Peces m¨¢s grandes y mejor pesca en Revillagigedo: lo que ha dejado la mayor ¨¢rea marina protegida de M¨¦xico
Tras declarar esta reserva en 2017, investigadores rastrearon el impacto que ten¨ªa sobre la industria pesquera. Encontraron que proteger los mares la hace m¨¢s fruct¨ªfera
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En el 2017, cuando el Gobierno de Enrique Pe?a Nieto debat¨ªa si declarar al archipi¨¦lago de Revillagigedo un ¨¢rea marina protegida, la industria pesquera quiso poner una barrera. ¡°Dec¨ªan que en esa zona capturaban hasta el 20% del at¨²n¡±, recuerda ahora Enric Sala, explorador en residencia de National Geographic. ¡°Que protegerla afectar¨ªa la pesca y que iba a ser un desastre¡±. Como parte de los estudios para tomar esa decisi¨®n, Sala pudo constatar junto a un grupo de investigadores que lo primero no era cierto: solo el 3% de la pesca se hac¨ªa en esa zona. Sobre lo segundo, no se ten¨ªa una respuesta certera. Hasta ahora.
Aprovechando que ya hab¨ªan recolectado datos sobre la l¨®gica de la pesca en la regi¨®n antes de que el ¨¢rea se declarara como tal, siguieron rastreando se?ales de c¨®mo iba cambiando el panorama. Durante cinco a?os tras la declaraci¨®n del Parque Nacional de Revillagigedo, apuntaron espec¨ªficamente a dos variables. La primera, fue seguir el movimiento exacto de cada uno de los barcos que atravesaban los mares mexicanos y el ¨¢rea marina protegida, a trav¨¦s de los sat¨¦lites que tiene cada embarcaci¨®n. ¡°Estos emiten una se?al cada pocos minutos, entonces eran millones de datos sobre la posici¨®n que nos permit¨ªan saber si se estaban desplazando, a qu¨¦ velocidad, o si estaban m¨¢s bien quietos, pescando¡±, asegura el experto.
Lo segundo fue cruzar esta informaci¨®n con la de captura de pesca, por especie y tonelada, que rastrea la agencia pesquera de M¨¦xico. ¡°Para analizar estos millones de datos fue entonces para lo que la Inteligencia Artificial nos ayud¨®¡±, continua Sala. Y as¨ª fue como la anhelada ¨²ltima respuesta por fin lleg¨®. ¡°La puesta en marcha del Parque Nacional de Revillagigedo, de 147.000 kil¨®metros cudrados, no tuvo efectos negativos sobre las capturas ni provoc¨® que la flota industrial mexicana aumentara la superficie utilizada para la pesca¡±, se?ala la conclusi¨®n de la investigaci¨®n publicada este mi¨¦rcoles 31 de mayo en Science Advances, de la que Sala es coautor.
El estudio, en el que participaron investigadores del Centro para la Biodiversidad Marina y la Conservaci¨®n de M¨¦xico, el instituto Scripps de Oceanograf¨ªa de la Universidad de California, San Diego, el Programa Marino del Golfo de California del Instituto de las Am¨¦ricas y National Geographic Society, tambi¨¦n afirma que, dentro del ¨¢rea marina protegida de Revillagigedo, la actividad pesquera declin¨® 82% en promedio.
¡°La actividad pesquera que tiene lugar dentro del ¨¢rea despu¨¦s de su implantaci¨®n es ilegal; los buques detectados dentro del ¨¢rea no se limitaron a cruzar sus l¨ªmites, sino que realizaron maniobras que pueden asociarse al despliegue de artes de pesca¡±, aseguran.
Peces m¨¢s grandes y que se reproducen m¨¢s
Aunque el estudio no describe espec¨ªficamente este fen¨®meno en la reserva Revillagigedo, Sala s¨ª recuerda que hay evidencia que apunta a que las ¨¢reas marinas protegidas, incluso, mejoran la pesca. ?Por qu¨¦? Sin la presi¨®n de la sobrepesca, los peces crecen a tallas mayores, y una hembra m¨¢s grande tambi¨¦n implica mayor cantidad de huevos. ¡°En esas ¨¢reas, hay m¨¢s producci¨®n de peces juveniles, generando una especie de derrame de peces por fuera de las reservas, por lo que alrededor de las reservas se pesca m¨¢s y mejor¡±.
Este fen¨®meno se ha visto en varias reservas, pero en especial en la m¨¢s grande del mundo: la de Papahanaumokuakea en Haw¨¢i, Estados Unidos. All¨ª, cuenta Sala, se demostr¨®, tras seis de la declaraci¨®n, que en los alrededores la flota pesquera lograba capturar hasta un 54% m¨¢s de at¨²n de aleta amarrilla entre 2016 y 2019. Pero no se trata solo de hacer la pesca m¨¢s fruct¨ªfera, sino de salvaguardar especies claves para los ecosistemas.
En Revillagigedo, por ejemplo, se concentran algunos de los tiburones y mantarrayas m¨¢s grandes del mundo, y dentro de sus mares nadan ballenas jorobadas, cinco especies de tortugas marinas y 300 especies de peces, de los cuales 36 son end¨¦micos de la zona, que no se encuentran en ninguna otra parte del mundo.
Ante esto, quedan dos se?ales claras. Una, la dice contundentemente Sala. ¡°El peor enemigo de la pesca es la sobrepesca, no las ¨¢reas marinas protegidas¡±. La otra, tiene que ver con el futuro del planeta, uno en el que hay que tomar una decisi¨®n sin miedo: la de proteger el 30% de los oc¨¦anos para 2030, como ya han acordado los pa¨ªses cobijados bajo la ONU.
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