Jos¨¦ Mar¨ªa Morelos, el p¨¢rroco que le dio otra dimensi¨®n a la lucha por la Independencia de M¨¦xico

Al margen de Miguel Hidalgo, la figura de Jos¨¦ Mar¨ªa Morelos se alza como ninguna en el imaginario colectivo cuando se trata de h¨¦roes de la Independencia. La vasta iconograf¨ªa del l¨ªder insurgente, siempre de paliacate atado a la cabeza y complexi¨®n robusta, aparece tanto en los murales del proyecto posrevolucionario que plasmaron la historia de M¨¦xico en edificios p¨²blicos en la d¨¦cada de los treinta, como en la estatua monumental que se levanta en lo m¨¢s alto de la isla de Janitzio, en Michoac¨¢n, cuya capital, Morelia, lleva su apellido. Lo mismo en el billete de 50 pesos, que en los miles de municipios, colonias y avenidas distribuidas por todo el pa¨ªs nombradas en honor al p¨¢rroco que encabez¨® la lucha por la Independencia tras la muerte de Hidalgo.

La omnipresencia de Morelos descansa en el retrato oficial que se ha construido alrededor de su figura, una imagen que resalta tanto su capacidad organizativa de una milicia que provoc¨® las primeras fisuras al orden virreinal, como en las proclamas y los documentos que dan cuenta de su ideal emancipador. En 1865, Maximiliano de Habsburgo se convirti¨® en el primer gobernante en honrar la figura de Morelos con la develaci¨®n de una estatua y una serie de retratos de h¨¦roes nacionales que incluyeron al l¨ªder insurgente, una constante que se puede rastrear hasta el presente. Morelos forma parte de uno de los logotipos institucionales de la Administraci¨®n de L¨®pez Obrador, un dise?o ampliamente criticado por no presentar mujeres y en su lugar, mostrar de izquierda a derecha a Hidalgo, Morelos, Ju¨¢rez, Madero y L¨¢zaro C¨¢rdenas, una imagen que de acuerdo con el discurso del presidente, representa las ¡°grandes transformaciones de la vida p¨²blica en M¨¦xico¡±.

Primeros a?os y anexi¨®n a la lucha por la Independencia

Jos¨¦ Mar¨ªa Morelos y Pav¨®n naci¨® en Valladolid, hoy Morelia, en 1765. Las distintas versiones sobre su infancia coinciden en que, contrario a otros protagonistas de la Independencia, creci¨® en el seno de una familia de clase trabajadora, lejos de la vanguardia criolla que conforme terminaba el siglo empujaba cada vez con m¨¢s fuerza por un cambio social en la Nueva Espa?a. Tras el abandono de su padre, un carpintero que se march¨® a San Luis Potos¨ª cuando Morelos apenas era un ni?o, su crianza y educaci¨®n recay¨® en su madre y su abuelo materno, de quien aprendi¨® a leer.

Durante su adolescencia, un joven Jos¨¦ Mar¨ªa realiz¨® trabajos del campo en una hacienda que probablemente pertenec¨ªa a un miembro de su familia extendida; sin embargo, no fue hasta los 25 a?os que ingres¨® al seminario del Colegio de San Nicol¨¢s, en Valladolid, donde Hidalgo fung¨ªa como rector antes de unirse a la conspiraci¨®n de Quer¨¦taro que deriv¨® en el movimiento independentista.

La incursi¨®n de Morelos en la Guerra de Independencia tuvo lugar en octubre de 1810, apenas un mes despu¨¦s de que el movimiento liderado por Hidalgo encendiera el polvor¨ªn insurgente en Guanajuato. Si bien la versi¨®n m¨¢s popular asegura que Morelos, que conoci¨® a Hidalgo durante su ¨¦poca de estudiante en el Colegio de San Nicol¨¢s, era un aprendiz cercano y admirador confeso del cura, las referencias hist¨®ricas de encuentros entre ambos se limitan a una fugaz entrevista que sostuvieron en Indaparapeo, Michoac¨¢n, a unos 30 kil¨®metros de Valladolid, una ruta que marcaba el camino de la campa?a de Hidalgo desde Guadalajara hacia la capital del pa¨ªs. Morelos, que hab¨ªa escuchado del levantamiento del 16 de septiembre en Dolores, sali¨® al encuentro con Hidalgo para sumarse a la lucha armada.

Una versi¨®n menos visitada sugiere que ambos manten¨ªan correspondencia y por lo tanto, Morelos conoc¨ªa de antemano la causa insurgente. Sea cual sea la naturaleza que motiv¨® el encuentro, la entrevista se sald¨® con el nombramiento de Morelos como lugarteniente de Hidalgo en el sur, con la comisi¨®n de formar un ej¨¦rcito y avanzar hasta Acapulco, un puerto comercial estrat¨¦gico para el comercio con Filipinas, otra colonia espa?ola en el Pac¨ªfico. Ese fue el ¨²ltimo encuentro entre ambos: mientras Hidalgo continu¨® con su campa?a y fue capturado por las fuerzas realistas cinco meses despu¨¦s, Morelos abandon¨® la parroquia de Car¨¢cuaro (que ten¨ªa a su cargo) y march¨® hacia el sur, inaugurando la segunda etapa del movimiento independentista.

Se trat¨® del inicio de la primera de cinco campa?as que Morelos realiz¨® en el siguiente lustro, en donde destac¨® como estratega militar y sobre todo, despleg¨® un ideario pol¨ªtico concentrado en documentos y decretos que profundiz¨® en las causas independentistas y dot¨® de un car¨¢cter m¨¢s social a la lucha armada. Si bien el primer intento por tomar Acapulco culmin¨® en fracaso, Morelos gan¨® adeptos en el camino y acumul¨® simpat¨ªas a su paso por el centro y sur de la Nueva Espa?a. En Tecpan se unieron a la lucha los hermanos Galeana; en Iz¨²car, Mariano Matamoros; mientras que Vicente Guerrero, que m¨¢s tarde quedar¨ªa al mando del movimiento tras la muerte de Morelos, se sum¨® a la insurgencia en Tixtla. De 1811 a 1815, tiempo en el que estuvo al frente de la causa independentista, las campa?as de Morelos asestaron duras derrotas al ej¨¦rcito realista y trastocaron la maltrecha econom¨ªa de la colonia. Se trat¨® del momento m¨¢s ¨¢lgido de la Guerra de Independencia, con un ej¨¦rcito disciplinado y heterog¨¦neo, que consigui¨® expandir los ecos de la insurgencia en el centro y sur del pa¨ªs.

El Congreso de Chilpancingo y los Sentimientos de la Naci¨®n

En junio de 1813, luego de distintas victorias militares que le dotaron de autoridad entre los insurgentes, Morelos llam¨® a instalar un congreso que concentrara al grueso de provincias con el fin de dirigir las operaciones de guerra de los l¨ªderes independentistas y formar un gobierno soberano. Se trataba de un intento formal para sustituir a la Junta de Zit¨¢cuaro, el ¨®rgano insurgente creado por L¨®pez Ray¨®n en 1811 con el objetivo de establecer un gobierno alterno, que en la pr¨¢ctica careci¨® de autoridad para concentrar la organizaci¨®n de los distintos l¨ªderes insurgentes.

Tras llamar a las provincias a elegir a su representante, el Congreso de Chilpancingo, primer congreso independiente en la historia del pa¨ªs, se instal¨® oficialmente el 13 de septiembre de 1813 con representantes de Valladolid, Guanajuato, Oaxaca, Tecpan, Puebla, M¨¦xico y Veracruz. Frente al nuevo ¨®rgano, Morelos present¨® los Sentimientos de la Naci¨®n, un documento en el que condens¨® sus ideas pol¨ªticas y al mismo tiempo, deline¨® los principios rectores del Congreso, entre ellos la independencia de Am¨¦rica sobre cualquier otra naci¨®n o monarqu¨ªa, la abolici¨®n definitiva de la esclavitud, la divisi¨®n de poderes, la eliminaci¨®n de las distinciones entre castas, poner el gobierno en manos de los americanos, la moderaci¨®n de la opulencia y la indigencia; y la protecci¨®n de la religi¨®n cat¨®lica.

El 22 de octubre de 1814, despu¨¦s de cambiar la sede de Chilpancingo a Apatzing¨¢n huyendo del acoso realista, el Congreso promulg¨® el ¡°Decreto constitucional para la libertad de la Am¨¦rica mexicana¡± que dotaba de normas jur¨ªdicas al movimiento independentista, conocido popularmente como la Constituci¨®n de Apatzing¨¢n. Si bien la intenci¨®n insurgente pretend¨ªa elevar a texto constitucional el Decreto tras el triunfo de la Independencia, las pugnas internas que terminaron por concentrar el poder pol¨ªtico y militar de los insurgentes en el nuevo ¨®rgano y retirar a Morelos del poder Ejecutivo que se le hab¨ªa concedido, provocaron que los esfuerzos legislativos de esta etapa quedaran rebasados por el movimiento armado.

Captura y fusilamiento de Morelos

Morelos fue capturado por el ej¨¦rcito realista en noviembre de 1815 en Guerrero, despu¨¦s de meses de derrotas para el bando insurgente, que perdi¨® el control de ciudades estrat¨¦gicas en el sur como Oaxaca y el puerto de Acapulco. El l¨ªder independentista fue aprehendido cuando escoltaba a los representantes del asediado Congreso, que buscaba huir de Uruapan, Michoac¨¢n e instalarse en Tehuac¨¢n, Puebla. Si bien se trataba de una ubicaci¨®n estrat¨¦gica que, en el papel, permitir¨ªa reconcentrar las mermadas fuerzas independentistas, la caravana fue interceptada por las fuerzas realistas y Morelos trasladado a Ciudad de M¨¦xico.

En un doble juicio, de car¨¢cter civil y militar, Morelos fue encontrado culpable de 23 cargos, entre ellos alta traici¨®n y sabotaje. La sentencia, que lo condenaba a la pena de muerte, orden¨® su ejecuci¨®n fuera de Ciudad de M¨¦xico por temor a un movimiento popular. Finalmente, el 22 de diciembre de 1815, Morelos fue trasladado de la capital a Ecatepec, en el Estado de M¨¦xico, donde fue fusilado.

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