¡®Home is Somewhere Else¡¯: tres familias migrantes contra el desarraigo y la separaci¨®n
Jorge Villalobos y Carlos Hagerman se sirven de la animaci¨®n para narrar tres historias atravesadas por los dos lados de la frontera que separa M¨¦xico y EE UU
A un lado, M¨¦xico. Al otro, Estados Unidos. Y, en un limbo compuesto por ambos lugares y por ninguno de los dos del todo, tres familias viven y se enfrentan cada d¨ªa al miedo de que la falta de papeles de alguno de sus miembros los acabe separando. La incertidumbre amenaza la tranquilidad de los protagonistas del documental Home is Somewhere Else (Mi casa est¨¢ en otra parte), el primer largometraje animado de Jorge Villalobos y Carlos Hagerman, estrenado este mes en salas comerciales. El primero hab¨ªa trabajado en animaci¨®n, el segundo en documental, y desde Brinca, la productora que fundaron juntos en 2011, buscaron la forma de combinar ambos elementos y ponerlos ¡°al servicio de historias relevantes¡±.
Esas historias son la de Jasmine, de 11 a?os, que teme que expulsen a sus padres de EE UU; la de las hermanas Evelyn y Elizabeth, reci¨¦n salidas de la preparatoria y separadas por la frontera; y la de Jos¨¦ Eduardo El Deportee, un joven adulto que creci¨® en Utah pero carece de pasaporte. Todos saltan de un idioma a otro con facilidad y todos prestan su propia voz a las representaciones ilustradas de sus personajes. El tercero, adem¨¢s, introduce cada relato hasta el mon¨®logo final con el que interpela al espectador. ¡°Dijimos: la animaci¨®n nos va a servir para que estas historias le lleguen al p¨²blico de otra manera, los va a agarrar con la guardia baja¡±, reflexionan los directores del filme, que conversan con EL PA?S en las oficinas del diario.
Los dibujos no solo sirven para suavizar e introducir un tema de gran crudeza a un p¨²blico a veces ¡°resistente al formato del documental¡±; son una forma de profundizar en el propio relato que quieren presentar. Cada narraci¨®n cuenta con un trazo diferente realizado por una productora distinta ¨DCasiopea, Virus Mec¨¢nico y Llamarada¨D que armoniza con el tono de la historia y de sus protagonistas. ¡°En el caso de Jasmine fue un proceso muy natural¡±, cuenta Villalobos: ¡°La primera vez que nos encontramos, ella estaba muy nerviosa, y yo tambi¨¦n, y pens¨¦: ?por qu¨¦ no nos ponemos a dibujar mejor primero?¡±. El estilo gr¨¢fico de su historia sigui¨® los trazos de la ni?a aquel d¨ªa. ¡°En eso estaba la subjetividad de ella, es la manera en la que ve¨ªa el mundo entonces¡±, se reafirma.
El segundo relato tiene un estilo m¨¢s acuarelado, de trazos sutiles combinados con algunos elementos realistas, que te transportan al universo on¨ªrico y a la nostalgia que representan las hermanas en la pantalla. ¡°Y para el tercero nos pareci¨® que la est¨¦tica de la novela gr¨¢fica y del c¨®mic iban mucho mejor, porque tiene toda esta narrativa del antih¨¦roe¡±, revela Hagerman. La edad de los personajes, la dureza de las historias y las del trazo del dibujo van aumentando de forma paralela y progresiva a medida que avanza el filme.
Cada protagonista vive una situaci¨®n migratoria distinta, pero todos comparten la experiencia del desarraigo y la reivindicaci¨®n del derecho a pertenecer. ¡°Si no tienes documentaci¨®n, no tienes el derecho de decir ni de hacer. Te cambia la identidad¡±, reflexiona uno de los personajes en el filme. Todo se reduce a eso. Ninguno destaca, tampoco, por un exceso de dramatismo o de heroicidad: la fuerza reside en lo cotidiano de sus historias. ¡°Es una caracter¨ªstica del trabajo que nos gusta¡±, explican: ¡°Creemos que se ha victimizado mucho a los protagonistas de las historias de migraci¨®n, tanto en la ficci¨®n como en el documental. A veces te llegan historias superdram¨¢ticas, pero dejas la representatividad, que sentimos que hace m¨¢s humano el discurso¡±.
La pol¨ªtica aparece y desaparece de forma m¨¢s o menos sutil en cada historia, pero el epicentro de todas ellas es el temor a la separaci¨®n de la familia. ¡°Hay algo que tiene que ver con el n¨²cleo familiar que me atrae mucho, porque las historias contadas desde la familia pueden ser vistas y sentidas en cualquier lugar¡±, confiesa Hagerman, cuyos proyectos anteriores ¡ªcomo Los que se quedan (2008)¡ª ya han pivotado sobre esta tem¨¢tica: ¡°Las familias somos organismos hechos de varios miembros que funcionamos con diferentes leyes que nos atraen y nos expulsan, pero siempre hay como la ilusi¨®n de mantenernos juntos¡±.
La voluntad de preservar el punto de vista familiar y de los protagonistas les hizo descartar un narrador potente pero externo. Hab¨ªan pensado en el escritor Jorge Volpi o en el cineasta Alejandro G. I?¨¢rritu. ¡°Nos iba a ayudar a que el filme tuviera una presencia m¨¢s fuerte, pero luego nos dimos cuenta de que, si hac¨ªamos eso, ¨ªbamos a editorializar todo e iba a haber una pel¨ªcula con gente opinando de cosas que no ha vivido¡±, razona Villalobos.
No lo han necesitado. La pel¨ªcula se estren¨® en 2022 en el Festival de Annecy, el m¨¢s importante del mundo en animaci¨®n, y se convirti¨® en el primer documental mexicano en competir por el Premio Contrechamp (a contracampo, en castellano). Desde entonces han ganado seis premios internacionales.
El mejor galard¨®n, no obstante, es la empat¨ªa del p¨²blico. Reci¨¦n terminado el filme, la presentaron ante una clase de adolescentes en Estambul, y una de las alumnas, migrante del L¨ªbano, se emocion¨® al ver en la pantalla una historia tan parecida a la suya y la de su hermana, todav¨ªa en el pa¨ªs. ¡±Pero luego pas¨® algo todav¨ªa mejor¡±, recuerdan orgullosos, ¡°y fue ver la reacci¨®n de los compa?eros mientras la chica compart¨ªa su historia¡±. ¡°Estaban enter¨¢ndose por primera vez de lo que le estaba pasando, y eso gener¨® un cambio en sus compa?eros hacia ella¡±, cuenta Villalobos. Esa, quiz¨¢, es la clave de todo. ¡°Que cuando termine la peli¡±, remata Hagerman, ¡°en lugar de hablar de ella, hablen de ellos mismos. Entonces ya hizo lo que ten¨ªa que hacer¡±.
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