M¨¢s de 4.600 millones de d¨®lares: la indemnizaci¨®n multimillonaria que el cartel de Ju¨¢rez debe pagar en EE UU al clan LeBar¨®n

La masacre conmocion¨® a M¨¦xico. El 4 de noviembre de 2019, sicarios del grupo criminal La L¨ªnea, el brazo armado del cartel de Ju¨¢rez, emboscaron y asesinaron a tres mujeres y seis ni?os de las familias Langford y LeBar¨®n, que pertenec¨ªan a una comunidad mormona del norte del pa¨ªs. Ocho meses despu¨¦s de la tragedia, las v¨ªctimas presentaron una demanda colectiva en un tribunal de Dakota del Norte para recibir una indemnizaci¨®n por los da?os sufridos. Un juez estadounidense concluy¨® el caso este mes y orden¨® que la organizaci¨®n delictiva pagara m¨¢s de 4.600 millones de d¨®lares a los dolientes y otros miembros del clan, en una decisi¨®n sin precedentes por el monto y por los actores implicados. El caso entra?a una inc¨®gnita a¨²n mayor: c¨®mo y a qui¨¦n se va a cobrar el dinero.

La demanda civil estuvo encabezada por Howard Miller, que perdi¨® a su esposa Rhonita LeBar¨®n y cuatro de sus hijos en el ataque, entre ellos dos gemelos de ocho meses de edad. Miller tambi¨¦n se presenta como el tutor legal de otros tres ni?os peque?os, de nueve, seis y dos a?os de edad. Los padres de Rhonita, Adri¨¢n LeBar¨®n y Shalom Tucker, tambi¨¦n se sumaron, as¨ª como sus diez hermanos. Fue promovida tambi¨¦n por Tyler Johnson, esposo de la difunta Christina Marie Langford y padre de Faith, una beb¨¦ que ten¨ªa un a?o al momento de la emboscada y que logr¨® sobrevivir pese a que el coche en el que viajaba recibi¨® una r¨¢faga de m¨¢s de 200 disparos. En la querella estaban incluidos la madre y siete hermanos de Dawna Ray, otra de las mujeres que fueron asesinadas a manos de los sicarios. La matanza tuvo lugar cuando las mujeres y sus familias viajaban en una caravana de tres coches que fue interceptada por sicarios del cartel cerca del rancho de La Mora, en Sonora, al norte de M¨¦xico.

Todos los 25 demandantes pertenecen a cuatro grandes familias y tienen doble nacionalidad de M¨¦xico y Estados Unidos. La colonia LeBar¨®n fue fundada en los a?os veinte en el Estado fronterizo de Chihuahua, muy cerca del vecino Estado de Sonora y de territorio estadounidense, por miembros de una rama fundamentalista mormona que hu¨ªan de la prohibici¨®n de la poligamia del otro lado de la frontera. Al margen de sus creencias, la comunidad ha tenido notoriedad en M¨¦xico por los atentados que ha sufrido a manos del crimen organizado en M¨¦xico en los ¨²ltimos 15 a?os, en una cadena de tragedias que incluye secuestros, extorsiones, asesinatos y fricciones permanentes con las autoridades ante los reclamos por la ola de inseguridad que azota al pa¨ªs. Sus miembros, sin embargo, no rompieron lazos con Estados Unidos, donde han vivido de forma intermitente y dirigido negocios en zonas de fuerte presencia de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los ?ltimos D¨ªas (el nombre oficial de la principal iglesia ¡°mormona¡±, un apelativo que ha sido desalentado por sus l¨ªderes religiosos) y sus escisiones, como Utah y Dakota del Norte. Esas fueron las bases legales para que una corte estadounidense tomara el llamado caso Miller.

Lo ins¨®lito es llevar al banquillo de los acusados a un cartel criminal. Ning¨²n mando del cartel de Ju¨¢rez o de La L¨ªnea se present¨® ante el juzgado para declarar ni se asumi¨® como representante de las organizaciones. Las v¨ªctimas presentaron su queja bajo la Ley Antiterrorismo de EE UU, que concede a cualquier ciudadano estadounidense el derecho a reclamar da?os contra su persona, su propiedad o su negocio como resultado de un ataque terrorista, en este caso por un acto de ¡°narcoterrorismo¡±. La indemnizaci¨®n debe cubrir tres veces el monto de los da?os sufridos, as¨ª como los costos de la demanda, como los honorarios de los abogados. Los montos de las indemnizaciones individuales van de los 21 millones de d¨®lares a los 228 millones y cubren da?os econ¨®micos, psicol¨®gicos, f¨ªsicos y por las muertes de sus familiares. ¡°Los LeBaron se han convertido en s¨ªmbolo de la resistencia mormona al cartel¡±, se lee en el sumario judicial. ¡°Por consecuencia, el cartel ve a los mormones en Chihuahua y sus alrededores como sus oponentes¡±, se agrega.

¡°Estoy convencido que en M¨¦xico hay terrorismo, pero las autoridades le tienen m¨¢s miedo a decirlo que a sus consecuencias¡±, escribi¨® Adri¨¢n LeBar¨®n el pasado fin de semana en su cuenta de Twitter. La familia apuesta a que el fallo a su favor impulse la cooperaci¨®n en el combate binacional contra la delincuencia y los episodios de violencia que han sufrido han tensado las relaciones entre M¨¦xico y Washington. Rafael Caro Quintero, alias El Narco de Narcos, fue detenido la semana pasada tras estar 13 a?os pr¨®fugo de las autoridades mexicanas y estadounidenses. En su intento por reconstruir su imperio criminal forj¨® una alianza con La L¨ªnea e hizo de Sonora su principal basti¨®n. ¡°Es terrorismo lo que hacen los carteles para tener poder. Por eso cuelgan, tiran, mutilan, queman pueblos; si aqu¨ª se entiende como en Estados Unidos, pueden actuar juntos, ayer vimos que s¨ª da resultados¡±, dijo Bryan LeBar¨®n, otro de los varones del clan, un d¨ªa despu¨¦s de que se conociera la detenci¨®n de Caro Quintero.

M¨¢s all¨¢ de los simbolismos, la demanda abre una baraja de l¨ªneas a seguir: la posibilidad de nuevas demandas promovidas por la familia LeBar¨®n a partir de este precedente, implicaciones para entes legales que tengan v¨ªnculos con organizaciones delictivas, como bancos y negocios establecidos que blanqueen dinero, los blancos prioritarios en la ofensiva estadounidense contra los carteles mexicanos y la bater¨ªa de cargos que enfrentaran los narcotraficantes en Estados Unidos si son juzgados, adem¨¢s, como miembros de organizaciones terroristas. A casi tres a?os de la masacre, el caso a¨²n resuena desde el frente legal, pol¨ªtico y medi¨¢tico en tramas que involucran supuestas venganzas del crimen organizado, una decena de detenciones, reclamos de impunidad y nuevos episodios de violencia. En lo que toca a Dakota del Norte, el cobro de los 4.600 millones de d¨®lares sigue siendo una inc¨®gnita.

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