Dos ministros de la Suprema Corte critican las reformas de L¨®pez Obrador al Poder Judicial

Dos ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Naci¨®n (SCJN), Alberto P¨¦rez Day¨¢n y Juan Luis Gonz¨¢lez Alc¨¢ntara, han salido a la defensa de la independencia del Poder Judicial, ante la reci¨¦n aprobada reforma que limita las facultades de los jueces en materia de amparo y la propuesta oficialista de que los ministros sean electos mediante voto popular. Las declaraciones de P¨¦rez Day¨¢n y Gonz¨¢lez Alc¨¢ntara se han hecho en foros p¨²blicos y suponen una toma de postura expl¨ªcita en contra de las iniciativas del oficialismo, tras un largo periodo de cr¨ªticas y descalificaciones de parte del presidente, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, al Poder Judicial y a la cabeza del Supremo, Norma Pi?a.

La semana pasada, el Congreso mexicano, dominado por el bloque oficialista ¡ªMorena, PVEM y PT¡ª, aprob¨® una reforma a la Ley de Amparo que quita facultades a los jueces para suspender la entrada en vigor de leyes reclamadas. El texto aprobado establece que las resoluciones de amparo aplicar¨¢n exclusivamente a quien promueva el recurso, sin posibilidad de que tenga efectos generales. La enmienda busca acotar el margen de acci¨®n del Poder Judicial, en un sexenio en el que los jueces frenaron varias de las iniciativas legales y proyectos de infraestructura del Gobierno. La oposici¨®n ha advertido de que controvertir¨¢ esta reforma a la Suprema Corte.

En el m¨¢ximo tribunal, los ministros han comenzado a manifestar sus posturas en contra. P¨¦rez Day¨¢n lo hizo el jueves en un foro realizado en Yucat¨¢n. ¡°El pilar fundamental para garantizar y proteger la integridad, la libertad, la igualdad, la seguridad, la propiedad y los dem¨¢s derechos que prev¨¦ nuestro sistema jur¨ªdico es, sin lugar a ninguna duda, el juicio de amparo¡±, asent¨®. ¡°Por ello es responsabilidad y tarea de todos protegerlo en su integridad, a fin de evitar que este medio de defensa sea debilitado o traicionado por alg¨²n grupo de la Legislatura. No puedo dejar de expresar mi preocupaci¨®n, precisamente, por la aprobaci¨®n de la reforma a la Ley de Amparo, conocida por todos nosotros¡±, refiri¨®.

El ministro hizo notar que la sociedad afronta el reto de dise?ar una agenda de seguridad y justicia integral, que no ignore la crisis ambiental del presente y plantee metas de manera intergeneracional. ¡°Las decisiones que hoy tomemos, las acciones que hoy emprendamos, y aquellas que dejemos de emprender, determinar¨¢n nuestra supervivencia como especie en el planeta¡±, plante¨®. ¡°Y es as¨ª que regreso al juicio de amparo y me pregunto: la existencia de un juicio cuya finalidad es proteger los derechos humanos ?realmente defender¨¢ y proteger¨¢ nuestro futuro y el de nuestras generaciones, si quienes lo tramitan no pueden impedir que una actividad que impacta negativamente en el ambiente se detenga? Esta es un interrogante principal que nos envuelve con un gran dilema: la suspensi¨®n con efectos generales es fundamental para defender los intereses leg¨ªtimos reconocidos por la Constituci¨®n federal¡±, subray¨®.

El ministro Gonz¨¢lez Alc¨¢ntara refiri¨® que, si bien la reforma es modesta en su alcance, pues fue legal y no constitucional, pone en juego la preservaci¨®n del Estado de Derecho. ¡°Se busca acotar las facultades de los jueces de amparo para otorgar la suspensi¨®n con efectos generales. Se pretende privilegiar el inter¨¦s general ¡ªl¨¦ase el de la facci¨®n en el poder¡ª por encima de las posibles afectaciones a los derechos humanos de los ciudadanos, bajo el argumento de que los proyectos de infraestructura tienen la suficiente relevancia como para hacer a un lado los intereses de la poblaci¨®n¡±, ponder¨®.

Gonz¨¢lez Alc¨¢ntara, que fue postulado a la Suprema Corte por L¨®pez Obrador, de quien se ha distanciado, hizo estas declaraciones el 16 de abril, durante un evento en la UNAM para conmemorar los 30 a?os de la reforma que consolid¨® la carrera judicial. Fue en ese marco que el ministro critic¨® la iniciativa oficialista que busca remover a los ministros y magistrados y reemplazarlos por nuevos juzgadores electos por voto popular.

¡°En lugar de privilegiar el m¨¦rito, la especializaci¨®n y la neutralidad, a trav¨¦s de procedimientos rigurosos y minuciosos en donde se enfatiza su capacidad profesional y sus aptitudes, se nos propone una suerte de concurso de popularidad en donde se privilegia a las promesas grandiosas por encima de las bases doctrinales s¨®lidas, a los discursos simplistas y maniqueos por encima de la reflexi¨®n mesurada y ecu¨¢nime¡±, sostuvo. ¡°Se nos dice que la elecci¨®n popular no implica la adscripci¨®n partidista, pero no queda claro c¨®mo puede extraerse la elecci¨®n de la marea de ret¨®rica que envuelve a esta ¨²ltima. Se nos pide, en fin, abandonar el progreso de d¨¦cadas por la incertidumbre de un experimento cuyos resultados en otras latitudes no ha sido particularmente afortunado¡±, continu¨®.

El ministro dijo que los mexicanos est¨¢n ante una encrucijada en la que se les pide elegir entre dos opciones, en el contexto del proceso electoral por el que se renovar¨¢ la presidencia de la Rep¨²blica, el Congreso federal y cientos de cargos locales en los Estados. ¡°Se nos pide elegir entre dos caminos: la continuidad, la consolidaci¨®n y el perfeccionamiento de nuestras instituciones, o su demolici¨®n completa y su reemplazo por una nueva realidad de la cual no tenemos m¨¢s que un bosquejo borroso. Reflexionemos antes de elegir, pues no somos s¨®lo nosotros, sino tambi¨¦n las generaciones que habr¨¢n de sucedernos quienes vivan con las consecuencias¡±, indic¨®.

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