Brenda R¨ªos: ¡°Acapulco es como una ciudad laboratorio, que adelanta los desastres que vendr¨¢n sobre la Tierra¡±
La escritora acapulque?a ha prestado su casa a la vecina que lo perdi¨® todo y se organiza desde la capital para llevar v¨ªveres a la zona devastada
Este mismo a?o, la escritora de Acapulco Brenda R¨ªos escrib¨ªa un pr¨®logo para la reedici¨®n de Dos horas de sol, la novela de su paisano Jos¨¦ Agust¨ªn. Dec¨ªa lo siguiente: ¡°En Acapulco lo que no se cay¨® est¨¢ a punto de caerse. Ning¨²n lugar de mi infancia sobrevive. No hay memorabilia. Claro, la franja de hoteles sigue ah¨ª. La bah¨ªa [¡] La belleza suele estar ligada a un destino tr¨¢gico¡¡±. Y m¨¢s adelante: ¡°Eso es Acapulco: un sitio en ruinas, con la alberca vac¨ªa, con el jard¨ªn enloquecido que se vuelve selva, un templo abandonado¡±. Meses despu¨¦s, R¨ªos ha alojado a su vecina en las pocas habitaciones de su casa de Caleta que a¨²n tienen ventanas y no se han inundado: ¡°Eli lo ha perdido todo¡±, dice. La escritora pas¨® dos d¨ªas de angustia localizando desde Ciudad de M¨¦xico a los familiares que no daban se?ales tras el paso de fuego del hurac¨¢n Otis, respondiendo mensajes de amigos que piden nombres propios para encauzar las donaciones a los afectados y buscando veh¨ªculos para trasladar a la perla del Pac¨ªfico v¨ªveres que han reunido en la capital. Su hermano trabaja con un barco en Zihuatanejo. Su ¨²ltimo mensaje en el chat de los primos avisaba del temporal: ¡°Cu¨ªdense¡±. La franja de hoteles sigue ah¨ª, pero ya es solo una ruina.
Pregunta. Qu¨¦ tragedia.
Respuesta. En las tragedias se hace comuna de nuevo, te ponen en un sentido de lo primitivo, de buscar ayuda y compa?¨ªa. Mi amigo Poncho logr¨® sacar a sus hijas chiquitas y a su mujer, que se vinieron a CDMX. ?l se qued¨®, porque se dedica a redes sociales y est¨¢ tratando de ubicar, para el vecindario, d¨®nde se pueden cargar celulares, d¨®nde hay plantas purificadoras, luz. En mi casa volaron los tinacos, las macetas, los vidrios, algo de gas queda. El Ej¨¦rcito est¨¢ en la costera, pero en mi zona todav¨ªa no, nadie. Es un escenario muy complicado.
P. Cuando se quem¨® Notre Dame en Par¨ªs, las grandes fortunas no tardaron en ofrecerse para la reconstrucci¨®n ?Ha visto que los ricos de Acapulco se hayan movilizado?
R. Nadie. Nadie que yo sepa se ha pronunciado al respecto, las medidas de solidaridad empresarial han sido de las peque?as empresas, como Pizza Real, que ha estado regalando pizzas a ciertas horas, gente que abre sus casas para dar albergue a otros, m¨¢s que los grandes capitales.
P. Porque hay gente muy famosa y adinerada en Acapulco.
R. Pl¨¢cido Domingo, Silvia Pinal, Luis Miguel y gran cantidad de actores de Televisa, Roberto Palazuelos¡ Que yo sepa, por ahora, no han dicho c¨®mo van a ayudar. Solo se han escuchado declaraciones de ¡®Acapulco saldr¨¢ adelante¡¯, ¡®Acapulco ser¨¢ el que fue¡¯, pero no s¨¦ si han ofrecido sus mansiones para alojar a la gente. S¨ª he le¨ªdo que el piloto Checo P¨¦rez ha subastado un casco de carreras para donarlo a Acapulco. Quiz¨¢ haya m¨¢s solidaridad por venir.
P. Dice que a un amigo le robaron el dinero y los v¨ªveres. La rapi?a es generalizada.
R. Una cosa fue la ciudad de M¨¦xico del terremoto del 85, que es donde nace esa solidaridad o el mito de la solidaridad; tambi¨¦n en 2017 hab¨ªa m¨¢s gente ayudando que haciendo actividades il¨ªcitas. Pero en Acapulco se da otra circunstancia. En el hurac¨¢n pasado, antes de la pandemia, Costco fue saqueado y hab¨ªa chicos con el agua hasta las rodillas y con las pantallas en los hombros, refrigeradores, se llevaron todo. Cuando Cosco pudo reabrir, no abri¨®, nunca m¨¢s, como castigo a la poblaci¨®n. Yo viv¨ª el Paulina en 1994 y fue como en CDMX, pero ahora no hay Ej¨¦rcito en algunas partes.
P. ?Deber¨ªa hacer falta el Ej¨¦rcito para garantizar la solidaridad?
R. En cat¨¢strofes as¨ª la gente llega a un estado de barbarie y desesperaci¨®n, y no todos est¨¢n pensando en ayudar al otro, y Acapulco lleva ya un rato como Sodoma y Gomorra, parece una ciudad b¨ªblica en el sentido de maldad, hay mucha rapi?a y mucha mala fe. Mi vecina, Eli, me dice que no hay nadie que controle esto en su zona. Lo que pasa es algunos parecen ni?os peque?os que necesitan que alguien ejerza la autoridad. Tambi¨¦n hay solidaridad, claro.
P. ?C¨®mo ve el futuro inmediato de Acapulco?
R. Yo me acuerdo del Paulina, nos llev¨® un a?o y medio la recuperaci¨®n y eso que no ocasion¨® el da?o de Otis, a¨²n no tenemos el n¨²mero de muertos. Creo que ahora va a ser mucho m¨¢s lento, de por s¨ª Acapulco estaba mal. Si habl¨¢ramos de otra ciudad, o de otro pa¨ªs que no tuviera una historia tan complicada en t¨¦rminos pol¨ªticos y de corrupci¨®n, podr¨ªa ser una gran oportunidad para reconstruir Acapulco. Por ejemplo, dejar subterr¨¢neo el tendido de luz, como ya lo tienen en la zona de Punta Diamante, organizar una mejor distribuci¨®n del agua, porque Capama, la oficina del agua, siempre es la caja chica del alcalde de turno. Acapulco tiene uno de los servicios p¨²blicos m¨¢s caros de M¨¦xico. Es como si fuera una ciudad laboratorio, que adelanta los desastres que vendr¨¢n sobre la Tierra: el cambio clim¨¢tico y el problema del agua. Veo un escenario catastr¨®fico, en las siguientes dos semanas toda ser¨¢ ayudas, pero todo tardar¨¢ si no hay un plan integral de reconstrucci¨®n que involucre comunidad, sociedad civil y empresa.
P. ?Qu¨¦ turismo cabr¨ªa esperar para Acapulco despu¨¦s de esto?
R. Gran parte del da?o en los ¨²ltimos 20 a?os ha sido precisamente el turismo indiscriminado, que deber¨ªa ser responsable. El problema de Acapulco es que a veces llega un turismo tan pobre como la persona que lo est¨¢ atendiendo. As¨ª se lleve dos a?os o tres la reconstrucci¨®n, esperar¨ªa que la ciudad, en adelante, no sea solo un espacio para la enorme familia mexicana, los que se met¨ªan al agua cuando yo era ni?a con la pantaleta debajo del traje de ba?o, los tipos con calcetas y chanclas. Y que ofrezca mejores servicios, porque la decadencia fue en todos los sentidos. Que la gente quiera ir a trabajar a Acapulco, como a los Cabos. La zona rica vive en burbujas, no se entera de nada, llegan en avi¨®n, van por ellos y se quedan en su departamento de lujo, un Acapulco privado. Deber¨ªamos hacer un Acapulco que no sea tan lujoso y uno que no sea tan pobre.
P. No parce que los ricos all¨¢ est¨¦n contribuyendo a que los dem¨¢s lleguen siquiera a una clase media.
R. Exacto. Los ricos se cuidan y se protegen, pero parte de su riqueza viene de explotar a los dem¨¢s. Echaron a perder un lugar que era hermoso, la perla del Pac¨ªfico, le dec¨ªan. Algunos de aquellos hoteles son ahora los m¨¢s baratos de todo el pa¨ªs, con antiguos anuncios en los muros desgastados. La perla del Pac¨ªfico esconde mucha suciedad.
P. No es muy, o nada, optimista.
R. Guerrero ha mejorado en el empeoramiento de sus pol¨ªticos, es una habilidad que solo tiene este Estado. Ha mejorado la corrupci¨®n, la impunidad y el nepotismo. Es una verg¨¹enza p¨²blica. Se dice ahora que las ayudas ser¨¢n directas, pero muchos no van a donar porque el Ej¨¦rcito es el que se encargar¨¢ de hacer la distribuci¨®n y la gente no conf¨ªa. Y Eli me cont¨® que el kilo de tortilla est¨¢ a 70 pesos. Es una zona de guerra.
P. En esa zona vieja donde est¨¢ su casa, en los ¨²ltimos a?os viven huyendo de las balas.
R. En mi calle hubo una cabeza cortada y el cuerpo nunca apareci¨®.
P. Con esas condiciones, ?no cree que el narco aprovechar¨¢ para sacar partido a la reconstrucci¨®n?
R. Alguien ha dicho que quiz¨¢ sea una oportunidad para que el narco se vaya de Acapulco, pero lo dudo mucho, porque no solo vive de la droga, tambi¨¦n de la extorsi¨®n e infiltrado en el capital visible. Ahora quiz¨¢ habr¨¢ un reacomodo de la delincuencia organizada, que es lo ¨²nico organizado en este pa¨ªs. En un escenario de caos es lo ¨²nico que puede funcionar.
P. M¨¢s all¨¢ de las vidas humanas, entre lo que ha desaparecido, ?qu¨¦ echar¨¢ de menos como acapulque?a?
R. Tengo 48 a?os y cuando me re¨²no con mis primos siempre extra?amos muchos lugares, pero vivir en un pueblo de mar te obliga a aceptar la p¨¦rdida de muchas cosas, porque los negocios no duran tanto. Cierran por alguna raz¨®n y a veces no reabren, y no es solo por los vaivenes del turismo. Extra?ar¨¦ la playa, el Golfito, Costa Azul, ciertos restaurantes que conf¨ªo en que reabran, como Los Buzos, el Amigo Miguel, que son mi infancia ochentera, o el hotel Los Flamingos, donde tengo tantas fotos, ¨ªbamos a desayunar con mi familia... las puestas de sol... Qued¨® destrozado.
P. ?Teme regresar a Acapulco ahora que bajen las aguas?
R. Claro que s¨ª, si solo con ver las fotos lloro. Tengo un chat en el Facebook y es descorazonador. Mensajes preguntando si alguien sabe algo de una persona, preguntando por calles y edificios. Hay gente que ofrece dinero para que le tomes un video a un edificio para ver c¨®mo qued¨® all¨¢ donde viven los familiares. Te rompe el coraz¨®n. Los lugares no se parecen a los que conoc¨ªamos.
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