Criptomonedas, drogas y precursores: el men¨² del tr¨¢fico internacional de fentanilo
As¨ª es la cadena de suministro entre los narcos mexicanos, sus proveedores en China y los consumidores en EE UU. El Bitcoin es la forma de pago m¨¢s com¨²n para unas transacciones que se han disparado en los ¨²ltimos a?os, seg¨²n varios estudios
Los laboratorios ponen las opciones sobre la mesa para los traficantes. Es un men¨² a la carta, parecido al de los viejos restaurantes, que no deja dudas a la imaginaci¨®n. Muchas veces, los productos suelen estar acompa?ados de una fotograf¨ªa, la f¨®rmula qu¨ªmica y el precio a pagar. Si la sustancia est¨¢ prohibida o regulada, no es problema. Si el cliente quiere tener varias opciones para efectuar el pago o necesita que la mercanc¨ªa se entregue de forma inmediata, tampoco. ¡°Son las t¨ªpicas listas que uno se podr¨ªa encontrar en Amazon o en cualquier plataforma de comercio digital¡±, cuenta Eric Jardine, investigador en jefe de la unidad de cibercrimen de Chainanalysis, una compa?¨ªa de seguridad especializada en criptomonedas. Varios estudios recientes han puesto al descubierto c¨®mo operan las redes criminales de tr¨¢fico internacional de fentanilo y otras drogas sint¨¦ticas, una telara?a que se extiende por la industria farmac¨¦utica de China e India, los carteles mexicanos y los consumidores finales en Estados Unidos. Incluso, llega a terrenos insospechados, como el norte de ?frica, Europa del Este u Ocean¨ªa. Todo, al alcance de un click.
El fentanilo es el nuevo protagonista de la guerra contra las drogas de Estados Unidos, donde cada a?o decenas de miles de personas mueren por sobredosis. No es una batalla como las anteriores. Esta droga es m¨¢s potente, m¨¢s barata y m¨¢s f¨¢cil de producir que los estupefacientes tradicionales, lo que se traduce en mayores margenes de ganancia y mayor facilidad para traficarla en dosis peque?as para los grupos criminales. Pero tiene, adem¨¢s, una dificultad adicional: existen muchas recetas para fabricarlo y muchas de ellas parten de sustancias que, en su mayor¨ªa, son legales y f¨¢ciles de conseguir, conocidas como precursores.
Ra¨²l Mart¨ªn del Campo, director adscrito al Instituto Nacional de Psiquiatr¨ªa en M¨¦xico, apunta que hace 10 a?os solo se conoc¨ªan cuatro tipos diferentes de fentanilo y ahora hay m¨¢s de 50 variantes en el mercado ilegal que usan precursores distintos. Eso ha hecho que la batalla contra el narcotr¨¢fico sea mucho m¨¢s compleja. Ya no se trata solo de interceptar llamadas telef¨®nicas, arrestar a los capos y decomisar la mercanc¨ªa, ahora hay que negociar con otros pa¨ªses la regulaci¨®n de compuestos qu¨ªmicos de uso com¨²n y estar a la caza de c¨®mo se triangulan las operaciones de compraventa antes de que lleguen al mercado negro.
A veces, los m¨¦todos para pasar inadvertidos en el radar de las autoridades son burdos, pero efectivos. El equipo de Jardine accedi¨® con facilidad a sitios de la llamada web profunda, una parte del internet al que no se puede entrar con los medios tradicionales y que garantiza el anonimato a los usuarios, donde traficantes estadounidenses ofrecen fentanilo bajo el seud¨®nimo ¡°China White¡±, como se le conoce com¨²nmente a la droga en las calles. En una de las p¨¢ginas, por ejemplo, un gramo de ¡°alta calidad¡± se vende a 100 d¨®lares y se entrega desde Estados Unidos a cualquier parte del mundo. Si el cliente se lleva 10 gramos hay una rebaja, solo tiene que pagar 900 d¨®lares. Tres gramos de fentanilo pueden ser letales. Pero el negocio es redondo. C¨¢lculos de las autoridades estadounidenses se?alan que producir un kilo de fentanilo cuesta a los capos unos 800 d¨®lares, pero en las calles esa misma cantidad de droga les deja ganancias por encima de un mill¨®n de d¨®lares.
Los productos no suelen promocionarse con nombres de uso com¨²n, sino f¨®rmulas cient¨ªficas y se da la opci¨®n de diferentes proveedores, sobre todo cuando se trata de precursores. El ¨²ltimo estudio de Chainanalysis incluye una captura de un sitio web con tres opciones ofrecidas al cliente, con diferentes grados de pureza, origen, presentaciones desde un gramo a 25 kilos, tiempos de espera entre cinco d¨ªas y una semana, revendido o de fabricaci¨®n propia. El comprador puede pujar con otros por el precio y tiene a la mano rese?as de otros clientes sobre los fabricantes. Jardine dice que hay todo tipo de tiendas. Los comercios recurren a t¨¢cticas tradicionales de marketing, como el posicionamiento en buscadores de internet (conocido como SEO) o servicios al cliente para aclarar dudas. ¡°En general y por lo que hemos observado, estos servicios realmente no est¨¢n tratando de ocultar lo que est¨¢n vendiendo¡±, afirma el especialista.
Elliptic, otra empresa especializada en ciberseguridad y criptomonedas, identific¨® m¨¢s de 90 farmac¨¦uticas chinas que estaban dispuestas a vender precursores, incluso sustancias reguladas en otro pa¨ªses pero legales en China. Entre ellas 17 vend¨ªan versiones terminadas de fentanilo sin restricciones. Los trabajadores de la compa?¨ªa se hicieron pasar por narcos mexicanos para tratar directamente con los fabricantes de sustancias. ¡°Los proveedores no se mostraron preocupados por saber para qu¨¦ se iban a usar los qu¨ªmicos, algunos incluso explicaron que ese precursor era uno de sus productos m¨¢s vendidos y que pod¨ªa utilizarse para producir fentanilo. Otros abiertamente dijeron que ya lo hab¨ªan vendido a clientes en M¨¦xico¡±, se lee en su ¨²ltimo informe.
En ocasiones, las transacciones se pactan por correo electr¨®nico y se dan detalles de las caracter¨ªsticas del producto o el costo por env¨ªo y se pone sobre la mesa la posibilidad de que el producto se entregue de puerta a puerta, para evitar suspicacias. El Departamento del Tesoro incluy¨® la semana pasada en su ¡°lista negra¡± a 17 personas y compa?¨ªas chinas bajo el argumento de que han facilitado insumos a los carteles de la droga, como prensas para fabricar pastillas de contrabando.
Ante la insistencia de Washington de que el epicentro del comercio mundial de fentanilo est¨¢ en Asia, Beijing asegur¨® en un comunicado que los se?alamientos son propios de ¡°una trama al estilo de las pel¨ªculas de Hollywood¡±. ¡°Un cuchillo puede usarse para cortar verduras o para matar a una persona. Si alguien atacara a otros con un cuchillo, ?qui¨¦n debe rendir cuentas? ?El que us¨® el cuchillo o el que lo fabric¨®? La respuesta es clara¡±, dijo Mao Ning, portavoz del Ministerio chino de Exteriores. El pa¨ªs defiende que ha avanzado en la regulaci¨®n de la venta de qu¨ªmicos, pero insiste en que no va a asumir la responsabilidad por un problema ¡°made in the USA¡±, en palabras de Mao.
El rastro del dinero
Los estudios especializados apuntan a que son cada vez menos comunes las escenas hollywoodenses en las que se entregan maletines repletos de dinero para cerrar los tratos. Ah¨ª es donde entran las criptomonedas. Los grupos criminales recurren a ellas porque permiten que los pagos sean instant¨¢neos, a cualquier parte del mundo y bajo el uso de seud¨®nimos, sin necesidad de ser fiscalizados por las autoridades de ning¨²n pa¨ªs. En 2022, las transacciones de critpomonedas asociadas a actividades ilegales y criminales superaron los 20.000 millones de d¨®lares, 2.000 millones m¨¢s que un a?o antes, seg¨²n c¨¢lculos de Chainanalysis.
Cuando agentes de la DEA se infiltraron en el Cartel de Sinaloa, fueron testigos de que el uso de criptomonedas hac¨ªa posible que se movieran millones de d¨®lares sin que el dinero fuera detectado por el sistema financiero, para despu¨¦s ser convertido con facilidad en divisas tradicionales. Nueve de cada diez laboratorios chinos que venden fentanilo o precursores aceptan pagos con criptomonedas, seg¨²n el estudio de Elliptic. Pese a que el uso de estas plataformas est¨¢ restringido en el pa¨ªs asi¨¢tico, los proveedores farmac¨¦uticos utilizaban carteras abiertas en otros pa¨ªses o acuden a intermediarios para triangular las operaciones. La empresa asegura que ¡°Bitcoin es, por mucho, la criptomoneda m¨¢s popular¡± entre los laboratorios analizados, seguida de Tether, una divisa que ha ganado adeptos porque tiene un tipo de cambio fijo equivalente a un d¨®lar.
Pese al halo de secrec¨ªa alrededor de las criptomonedas, Jardine explica que las transacciones son rastreables. ¡°Existe la idea equivocada de que hay una privacidad inherente a las criptomonedas, de que nadie sabe qui¨¦n est¨¢ detr¨¢s de esas operaciones, pero ese no es el caso¡±, afirma. El especialista dice que existe una especie de libro mayor, un registro de todas las transacciones en una cadena de bloques. ¡°Lo complicado es que las direcciones de pago que vemos son solo un mont¨®n de caracteres, no es una identidad en el mundo real, as¨ª que hay cierto grado de anonimato en todo el proceso¡±, agrega.
Lo que hacen las empresas de ciberseguridad es sobreponer datos conocidos de esas direcciones o carteras de pago y eso les permite saber m¨¢s sobre qui¨¦n est¨¢ detr¨¢s de esas transacciones y para qu¨¦ se est¨¢ usando el dinero. Una vez que las referencias de pago son asociadas con un laboratorio, por ejemplo, las compa?¨ªas especializadas pueden rastrear cada una de sus operaciones y tienen programas para geolocalizar los flujos de dinero o herramientas que les permiten encontrar cuentas con actividades similares.
Apenas un pu?ado de usuarios asociados con laboratorios chinos han tenido flujos comerciales por m¨¢s de 38 millones de d¨®lares en los ¨²ltimos cuatro a?os. Los principales clientes de las tiendas en l¨ªnea que venden fentanilo o sustancias para fabricar drogas sint¨¦ticas est¨¢n en Norteam¨¦rica, la regi¨®n donde el consumo es m¨¢s alto. Pero tambi¨¦n hay flujos millonarios con Europa, Asia, Ocean¨ªa, Latinoam¨¦rica y ?frica, seg¨²n el desglose regional de Chainanalysis. La compa?¨ªa, sin embargo, no tiene acceso a las ¨®rdenes de compra y no puede saber con certeza si todas las operaciones est¨¢n relacionadas al tr¨¢fico de fentanilo en s¨ª. Una de las hip¨®tesis es que tambi¨¦n puedan recoger la compra de insumos a laboratorios de otros pa¨ªses o la compraventa de productos de uso com¨²n.
Elliptic, por su parte, detect¨® 27 millones de d¨®lares en transacciones a m¨¢s de 90 laboratorios chinos se?alados por colaborar con los carteles y asegur¨® que los flujos han aumentado a un ritmo de un 450% a?o con a?o, un reflejo tambi¨¦n de como se ha disparado el consumo y el tr¨¢fico. Para poner sus resultados en perspectiva, la empresa asegura que si esos 27 millones de d¨®lares se hubieran destinado solo a la compra de precursores, ser¨ªa suficiente para producir 54.000 millones de d¨®lares de pastillas de fentanilo a precio de calle.
La paradoja es que esas estimaciones son posibles porque las operaciones son rastreables. El c¨¢lculo m¨¢s abrumador no da cuenta de los enormes m¨¢rgenes de ganancias, sino de los enormes costos en vidas humanas. Alrededor de 200 personas mueren a diario por la epidemia del fentanilo en Estados Unidos, seg¨²n cifras oficiales.
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