M¨¦xico juega como local en la Copa Am¨¦rica, aunque sea en Estados Unidos
El holgado n¨²mero de mexicanos asentados en el pa¨ªs vecino y los fan¨¢ticos que planean viajar a las ciudades donde el equipo nacional llevar¨¢ a cabo sus encuentros crean un ambiente familiar para el tricolor
Las horas del jueves pasaron demasiado r¨¢pido para Jaime D¨ªaz (Kansas, 28 a?os). A¨²n faltaban dos d¨ªas para que M¨¦xico se enfrentara a Jamaica en su primer partido de la Copa Am¨¦rica, pero ya ultimaba hasta el m¨ªnimo detalle. ¡°Estoy preparando mi viaje a Houston hoy, y ma?ana llego a medio d¨ªa¡±, escrib¨ªa a este diario ese mismo jueves. D¨ªaz es uno de los miles de hinchas mexicanos motivados con la participaci¨®n de la selecci¨®n en el gran torneo que re¨²ne a los jugadores m¨¢s destacados del continente. El holgado n¨²mero de mexicanos asentados en Estados Unidos debido a su situaci¨®n fronteriza con el pa¨ªs y la amplia cantidad de fan¨¢ticos que planean viajar a las ciudades donde el equipo nacional llevar¨¢ a cabo sus encuentros crean un ambiente familiar para el Tri, que jugar¨¢ como en casa pese a participar en territorio estadounidense.
M¨¦xico y Jamaica se enfrentaron el s¨¢bado en Houston, Texas, una ciudad hist¨®ricamente marcada por el asentamiento mexicoamericano, motivado en parte durante la Independencia de Texas a mediados de la d¨¦cada de 1830. El censo de 2020 ¨Del m¨¢s reciente de la Administraci¨®n estadounidense¨D indica que casi la mitad de los habitantes en Houston ¨Dm¨¢s de un mill¨®n de los 2,3 millones que viven en el lugar¨D eran latinos, mexicanos en su mayor¨ªa. La poblaci¨®n estadounidense con origen mexicano aumenta su cifra, tomando los datos de todo el territorio estadounidense, alrededor de 40 millones, seg¨²n los datos que el Departamento de Estado a mediados de 2022.
La motivaci¨®n con la que D¨ªaz prepar¨® su maleta tuvo su recompensa el s¨¢bado. M¨¦xico gan¨® a los Reggae Boyz (1-0) en un encuentro marcado por la lesi¨®n del capit¨¢n mexicano, Edson ?lvarez, y por las constantes llegadas a porter¨ªa de los dos equipos. La victoria supuso un bal¨®n de ox¨ªgeno para una selecci¨®n que durante los ¨²ltimos a?os ha pasado por constantes irregularidades. No hay un gesto de des¨¢nimo en el hincha que vio al tricolor tocar en su mejor ¨¦poca. ¡°Tantos a?os de triunfar, siendo los gigantes de la Concacaf y clasificando para los mundiales¡ La afici¨®n tiene la mentalidad de que M¨¦xico siempre va a ganar. Hemos pasado por a?os dif¨ªciles, pero siempre pasa con cualquier equipo¡±.
Cuando la afici¨®n te sigue a todos lados
La hinchada mexicana bulle por todo el territorio estadounidense. Richard Guel, Coronel (San Antonio, 52 a?os), fue a ver a la selecci¨®n a los tres ¨²ltimos amistosos previos al torneo: en su victoria contra Bolivia, en Chicago (1-0); y en sus derrotas frente a Uruguay, en Colorado (0-4), y Brasil, en Texas (2-3). Pero no viaj¨® el s¨¢bado a Houston, tuvo que ver el encuentro desde Phoenix. ¡°Gast¨¦ todo mi dinero¡±, confiesa sin drama. El Coronel es uno de los mexicanos que inici¨® la Pancho Villa¡¯s Army, un movimiento de fan¨¢ticos de la selecci¨®n que surgi¨® a partir de un blog creado por su amigo en Texas, en 2013, y que busca apoyar a la selecci¨®n sin peros. ¡°Tratamos de hacer muchas cosas para la afici¨®n, para la gente. Por ejemplo, aqu¨ª en Phoenix, vamos a traer a Ram¨®n Morales [exfutbolista del conjunto nacional] a firmar aut¨®grafos, y vamos a ver el partido de M¨¦xico contra Jamaica¡±, explicaba.
Las barras y estrellas se ti?en del verde de las playeras del equipo mexicano cuando los jugadores aterrizan en California. David Zarate (Los ?ngeles, 29 a?os) ve un cambio en el ambiente cuando llega ese momento en la ciudad angelina. ¡°S¨ª se siente mucho la comunidad mexicana, m¨¢s cuando juega la selecci¨®n. Si no est¨¢n en California, voy con mis amigos a cualquier restaurante o cualquier bar que tenga el juego puesto¡±, explica. En el barrio de Zarate la gente portaba la bandera en sus camionetas e incluso sus bicicletas durante el Mundial de Qatar de 2022: ¡°De cualquier modo pod¨ªan demostrar que son seguidores de la selecci¨®n¡±. ?l ya ha comprado sus boletos para el partido frente a Venezuela del mi¨¦rcoles, que se jugara en la misma ciudad.
Nacidos al norte de la frontera, pero mexicanos
La historia de Guel es reflejo de la situaci¨®n de muchos migrantes mexicanos. Su madre viaj¨® embarazada de Casta?os (Coahuila) a San Antonio para celebrar Acci¨®n de Gracias junto a la familia. La casualidad quiso que diera luz all¨ª mismo, en un d¨ªa especial para los estadounidenses. Pero pronto regres¨® a M¨¦xico. ¡°Nom¨¢s fueron una o dos semanas por las que no tengo mi acta mexicana pues¡±, revela. Por cuestiones personales regres¨® a la ciudad tejana cuando a¨²n era un ni?o. Su padre tuvo que cruzar el r¨ªo Bravo para reencontrarse. ¡°F¨ªjate, de este lado, desde mi punto de vista, muchos mexicanos, aunque son hermanos de sangre, no nos perdonan. Siempre nos dicen pochos [un t¨¦rmino peyorativo que referencia a los mexicanos que adoptan la cultura estadounidense], pero ni saben mi historia¡±, lamenta.
Zarate recuerda con cari?o las veces que ha visitado Puebla, donde naci¨® su padre, y Ciudad de M¨¦xico, donde naci¨® su madre. ¡°Es algo muy distinto a lo que hay ac¨¢ en Estados Unidos. O sea, se siente mucho la comunidad, la amistad y el cari?o de la gente. Si no est¨¢s en comunidad latina hay veces que se siente diferente¡±, explica el hincha angelino, que fue criado bajo las costumbres de M¨¦xico. ¡°Tengo ra¨ªces mexicanas. Me siento m¨¢s orgulloso de ser mexicano que estadounidense. Es diferente gente, diferente cultura. Mis padres me criaron con ese sentimiento de ser amable, cari?oso¡±, dice.
Un apoyo, ?y un martirio?
D¨ªaz siempre apoy¨® a la selecci¨®n mexicana, nunca se le pas¨® por la mente apoyar a la estadounidense. ¡°Cuando era chiquito siempre segu¨ª a M¨¦xico con mi familia [originaria de Camargo, Chihuahua]. Yo nac¨ª en familia mexicana, todo mexicano. Fui en la escuela con puros estudiantes de Estados Unidos y todo eso, pero nunca se me ocurri¨® [apoyar al equipo estadounidense], siempre le he ido a M¨¦xico y siempre le voy a ir a M¨¦xico¡±, se enorgullece el hincha, que vivi¨® de muy de cerca la victoria frente a Jamaica.
El zurdazo de Arteaga en Houston dio un triunfo a M¨¦xico, que sirvi¨® para mejorar la autoestima de una afici¨®n decepcionada por los errores directivos que la Federaci¨®n Mexicana de F¨²tbol ha arrastrado en los ¨²ltimos a?os. Pero los seguidores mexicanos tampoco han estado alejados del foco de la pol¨¦mica. Antes del Mundial de Qatar de 2022, la selecci¨®n acumul¨® casi 20 sanciones, econ¨®micas y de clausura de estadios por los insultos de ¡°puto¡± que sal¨ªan desde las gradas cada vez que el rival despejaba el bal¨®n. La FIFA lleg¨® a amenazar con dejarla sin Mundial cuando conoci¨® el significado peyorativo del t¨¦rmino, utilizado en M¨¦xico para referirse a un homosexual.
La intensidad de la afici¨®n tambi¨¦n llev¨® a puntos cr¨ªticos en ciertos partidos. Un aficionado mexicano apu?al¨® a otro durante un encuentro contra Qatar de la Copa Oro, en julio del a?o pasado, dejando la cruda imagen en redes del hincha expulsando sangre a chorros por el pecho. ¡°[Hay gente que] no sabe comportarse y luego eso no ayuda al equipo. Si pierden, luego sale el famoso canto de puto para castigarlos. Pero no saben lo que est¨¢n haciendo, y no saben que eso no ayuda al equipo¡±, asevera El Coronel, que considera que esas actitudes negativas se exacerban con el consumo de alcohol, casi un ritual para muchos aficionados en este tipo de citas.
La actuaci¨®n del conjunto mexicano ante Jamaica hace so?ar a los aficionados con una victoria contra Venezuela. El triunfo abrir¨ªa las puertas a retomar el favoritismo del p¨²blico americano en una copa que el combinado mexicano no ha logrado alzar hasta el momento.
¨D?Cree que es conveniente apoyar a la selecci¨®n mexicana en sus peores momentos o renegar de ella?
¨DYo lo tomo desde este punto de vista: es como parte de m¨ª, de mi familia. Tus hijos tambi¨¦n te van a hacer enojar, tus hijos te van a fallar, pero los quieres corregir, a veces rega?ar o lo que sea. Pero ese amor nunca se deja, ?verdad?¨D, reflexiona Guel.
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