Oswaldo Silvas, vocalista de la Banda MS: ¡°Lo que narran los corridos es consecuencia de lo que se vive en M¨¦xico y no al rev¨¦s¡±
El grupo se convierte en el primer artista del g¨¦nero regional mexicano que participa en la banda sonora de un videojuego y apuesta por un corrido, un estilo musical com¨²nmente asociado al ¡®narco¡¯, para la ¨²ltima entrega de ¡®Call of Duty¡¯: ¡°Despegarnos de la apolog¨ªa del crimen nos abri¨® puertas¡±
La Banda MS ha vendido m¨¢s de 30 millones de discos en casi dos d¨¦cadas de trayectoria. Sus cuatro videos m¨¢s vistos en YouTube rebasan los 2.000 millones de reproducciones. Y sus canciones han sonado en todo el planeta, desde estadios abarrotados en Estados Unidos y estaciones de radio por toda Latinoam¨¦rica hasta la televisi¨®n de Rusia. Pero cuando a sus integrantes les dijeron que Call of Duty, una de las franquicias de videojuegos m¨¢s famosas y exitosas de la historia, quer¨ªa colaborar con ellos, no pod¨ªan creerlo. ¡°Pensamos que era broma¡±, admite Oswaldo Silvas, el vocalista de la agrupaci¨®n m¨¢s importante del g¨¦nero regional mexicano. Pero no era una broma. Tras grabar con artistas como el legendario rapero Snoop Dogg y empujar durante a?os las barreras de un estilo musical que parec¨ªa estar limitado a una regi¨®n y a un p¨²blico muy acotado de M¨¦xico, la Banda MS volvi¨® a ser pionera y abri¨® el camino para que la m¨²sica de banda llegara por primera vez al mundo de los videojuegos. ¡°Ha sido lo m¨¢s importante que hemos hecho en nuestra carrera¡±, afirma Walo Silvas, como es conocido entre sus seguidores.
¡°Son dos mundos completamente opuestos, no tiene nada qu¨¦ ver una cosa con la otra¡±, dice el cantante del grupo de Mazatl¨¢n, Sinaloa. Cuando la Banda MS recibi¨® la noticia, sus miembros decidieron redoblar la apuesta. Sus canciones m¨¢s conocidas son cantadas de memoria por millones de fan¨¢ticos, pero la mayor¨ªa son ¨¦xitos rom¨¢nticos con t¨ªtulos como Hermosa experiencia, Mi raz¨®n de ser o H¨¢blame de ti. La agrupaci¨®n, sin embargo, quiso regresar a sus ra¨ªces y eligi¨® un corrido para Modern Warfare II, la ¨²ltima entrega del videojuego. ¡°Ten¨ªa que ser banda, ten¨ªa que ser el 100% de lo que nos identifica como agrupaci¨®n¡±, afirma Walo. ¡°La gente nos ped¨ªa un corrido desde hace un tiempo¡±.
Los corridos son un subg¨¦nero de M¨¦xico, mitad m¨²sica y mitad leyenda contada, con historias de h¨¦roes y villanos, entre la realidad que se vive cada d¨ªa y haza?as que rozan la ficci¨®n. Pese a que ha habido corridos desde hace m¨¢s de un siglo, es un estilo que ha estado marcado y ha sido reapropiado por la guerra contra el narco: mientras el Gobierno vend¨ªa en televisi¨®n el ¨²ltimo gran golpe contra la delincuencia, los capos se acercaban y, muchas veces, pagaban a los m¨²sicos para que contaran su lado de la historia, para que cantaran narcocorridos.
Silvas afirma que un buen corrido debe de tener tres elementos: una melod¨ªa pegajosa, una buena armon¨ªa y una letra que refleje una historia real, contada desde un punto de vista imparcial. ¡°Un corrido es una noticia¡±, comenta. El boom de los narcocorridos, al mismo tiempo que algunos de los episodios m¨¢s oscuros de la guerra contra el narco, encendi¨® la pol¨¦mica: hubo censura, debates sobre la libertad de expresi¨®n y la incitaci¨®n de la violencia, acusaciones de hacer apolog¨ªa del crimen y preguntas leg¨ªtimas sobre si los narcos se estaban convirtiendo en el nuevo modelo a seguir para millones de j¨®venes que crec¨ªan rodeados de violencia, carencias y falta de oportunidades. Con todo, tres de cada cuatro mexicanos sab¨ªan de los narcocorridos y siete de cada diez afirmaban que son un reflejo de la realidad, seg¨²n una encuesta de Parametr¨ªa publicada en 2011. ¡°Los corridos no generan violencia¡±, zanja Silvas. ¡°Lo que narran los corridos es consecuencia de lo que se vive en M¨¦xico y no al rev¨¦s¡±, agrega.
Pero no todos los corridos son narcocorridos. Ni toda la m¨²sica regional mexicana se volc¨® en ese subg¨¦nero. En un momento en que cantar narcocorridos era una jugada millonaria, la Banda MS pint¨® su raya. ¡°Despegarnos de la apolog¨ªa del crimen nos abri¨® muchas puertas¡±, asegura el vocalista. ¡°Cuando t¨² cantas m¨²sica que es m¨¢s para todo p¨²blico, logras abrir una puerta a los o¨ªdos de la familia completa, de gente que te abre las puertas de su casa¡±, dice. Y el grupo entendi¨® que ten¨ªa que pensar en lo que estaba llevando a la casa de sus fan¨¢ticos, ¡°desintoxicando¡± el ambiente que hab¨ªa surgido en torno a la m¨²sica regional. ¡°Lo que haces como artista causa un impacto en la sociedad¡±, comenta. ¡°M¨¦xico estaba... y sigue tan dolido por la violencia y por el narcotr¨¢fico que creo que tenemos que tener una responsabilidad como artistas de decir ¡®?Sabes que? No, no vamos a hacer apolog¨ªa de esto¡±, afirma.
¡°Decidimos alejarnos de ese tipo de corridos y grabar sobre todo corridos que hablaban de trabajo y superaci¨®n¡±, dice Walo. Alan Ram¨ªrez, otro de los vocalistas de la Banda MS, aclara que 141, la canci¨®n que acaban de sacar, es sobre el juego: ¡°No dice ¡®mata a fulano¡¯, ¡®me est¨¢n matando¡¯ o ¡®hay que mochar cabezas¡¯; de eso, nada¡±.
Modern Warfare II es un juego de disparos en primera persona que tiene algunas misiones ambientadas en Ciudad Ju¨¢rez, uno de los focos rojos de la narcoviolencia en el pa¨ªs. El juego incluye un cartel ficticio, narcomantas y cad¨¢veres que son abandonados en la calle, seg¨²n las rese?as. ¡°Ha habido pol¨¦mica¡±, reconoce Walo. ¡°Cuando empec¨¦ a ver los avances y escenas del juego, se me hizo, vamos a decirlo as¨ª, un poco fuerte¡±, admite Silvas. ¡°No porque no est¨¦ de acuerdo, creo que sinceramente y para mucho de nuestro pesar, el juego est¨¢ retratando un M¨¦xico apegado a lo real¡±, agrega.
En julio de 2016, la violencia alcanz¨® a la Banda MS. Alan Ram¨ªrez fue herido de bala despu¨¦s de que el grupo dio un concierto en Ciudad de M¨¦xico. El disparo atraves¨® el cristal de la furgoneta en la que viajaban y alcanz¨® a internarse en el cuello del cantante. No fue un ataque directo, la hip¨®tesis de las autoridades es que se trat¨® de una bala perdida. A la noche siguiente, la agrupaci¨®n decidi¨® dar el concierto que ten¨ªa programado, la tercera fecha con las localidades agotadas en el Auditorio Nacional.
¡°Tras las almas del cartel saben que estoy / vamos fuerte los vaqueros, s¨ª se?or¡±, se escucha en la letra. De cualquier forma, el corrido del juego narra exclusivamente las aventuras de la Fuerza Operativa 141, un grupo de ¨¦lite que trabaja con el agente mexicano Alejandro Vargas. ¡°Somos 141, as¨ª nom¨¢s / Porque cada vez los buenos somos m¨¢s¡±, cierra la canci¨®n. ¡°Queremos dejar de ser una banda de regional y convertirnos en una banda mexicana que llegu¨¦ a todos los pa¨ªses¡±, afirma Ram¨ªrez.
La transformaci¨®n de la m¨²sica de banda de g¨¦nero regional a fen¨®meno de masas no ha estado exenta de cr¨ªticas de los puristas. ¡°Cuando escuchas un sonido diferente en la m¨²sica de banda, hay mucha gente que pega el grito en el cielo¡±, comenta Silvas. ¡°Cuando cambias tu mentalidad y te propones llevar tu m¨²sica, que es regional, a niveles internacionales y mundiales, te das cuenta que tienes que hacer una fusi¨®n¡±, agrega. Pas¨® con el rock, pas¨® con el hip hop y ahora con el reggaeton y el movimiento urbano. La Banda MS no ha temido dar ese paso, ¡°salir de la cajita¡± y ha colaborado con artistas pop e influencers. De hecho, ya est¨¢n en los ¨²ltimos detalles para grabar una nueva colaboraci¨®n con otro artista internacional, ¡°de la talla de Snoop¡±. ¡°La mentalidad o el techo de cristal que uno mismo se pone se ha abierto¡±, afirma Silvas. ¡°Cada vez hay m¨¢s bandas dispuestas a experimentar con otros g¨¦neros, pero al final, la esencia no se pierde¡±.
Pero la industria y el p¨²blico quieren m¨¢s que solo m¨²sica. Los tiempos han cambiado y ya no basta con sacar un video musical e irse a descansar a casa. ¡°No creas que soy tan fan del TikTok ni de Instagram y todo eso¡±, confiesa Alan Ram¨ªrez, que tiene decenas de miles de seguidores en esa red social. ¡°Pero con una peque?a fracci¨®n de canci¨®n que un tiktokero use, puede hacer que tu m¨²sica sea famosa¡±. Silvas subraya que todo va a un ritmo mucho m¨¢s acelerado: lo que es viral hoy, en 15 d¨ªas ya est¨¢ completamente olvidado. ¡°De repente mi hija de 12 a?os me pide que haga un baile con ella en TikTok, pero para cuando me lo aprendo, ya se hizo viejo¡±, cuenta Walo entre risas. ¡°Ni modo, tenemos que entrar al ruedo¡±, cuenta Alan.
Es lo mismo en el mundo de los videojuegos: antes se hablaba de consolas y gr¨¢ficas, y hoy tambi¨¦n. Pero adem¨¢s hay que ofrecer conciertos en l¨ªnea, universos hechos a la medida de los usuarios y explorar posibilidades que nunca se hab¨ªan intentado antes. ¡°La industria ha cambiado mucho, la gente tiene much¨ªsimas opciones de entretenimiento y es m¨¢s exigente¡±, dice Rodrigo P¨¦rez, director para Latinoam¨¦rica de la marca de Call of Duty, que ya no se asume como solo un videojuego, sino como una ¡°plataforma de entretenimiento¡±. ¡°Esta era una oportunidad ¨²nica para hacer algo distinto, sab¨ªamos que era una combinaci¨®n ganadora¡±, afirma.
Por lo pronto, 141 tiene casi 10 millones de reproducciones en Spotify y es la primera canci¨®n en la lista de reproducci¨®n Latin Gaming, creada por la propia plataforma, que incluye a artistas como Metallica y J Balvin, Tiesto y Carol G, Rosal¨ªa o Bizarrap. La MS est¨¢ catalogada como el artista mexicano m¨¢s escuchado en l¨ªnea, al acumular casi 900 millones de reproducciones en 2020.
¡°Somos una banda muy so?adora, nos gusta m¨¢s so?ar que hacer planes¡±, comenta Alan. Por lo pronto, la Banda MS sue?a con presentarse alg¨²n d¨ªa en Vi?a del Mar y aceita las m¨¢quinas para lanzar un nuevo disco antes de que termine el a?o. ¡°Esto vino a ser un parteaguas en nuestra carrera¡±, asegura Walo antes de despedirse y retomar su gira por Estados Unidos y M¨¦xico. ¡°Jam¨¢s nos hubiera pasado por la cabeza estar aqu¨ª¡±, confiesa el cantante del grupo, que ya grab¨® su propio reality show, puso a rapear a Snoop Dogg en espa?ol y no teme entrarle al pr¨®ximo reto de bailes virales de Tik Tok. Claro, si le dan tiempo de aprend¨¦rselos.
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