De la invasi¨®n estadounidense a la primera proyecci¨®n de cine en el pa¨ªs: el Castillo de Chapultepec cuenta la historia de M¨¦xico
Fue un observatorio prehisp¨¢nico, una residencia mon¨¢rquica y cay¨® ante una invasi¨®n estadounidense. Hoy es el museo que preserva la historia de todo el pa¨ªs
La vista desde el Castillo de Chapultepec permite ver Ciudad de M¨¦xico en 360 grados. Es uno de los sitios favoritos para tomarse fotos y que los turistas presuman su viaje, as¨ª como para contemplar la ciudad en su totalidad. El cerro de Chapultepec, cuyo nombre en n¨¢huatl significa ¡°cerro del chapul¨ªn¡±, se alza sobre el centro de una de las ciudades m¨¢s grandes del mundo y desde ah¨ª se observan edificios cl¨¢sicos del siglo XX, rascacielos modernos y la mancha urbana que se extiende m¨¢s all¨¢ de los l¨ªmites verdosos del bosque, pulm¨®n de la ciudad que recibe m¨¢s de 24 millones de visitas al a?o. Es l¨®gico que sea hogar del Museo Nacional de Historia Castillo de Chapultepec (MNH), despu¨¦s de todo, fue un centro religioso prehisp¨¢nico, vivi¨® la invasi¨®n estadounidense, alberg¨® la primera proyecci¨®n de cine en M¨¦xico y se vivieron algunos de los acontecimientos que definieron el curso del pa¨ªs.
Chapultepec en la ¨¦poca prehisp¨¢nica
Jaqueline Guti¨¦rrez Fonseca, Jefa del Departamento de Difusi¨®n Cultura del MNH, dice que, ¡°existe un gran orgullo, una gran preocupaci¨®n y una gran responsabilidad¡±, para ella y todo el equipo del museo al trabajar en un sitio como ese. Y es que el cerro de Chapultepec fue considerado un lugar sagrado y estrat¨¦gico desde hace m¨¢s de 3.000 a?os. Diversas culturas, como los teotihuacanos, toltecas y mexicas, lo valoraron por su ubicaci¨®n y por los manantiales de agua dulce que brotaban en la zona, un recurso esencial para sobrevivir en una regi¨®n rodeada de lagos en los que se mezclaba el agua dulce con la salada.
Los manantiales del cerro surtieron de agua potable a Tenochtitlan, la capital del imperio mexica, a trav¨¦s de un sistema de acueductos dise?ado por Nezahualc¨®yotl, tlatoani de Texcoco. En la cima del cerro, donde hoy est¨¢ el castillo, los mexicas construyeron un observatorio astron¨®mico que les permiti¨® estudiar el movimiento de los astros, fundamentales para sus rituales religiosos.
El Inicio del periodo virreinal
Con la llegada de los espa?oles y la ca¨ªda de Tenochtitl¨¢n en 1521, Chapultepec form¨® parte del nuevo orden colonial. En 1530, una C¨¦dula Real del emperador Carlos V decret¨® el bosque como propiedad de la capital, lo que garantiz¨® su conservaci¨®n. El segundo virrey de la Nueva Espa?a, Luis de Velasco, orden¨® la construcci¨®n de una mansi¨®n de recreo en una de las laderas del cerro, que se convirti¨® en un espacio destinado al esparcimiento de la ¨¦lite novohispana.
Fue hasta 1785 cuando el virrey Bernardo de G¨¢lvez impuls¨® la construcci¨®n de lo que m¨¢s tarde se convertir¨ªa en el Castillo de Chapultepec, pensado originalmente como una casa de descanso para los virreyes. Aunque la muerte de G¨¢lvez dej¨® el proyecto inconcluso, los cimientos del edificio permanecieron y la silueta del futuro recinto comenz¨® a formarse.
El Colegio Militar y la invasi¨®n estadounidense
En 1833, el gobierno mexicano decidi¨® establecer en el castillo la sede del Colegio Militar, marcando el inicio de una nueva etapa para el edificio. Este periodo alcanz¨® su momento m¨¢s dram¨¢tico durante la invasi¨®n estadounidense de 1847. El 13 de septiembre de ese a?o, las fuerzas invasoras asediaron la edificaci¨®n en la que hoy se recuerda como la batalla de Chapultepec, donde se cuenta la historia de los cadetes, conocidos como los Ni?os H¨¦roes, que defendieron el sitio hasta la muerte. Este episodio qued¨® grabado en la memoria hist¨®rica del pa¨ªs como s¨ªmbolo de resistencia y patriotismo, aunque los archivos y las investigaciones apuntan a que se trata de una verdad exagerada a favor del sentimiento nacionalista mexicano.
Del Imperio a la Revoluci¨®n
En 1864, durante el Segundo Imperio Mexicano, el archiduque Maximiliano de Habsburgo y su esposa Carlota transformaron el Castillo de Chapultepec en su residencia imperial. El arquitecto Ram¨®n Rodr¨ªguez Arangoity le dio un estilo europeo, con mobiliario y jardines redise?ados por Wilhelm Knechtel. Tras el fusilamiento de Maximiliano en 1867, el castillo qued¨® abandonado.
Durante el gobierno de Porfirio D¨ªaz, el castillo alberg¨® el primer Observatorio Astron¨®mico Nacional en 1878, aunque en 1883 volvi¨® a ser sede del Colegio Militar. D¨ªaz tambi¨¦n lo us¨® como su residencia de verano, moderniz¨¢ndolo con elevadores, electricidad y un boliche, convirti¨¦ndolo en un s¨ªmbolo del progreso tecnol¨®gico del pa¨ªs. En 1896 se proyect¨® la primera pel¨ªcula en M¨¦xico dentro del castillo, cuando D¨ªaz recibi¨® a representantes de los hermanos Lumi¨¨re.
D¨ªaz intervino en el Bosque de Chapultepec, haci¨¦ndolo un espacio p¨²blico con calzadas, estatuas y kioscos. Lo que convirti¨® el ¨¢rea en un s¨ªmbolo de la modernizaci¨®n del pa¨ªs, sin perder su conexi¨®n hist¨®rica. Despu¨¦s de la Revoluci¨®n Mexicana, el castillo sigui¨® como residencia presidencial hasta que en 1939, el presidente L¨¢zaro C¨¢rdenas lo destin¨® para albergar al Museo Nacional de Historia, inaugurado en 1944.
Un tesoro nacional
A toda la historia del lugar, ahora se le suman m¨¢s de 100.000 piezas de la historia de M¨¦xico. ¡°Hay piezas y objetos que se han exhibido de manera frecuente desde 1944, como el Chimalli, un escudo emplumado que es de los pocos que existen en el mundo¡±, se?ala Guti¨¦rrez. Tambi¨¦n posee otras piezas emblem¨¢ticas como el estandarte de Hidalgo y una colecci¨®n de indumentaria que cuenta con 10.000 piezas, entre las que destacan vestidos virreinales y prendas que pertenecieron a personajes hist¨®ricos como Vicente Guerrero.
Raymundo Soto es de Quer¨¦taro y est¨¢ de visita en la ciudad. Vino espec¨ªficamente para conocer el museo a fondo, y est¨¢ impresionado por ¡°todo lo que han podido rescatar de la historia del pa¨ªs¡±, comenta. De acuerdo a Jaqueline, algunas de las piezas favoritas de los visitantes son los carruajes de Maximiliano y Benito Ju¨¢rez, los murales de David Alfaro Siqueiros y Jos¨¦ Clemente Orozco, el Tzompantli, un muro de cr¨¢neos en honor a los dioses, el chimali y los retratos.
Un nuevo museo
Tres j¨®venes austriacas recorren el patio del castillo en su primer d¨ªa en M¨¦xico. Despu¨¦s de su hotel y el Centro Hist¨®rico, ese sitio era el siguiente en su itinerario. Est¨¢n ah¨ª por recomendaci¨®n de la persona que las invit¨® a M¨¦xico y su sorpresa por la vista de una ciudad tan grande se deja ver. A pocos metros de distancia, una pareja estadounidense se toma fotos con el Bosque de Chapultepec y los edificios de Paseo de la Reforma de fondo.
El museo ha cambiado su audiencia. Antes de la pandemia, la mayor¨ªa del p¨²blico era mexicano, cerca de 80%, de acuerdo a Guti¨¦rrez. Ahora, el n¨²mero de visitantes extranjeros aument¨®, lo que coincide con el n¨²mero de viajeros extranjeros a Ciudad de M¨¦xico que increment¨® considerablemente desde la pandemia. De acuerdo al sitio de estad¨ªstica de visitantes del Instituto Nacional de Antropolog¨ªa e Historia, en 2024 casi 5 millones de personas han visitado los museos de la instituci¨®n, 36% fueron al MNH, aproximadamente 1,7 millones de personas. El personal calcula que en un d¨ªa entre semana pueden ir entre 3.000 y 5.000 personas, pero un domingo ¡ªcuando la entrada es gratuita¡ª en temporada vacacional, pueden ser hasta 30.000 visitantes.
Gho Alexis y Natalia Islas visitan por tercera vez el lugar, pero es la primera ocasi¨®n que lo hacen juntos. La pareja comparte una pasi¨®n por la historia, para ellos se trata de un lugar tan grande que lo pueden recorrer poco a poco o en distintas visitas. Los patios tambi¨¦n son algunos de los sitios m¨¢s rom¨¢nticos en todo el bosque de Chapultepec, donde no son la ¨²nica pareja que se roba besos entre pl¨¢ticas.
80 a?os del MNH
En marco al 80 aniversario del sitio, se han organizado charlas, conciertos y otros eventos para celebrar, sin embargo, solo una peque?a parte de la colecci¨®n fue seleccionada por investigadores para formar parte del libro 80 piezas, 80 a?os, un recorrido hist¨®rico por las piezas m¨¢s relevantes. La curadur¨ªa la hicieron investigadores y expertos que decidieron de acuerdo a la manufactura, procedencia, importancia hist¨®rica, entre otras cosas. El lanzamiento del libro est¨¢ previsto para el 27 de septiembre, durante el aniversario del museo.
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