Los Dodgers inmortalizan a Fernando Valenzuela

Hubo un tiempo, no muy lejano, en el que el b¨¦isbol se pod¨ªa resumir en una palabra: Fernandoman¨ªa. La d¨¦cada de los ochenta ten¨ªa a su ¨ªdolo de p¨®ster, uno que se fragu¨® en la localidad de Etchohuaquila, en Sonora. Fernando Valenzuela ten¨ªa una zurda tan potente que le hizo destacar entre sus 11 hermanos. El ni?o beisbolista quer¨ªa alcanzar la m¨¢xima tribuna del deporte, en EE UU, pa¨ªs al que emigraban miles de mexicanos. Alcanz¨® esa meta, pero eso ser¨ªa decir poco: Valenzuela reescribi¨® la historia de los Dodgers de Los ?ngeles.

Antes de cumplir la mayor¨ªa de edad, Valenzuela ya hab¨ªa tenido un buen recorrido en equipos mexicanos, como los Mayos de Navojoa, los Tuzos de Guanajuato y los Leones de Yucat¨¢n. A los 18 a?os se march¨® a California para unirse a los Dodgers. Le ficharon un 6 de julio de 1979 y un a?o m¨¢s tarde se integr¨® al equipo principal. El Toro, como le apodaban por su complexi¨®n y potencia, era visto como un novato m¨¢s hasta que le toc¨® lanzar la pelota. Us¨® el n¨²mero 34 por decreto del equipo, no por gusto. Cuarenta y tres a?os despu¨¦s, el equipo ha retirado su n¨²mero para honrar su legado este viernes. El Ayuntamiento de Los ?ngeles elev¨® los festejos al decretar que el 11 de agosto ser¨¢ conocido, a partir de ahora, como el D¨ªa de Fernando Valenzuela.

Valenzuela despunt¨® en su primer a?o, aunque fue en la temporada 1981 cuando sacudi¨® a la Major League Baseball (MLB) al ganar la Serie Mundial en 1981. Sus lanzadas desde el mont¨ªculo le valieron tambi¨¦n para alzar el trofeo del Novato del A?o y el premio Cy Young, el cual se otorga al mejor lanzador del a?o. Ning¨²n mexicano ni latinoamericano lo hab¨ªa conseguido. Ten¨ªa una estrategia peculiar, el screwball (tirabuz¨®n), la cual le val¨ªa para enga?ar al bateador rival con una ligera curva que va en picada. Ese a?o le vali¨® para hacerse famoso entre la comunidad de mexicanos y latinos en Los ?ngeles, California y, claro, en M¨¦xico. Fernando Valenzuela, con una gorra que cubr¨ªa su cabello largo, era el enganche perfecto para una comunidad creciente en EE UU que hablaba espa?ol y ve¨ªa en el deportista el sue?o americano. El n¨²mero 34 y el apellido Valenzuela eran sin¨®nimos inmediatos de ¨¦xito.

Valenzuela continu¨® con sus buenas temporadas en los Dodgers donde, en 1988, volvi¨® a ganar la Serie Mundial. Gan¨® 141 juegos en los Dodgers, aunque le recuerdan el juego sin hits contra los Cardinals, en 1990. Fue llamado a participar en el Juego de Estrellas seis veces en las 11 temporadas que jug¨® en la ciudad angelina. Cuando se march¨® no encontr¨® un amor similar, pese a que jug¨® con los Angels de California, con los Orioles, Phillies, los Padres y los Cardinals. En 1997 cerr¨® su casillero para siempre y se retir¨® del b¨¦isbol m¨¢s exigente. Con 44 a?os se dio un ba?o de cari?o cuando jug¨® en las ?guilas de Mexicali.

Valenzuela, adem¨¢s del gran beisbolista, lider¨® la causa de la comunidad latina en Estados Unidos. En 2015 se nacionaliz¨® estadounidense. Ese mismo a?o el presidente Barack Obama le nombr¨® embajador presidencial para la ciudadan¨ªa y naturalizaci¨®n. Valenzuela promovi¨® los derechos y responsabilidades de los residentes legales. Los Dodgers, uno de los equipos legendarios del b¨¦isbol, le han conferido uno de los m¨¢ximos honores que se puede dar a un jugador: el que el n¨²mero tiene un rostro y es el del Toro.

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