La polvareda por la nueva reforma constitucional obliga a Morena a rebajar los art¨ªculos m¨¢s conflictivos
La mayor¨ªa oficialista en el Senado saca adelante el veto que impide a la Corte intervenir cuando el Legislativo modifique la Constituci¨®n. Este jueves se votar¨¢ en el Pleno
M¨¦xico se ha metido en un embrollo legal que a¨²n no ha resuelto la democracia en ninguna parte. ?Son suficientes las mayor¨ªas para decidir todo o necesitan contrapoderes? El oficialismo quiere impedir que su reforma judicial se frene en la Suprema Corte mediante recursos y amparos avalados por los jueces, y se ha metido en otra reforma constitucional para recortar primero la posibilidad de intervenci¨®n de los ministros: si el legislativo aprueba reformas constitucionales, la Suprema Corte no podr¨¢ dictaminar sobre ello; pero ?qu¨¦ ocurrir¨ªa si este Congreso o cualquier otro, con una mayor¨ªa aplastante, decide que reforma la Constituci¨®n para garantizar el esclavismo, por ejemplo? Por otra parte, en la exposici¨®n de motivos, el partido del Gobierno sostiene que ya la Constituci¨®n otorga capacidad plena al legislativo para reformar la norma suprema. Entonces, ?cu¨¢l es la raz¨®n de esta reforma?, se preguntan algunos juristas. La serpiente emplumada se muerde la cola.
La ¨²nica v¨ªa que se atisba l¨®gica para salir de este entuerto es que los partidos, mayoritarios y minoritarios, se sienten a negociar la reforma judicial y lleguen a acuerdos. Pero eso no puede hacerse con prisas. Y eso, las prisas, son las que han presidido las dos reformas. De seguir as¨ª, ninguna contar¨¢ con el debate suficiente ni el refrendo popular y asuntos tan importantes para una democracia quiz¨¢ reclaman algo m¨¢s que mayor¨ªas parlamentarias. El riesgo de volver a la casilla de salida es cierto: esta misma reforma constitucional puede seguir el mismo camino taponado que la anterior.
El ruido que ha generado todo esto en pocas horas ha rebajado la propuesta inicial de Morena, que ha retirado los art¨ªculos m¨¢s pol¨¦micos, los que conduc¨ªan a un choque entre el derecho nacional y el internacional, que garantiza un marco com¨²n de respeto a los derechos humanos. Pero el blindaje a las reformas constitucionales ha sido aprobado este mi¨¦rcoles en comisiones con sus votos y los de sus aliados, el Partido del Trabajo (PT) y el Verde (PVEM). El proceso avanza a toda prisa para que sea votado en el pleno del Senado este mismo jueves. La sesi¨®n de este mi¨¦rcoles discurri¨® entre presiones, cr¨ªticas y divisi¨®n en el bloque oficialista. Tambi¨¦n la oposici¨®n se ha mostrado contraria a la reforma que anula la posibilidad de presentar controversias o acciones de inconstitucionalidad contra reformas constitucionales. El PAN, PRI y MC han criticado que todo este asunto se ha planteado para impedir los cientos de ¨®rdenes de suspensi¨®n que pesan sobre la pol¨¦mica reforma judicial.
Los cambios a cuatro art¨ªculos de la Carta Magna han sido reducidos a dos disposiciones que, en esencia, mantienen el objetivo, encapsular cualquier enmienda a la Constituci¨®n para que nadie pueda tocarla. La batalla legislativa ha durado poco: el oficialismo ha impuesto su mayor¨ªa en las comisiones del Senado para sacar adelante las modificaciones a los art¨ªculos 105 y 107 y, con toda probabilidad, la misma mayor¨ªa parlamentaria ganar¨¢ la partida este jueves en el Pleno del Senado. Pero ha tenido que hacer concesiones a los Verdes, que no estaban de acuerdo con los dos puntos que finalmente se han retirado. La reforma tiene efecto sobre los asuntos en curso, es decir, la Corte no podr¨ªa pronunciarse sobre la reforma judicial que ahora se trata.
¡°Pretendemos ratificar en la Constituci¨®n que el juicio de amparo es improcedente contra adiciones o reformas a la Constituci¨®n. Si no est¨¢n de acuerdo con esa disposici¨®n que hoy aprobaremos y que aprobaremos tambi¨¦n en el pleno del Senado, renuncien y pres¨¦ntense a elecciones como hemos hecho nosotros¡±, ha sido el argumento de Andrea Ch¨¢vez, senadora de Morena.
Cinthia L¨®pez ha puesto el dedo sobre uno de los asuntos que causa m¨¢s inquietud: ¡°No se gobierna para siempre, se lo dice una priista [...] Muchas veces nos pas¨® ese mal, legisl¨¢bamos como si fu¨¦ramos a gobernar toda la vida y no es as¨ª [...] Lo que se est¨¢ haciendo es prohibir que existan mecanismos para interpelar, para quejarse, para interponer acciones de inconstitucionalidad¡±, ha dicho la senadora del PRI.
¡°No podemos legislar para la ocasi¨®n [...] Este pleito que se traen con el Poder Judicial los tiene verdaderamente cegados, se inventaron un remedio que, aparentemente, les da el triunfo en esta batalla, pero es una medicina que puede acabar con el padecimiento, pero mata al enfermo¡±, ha alertado tambi¨¦n el senador panista Ricardo Anaya. Y ha festejado que se retiraran las enmiendas m¨¢s pol¨¦micas, pero insisti¨® en que el resto es igual de grave. Organizaciones civiles como Amnist¨ªa Internacional y el Centro de Derechos Humanos Miguel Agust¨ªn Pro Ju¨¢rez recordaron que poder impugnar las reformas constitucionales es clave para incorporar a ellas los tratados internacionales que protegen a las personas.
El jurista Javier Mart¨ªn Reyes opina que Morena solo ha retirado los dos art¨ªculos m¨¢s burdos, pero eso cambia poco. ¡°Con esta nueva reforma han generado un conflicto adicional innecesario y una crisis constitucional. Si lo que se plantea es que no se pueden revisar reformas que violan derechos humanos, esta misma los estar¨ªa violando y deber¨ªa ser revisada¡±, ejemplifica el galimat¨ªas el catedr¨¢tico de Derecho Constitucional de la UNAM. El experto en materia constitucionalista se sit¨²a en un punto medio. No comparte que el Poder Legislativo haga cuanto le venga en gana porque tiene mayor¨ªa para ello, pero tampoco que el Poder Judicial sea el ¨²nico que determine d¨®nde est¨¢ el coto a esas mayor¨ªas. ¡°Es el gran debate del constitucionalismo, qui¨¦n tiene la ¨²ltima palabra¡±, afirma. Y ¨¦l no tiene la soluci¨®n, pero s¨ª apunta al origen de este embrollo. ¡°No me gustan las elecciones de jueces que se han planteado, creo que es una locura, pero si el Gobierno quer¨ªa experimentar con ese modelo, deber¨ªa haberlo hecho respetando el puesto judicial adquirido que es el gran pilar de la independencia y utilizar las elecciones solo para los que quiera cubrir las vacantes que se vayan produciendo¡±, plantea. Aboga por una ratificaci¨®n ciudadana para los jueces una vez que su cometido fuera avalado por evaluaciones exhaustivas. ¡°Han usado el machete en lugar del bistur¨ª, en lugar de ajustes precisos y graduales, la bomba nuclear. De ah¨ª la avalancha de impugnaciones. Y por eso estamos donde estamos¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.