Zacatecas no encuentra refugio bajo la lluvia de balas

Las balas en Zacatecas no hacen distingos. El territorio est¨¢ bajo el fuego y muy lejos de esa idea extendida de que ¡°se matan entre ellos¡±. El juez Roberto El¨ªas Mart¨ªnez fue tiroteado en la cabeza este s¨¢bado cuando sal¨ªa de su casa en el municipio de Guadalupe, en un atentado de extrema gravedad que le ocasion¨® la muerte horas despu¨¦s. Y hace nueve d¨ªas perdi¨® la vida en un enfrentamiento armado contra el crimen Jos¨¦ Silvestre Urz¨²a Padilla, coordinador de la Guardia Nacional, en Pinos. Las autoridades se aprestaron a lamentar lo ocurrido y prometer justicia, lo ¨²nico que cabe ya esperar. As¨ª lo prometi¨® el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Zacatecas, Arturo Nahle, sobre la muerte del juez. Y el gobernador del Estado, David Monreal, se?al¨® esfuerzos parecidos en su p¨¦same por el militar Urz¨²a: ¡°No descansaremos en nuestra lucha por pacificar el Estado y hacer frente a la delincuencia, el anhelo al cual el general entreg¨® su vida. Descanse en paz¡±, dijo.

Zacatecas es uno de los territorios m¨¢s calientes de la Rep¨²blica, lugar de paso al norte. Los cad¨¢veres amanecen sembrados por las calles o colgados de puentes a menudo, en una estrategia que tiene aterrorizada a la poblaci¨®n. En ciudades como Fresnillo, el 97% de los habitantes declara sentirse inseguro. Quema de veh¨ªculos en narcobloqueos cortan las carreteras y durante horas queda paralizada la vida cotidiana. La muerte sorprende en cualquier sitio y nadie es ajeno a ello: un curso en una escuela para ense?ar a los alumnos a defenderse de un posible ataque armado caus¨® pol¨¦mica este verano. Cuando no matan, amenazan. Eso est¨¢ erosionando gravemente la vida econ¨®mica en esta tierra minera. El ¨²ltimo informe del ?ndice de Competitividad Estatal (ICE) relegaba a Zacatecas al puesto 28 de los 32 Estados de la Rep¨²blica, tres escalones m¨¢s abajo que el a?o anterior. El ¨ªndice mide la capacidad de generar, atraer y retener talento e inversiones. En la capital muchos negocios se han ido abandonando y los que contin¨²an con su actividad cierran temprano. La noche no es la mejor aliada. La estad¨ªstica cuenta 67,9 homicidios por cada 100.000 habitantes, solo detr¨¢s de Baja California. El turismo se resiente tambi¨¦n en una de las capitales m¨¢s hermosas de M¨¦xico.

Periodistas asesinados, universitarios secuestrados, cad¨¢veres decapitados arrojados en cualquier cuneta, sangre en el pavimento. No hay un d¨ªa tranquilo en Zacatecas y de poco parecen servir los contingentes militares que env¨ªan al Estado para combatir el crimen. Mientras, el gobernador inaugura el alumbrado navide?o, presenta planes de apoyo a las personas con discapacidad o supervisa carreteras en construcci¨®n, pero nada puede ocultar la prioridad de la poblaci¨®n por vivir con seguridad. El pasado 29 de noviembre, Monreal manifest¨® su reconocimiento a las fuerzas de seguridad, Guardia Nacional, Ej¨¦rcito y polic¨ªas, por su labor para ¡°pacificar Zacatecas¡±. La expresi¨®n no deja lugar a dudas, el territorio libra una guerra contra el crimen organizado, que m¨¢s que atravesar el Estado camino del norte se ha instalado para quedarse. Las autoridades se organizan en torno a la Mesa de Construcci¨®n de Paz y Seguridad, pero los resultados nunca son halag¨¹e?os. Zacatecas no es m¨¢s que una muestra del infierno contra el crimen organizado que se vive en numerosos Estados del pa¨ªs.

Monreal present¨® recientemente cifras que hablaban de una reducci¨®n del 20% en la inseguridad y el delito, asegur¨® que no se permite la impunidad y se qued¨® con un pobre consuelo: que el 98% de los homicidios que se registran son de gente for¨¢nea, Durango, Jalisco, Sinaloa, Sonora. Incluso de Guatemala y Colombia. ¡°Por fortuna, de nuestra gente muy pocos son los que se han involucrado¡±, afirm¨®. Sean de donde sean, el horrendo espect¨¢culo de ver cad¨¢veres colgando de un puente vial o regados por el suelo en una calle cualquiera es el desayuno de los zacatecanos demasiadas madrugadas.

Morenista como el presidente, Monreal se adscribe a la proclama de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, que atribuye el origen de la violencia a las escasas expectativas econ¨®micas y de bienestar social de la poblaci¨®n. El combate a la pobreza es, por tanto, la estrategia de Gobierno para paliar el horror diario. Los presupuestos, dijo el gobernador, priorizar¨¢n las pol¨ªticas sociales y educativas. Pero la pescadilla no deja de morderse la cola: pocas alternativas tienen quienes viven amenazados y con la muerte pegada a los talones para desarrollar actividades econ¨®micas que redunden en empleo y mejoren la vida.

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