica la abogada laboralista Susana Prieto, una de las l¨ªderes del SNITIS y tambi¨¦n diputada por Morena. ¡°Vamos a ver c¨®mo se resuelve¡±. EE UU acept¨® esta semana la validez de las pruebas y present¨® la queja ante las autoridades mexicanas, que tienen diez d¨ªas para responder y 45 para completar la investigaci¨®n y proponer una soluci¨®n.
El caso de Panasonic es el tercero que denuncia EE UU en algo m¨¢s de un a?o. Los tres est¨¢n relacionados con la industria automotriz, la joya de la corona del sector exportador mexicano. La denuncia contra la planta de General Motors en Silao, que ya estaba siendo investigada por el Gobierno mexicano, llev¨® a una repetici¨®n de una votaci¨®n, en la que la CTM fue derrotada. El segundo caso, contra la planta de Tridonex en Matamoros, fue rechazado por M¨¦xico porque anteced¨ªa a la entrada en vigor del mecanismo. De todos modos, EE UU presion¨® para extraer ciertas concesiones de la empresa: indemnizaciones a los trabajadores despedidos y su compromiso de respetar la libertad sindical.
Estos tres casos son, hasta ahora, el balance del mecanismo, ¨²nico entre los tratados comerciales que ha firmado M¨¦xico. Su rapidez es la primera ventaja que valoran los sindicatos independientes. Despu¨¦s de los 45 d¨ªas que dura la investigaci¨®n, si el pa¨ªs demandante no est¨¢ de acuerdo, puede convocar un panel de arbitraje que tiene cuatro meses para resolver. ¡°Es cort¨ªsimo¡±, se?ala la acad¨¦mica Graciela Bensus¨¢n, que forma parte de uno de los paneles y es profesora en la UAM Xochimilco. ¡°Los procedimientos del TLCAN [el anterior tratado] pod¨ªan tomar a?os¡±.
Adem¨¢s, los castigos son duros, desde la imposici¨®n de aranceles sobre los productos de la planta incumplidora a la prohibici¨®n de exportarlos. Kenneth Smith, miembro del equipo negociador del tratado durante la Administraci¨®n de Enrique Pe?a Nieto, se?ala lo in¨¦dito del instrumento: ¡°La posibilidad de quedarse sin acceso a EE UU por violaciones laborales no existe en ning¨²n tratado de libre comercio de M¨¦xico. Ni en los sue?os m¨¢s guajiros, los sindicalistas se imaginaron que fuera a haber mecanismos de esta naturaleza¡±, afirma.
El mecanismo no form¨® parte de la negociaci¨®n original. Se a?adi¨® despu¨¦s de la firma del tratado porque el partido dem¨®crata de EE UU, entonces en la oposici¨®n, quer¨ªa vender caro su apoyo en el Congreso. Adem¨¢s, no se fiaban del cumplimiento de los compromisos laborales del TMEC por parte de M¨¦xico. El pa¨ªs tiene un largo historial de dirigentes sindicales que se han hecho reelegir durante a?os sin respetar el voto libre y secreto de los trabajadores y con la bendici¨®n del Gobierno. Ante las presiones dem¨®cratas, M¨¦xico acept¨® las nuevas demandas.
Las prisas por cerrar el acuerdo desembocaron en una asimetr¨ªa entre M¨¦xico y sus socios, seg¨²n los expertos. Para denunciar a M¨¦xico mediante el Mecanismo Laboral de Respuesta R¨¢pida, basta que EE UU o Canad¨¢ consideren que hay una posible violaci¨®n. La carga de probar la inocencia cae, adem¨¢s, sobre el pa¨ªs demandado. En cambio, si M¨¦xico quiere denunciar a sus socios comerciales, la queja tiene que haber sido admitida previamente por las autoridades laborales de esos pa¨ªses. ¡°?ramos los d¨¦biles y los dados est¨¢n cargados contra M¨¦xico¡±, se?ala Bensus¨¢n. ¡°EE UU y Canad¨¢ preservan m¨¢s la soberan¨ªa¡±.
La vulnerabilidad de M¨¦xico en materia laboral hace prever m¨¢s quejas de este tipo. La representante comercial Katherine Tai ya advirti¨® esta semana que EE UU trabajar¨¢ ¡°r¨¢pidamente cuando una preocupaci¨®n emerja¡±. Frente a la amenaza latente, Smith alerta de una posible sobreutilizaci¨®n del mecanismo como medida proteccionista para bloquear importaciones mexicanas. ¡°Todo depende de la disposici¨®n de EE UU de presentar casos serios o fr¨ªvolos, pero con la tendencia pro sindical de Biden se va a seguir recibiendo quejas activamente y en algunos casos se va a actuar sobre ellas¡±, augura.
Estas asimetr¨ªas entre EE UU y M¨¦xico son lo de menos para aquellos peque?os sindicatos independientes que buscan desalojar a las grandes agrupaciones, criticadas por su cercan¨ªa con el poder pol¨ªtico y las empresas. ¡°Vamos a seguir utilizando el TMEC hasta que las empresas doblen las mano y respeten la ley¡±, afirma Susana Prieto. La l¨ªder sindical tampoco descarta usar el mecanismo para denunciar la situaci¨®n de los trabajadores agr¨ªcolas mexicanos en EE UU.
El poder que todav¨ªa tienen los sindicatos hegem¨®nicos amenaza con obstaculizar la presentaci¨®n de casos ante el mecanismo. Las denuncias contra Panasonic, General Motors y Tridonex han sido posibles porque exist¨ªa previamente una base organizada de trabajadores descontentos. En Tridonex, el SNITA pas¨® ocho meses recogiendo evidencias contra la empresa. Estas condiciones son una excepci¨®n. ¡°Los trabajadores est¨¢n intimidados desde hace nueve d¨¦cadas; los despiden, los boletinan¡±, se?ala Prieto. ¡°Es dif¨ªcil que se atrevan a levantar la voz¡±.
Para Graciela Bensus¨¢n, este instrumento tiene una virtud m¨¢s disuasoria que punitiva. ¡°El solo hecho de que existe es una advertencia a los actores de lo que puede pasar. El Gobierno mexicano se tiene que cuidar y las multinacionales tambi¨¦n¡±, dice. La experta defiende que la ¡°transformaci¨®n¡± sindical no va a depender solo del mecanismo, sino del nuevo marco aprobado en la reforma laboral de 2017 y regulado en 2019. La nueva ley prev¨¦ que los trabajadores voten de forma libre por sus representantes y cada dos a?os por los contratos colectivos. ¡°Van a estar todo el d¨ªa votando, pero es la manera de pasar de ese arreglo tan cerrado, pervertido, a un sindicalismo aut¨¦ntico¡±, se?ala Bensus¨¢n.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S M¨¦xico y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este pa¨ªs
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.