Una ola de denuncias abre el debate del acoso sexual en la gran escuela mexicana de cine

Una ola de denuncias por acoso y abuso sexual ha provocado un cisma en el Centro de Capacitaci¨®n Cinematogr¨¢fica (CCC) de M¨¦xico. Las acusaciones, que alcanzan al director de la gran escuela mexicana de cine, fueron atendidas a trav¨¦s de una investigaci¨®n llevada a cabo por una entidad externa. Un grupo de mujeres de la comunidad cinematogr¨¢fica reclama ahora falta de transparencia en el proceso y piden la destituci¨®n de Alfredo Loaeza, el titular de la entidad que depende de la Secretar¨ªa de Cultura de M¨¦xico. Le acusan de haber participado en el proceso por una denuncia contra ¨¦l mismo, que fue clasificada como hostigamiento sexual. Directoras, actrices, guionistas y productoras se han sumado al reclamo en un intento por reabrir el debate sobre la violencia de g¨¦nero en el cine.

El cisma comenz¨® con la publicaci¨®n de un ¡°tendedero¡± virtual de denuncias en marzo del a?o pasado para el aniversario de los 45 a?os del CCC. All¨ª se publicaron de manera an¨®nima m¨¢s de 150 quejas contra hombres que est¨¢n o pasaron en alg¨²n momento por la instituci¨®n. La p¨¢gina web incluye todo tipo de acusaciones, desde comentarios machistas realizados en clase hasta episodios de violencia o violaci¨®n. Para atender a la revuelta, la instituci¨®n decidi¨® llamar a una instancia externa que investigara los casos. Acudi¨® al Boston Center, un centro especializado en la atenci¨®n y respuesta a denuncias que, de acuerdo a su p¨¢gina web, trabaja para ¡°prevenir y actuar ante incidentes de acoso y hostigamiento sexual¡± a trav¨¦s de mecanismos que ¡°salvaguardan los derechos de todas las personas involucradas¡±.

Las denuncias se trasladaron entonces del tendedero al Boston Center, y se convirtieron en 40 casos a investigar. Para principios de este a?o, la mitad de ellos hab¨ªa sido incluido en un esquema que califica las malas conductas. Entre las acusaciones registradas hab¨ªa una que resonaba m¨¢s que el resto. El director del CCC era se?alado por una entonces alumna, un se?alamiento que posteriormente se clasific¨® como hostigamiento sexual.

Ese caso despert¨® una serie de reclamos cruzados y un debate sobre si deb¨ªa informarse la denuncia contra el titular del CCC y qu¨¦ medidas deb¨ªan tomarse. El pasado marzo, m¨¢s de la mitad de los miembros del Consejo Acad¨¦mico de la instituci¨®n y de la Comisi¨®n de Atenci¨®n a Se?alamientos de Violencia de G¨¦nero ¡ªcreada para acompa?ar las denuncias¡ª renunciaron por ¡°faltas administrativas graves¡± cometidas supuestamente por Loaeza durante el proceso, entre ellas, ocultarles ¡°la existencia de la denuncia¡±. A la pol¨¦mica se sum¨® la ratificaci¨®n de Loaeza en el cargo en noviembre de 2021, respaldado por el Consejo Acad¨¦mico, cuyos miembros reclamaron que lo hicieron porque no conoc¨ªan entonces la acusaci¨®n contra el director.

Una de esas personas que renunci¨® asegura a este peri¨®dico que el director del CCC incurri¨® en un ¡°conflicto de inter¨¦s¡±, adem¨¢s de ¡°la violaci¨®n de los derechos humanos¡± de la denunciante. La mujer, que prefiere mantener el anonimato, ha dicho que el acuerdo original que hicieron cuando iniciaron las investigaciones dentro del CCC era que el Boston Center recibiera las quejas, las analizara e investigara y emitiera recomendaciones que deb¨ªan pasar por la Comisi¨®n de Atenci¨®n a Se?alamientos de Violencia de G¨¦nero. Para proteger el nombre de quien denunciaba y quien era denunciado, los miembros de la comisi¨®n firmaron un acuerdo de confidencialidad. Sin embargo, afirma, nunca les dieron esa informaci¨®n y solo les comentaron la cantidad de acusaciones que hab¨ªa.

Algunos miembros de la comisi¨®n y del consejo han asegurado que se enteraron de que hab¨ªa una denuncia contra Loaeza a trav¨¦s de la propia alumna reci¨¦n en enero de este a?o. El pasado 24 de marzo, el director public¨® una carta abierta a la comunidad del CCC para explicar que hab¨ªa participado en la entrevista para la investigaci¨®n de un caso como parte presunta responsable. ¡°Pero a la fecha no he sido notificado ni de la conducta clasificada ni de las medidas a seguir¡±, justific¨®. Adem¨¢s asegur¨® que no hab¨ªa sido parte de la ¡°admisi¨®n, investigaci¨®n, clasificaci¨®n de la conducta ni propuesta de recomendaciones de medidas¡± en la acusaci¨®n en su contra. Y aclar¨®: ¡°Notificar y aplicar medidas s¨ª le corresponde a la Direcci¨®n General, pero antes no¡±. Esto implica que si llegan a recomendar alguna medida en su contra, ¨¦l mismo es quien debe aplicarla y firmar el acta de resoluci¨®n del caso.

El ¡°ocultamiento de informaci¨®n¡± fue el motivo de la catarata de renuncias, dice la persona que dimiti¨®. ¡°Lo ¨²nico que hac¨ªa era deslegitimizar todo el proceso que inicialmente ten¨ªa una l¨ªnea de transparencia, pero no se respet¨®¡±, comenta. Por ese mismo motivo es que presentaron una denuncia contra el titular ante el ¨®rgano interno de control del CCC, una instancia que tienen todas las entidades del Gobierno federal para prevenir, detectar y sancionar pr¨¢cticas corruptas. Este peri¨®dico ha solicitado una versi¨®n de los hechos a Loaeza y al centro, pero no ha obtenido respuesta.

Una alumna del CCC que denunci¨® a un cineasta ante el Boston Center, y que tambi¨¦n prefiere mantener el anonimato por temor a represalias, asegura que existe ¡°una sensaci¨®n de desconfianza hacia la persona que dirige la instituci¨®n¡± a partir de este esc¨¢ndalo. La joven acus¨® a un documentalista por abuso sexual y su caso est¨¢ dentro de los investigados. ¡°Me preguntaron qu¨¦ quer¨ªa que pasara y yo dije que le separaran de las actividades del colegio. Pero nunca m¨¢s me dijeron nada¡±, relata a este diario. Ella asisti¨® a cuatro sesiones de terapia que le otorgaron y le sirvieron para tratar la ansiedad, dice, pero ahora lo sucedido le demuestra que ¡°de nada ha servido todo lo que ha pasado¡±.

Dif¨ªcil de ocultar, el tema escal¨® hasta el Festival de Cannes, donde un par de estudiantes protestaron con carteles solicitando la remoci¨®n del titular del CCC. La secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, solicit¨® el 4 de junio al Instituto Mexicano de Cinematograf¨ªa ¡°entablar un di¨¢logo¡± con el grupo de mujeres que pidi¨® la dimisi¨®n de Loaeza ¡°para generar estrategias y mecanismos para garantizar espacios libres de violencia¡±. Hasta el momento, la Secretar¨ªa no ha hecho p¨²blico nada respecto al tema ni ha dado respuesta a la crisis desatada en la gran escuela del cine mexicano.

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