Ildefonso Guajardo, exsecretario de Econom¨ªa: ¡°X no es el medio para tener una interlocuci¨®n con Trump¡±

El ambiente alrededor de la relaci¨®n bilateral, de pronto, se llen¨® de confusi¨®n. Claudia Sheinbaum comparti¨® el pasado mi¨¦rcoles una fotograf¨ªa en X (antes Twitter) en la que posaba sonriente junto al tel¨¦fono y a su secretario de Relaciones Exteriores, Juan Ram¨®n de la Fuente. ¡°Tuve una excelente conversaci¨®n con el presidente Donald Trump¡±, escribi¨®. La respuesta del republicano lleg¨® casi inmediatamente y describi¨® la llamada como ¡°maravillosa¡± y ¡°productiva¡±. ¡°Ella estuvo de acuerdo en detener la migraci¨®n a trav¨¦s de M¨¦xico¡±, asegur¨® Trump, en un recuento completamente distinto al que hab¨ªa hecho su contraparte. Sheinbaum regres¨® con otra publicaci¨®n: ¡°La postura de M¨¦xico no es cerrar fronteras sino tender puentes¡±. Todo ven¨ªa precedido de una nueva ola de amenazas comerciales desde Estados Unidos, la respuesta de M¨¦xico en una carta que dejaba atr¨¢s el tono cauto de las ¨²ltimas semanas y un inesperado cruce de declaraciones que encendi¨® los ¨¢nimos, a pesar de que todav¨ªa faltan casi dos meses para que el pr¨®ximo presidente llegue a la Casa Blanca.

¡°Hay elementos b¨¢sicos de la personalidad del nuevo presidente que hay que tomar en cuenta: no engancharse, no responder a los tuits sino a las acciones y tener objetivos muy claros¡±, afirma v¨ªa telef¨®nica Ildefonso Guajardo (Monterrey, 67 a?os). Secretario de Econom¨ªa en la Administraci¨®n de Enrique Pe?a Nieto, Guajardo fungi¨® tambi¨¦n como negociador en jefe de M¨¦xico en el tratado comercial que se firm¨® durante la primera presidencia de Trump y conoce bien el estilo, las preocupaciones y la estrategia de los hombres en los que el magnate confi¨® para cerrar el TMEC. ¡°X no es el medio para tener una interlocuci¨®n con Trump¡±, zanja sobre la ¨²ltima pol¨¦mica. En entrevista con EL PA?S, el exfuncionario delinea las ¨¢reas m¨¢s complejas de la renegociaci¨®n y los puntos que, en su opini¨®n, ser¨¢n clave para llevarla a buen puerto.

Pregunta. ?Qu¨¦ lectura saca del ¨²ltimo cruce entre Trump y Sheinbaum?

Respuesta. Se confirma que la manera de comunicarse con el presidente Trump por parte de un l¨ªder de Estado no es en las plataformas de redes sociales. Al presidente Trump no se le contesta en el mismo medio donde hace sus declaraciones. ?l hace una declaraci¨®n y dice que a partir del primer d¨ªa de su Gobierno pondr¨¢ aranceles mientras M¨¦xico y Canad¨¢ no se pongan las pilas para resolver el problema de migraci¨®n y tr¨¢fico de drogas. Y despu¨¦s hay una carta ¨Delaborada, pensada¨D, en la que se puntualizan los esfuerzos que tienen que hacer los pa¨ªses en la regi¨®n para combatir los flagelos a los cuales hizo referencia el presidente. Generalmente, uno debe hacer una propuesta constructiva, evitando entrar en un debate sobre qui¨¦n es responsable de qu¨¦. Y la presidenta claramente puntualiza que una amenaza arancelaria es una violaci¨®n al tratado. Un tratado que fue firmado por el presidente Trump y que mandar¨ªa la se?al de que con Trump no hay manera de llegar a ning¨²n acuerdo, porque no los respeta. Y [sugiere] que eso, de entrada, deteriora la credibilidad de Estados Unidos para plantear soluciones.

P. ?Se equivoc¨® Sheinbaum con la carta?

R. No. Esa primera instancia no es una equivocaci¨®n. Creo que yo hubiera redactado distinto la carta. La primera parte es un reconocimiento de que enfrentamos un flagelo com¨²n. Ellos con la crisis del fentanilo y nosotros con la crisis del crimen organizado, las muertes y el tr¨¢fico de armas de Estados Unidos. La peor amenaza a la soberan¨ªa mexicana no es ning¨²n pa¨ªs, es el crimen organizado. Tenemos que tener una agenda para mejorar las condiciones de M¨¦xico, que al mismo tiempo, puede sumarse a una preocupaci¨®n conjunta, a acciones de recuperaci¨®n de confianza. Se hace la advertencia de que con amenazas no se resuelven los problemas conjuntos y se deja claro que si hay una violaci¨®n al tratado, se responder¨¢ utilizando el marco legal de tratado. O sea, no es una guerra arancelaria. Es m¨¢s bien decir que el tratado que tenemos nos dice que si t¨² violas el acuerdo y me ocasionas un da?o, yo tengo el derecho de resarcir ese da?o a trav¨¦s de aranceles a los productos que exportas.

P. ?Y la llamada?

R. Ah¨ª es donde est¨¢ el error, porque hubo una llamada. Yo soy de la idea de que en las llamadas entre l¨ªderes, y sobre todo en estas circunstancias, debe haber eventualmente transcripciones y que se hagan del conocimiento de la gente para evitar estos malentendidos. Lo que de plano no es correcto es contestar un X de Trump con otro X. X no es el medio en el que debemos de tener una interlocuci¨®n con Trump.

P. ?C¨®mo es estar en la misma sala de negociaciones que la gente de Trump?

R. Todo depende de qui¨¦n los represente. Antes de la nominaci¨®n de Bob Lighthizer [como representante comercial de EE UU], en la mesa estuvieron Wilbur Ross y Peter Navarro. Y lamentablemente, el peor escenario es tener en frente a alguien que no conoce la materia, porque est¨¢s en un mar de ocurrencias que no terminan nunca. En cambio, cuando el tipo de enfrente tiene 30 a?os de experiencia, aunque no piense como t¨² y tenga un pensamiento proteccionista, resulta mucho m¨¢s conveniente.

Si te toca un tipo profesional, con conocimiento y no solo fundamentalista, puedes tener un espacio para lograr tus objetivos. Eso fue lo que nos pas¨® a nosotros. Lighthizer es un tipo profesional. Ahora se nomin¨® como representante comercial a su antiguo jefe de Gabinete. Es una buena noticia. Habr¨¢ que ver c¨®mo interact¨²a este personaje con el secretario de Comercio, que no es un experto en comercio internacional. Tendremos que ver c¨®mo se desenvuelve en la mesa. ?Cu¨¢l es la ventaja? Que son tipos pragm¨¢ticos. Eso nos permiti¨® llegar a un primer acuerdo.

P. ?Ese pragmatismo seguir¨¢?

R. Lo entiendo as¨ª. Claro, va a haber menos puntos de cr¨ªtica interna o de correcci¨®n interna, porque la primera Administraci¨®n de Trump ten¨ªa gente muy seria, que ayudaba a balancear un poco las posiciones. Ahora habr¨¢ menos de eso. Pero el pragmatismo es algo que caracteriza a los hombres que est¨¢n acostumbrados a negociar edificios.

P. ?Qu¨¦ cree que cambie en la renegociaci¨®n?

R. A diferencia de la nuestra, que siempre mantuvimos ventanillas separadas para las soluciones de diferentes temas ¨Dla famosa compartimentalizaci¨®n, que nos funcion¨®¨D, el error que cometi¨® la Administraci¨®n de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador fue atender un tuit donde se nos amenaz¨® con que si no par¨¢bamos la migraci¨®n centroamericana, iban a aumentar los aranceles. Despu¨¦s de eso, lamentablemente, mandamos 27.000 guardias nacionales al sur. Alimentamos una tendencia a hacer amenazas cruzadas. Si hubi¨¦ramos contestado en los t¨¦rminos del tratado, con la imposici¨®n de aranceles como represalia, no hubi¨¦ramos dado pie a las expectativas de Trump de que puede utilizar el acuerdo comercial como palanca para cumplir sus objetivos en otros temas.

Eso le dio la sensaci¨®n de que funciona mezclar este tipo de amenazas. Hay que corregirlo. Si ¨¦l arranca su periodo presidencial con aranceles, M¨¦xico debe responder en los t¨¦rminos del tratado para infligir da?o a sus electores. Por ejemplo, a los productores de ma¨ªz, de carne de puerco o de pollo. La mayor parte de los estadounidenses de entornos rurales votaron por ¨¦l.

P. ?Por d¨®nde tendr¨ªa que ir la estrategia de M¨¦xico?

R. No me siento a gusto dando consejos. Cada quien va a enfrentar su reto, pero hay elementos b¨¢sicos de la personalidad del nuevo presidente que hay que tomar en cuenta: no engancharse, no responder a los tuits, sino a las acciones y tener objetivos muy claros de hacia d¨®nde queremos llevar esto. Es evidente que tenemos que estar listos y saber exactamente cu¨¢l es el inter¨¦s ¨²ltimo y el valor relativo de las cosas. Hay temas tan importantes como la relaci¨®n de M¨¦xico con China, que tiene que formar parte de la visi¨®n estrat¨¦gica de M¨¦xico y pensar c¨®mo encajar esa pieza en una negociaci¨®n constructiva. Otros temas tienen que ver con elementos de M¨¦xico frente a la orientaci¨®n de su propio mercado. Hay cosas que son fundamentales y que, aunque no est¨¦n todos los d¨ªas en la mesa de negociaciones, son parte de la campa?a de Trump, acus¨¢ndonos de cosas que no han pasado. Por ejemplo, el exceso de la inversi¨®n china en M¨¦xico es una fantas¨ªa frente al nivel de inversi¨®n china en Canad¨¢ y Estados Unidos.

P. ?Cu¨¢les ser¨¢n las prioridades del equipo de Trump?

R. Un elemento clar¨ªsimo es la interpretaci¨®n de reglas de origen que perdieron en el panel. Van a intentar reescribir esa parte para que se lea las reglas de integraci¨®n de provedur¨ªa de Am¨¦rica del Norte como a ellos les interesa, m¨¢s restrictiva en las partes fundamentales de un autom¨®vil. Hay cosas que podemos predecir que van a llegar a la mesa.

P. ?Se recargar¨¢n mucho en el sector automotriz?

R. Es una obsesi¨®n del presidente Trump. Lo ve como algo emblem¨¢tico. Y lo que pasa es que hemos sido superados por el tiempo y la din¨¢mica. Ya los autom¨®viles se hacen de manera integral y es muy dif¨ªcil separar esa integraci¨®n. La manufactura ser¨¢ otro sector complejo.

P. ?Qu¨¦ opina de la actitud de Justin Trudeau y los canadienses?

R. No sorprende nada. De hecho, Trudeau hizo encolerizar a nuestros socios, los estadounidenses. Cuando ya empez¨¢bamos a definir la estrategia de los temas m¨¢s dif¨ªciles, se le ocurri¨® ir a China en 2018 y pedirle a Xi Jinping la posibilidad de hacer un tratado de libre comercio. Obviamente, atiz¨® el avispero. Y lo peor es que regres¨® con las manos vac¨ªas. A China le interesaba mucho, pero cuando Canad¨¢ dijo que s¨®lo hac¨ªan tratados con socios que respeten los derechos humanos, Xi se le qued¨® viendo como diciendo ¡°regresen en 100 a?os¡±.

Lamentablemente, as¨ª es Trudeau. Estuvimos a punto de perder el TPP en Vietnam porque descalific¨® a su negociador, con el que hab¨ªamos llegado a un acuerdo. Despu¨¦s, tuvimos que ayudar a que se reconstruyera la relaci¨®n Jap¨®n-Canada para finalmente negociar el TPP. A m¨ª no me sorprende que haga estas cosas.

P. ?Es importante para M¨¦xico tener a Canad¨¢ de su lado?

R. Siempre. A la Administraci¨®n de Trump le gusta el ¡°divide y vencer¨¢s¡±. Canad¨¢ tiene que ser consciente de que esa estrategia se tiene que manejar de forma conjunta. Quisieron hacer lo mismo en el primer tratado. Trudeau fue a Nueva York, se tom¨® varias fotos y activ¨® a un ex primer ministro que vive cerca de Mar-a-Lago. Creyeron que Canad¨¢ pod¨ªa simplemente ir al photo op y hacerse un lado para que el cami¨®n atropellara a M¨¦xico. Pero luego se dieron cuenta de que fue peor. M¨¦xico finalmente cerr¨® primero y a Canad¨¢ le tuvimos que ayudar a que cerrara. Al principio, creyeron que iba a ser un d¨ªa de campo.

P. ?Por qu¨¦ le conviene m¨¢s a M¨¦xico un acuerdo regional en vez de pactos bilaterales?

R. Porque tenemos condiciones similares en t¨¦rminos del contraste de tama?o de las econom¨ªas. Estar conjuntamente con Canad¨¢ nos ayuda a poder tomar decisiones que, de alguna manera, son compartidas. Siempre es mejor estar en una condici¨®n donde compartes y equilibras el peso excesivo de un socio intermedio.

P. ?Es salvable la distancia que ha surgido con Canad¨¢ en los ¨²ltimos d¨ªas?

R. Totalmente. Estos son apenas los proleg¨®menos de lo que vendr¨¢ en las negociaciones. Canad¨¢ tiene demasiado en riesgo en M¨¦xico.

P. Buena parte de los negociadores ¡°originales¡± ya no est¨¢n en el Gobierno mexicano. ?Eso puede ser un factor?

R. Mientras est¨¦n involucrados profesionales en el comercio exterior, creo que se pueden conducir bien las cosas. S¨ª hubo una p¨¦rdida de capital humano en la Secretar¨ªa de Econom¨ªa, pero creo que las nuevas autoridades est¨¢n haciendo todo el esfuerzo de acercarse en experiencia y conocimiento, y apoyarse tambi¨¦n con el sector privado que ha estado acompa?ando casi todas las negociaciones de M¨¦xico.

P. ?Cu¨¢l debe ser la ruta de M¨¦xico en los pr¨®ximos meses?

R. M¨¦xico tiene que tener clar¨ªsimo que el proceso de revisi¨®n ya empez¨®. Tiene que organizar la consulta sobre lo que ha funcionado bien y lo que se puede mejorar. Tiene que alinear aquellas cosas donde haya consenso de los sectores productivos de los tres pa¨ªses y definir claramente su posici¨®n donde no hay consenso y donde tambi¨¦n ha sido responsable del debilitamiento del cumplimiento del acuerdo, como el tema del ma¨ªz o de energ¨ªa. Entre m¨¢s fortalezcamos el cumplimiento de lo acordado, m¨¢s elementos tendremos para evitar abusos de Trump en la interpretaci¨®n del acuerdo.