Claudio Lomnitz: ¡°El canibalismo es un instrumento terrorista y de competici¨®n entre c¨¢rteles¡±
El antrop¨®logo lanza una reflexi¨®n sobre el auge de esta pr¨¢ctica en M¨¦xico como una forma de sellar lealtades dentro de los grupos criminales
Cuando el antrop¨®logo Claudio Lomnitz (Santiago de Chile, 65 a?os) propuso el canibalismo como parte de su ciclo de conferencias en el prestigioso Colegio Nacional, el personal de la instituci¨®n cultural y cient¨ªfica mexicana qued¨® descolocado. ¡°Entendemos que estar¨¢ hablando de manera metaf¨®rica, en un terreno simb¨®lico¡±, quisieron asegurarse, con mucha educaci¨®n. Pero el antrop¨®logo iba en serio. Quer¨ªa hablar de la ingesti¨®n de carne humana como un fen¨®meno antropol¨®gico que dice algo sobre las sombras del M¨¦xico contempor¨¢neo. ¡°Es realmente un suceso muy atroz, pero que no se entiende lo suficiente¡±, asegura en entrevista por videoconferencia con este diario.
El integrante del Colegio Nacional y profesor de la Universidad de Columbia (Estados Unidos) se ha propuesto hacer una reflexi¨®n sobre un ¡°nuevo canibalismo¡± presente en el pa¨ªs desde los a?os ochenta y vinculado al narco. La pr¨¢ctica es, de acuerdo a Lomnitz, una manera de sellar un ¡°pacto de lealtad¡± dentro de bandas del crimen organizado y de atemorizar a los enemigos. ¡°El canibalismo se ha convertido en un instrumento terrorista y de competici¨®n entre los c¨¢rteles de la droga¡±, explica el antrop¨®logo, que creci¨® en Ciudad de M¨¦xico. Su tono tranquilo y erudito no flaquea ni siquiera cuando se adentra en los detalles m¨¢s escabrosos. A la primera conferencia celebrada el martes le seguir¨¢n otras dos a lo largo de junio.
El punto de partida del autor de Idea de la muerte en M¨¦xico es el caso de los Narcosat¨¢nicos, que ocup¨® primeras planas en los a?os ochenta. Este grupo criminal, que operaba en Matamoros y Ciudad de M¨¦xico, sacrific¨® y descuartiz¨® a decenas de personas. Con las partes mutiladas, llevaban a cabo rituales en los que se beb¨ªa un caldo que promet¨ªa invisibilidad ante las balas. Su l¨ªder, Adolfo Constanzo, era un brujo cubanoamericano vinculado al Cartel del Golfo que hab¨ªa aprendido de su madre el culto del Palo Mayombe.
En 1989, el grupo secuestr¨® a un estudiante estadounidense, Mark Kilroy. La presi¨®n de Estados Unidos llev¨® a las autoridades mexicanas a estrechar el cerco. Durante un operativo antinarc¨®ticos, la polic¨ªa descubri¨® en un rancho 12 cuerpos enterrados en fosas, varios desollados, entre ellos el de Kilroy. En el complejo hab¨ªa, adem¨¢s, un adoratorio, un caldero ritual con sangre y sesos humanos quemados y un tambo [tonel] donde parec¨ªan haber hervido a algunas de las v¨ªctimas. Constanzo y su amante murieron unos meses m¨¢s tarde en Ciudad de M¨¦xico en el transcurso de una balacera con la polic¨ªa.
Los Narcosat¨¢nicos marcan un antes y un despu¨¦s en la pr¨¢ctica del canibalismo en M¨¦xico. Lomnitz distingue este caso de otros, como el de los soci¨®patas que act¨²an por su cuenta o el de los marinos a la deriva que se ven obligados a comer restos humanos. O el apetito del muralista Diego Rivera por este tipo de alimento como dieta saludable y reivindicativa del M¨¦xico prehisp¨¢nico. Por el contrario, en los Narcosat¨¢nicos no hab¨ªa desesperaci¨®n ni era una acci¨®n puramente individualista.
Para Lomnitz, este ¡°nuevo canibalismo¡± buscaba sellar la complicidad y el silencio dentro de una red del crimen organizado. El dinero y la amenaza no eran suficientes para lograrlo; se necesitaba un elemento cultural o psicol¨®gico. ¡°Los Narcosat¨¢nicos son otra cosa. Se trata de sacrificios humanos, pero al servicio de una organizaci¨®n criminal. No hay precedente hasta donde yo conozco en la historia de M¨¦xico¡±, se?ala. Con base en testimonios de narcos y cercanos de Constanzo, el antrop¨®logo cree que el patr¨®n y uno de los clientes del brujo era el paranoico jefe del Cartel del Golfo Juan Garc¨ªa ?brego.
El auge de la secta se da en un contexto particular, justo cuando los carteles mexicanos se al¨ªan con los colombianos para traficar coca¨ªna hacia Estados Unidos. Veinte a?os antes del inicio de la guerra contra el narco, el Estado, debilitado e incapaz, ya se ve desbordado por el crimen organizado. ¡°Es un Estado que se caracteriza por mucha centralizaci¨®n, mucho ¨¦nfasis en la soberan¨ªa y muy poca capacidad para regular la econom¨ªa il¨ªcita y para utilizar la violencia para regularla. Ese repliegue de ciertas funciones cl¨¢sicas del Estado deja la cancha abierta a estas organizaciones¡±, explica Lomnitz.
Los Narcosat¨¢nicos son los precursores, seg¨²n este an¨¢lisis, de una pr¨¢ctica que se ha extendido hasta la actualidad. En agosto de 2020, el Cartel Jalisco Nueva Generaci¨®n (CJNG) difundi¨® un video en el que un sicario con capucha se come el coraz¨®n de un miembro de un cartel enemigo. ¡°?Los vamos a exterminar a todos!¡±, jalean otros narcos, seg¨²n recogieron algunos medios. El CJNG, considerado el grupo criminal m¨¢s poderoso del momento, acostumbra a hacer demostraciones p¨²blicas de fuerza, como desfiles con armamento de alto calibre, para intimidar a las autoridades o a sus adversarios.
Lomnitz ve en el video del CJNG una se?al de que la pr¨¢ctica can¨ªbal del narco ha evolucionado desde sus or¨ªgenes en los ochenta. ¡°Mientras que los rituales de los Narcosat¨¢nicos eran altamente secretos, la evoluci¨®n ha sido hacia el uso del canibalismo como instrumento terrorista. El video del CJNG es un acto p¨²blico de intimidaci¨®n de un grupo hacia otro. Son piezas que se empiezan a adoptar de manera competitiva entre carteles¡±, se?ala.
Sin embargo, el canibalismo va m¨¢s all¨¢ de su utilidad terrorista y se adentra en lo metaf¨ªsico. Detr¨¢s, hay tambi¨¦n una ¡°comulgaci¨®n¡± en torno a una moral paralela, separada de la sociedad y del Estado, dice Lomnitz. ¡°En estos lugares en donde est¨¢n obligando a miembros a transgredir un aspecto muy b¨¢sico de ciertas ideas de civismo para entrar, el sentido es que se est¨¢ marcando un corte con la moralidad de la sociedad y del Estado¡±, afirma.
El sacrificio humano era, recuerda Lomnitz, un elemento importante del M¨¦xico prehisp¨¢nico hasta que la misi¨®n ¡°civilizadora¡± de los conquistadores cristianos lo desmont¨®. Con todo, descarta que este tipo de canibalismo tenga nada que ver con una vuelta a las ra¨ªces aztecas, sino con el auge del crimen organizado y la retirada del Estado. ¡°Estoy seguro de que alguien va a decir que esto est¨¢ relacionado con la genealog¨ªa azteca¡±, augura. Eso s¨ª, la cercan¨ªa del Colegio Nacional con el Templo Mayor de los mexicas le ha provocado una cierta superstici¨®n, y bromea: ¡°Espero que no se levanten los muertos hablando de sacrificios humanos¡±.
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