Guadalupe Nettel: ¡°Siempre estoy dudando sobre la calidad de mi trabajo¡±
La escritora, que qued¨® finalista del premio Booker con su anterior novela, presenta ¡®Los divagantes¡¯ en la FIL de Guadalajara, ocho relatos sobre la familia, la libertad y los que se salen del camino
Es un libro, pero viven dentro ocho postales. La fotograf¨ªa congelada de una araucaria y de un albatros, de un cartel de b¨²squeda, de un incendio, hay un caramelo y un hospital, tambi¨¦n una pantalla, un teatro. Lo que se relata es cotidiano, est¨¢ sucediendo ahora, aqu¨ª al lado, pero subterr¨¢neo. No se ve si no se escarba. Guadalupe Nettel ha vuelto por tercera vez al cuento con Los divagantes para mirar de cerca los pliegues: los de la familia, la libertad, las obsesiones, la infancia, el irse o quedarse. La escritora, que fue este a?o finalista del premio Booker con su anterior novela, La hija ¨²nica, logra que parezca sencillo narrar lo oscuro.
Entra Nettel a su sal¨®n con cupo lleno de la FIL de Guadalajara y suenan v¨ªtores. ¡°Parece una rockstar¡±, susurra una se?ora. La autora presenta su nuevo libro ante m¨¢s de 200 personas acompa?ada de los escritores Alejandro Zambra y Guillermo Arriaga. ¡°Consigue que olvidemos que estamos leyendo¡±, dice el primero; ¡°con una mano en la cintura empieza a contar cosas espantosas¡±, a?ade el segundo. Los dos coinciden: la autora lo ha vuelto a hacer, acceder f¨¢cil a lo dif¨ªcil. Le piden los secretos. Detr¨¢s de uno de estos cuentos, del que trata sobre un gran ¨¢rbol enfermo ¡ªdice¡ª est¨¢ el luto por la muerte de su padre y al mismo tiempo el inicio de la relaci¨®n con su pareja, bi¨®logo de carrera que le ayud¨® a destrabar el relato cuando ten¨ªa dudas bot¨¢nicas t¨¦cnicas. ?As¨ª o todav¨ªa m¨¢s secreto? El p¨²blico se r¨ªe. La aplaude. Nettel asegura que, ante todo, ella es una cuentista. Esta es la charla con EL PA?S unas horas antes.
Pregunta. Los ocho relatos de este libro son muy distintos, pero en todos planea la sombra de la familia. ?Qu¨¦ tiene esta idea que nos obsesiona tanto?
Respuesta. Para empezar es el clan. Los mam¨ªferos somos muy gregarios. Todos los mam¨ªferos crecen en manada y viven en grupo, solamente hay uno que otro que es m¨¢s solitario, como el tigre. Antes est¨¢bamos en tribus, despu¨¦s fue lo que llam¨¢bamos la familia extendida y, desde la industrializaci¨®n, sobre todo, se ha reducido a su m¨ªnima expresi¨®n, que es una madre y un hijo o un padre y un hijo. En este momento, como el g¨¦nero, la familia est¨¢ en crisis, est¨¢ redefini¨¦ndose y reinvent¨¢ndose. Es algo muy ¨ªntimo, que tiene que ver con nuestra naturaleza m¨¢s profunda, con nuestra identidad m¨¢s profunda, que necesitamos hablar y discutir.
P. Es un tema que ha tocado en varios de sus libros. ?C¨®mo cambia la forma de escribir, de acercarse?
R. Cuando yo escrib¨ª El hu¨¦sped solamente era hija y hermana, pero despu¨¦s cuando escrib¨ª El cuerpo en que nac¨ª estaba empezando a ser madre, mi primer hijo acababa de nacer. Entonces va cambiando la perspectiva porque obviamente t¨² cambias tambi¨¦n tu papel.
P. ?Qu¨¦ hay de Guadalupe Nettel en Los divagantes?
R. Est¨¢ mi experiencia de la pandemia, por supuesto, que fue algo que me marc¨®: la desesperaci¨®n, la angustia de estar encerrados sin saber por cu¨¢nto tiempo, el control que sent¨ªamos por parte del Estado, la desconfianza hacia los medios de comunicaci¨®n cuando no pod¨ªamos comprobar con nuestros propios ojos lo que pasaba. Y tambi¨¦n creo que hay una idea importante, que es para m¨ª la idea rectora, la de aquellos que se van, que se pierden, que dejan la ruta que todo el mundo sigue y se vuelven divagantes. Eso siempre me ha causado much¨ªsima curiosidad y quer¨ªa desarrollar personajes as¨ª.
P. ?Ha sido en alg¨²n momento divagante?
R. S¨ª, yo me he sentido divagante muchas veces. Para empezar porque crec¨ª en un barrio donde hab¨ªa much¨ªsimos exiliados, lo cuento en el cuento de Los divagantes, eso es real. El hecho de haber vivido entre todas esas aves migratorias y despu¨¦s haberme ido yo tambi¨¦n. Ning¨²n relato es autobiogr¨¢fico, pero todos los cuentos tienen un poco de mi biograf¨ªa. El hecho de vivir en varios pa¨ªses que no eran los m¨ªos, el hecho de la diferencia visual, por ejemplo, siempre me hizo sentir marginal de alguna manera y yo creo que siempre me identifique con esos personajes que no siguen lo establecido.
P. En una entrevista con Antonio Ortu?o mencionaba que la literatura debe incomodar, debe servir para sacar a la luz cosas que quiz¨¢s de otra manera no nos atrever¨ªamos a sacar, ?qu¨¦ cree que saca a flote este libro?
R. Creo que en este momento todos somos divagantes porque perdimos los puntos cardinales que rigieron a la gente durante el siglo XX: la idea de progreso, la idea de que el poder adquisitivo nos iba a hacer m¨¢s felices, creo que ya nadie cree en eso, sobre todo porque hemos descubierto que todo este funcionamiento nos ha llevado a la destrucci¨®n del planeta, a una ansiedad tremenda. Creo que hay una depresi¨®n y una ansiedad que sobrevuelan a todos los seres humanos, sobre todo a partir de la pandemia. Y estos cuentos hablan de eso, por eso la gente se identifica.
P. Tambi¨¦n sale alg¨²n tema muy duro, como el abuso infantil o el bullying, que aunque no se ahonde en ellos, se quedan pegados.
R. Claro, el g¨¦nero es el cuento, entonces hay que desarrollar una l¨ªnea narrativa, pero creo que a veces es m¨¢s inquietante cuando lo destapamos y lo dejamos ver y dejamos que el lector complete la historia.
P. ?C¨®mo ha sido pasar, de vuelta, de la novela al cuento?
R. Es algo que he venido haciendo en los ¨²ltimos a?os, casi siempre alterno entre novela y relato. El relato me permite divagar m¨¢s, me permite inventar una puerta rosada donde va a haber un caramelo que te va a llevar a otras ¨¦pocas de tu vida, entrar en el l¨ªmite entre lo fant¨¢stico y lo realista, que yo llamo horror lim¨ªtrofe y me gusta mucho, porque nunca sabes si es verdad o se lo est¨¢ imaginando el personaje. Creo que necesito los dos registros.
P. Los divagantes llegan justo despu¨¦s de haber sido finalista del premio Booker con La hija ¨²nica. ?Cambia la forma de enfrentarse a la escritura despu¨¦s de una menci¨®n en un premio as¨ª?
R. Para m¨ª, los premios y las distinciones, como quedar finalista, son una confirmaci¨®n de que puedo hacerlo bien, que realmente lo que hago tiene un impacto y es de calidad, porque yo siempre estoy dudando sobre la calidad de mi trabajo.
P. ?Ese s¨ªndrome de la impostora no se acaba?
R. Nunca (se r¨ªe). Yo s¨¦ que nac¨ª para esto porque es lo que m¨¢s me gusta hacer y tambi¨¦n lo s¨¦ gracias a todos los reconocimientos que he recibido a lo largo de mi vida, desde los 17 a?os que recib¨ª mi primer premio, pero siempre tienes la sensaci¨®n de que hay otras esferas y que t¨² no est¨¢s en ellas. Cuando de repente que se te abren es decir: ¡°Bueno, ?qu¨¦ tan lejos puedo llegar? Solo lo sabr¨¦ si lo sigo intentando¡±.
P. ?Qu¨¦ esferas se le han abierto ahora?
R. Fundamentalmente los lectores, entrar a un mercado tan dif¨ªcil como el anglosaj¨®n y tener lectores de Australia o de la India me emociona much¨ªsimo; que te tomen en cuenta los suplementos importantes de esos pa¨ªses, pero finalmente todo desemboca en tener lectores que resuenen con lo que hago.
P. ?Qu¨¦ buscaba provocar a sus lectores con estos cuentos?
R. Esta idea de incomodar, de aguijonear, de lanzar preguntas con aguij¨®n para que se cuestionen su vida, el adormecimiento en el que a veces caemos en este sistema capitalista, para que se pregunten si el camino que ha tomado nuestra sociedad y que seguimos por inercia es por el que realmente queremos ir, y que observen su vida y la los dem¨¢s y desarrollen empat¨ªa. La literatura es el mejor veh¨ªculo que yo conozco para desarrollar empat¨ªa.
P. ?Tiene alg¨²n relato favorito o como a los hijos se quiere a todos por igual?
R. De este libro me gustan mucho Jugar con fuego, La puerta rosada y Los divagantes. Son mis favoritos, son los cuentos m¨¢s fuertes, pero todos tienen algo especial para m¨ª porque me recuerdan un momento particular. Creo que tienen una energ¨ªa diferente cada uno y me gusta que formen ese ecosistema. Saqu¨¦ varios cuentos del libro y se quedaron los que se ten¨ªan que quedar. Quer¨ªa que fueran relatos de los que yo no dudara. Eso me da mucha tranquilidad.
P. ?Qu¨¦ proyecto viene despu¨¦s?
R. Estoy trabajando una novela que tiene que ver con la ira, que es un tema que me ha interesado siempre, de qu¨¦ manera podemos expresarla en nuestra sociedad, c¨®mo nos han ense?ado a reprimirla y qu¨¦ hemos hecho con esa ira reprimida. Y tambi¨¦n en una novela un poco m¨¢s autobiogr¨¢fica sobre mi experiencia en Chiapas.
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