Los lobos finos de M¨¦xico sufren de alopecia
Un grupo de cient¨ªficos analiza si la p¨¦rdida del pelaje de esta especie que radica en la isla de Guadalupe y el archipi¨¦lago San Benito se debe al aumento de la temperatura del mar
Los lobos marinos de M¨¦xico padecen de alopecia. Un grupo de cient¨ªficos que llevaba una d¨¦cada estudi¨¢ndolos, en concreto una subespecie llamada lobos finos que vive en la isla de Guadalupe y el archipi¨¦lago San Benito, en el Pac¨ªfico, not¨® que estos animales, que normalmente tienen dos capas de pelo, estaban perdiendo una de ellas. La impactante imagen que vieron les impuls¨® a captar 13 ejemplares para realizarles estudios m¨¦dicos y averiguar el motivo de su calvicie. A?os despu¨¦s barajan la teor¨ªa de que el aumento de la temperatura superficial del mar est¨¢ vinculada al padecimiento que tienen estos lobos finos. Los investigadores analizan si el calentamiento en esa zona del oc¨¦ano ha afectado la cadena tr¨®fica y eso ha impactado en la alimentaci¨®n que tienen, trayendo como consecuencia la p¨¦rdida del pelo.
El lobo fino de Guadalupe lleva el nombre de la isla donde habitan estos animales, junto con el archipi¨¦lago San Benito, ambas cerca de las costas del Estado de Baja California. Por haber estado al borde de la extinci¨®n hace un siglo, el Gobierno mexicano le considera una especie ¡°prioritaria para la conservaci¨®n¡±. Entre las amenazas que a¨²n enfrenta, de acuerdo al Ejecutivo, est¨¢n la actividad humana, ¡°como la contaminaci¨®n del medio marino por combustibles¡± o ¡°la introducci¨®n a las islas de especies ex¨®ticas y de pat¨®genos asociados¡±; adem¨¢s del incremento de temperatura superficial del mar durante el fen¨®meno conocido como El Ni?o y ¡°su efecto en la disponibilidad de presas¡±.
Esta especie entr¨® casi en extinci¨®n hace 100 a?os, pero a finales de los noventa comenzaron a verse nuevamente en esa regi¨®n de M¨¦xico, explica uno de los investigadores, Fernando Elorriaga, del Centro Interdisciplinario de Ciencias Marinas del Instituto Polit¨¦cnico Nacional. Desde entonces han estado estudiando c¨®mo fue que se dio esa recuperaci¨®n poblacional. Para entender su regreso han monitoreado la salud y la alimentaci¨®n de los animales. All¨ª fue cuando surgi¨® el problema de la alopecia. ¡°Uno de los aspectos que empezamos a encontrar, especialmente desde 2013 y 2014, es que algunos de estos animales presentaban manchas, ve¨ªamos a distancia manchas o anomal¨ªas en su pelaje¡±.
Con las dificultades que implicaba captar a un animal salvaje, el equipo logr¨® para 2018 atrapar unos 13 ejemplares con el fin de estudiarlos. Les hicieron hisopados, les tomaron muestras de sangre y del pelo. El equipo buscaba la causa de la alopecia, y para eso revisaron los factores que normalmente la provocan en los animales, como hongos, ¨¢caros, o bacterias. Pero no encontraron rastro de nada de esto. Un par de estudios de alopecias semejantes en otros pinn¨ªpedos de otros lados del mundo apuntaban hacia causas como estr¨¦s t¨¦rmico o problemas nutricionales. Eso sirvi¨® de disparador para continuar los estudios que abrieron la posibilidad de los efectos del cambio clim¨¢tico en lo que estaba sucediendo.
En la revisi¨®n de las variaciones en las temperaturas en esta zona, destacaba el blob una masa de agua caliente que recorri¨® el Pac¨ªfico en 2013 desde Alaska a M¨¦xico arrasando a su paso con los ecosistemas marinos. La ola de calor alcanz¨® entonces a subir la temperatura del agua unos 2,5 grados por encima de lo normal. ¡°Este tipo de alteraciones ambientales, pueden impactar en su termoregulaci¨®n, pero tambi¨¦n llevan a un estr¨¦s celular tremendo¡±, se?ala la acad¨¦mica Karina Acevedo, de la Unidad de Microbiolog¨ªa de la Universidad Aut¨®noma de Quer¨¦taro. ¡°No es un aspecto inmediato, hay aspectos que son retardados porque adem¨¢s impacta en toda la cadena tr¨®fica¡±, agrega la investigadora, otra de las integrantes del equipo de trabajo. ¡°No ser¨ªa un da?o directo sobre el pelaje. M¨¢s bien es una alteraci¨®n a nivel de la cadena tr¨®fica¡±.
Entre 2015 y 2021, a ra¨ªz de los incrementos en la temperatura superficial del mar provocados por el blob, que adem¨¢s se mezcl¨® con un fen¨®meno de El Ni?o, se desencaden¨® un evento de mortalidad inusual de lobos finos de Guadalupe, explica Elorriaga, que particip¨® de un estudio anterior sobre el efecto de esta ola de calor en el ¨ªndice de natalidad de los lobos finos. ¡°Involucr¨® animales en un estado corporal muy deteriorado en donde los recursos no fueron suficientes para ellos y eventualmente cayeron¡±.
Esta especie se alimenta principalmente de un tipo de calamar, que los investigadores creen que migr¨® con el calor a un sitio m¨¢s profundo o m¨¢s lejano. Esto provoc¨® que los lobos finos cambiaran su alimentaci¨®n por un tipo de calamar que tiene menos propiedades nutricionales. ¡°Si ellos est¨¢n teniendo una afectaci¨®n en lo que est¨¢n comiendo, est¨¢n aliment¨¢ndose de presas con menor valor, claro que hay un impacto en la generaci¨®n de toda la ruta bioqu¨ªmica de la keratina [el componente principal del pelo]¡±, dice Acevedo.
Estos tipos de pinn¨ªpedos tiene dos pelajes, uno encima del otro. El de debajo parece hecho de pelusa. El de arriba es una capa de pelo duro, que protege a los animales de factores externos como la contaminaci¨®n o la radiaci¨®n del sol, explica Ariadna Guzm¨¢n Sol¨ªs, una de las estudiantes que ha colaborado con este estudio pendiente de publicarse en una revista internacional de ciencia. La funci¨®n principal de la doble capa de pelos es mantener los animales calentitos. El sistema funciona como una especie de neopreno, guarda entre las dos capas aire que ayuda al lobo fino a mantener la temperatura corporal cuando se sumerge en el agua. Al tener el pelaje da?ado, estos ejemplares no pueden conservar su temperatura tan f¨¢cilmente y se ven obligados a usar m¨¢s energ¨ªa para mantenerse calentitos. El resultado final es m¨¢s desgaste energ¨¦tico para poder conseguir alimentos.
Los investigadores no se atrincheran en la idea de que el aumento de la temperatura es la ¨²nica causa. Admiten que podr¨ªan haber factores que hayan contribuido a la alopecia de estos animales, como la contaminaci¨®n en el entorno marino. Sin embargo, el equipo advierte de que pueda tratarse solo de la punta del iceberg. El impacto visible que hay sobre el pelaje del lobo, es en realidad ¡°una se?al de algo much¨ªsimo m¨¢s amplio a nivel ambiental que puede afectar a todo ese ecosistema marino¡±, concluye Acevedo.
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