Presidente y director de campa?a: las reglas de la sucesi¨®n en Morena fueron redactadas por L¨®pez Obrador en Palacio Nacional

Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador ha sido de principio a fin el conductor absoluto de la sucesi¨®n presidencial en su partido, Morena. No solo supervisa la contienda que libran los aspirantes a sucederlo, sino que ha sido la mente maestra que dise?¨® todo el proceso interno. Hasta ahora se conoc¨ªa que L¨®pez Obrador hab¨ªa trazado la hoja de ruta que deb¨ªa seguir el partido para definir la candidatura presidencial. Pero EL PA?S ha confirmado que el presidente de M¨¦xico, de hecho, escribi¨® de su pu?o y letra las reglas de la contienda y las entreg¨® al partido para que fuesen aprobadas en el Consejo Nacional de junio y convertidas en ley suprema. Dos gobernadores, un integrante de la dirigencia de Morena y un alto funcionario de Palacio Nacional han se?alado a este diario que L¨®pez Obrador dise?¨® personalmente la minuciosa estructura de la sucesi¨®n, lo que confirma su indiscutible papel como jefe de campa?a de las corcholatas.

Fue ¨¦l quien concibi¨® que el m¨¦todo de selecci¨®n sea una peculiar encuesta h¨ªbrida, a medio camino entre un cuestionario y una papeleta electoral; que las encuestadoras externas que har¨¢n el levantamiento ¡°espejo¡± fuesen sorteadas; que haya un mecanismo de desempate de resultados; que los aspirantes renunciaran a sus cargos para poder competir; que no haya debates entre ellos y tampoco derroches en publicidad; que quien gane tenga que integrar a los vencidos a su gabinete de Gobierno; que nadie d¨¦ entrevistas a los medios cr¨ªticos u opositores; que los gobernadores no se metan al proceso para inclinar la balanza. Las fechas para las renuncias de las corcholatas, as¨ª como para el levantamiento de la encuesta y la presentaci¨®n de resultados, tambi¨¦n fueron establecidas por el presidente. L¨®pez Obrador concibi¨®, pues, un plan complejo para garantizar un piso parejo entre los aspirantes, que el resultado sea confiable y que no haya rupturas internas.

¡°?l redact¨® la propuesta¡±, ha afirmado un funcionario de primer nivel de Palacio Nacional. El mandatario ley¨® su escrito en la cena del 5 de junio a la que convoc¨® a una treintena de liderazgos, desde los gobernadores y dirigentes del partido hasta los aspirantes presidenciales. L¨®pez Obrador sac¨® unas hojas y dijo a sus invitados que les iba a leer ¡°una carta¡±. Muy pronto todos comprendieron que estaban escuchando cu¨¢les ser¨ªan las reglas del juego sucesorio y que eran aplicables para todos los presentes. Cuando termin¨® la lectura, el presidente dijo a los aspirantes que, si estaban de acuerdo, firmaran. Lo hicieron los cuatro: la exjefa de Gobierno Claudia Sheinbaum; el excanciller Marcelo Ebrard; el exsecretario de Gobernaci¨®n Ad¨¢n Augusto L¨®pez y el senador Ricardo Monreal. Sellaron as¨ª la unidad interna.

Ese mismo documento es el que, d¨ªas despu¨¦s, el 11 de junio, Alfonso Durazo present¨® a los 300 integrantes del Consejo Nacional de Morena. Durazo, gobernador de Sonora y que dirige ese ¨®rgano partidista, dijo al comenzar: ¡°Les voy a leer una carta que me envi¨® el se?or presidente¡±. El consejo aprob¨® las reglas por unanimidad, tal como se esperaba. La voluntad de L¨®pez Obrador, plasmada en unas cuantas hojas, se convirti¨® formalmente en el eje rector del proceso de sucesi¨®n presidencial.

Un gobernador morenista que estuvo tanto en la cena del lunes como en el Consejo Nacional del domingo ha se?alado: ¡°Ambos documentos eran muy parecidos¡±. Un integrante de la dirigencia del partido ¡ªque tambi¨¦n estuvo en ambas reuniones¡ª ha se?alado que entre el texto le¨ªdo por L¨®pez Obrador y el documento aprobado por el consejo hubo cambios m¨ªnimos, sobre todo en algunos conceptos, por cuestiones de legalidad (por ejemplo, se invent¨® el t¨¦rmino ¡°coordinador nacional de los comit¨¦s de defensa de la Cuarta transformaci¨®n¡± para no hablar de candidato o sucesor presidencial). ¡°El texto del presidente se conserv¨® en un 98%¡±, ha precisado esta fuente.

¡°He estado pensando mucho en esto, y les traje algo que quiero leerles¡±, dijo L¨®pez Obrador al comienzo de aquella cena en el restaurante El Mayor, seg¨²n las fuentes consultadas. El mandatario convoc¨® en un sitio fuera de Palacio Nacional consciente de que iba a encabezar un acto como jefe de partido, no como presidente de la naci¨®n. Los asistentes llegaron extra?ados por lo inusual de la convocatoria: apenas hab¨ªa transcurrido un d¨ªa despu¨¦s de las elecciones de Coahuila y Estado de M¨¦xico; el encuentro nocturno no iba a ser en el recinto del Gobierno; la convocatoria, que recibieron con muy poca antelaci¨®n, dec¨ªa que deb¨ªan ir con vestimenta formal; de paso, llov¨ªa a c¨¢ntaros.

Todo desconcertaba. El gobernador de Baja California Sur, V¨ªctor Castro, coment¨® en la mesa que era la segunda vez en su vida que usaba corbata. La gobernadora de Campeche, Layda Sansores, se extra?¨® porque nunca antes el presidente les hab¨ªa dado instrucciones de etiqueta. Hab¨ªa mucha expectaci¨®n en el ambiente, que finalmente se distendi¨® cuando todos vieron que L¨®pez Obrador lleg¨® vestido con ropa casual, y no con el traje que usa normalmente. El presidente, que llevaba una camisa de pana verde y un pantal¨®n gris, se rio cuando vio el ambiente de formalidad y solemnidad. La gobernadora de Colima, ?ndira Vizca¨ªno, le dijo en tono de broma que, si no les hubiera dado indicaciones sobre la vestimenta, ella habr¨ªa ido con tenis, y no con las zapatillas rojas que usaba.

La intervenci¨®n del mandatario en el proceso de sucesi¨®n no comenz¨® ese d¨ªa. El primer gesto de que iba a tomar el control lo hizo notorio en otra reuni¨®n previa, la que sostuvo la noche del viernes 28 de abril con senadores de Morena y ¡ªde nuevo¡ª los cuatro aspirantes. All¨ª coment¨® su deseo de que la selecci¨®n del candidato o candidata presidencial no demorase m¨¢s de tres meses, como adelant¨® este peri¨®dico, dadas las fricciones cada vez m¨¢s tensas entre las corcholatas. All¨ª el mandatario cont¨® una an¨¦cdota, seg¨²n rescat¨® el periodista Jorge Zepeda: L¨®pez Obrador dijo que quer¨ªa evitar repetir su error de 1999, cuando ¨¦l dejaba la dirigencia del PRD para ir por la candidatura al Gobierno de Ciudad de M¨¦xico y decidi¨® no meter las manos en el proceso interno para elegir a su sucesor al frente del partido. En ausencia de su liderazgo, la interna se descarril¨® y el partido se sumi¨® en una grave crisis, lo que provoc¨® que la nueva dirigencia naciera con una legitimidad seriamente lastimada. L¨®pez Obrador meti¨® freno para evitar que la historia se repitiese.

¡°El presidente se dio cuenta de que el proceso de sucesi¨®n se estaba saliendo de control y por eso decide entrar y darle m¨¢s peso al Consejo Nacional en la toma de decisiones¡±, ha precisado la fuente de la dirigencia. Como jefe de campa?a de la sucesi¨®n, L¨®pez Obrador instaur¨® la regla de que los aspirantes no se confronten entre s¨ª y que en sus eventos con simpatizantes privilegien hablar de los aciertos de la Cuarta transformaci¨®n, como ha bautizado ¨¦l mismo a su Administraci¨®n. El presidente ha procurado la armon¨ªa entre contendientes, y ha logrado que se comprometan a acompa?ar hasta al final a la persona que gane la encuesta. L¨®pez Obrador ha dicho que Sheinbaum, Ebrard, Ad¨¢n Augusto y Monreal son sus ¡°hermanos¡±. Al hablar en t¨¦rminos de familia no solo ha impuesto lazos simb¨®licos de fraternidad y consanguinidad. Cualquier desobediencia, tambi¨¦n, implicar¨ªa fratricidio.

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