Las cuentas pendientes de El Ochenta, uno de los jefes del cartel de La L¨ªnea

Carlos Arturo Quintana quiz¨¢ no est¨¦ entre los narcotraficantes m¨¢s famosos de M¨¦xico, pero en Estados Unidos es uno de los hombres m¨¢s buscados. Su nombre est¨¢ asociado a un extenso historial delictivo que ha aterrorizado al Estado norte?o de Chihuahua durante m¨¢s de una d¨¦cada. El Ochenta, el alias por el que es conocido, es identificado como uno de los cabecillas del cartel de La L¨ªnea, la organizaci¨®n criminal que fragu¨® una alianza con Rafael Caro Quintero, el Jefe de jefes, en su ¨²ltimo intento de recuperar su reino criminal. Es del mismo grupo delictivo asociado con la masacre de la familia LeBar¨®n, en la que fueron emboscados y asesinados seis ni?os y tres mujeres de una comunidad mormona. Su apodo emergi¨® tras el asesinato de la periodista Miroslava Breach, del que fue se?alado en un primer inicio como el autor intelectual, y tambi¨¦n fue se?alado por estar detr¨¢s de una campa?a de intimidaci¨®n contra otros comunicadores y el entonces gobernador Javier Corral. Tras varios a?os de espera y unos d¨ªas despu¨¦s de que Washington pidiera al Gobierno de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador m¨¢s resultados en materia de seguridad, Quintana fue extraditado el fin de semana pasado a Nuevo M¨¦xico. No ser¨¢ juzgado por ninguno de los cr¨ªmenes anteriores, sino por construir un imperio apuntalado en el tr¨¢fico de marihuana desde la sierra de Chihuahua.

La extradici¨®n de Quintana supone un nuevo golpe de la justicia estadounidense contra el cartel de Ju¨¢rez, una de las organizaciones criminales m¨¢s antiguas de M¨¦xico, y sus herederos. La L¨ªnea emergi¨® en el mapa delictivo del pa¨ªs justamente como brazo armado de Ju¨¢rez, el antiguo grupo fundado en la d¨¦cada de los ochenta por Amado Carrillo Fuentes, El se?or de los cielos. El ¨¢rbol geneal¨®gico de todas las facciones que han estado asociadas a ese cartel es tan complejo que en Estados Unidos es com¨²n que se refieran a ese intrincado entramado como la organizaci¨®n de Vicente Carrillo Fuentes, el hermano que hered¨® el mando tras la muerte de Amado en los noventa. En julio de este a?o, por ejemplo, un tribunal de Dakota del Norte dio la raz¨®n a cuatro familias del clan LeBar¨®n y orden¨® al cartel de Ju¨¢rez el pago de una indemnizaci¨®n de 4.600 millones de d¨®lares por los da?os sufridos durante la masacre perpetrada por La L¨ªnea en noviembre de 2019. El fallo vino unos d¨ªas despu¨¦s de la captura de Caro Quintero por parte de las autoridades mexicanas.

Hace tiempo que El Ochenta est¨¢ en la mira de Estados Unidos. La acusaci¨®n por la que fue extraditado se remonta a principios de 2011, en la que Quintana es se?alado como uno de los traficantes m¨¢s prol¨ªficos de marihuana a trav¨¦s de la porosa frontera de Nuevo M¨¦xico y Chihuahua. Aunque su nombre apenas se menciona en el sumario judicial estadounidense, enfrenta cargos por asociaci¨®n delictuosa y contra la salud, seg¨²n un comunicado de la Fiscal¨ªa General de la Rep¨²blica. Su arresto no se produjo hasta mayo de 2018 en Namiquipa, una comunidad chihuahuense de menos de 25.000 habitantes. Para entonces, ya era se?alado por las autoridades federales como ¡°el principal generador de violencia en Chihuahua¡±. As¨ª lo describieron Renato Sales, entonces comisionado de Seguridad Nacional, y Alfonso Navarrete, secretario de Gobernaci¨®n, en el tramo final de la Administraci¨®n de Enrique Pe?a Nieto.

Un a?o antes de la detenci¨®n, El Ochenta hab¨ªa lanzado amenazas contra Corral. ¡°Si me sigues mandando a tus achichincles, los voy a matar¡±, se le¨ªa en una manta que apareci¨® en marzo de 2017. ¡°Quer¨ªas guerra, pues ya la tienes¡±, agregaba el mensaje. El pleito entre el capo y el pol¨ªtico se remontaba a varios a?os. En marzo de 2016, Miroslava Breach public¨® un art¨ªculo en el que acusaba a Quintana de sobornar a varias corporaciones de polic¨ªa locales para operar a sus anchas y de tener acuerdos con el Partido Revolucionario Institucional (PRI) para que postulara a su suegra como candidata a la alcald¨ªa de Bachiniva, tambi¨¦n en Chihuahua.

Corral dijo en campa?a que hab¨ªa varios narcocandidatos del PRI y ya como gobernador electo lanz¨® un ultim¨¢tum a El Ochenta para que abandonara Bachiniva en 72 horas o se arriesgara a ser capturado. Era agosto de 2016 y el capo ya era considerado por la DEA como uno de los jefes de Ju¨¢rez. Breach fue asesinada a tiros en marzo de 2017. Se identificaron tres mensajes atribuidos a Quintana tras el homicidio, pero despu¨¦s se dijo que las amenazas hab¨ªan sido sembradas por un grupo rival, Los Salazar, aliados del cartel de Sinaloa y eventualmente culpados de matar a la comunicadora.

Este mes, distintos grupos del narcotr¨¢fico sembraron el terror en Jalisco, Guanajuato, Baja California y Chihuahua, espec¨ªficamente en Ciudad Ju¨¢rez, donde murieron al menos nueve personas en varios episodios de violencia. Dos de los fallecidos eran reos que fallecieron en una disputa entre el cartel de Ju¨¢rez y el cartel del Pac¨ªfico por el control de un penal, seg¨²n la Secretar¨ªa de Defensa. La ola de ataques hizo que Estados Unidos rompiera el silencio e hiciera un llamado a M¨¦xico a refrendar sus compromisos bilaterales en el combate al crimen organizado. ¡°Es tiempo de resultados en seguridad¡±, dijo el embajador Ken Salazar en una conferencia de prensa el jueves pasado.

Horas antes de los episodios de violencia en Jalisco y Guanajuato, el embajador dijo a las autoridades mexicanas que extraditar a los criminales es una manera ¡°muy efectiva para tener impacto en esta delincuencia, porque estos delincuentes est¨¢n ah¨ª en los penales haciendo lo que siempre han hecho¡±. Esta semana, Salazar agradeci¨® la extradici¨®n de Quintana por ¡°capturar a uno de los cabecillas de organizaci¨®n criminal m¨¢s buscados por el FBI, El Ochenta del cartel de Vicente Carrillo Fuentes¡±.

Un comunicado del Departamento de Justicia estadounidense se?al¨® que el capo de 40 a?os hizo su primera aparici¨®n en una corte de Nuevo M¨¦xico la semana pasada y que permanecer¨¢ bajo custodia mientras avance su caso. Pese a las sospechas de sobornar polic¨ªas, intimidar periodistas e infiltrarse en la pol¨ªtica de Chihuahua, su captura se dio hace cuatro a?os con fines de extradici¨®n, solo acusado de delitos cometidos mucho antes de escalar rangos hasta convertirse en uno de los criminales m¨¢s temidos del norte de M¨¦xico.

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