Once cartas para pedir por H¨¦ctor Cabrera Fuentes, el cient¨ªfico mexicano acusado de espionaje en EE UU
Colegas, amigos y familiares del investigador, que confes¨® haber espiado para Rusia, destacan su trayectoria acad¨¦mica, el apoyo a su comunidad en Oaxaca y su comportamiento ejemplar en la c¨¢rcel para pedir una sentencia de cuatro a?os
Un hijo que nunca dej¨® de perseguir sus sue?os. Un hermano que siempre busc¨® lo mejor para su familia y su comunidad. Un cient¨ªfico inigualable. Un reo ejemplar. As¨ª es como amigos, familiares y colegas describen al cient¨ªfico mexicano H¨¦ctor Alejandro Cabrera Fuentes, acusado de espionaje en Estados Unidos. Tras pasar los ¨²ltimos dos a?os en una c¨¢rcel de Florida, el caso contra el bi¨®logo se acerca a instancias definitivas y ser¨¢ sentenciado el pr¨®ximo martes. Documentos judiciales obtenidos por EL PA?S anticipan una condena de cuatro a?os, despu¨¦s de que sus abogados y la Fiscal¨ªa llegaran a un acuerdo de culpabilidad en febrero pasado a cambio de una sentencia reducida.
¡°La trayectoria profesional del Dr. Cabrera, un bioqu¨ªmico e investigador cardiovascular de renombre mundial, solo es superado por su trabajo filantr¨®pico para apoyar a su gente en Oaxaca, M¨¦xico¡±, se lee al inicio de un documento firmado por su defensa. El memor¨¢ndum de sentencia es un escrito que se presenta antes de que un acusado enfrente su condena, un ¨²ltimo pedido de clemencia avalado por personas cercanas previo a que el juez emita su fallo. ¡°A pesar de sus logros, ¨¦l reconoce que cometi¨® un crimen por el que ser¨¢ sentenciado, por el que ya ha pagado, y espera que esta corte acepte su remordimiento e imponga una sentencia justa¡±, agregan sus abogados antes de presentar 11 cartas para abogar por la causa de su cliente.
El caso de Cabrera Fuentes ha dado la vuelta al mundo por episodios que bien podr¨ªan ser parte de una historia de ficci¨®n. Uno de los cient¨ªficos j¨®venes m¨¢s prometedores de M¨¦xico vio c¨®mo su carrera dio un vuelco dram¨¢tico, tras ser arrestado por elementos del FBI en el aeropuerto de Miami en febrero de 2020 cuando estaba por tomar un vuelo a M¨¦xico. Durante el interrogatorio, el acad¨¦mico reconoci¨® que hab¨ªa recibido presiones del Servicio de Inteligencia de Rusia para seguir a un agente de contrainteligencia estadounidense y tomar fotograf¨ªas de la matr¨ªcula de su veh¨ªculo.
La investigaci¨®n destap¨® que Cabrera Fuentes llevaba una doble vida: estaba casado con una mujer mexicana y ten¨ªa un matrimonio en secreto con una ciudadana de Rusia. La familia rusa del cient¨ªfico radicaba en Alemania, pero su esposa y sus dos hijas hab¨ªan vuelto para resolver tr¨¢mites migratorios y administrativos. Despu¨¦s no pudieron abandonar su pa¨ªs de origen, como se lee en un informe del FBI. Seg¨²n las palabras del propio Cabrera Fuentes, un agente secreto ruso se le acerc¨® con la promesa de ¡°ayudarse mutuamente¡±: si aceptaba la misi¨®n y consegu¨ªa la informaci¨®n sobre el blanco estadounidense, ¨¦l podr¨ªa acelerar la salida de sus familiares en territorio ruso. Entre la espada y la pared, el cient¨ªfico accedi¨® al trato, pero fue descubierto por las autoridades de Estados Unidos y permanece preso desde entonces.
En plena pugna entre las superpotencias, el caso parece sacado de un libro sobre la Guerra Fr¨ªa. Pero el memor¨¢ndum de sentencia, presentado hace apenas unas horas, pinta una versi¨®n diametralmente distinta de la vida de Cabrera Fuentes, nacido hace 37 a?os en El Espinal, un pueblo de 10.000 habitantes en Oaxaca, el segundo Estado m¨¢s pobre de M¨¦xico. Lucila Fuentes, su madre, recuerda que antes de enamorarse de la Biolog¨ªa, H¨¦ctor Alejandro so?aba con ser beisbolista y jugaba a las canicas en el jard¨ªn de casa. ¡°Sigui¨® estudiando duro en la preparatoria y obtuvo una beca para seguir estudiando fuera del pa¨ªs¡±, narra. ¡°Le pido a Dios que sigas volando y persiguiendo lo que amas, que sigas aportando tus conocimientos a la humanidad¡±, pide Fuentes.
¡°Recuerdo que yo estaba en cuarto grado cuando mi hermano se fue de casa para estudiar en el extranjero¡±, cuenta Alexis Cabrera Fuentes. El entonces aspirante a cient¨ªfico lleg¨® en 2004 a Voronezh, una ciudad industrial del centro de Rusia, sin saber una palabra de ruso y en una ¨¦poca en la que eran frecuentes los ataques hacia los extranjeros. Incluso, fue agredido una vez. Un a?o despu¨¦s viaj¨® m¨¢s de 1.000 kil¨®metros hacia el noreste, aunque todav¨ªa en territorio ruso, y se estableci¨® en Kaz¨¢n donde estudi¨® la licenciatura y eventualmente recibi¨® un premio a la mejor tesis de maestr¨ªa de manos del entonces presidente, Dimitri Medv¨¦dev. ¡°Se sobrepuso a sus miedos¡±, cuenta su hermana, ¡°nos escrib¨ªa dici¨¦ndonos que trabajaba en un restaurante latino como cocinero para poder cubrir sus gastos diarios¡±.
¡°Siempre hemos estado y seguiremos sinti¨¦ndonos orgullosos¡±, escribe H¨¦ctor Cabrera, su padre. ¡°Espero sinceramente que esta carta le d¨¦ una idea de su buen coraz¨®n, de que es una persona honorable, un miembro valioso para su comunidad, una buena persona y un excelente hijo¡±, concluye. La pena m¨¢xima que puede recibir por ¡°actuar como un agente extranjero¡± en Estados Unidos es de 10 a?os, aunque es una condena poco probable despu¨¦s del acuerdo que alcanzaron la Fiscal¨ªa y la defensa.
Cabrera Fuentes sigue siendo un h¨¦roe en El Espinal: un hombre que se hizo a s¨ª mismo y que lo daba todo por su gente. A la par que se revelaron las acusaciones de espionaje en Estados Unidos, la comunidad se volc¨® en apoyarlo e, incluso, se popularizaron varias teor¨ªas de conspiraci¨®n para justificar su arresto: ?Le tendieron una trampa? ?Fue tomado como prisionero por alguno de sus descubrimientos como cient¨ªfico? Ninguna de esas teor¨ªas lleg¨® a los escritos presentados ante el juez. Pero s¨ª las leyendas de H¨¦ctor el que cre¨® una fundaci¨®n para j¨®venes cient¨ªficos, el que dise?¨® casas antisismos cuando un terremoto magnitud 8 sacudi¨® Oaxaca, el que pagaba las giras por el extranjero de un grupo estudiantil de m¨²sica. ¡°Siempre ten¨ªa las palabras correctas para hacerte sentir que pod¨ªas hacer cualquier cosa que te propusieras¡±, cuenta la estudiante Yamileth Toledo.
Miembros de la comunidad cient¨ªfica, a la que los espinale?os acusaban de haber dado la espalda a Cabrera Fuentes, tambi¨¦n enviaron cartas de apoyo. ¡°Me reun¨ª con ¨¦l de manera constante en Singapur, Alemania, Corea del Sur, Indonesia, Estados Unidos, Rusia y M¨¦xico, donde fue decano del Tec de Monterrey¡±, comenta Victor Serebruany, profesor de Medicina en la Johns Hopkins University. ¡°Es un l¨ªder natural, pero conf¨ªa demasiado en la gente¡±, dice Serebruany, ¡°est¨¢ claro que su exposici¨®n internacional lo hizo vulnerable a que tipos malos se aprovecharan de ¨¦l y lo usaran¡±.
¡°Es alguien universalmente querido por todos los cient¨ªficos con los que ha tenido contacto¡±, afirma William Boisvert, de la Universidad de Haw¨¢i, que destaca su carrera mete¨®rica en la Universidad de Singapur, donde se hizo con una plaza en tan solo tres a?os, ¡°algo pr¨¢cticamente sin precedentes¡±. ¡°A pesar de su situaci¨®n actual, espero con ansias que el doctor, un investigador muy talentoso y confiable, pueda retomar su vida personal y profesional lo m¨¢s pronto posible¡±, dice Klaus Preissner, acad¨¦mico de la Universidad de Giessen (Alemania), donde el cient¨ªfico hizo su doctorado. ¡°Creo que es una p¨¦rdida para todos nosotros que, precisamente en tiempos en los que hay una necesidad tan apremiante por desarrollar investigaci¨®n y trabajo m¨¦dicos, H¨¦ctor sea mantenido al margen y no pueda ayudar¡±, sostiene el f¨ªsico Luis Roberto Flores, de la Universidad China de Hong Kong.
Se sabe realmente poco de la vida de Cabrera Fuentes en prisi¨®n, pero los documentos arrojan algunos detalles. ¡°Sobresaliente¡±, as¨ª calificaron los custodios el trabajo que desempe?¨® limpiando y pintando una unidad de la c¨¢rcel. ¡°Da el 100% todo el tiempo¡± y ¡°se lleva bien con sus compa?eros¡± son otras anotaciones de su supervisor. Como reo, trabaj¨® 90 horas en mantenimiento y gan¨® 10 d¨®lares con 80 centavos. ¡°El Dr. Cabrera es el padre orgulloso de cuatro ni?os, a quienes no ha visto desde que fue encarcelado porque no residen en el pa¨ªs¡±, se?alan sus abogados, ¡°sigue siendo extremadamente cercano a sus padres, hermanas e hijos a trav¨¦s de conversaciones telef¨®nicas y [env¨ªa] apoyo un econ¨®mico limitado para sus ni?os y sus madres¡±.
La trama de Cabrera Fuentes est¨¢ atravesada por eventos hist¨®ricos como la pandemia de covid-19, que estall¨® dos semanas despu¨¦s de su detenci¨®n y ha retrasado la resoluci¨®n de su caso, o la invasi¨®n rusa de Ucrania, que se lanz¨® el mismo mes en el que se declar¨® culpable para evitar ir a juicio. Tras una misi¨®n de espionaje fallida, un arresto inesperado, un esc¨¢ndalo medi¨¢tico, pronunciamientos de pol¨ªticos locales, la revelaci¨®n de una doble vida, protestas y teor¨ªas de conspiraci¨®n en su pueblo llega un ¨²ltimo pedido de clemencia. El pr¨®ximo cap¨ªtulo de la historia est¨¢ programado para el pr¨®ximo 21 de junio, cuando se espera que se le dicte sentencia.
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