Los estudiantes de Derecho contraprograman el informe de L¨®pez Obrador con una marcha contra su reforma judicial
Miles de alumnos, junto con trabajadores del Poder Judicial, protestan en la capital mientras el presidente realiza su ¨²ltimo balance anual en el Z¨®calo
La pol¨ªtica mexicana se ha echado a las calles y este domingo bulle en las principales arterias de la capital. Miles de estudiantes de diversas facultades de Derecho se han citado esta ma?ana en el ?ngel de la Independencia para marchar contra la reforma judicial que promueve el presidente, L¨®pez Obrador, quien una hora despu¨¦s daba comienzo al ¨²ltimo informe anual del sexenio con un ba?o de masas en el Z¨®calo, a escasos cuatro kil¨®metros. El comienzo del curso pol¨ªtico no ha pasado indiferente para nadie, y cada qui¨¦n ha elegido la convocatoria con la que encauzar la tensi¨®n en la que el pa¨ªs se ha instalado desde que las urnas arrojaron una mayor¨ªa arrasadora para el partido oficialista, que podr¨¢ sacar adelante la iniciativa sin negociaciones ni contrapesos. Es esa falta de equilibrio, precisamente, una de las principales preocupaciones que ha recorrido la protesta estudiantil, que avanzaba lenta hacia el Senado, por el Paseo de la Reforma, desde las 9.15 de la ma?ana al grito de ¡°?Jueces de carrera, Justicia de primera!¡±, ¡°El juez imparcial es de carrera judicial¡± o ¡°Poder Judicial, al servicio nacional¡±.
¡°Ejercimos nuestro voto con la esperanza de tener un Congreso balanceado. Tristemente, esa no fue la realidad y ahorita estamos viendo las consecuencias de no tener contrapesos. Pasar las reformas sin leerlas es algo inimaginable¡±, sostiene Ricardo Mendoza, alumno de 20 a?os del Tecnol¨®gico de Monterrey, quien ha llegado a la marcha con otros dos amigos. Ninguno cuestiona la necesidad de modificar el funcionamiento de un sistema que deja insatisfecho a todo el mundo, pero no consideran que la elecci¨®n popular de jueces, la piedra angular del proyecto obradorista, vaya a solucionar nada sino m¨¢s bien todo lo contrario. ¡°Lo principal de una buena reforma ser¨ªa tener m¨¢s jueces, no cambiarlos¡±, resume Luis Eduardo Vega, de 21, que estudia en la Barra Nacional de Abogados: ¡°Tener un 8 de promedio no garantiza nada¡±. Fernando Rangel (22 a?os) apostilla: ¡°La carrera judicial es una cuesti¨®n de meritocracia. Es un paso escalonado, llega el mejor preparado¡±.
La defensa de la carrera judicial es un consenso entre los asistentes a la marcha, encabezada por el colectivo de la UNAM. La inquietud es la misma que han manifestado estas dos ¨²ltimas semanas los trabajadores del sector, muchos de los cuales han marchado junto a los universitarios este domingo. La aprobaci¨®n de la iniciativa supondr¨ªa el despido de casi 1700 jueces, que ser¨ªan sustituidos en dos tiempos, entre 2025 y 2027, por los nuevos magistrados elegidos por sufragio popular. El diagn¨®stico sobre los problemas mira hacia otras instituciones entre quienes participan. ¡°Tendr¨ªan que entrar en los poderes locales, porque ah¨ª no hay nada de reforma¡±, valoran Mar¨ªa Guadalupe Gonz¨¢lez y Dolores Rueda, de 60 y 70 a?os, respectivamente, antiguas trabajadoras de la Suprema Corte, que enumeran: ¡°Polic¨ªas, fiscal¨ªas, ministerios p¨²blicos, peritos: desde ah¨ª empieza el andamiaje y es donde empiezan los problemas, por eso cuando llegan a juzgados o a la Corte, muchas veces efectivamente tienen que soltar a los delincuentes, porque estuvo mal el trabajo previo¡±.
En el Z¨®calo, sin embargo, el clima es otro y el p¨²blico cierra filas en torno a L¨®pez Obrador, que ha entrado de lleno en el tema que ha copado los debates de los ¨²ltimos dos meses y ha lanzado a los presentes: ¡°?Que levanten la mano quienes creen que es mejor que los ministros sean elegidos por el presidente y los senadores!, ?que la levanten quienes creen que es mejor que los elija el pueblo!¡±. Los abucheos a la primera proclama y los gritos de aprobaci¨®n a la segunda no han dejado margen a la interpretaci¨®n: la reforma cuenta con el respaldo total de sus seguidores. Una atenta Claudia Sheinbaum, que ha asumido la defensa de la reforma como si fuera suya, escuchaba atenta desde la primera fila.
No muy lejos de all¨ª, las C¨¢maras inauguraban la nueva legislatura, que se prev¨¦ convulsa fuera de las sedes oficiales, pero un camino de rosas en su interior, donde los esfuerzos por frenar las iniciativas de la alianza oficialista cuentan con una oposici¨®n muy debilitada y sin margen de actuaci¨®n. No por casualidad la marcha de hoy ha llevado a los estudiantes hasta las puertas del Senado, donde se prev¨¦ que salga adelante la reforma esta misma semana. ¡°?En d¨®nde est¨¢n, en d¨®nde est¨¢n, los senadores que nos iban a escuchar! ?Congreso, anota, la Justicia no se vota!¡±, han coreado los alumnos a su llegada.
Entre los 18 y los 22 a?os, ninguno de los estudiantes ten¨ªa derecho a voto cuando L¨®pez Obrador fue elegido. Sus preocupaciones y demandas van dirigidas, sobre todo, a los representantes electos este 2 de junio, cuando la mayor¨ªa de ellos se estren¨® como elector. ¡°El voto popular nos convierte en pol¨ªticos, y no queremos eso. Somos abogados, queremos adquirir la experiencia en un juzgado y que ya despu¨¦s podamos ser jueces y magistrados. Si hacemos lo otro, significa que tenemos que hacer una campa?a y volvernos pol¨ªticos como los diputados y los senadores¡±, argumenta Solange Estrada, estudiante de la Libre de 22 a?os. Es a esos diputados y senadores a quienes se dirigen desde las mismas puertas del edificio que los re¨²ne. No parece que los gritos puedan hacer virar el rumbo pol¨ªtico, pero nadie este domingo, ni en el Z¨®calo ni aqu¨ª, parece dispuesto a abandonar la partida sin dar la batalla hasta el final.
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